Sumar las voluntades de una tribu para educar a un niño.

Por: Mariángeles Castro Sánchez

El derecho de los menores a la educación está consagrado en diversos instrumentos y normas. Entre ellos, la Convención sobre los Derechos del Niño tradujo un cambio de paradigma y señaló la igualdad de oportunidades como puerta de acceso a su efectivo ejercicio. En los próximos días, en coincidencia con un nuevo aniversario de su adopción por las Naciones Unidas, se desarrollará en Buenos Aires el Congreso Internacional “Vulnerabilidad e Inclusión, Hacia la Resignificación de los Derechos de la Niñez”, organizado por la Universidad Austral. Una buena oportunidad para reflexionar sobre conceptos como igualdad de oportunidades y equidad educativa, que calan hondo en sociedades altamente fragmentadas, como la argentina.

El propósito de la inclusión atraviesa el vínculo que se establece hoy entre los diferentes actores implicados en la educación de nuestros niños. Es por ello que, amén del diseño de políticas macro, debemos favorecer el despliegue de acciones micro, potenciales transformadoras de escenarios y gestoras del cambio. Desde este enfoque, cobran especial relevancia las alianzas educativas que en el seno de las sociedades se tejen, pues está probado que mediante el trabajo coordinado de las diferentes agencias comunitarias es posible revertir situaciones complejas, con la mirada siempre puesta en garantizar una educación inclusiva y de altas expectativas.

Está claro que un entorno vulnerable por pobreza no debe ser sinónimo de baja calidad en los aprendizajes. Y es aquí, justamente, donde la participación de la comunidad juega un papel central. Esto es así porque la trascendencia de la educación para una sociedad supone el compromiso de personas e instituciones que operen como nodos interdependientes, con la clara conciencia de que, como en todo proceso colaborativo, los resultados no pueden ser explicados de manera aislada. La pregunta será cómo lograr implicar a todos en la tarea de educar a las futuras generaciones de argentinos.

Bajo esta visión, escuelas, familias y comunidades locales deben articular esfuerzos, sabiéndose parte de un sistema que, puesto en movimiento, beneficia a todos y cada uno de sus componentes. La labor no es fácil, pero condiciona de tal forma el éxito educativo que merece concentrar ánimos y decisiones. Cuanto más si nos situamos en contextos vulnerables y participamos de colectivos que sufren la exclusión en carne propia.

Lo cierto es que esta lógica es diferente de la imperante, es contracorriente. Estamos en tiempos en los que la ruptura del enlace y de la idea misma de asociación se patentiza. En este marco, sin embargo, las instituciones educativas que generan alianzas estratégicas las instalan como pilares sobre los que descansa la eficacia de su pedagogía.

En todos los casos, es preciso tomar la iniciativa. No dar excusas. Así lo han demostrado experiencias puntuales y valiosas, nacidas espontáneamente del conjunto social: comunidades de aprendizaje, sistemas de tutorías voluntarias, uniones con empresas locales, alternancia pedagógica, son sólo algunos ejemplos de desarrollos exitosos que apuntan a la mejora mediante el empoderamiento de sus miembros.

La consigna es sumar voluntades y para ello se realizará el Congreso Internacional “Vulnerabilidad e Inclusión, Hacia la Resignificación de los Derechos de la Niñez los días 21 y 22 de noviembre.

Hace falta una tribu para educar a un niño, reza un proverbio africano. Sólo la actitud proactiva de los integrantes de cada comunidad posibilitará progresar hacia modelos y configuraciones que amalgamencalidad e inclusión. Haciendo propia una propuesta verdaderamente formativa y a la altura de las nuevas demandas.

Fuente: http://www.eldia.com/nota/2017-11-18-3-50-51-sumar-las-voluntades-de-una-tribu-para-educar-a-un-nino-opinion

Imagen: http://elquiddelacuestion.com.ar/wp-content/uploads/2017/11/1486553720_440045_1487320730_noticia_normal-980×509.jpg

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El Gobierno nacionalista Vasco defiende que las niñas musulmanas lleven velo a las escuelas para evitar los “riesgos del etnocentrismo”

País Vasco/15 septiembre 2016/Fuente: La Tribuna del Pais Vasco

El Departamento Vasco de Educación de Gobierno vasco ha enviado una circular a todos los centros educativos de Euskadi en la que les recomienda que no impidan la escolarización de alumnas que porten pañuelos en las cabezas.

Con motivo del inicio del curso escolar, el departamento que dirige Cristina Uriarte (PNV) ha remitido a los centros una circular específica sobre la utilización de pañuelos en la cabeza en las escuelas por parte de niñas de religión musulmana.

Estas recomendaciones de Educación se producen después de una polémica surgida el pasado curso por el caso de una niña de cuarto de Primaria de un colegio público de Vitoria, cuyos padres se negaron a que su hija musulmana se quitara el pañuelo de la cabeza para entrar en el aula. El reglamento de ese colegio impide que sus alumnos vayan a clase con la cabeza cubierta con cualquier tipo de prenda y su dirección se remitió a esta normativa para pedir a la familia que su hija se quitara el pañuelo en clase. Los intentos de acercar posturas no dieron sus frutos y, con la intervención de la Inspección Educativa, se adoptó una medida transitoria, que consistió en que la niña no entrara al aula, pero sí a las estancias de la dirección, a las que se desplazaron los profesores a impartirle las materias.

En la circular ahora remitida a los centros escolares, Educación recomienda «no impedir la escolarización» de estas alumnas y en el caso de las escuelas cuyos proyectos educativos o reglamentos no lo permitan, que procedan a su revisión «desde el planteamiento de la educación inclusiva y la atención a la diversidad» que se establece en el currículo de Educación Básica.

La Consejería nacionalista alecciona en su misiva y afirma que el alumnado vasco tiene que prepararse para vivir en un mundo cada vez más globalizado, por lo que es importante conocer las repuestas a estas necesidades que ofrece cada cultura. Todo ello, añade, con el fin de «evitar los riesgos del etnocentrismo y valorar y apreciar las aportaciones de otras culturas mediante planteamientos que impulsen el respeto y diálogo ente las distintas culturas”.

Hace unos días, SOS Racismo de Álava había enviado a la Consejería de Educación una carta en la que le pedía ser «valiente» e intervenir para “respetar el derecho de los menores a la educación”, en referencia a las niñas musulmanas que acuden a las aulas con pañuelos cubriendo sus cabezas.

Fuente:http://latribunadelpaisvasco.com/not/5223/el-gobierno-nacionalista-vasco-defiende-que-las-ninas-musulmanas-lleven-velo-a-las-escuelas-para-evitar-los-ldquo-riesgos-del-etnocentrismo-rdquo-/

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