El deporte como medio para prevenir la violencia en El Salvador

Por: UNICEF El Salvador

Natividad Sánchez Ventura tiene siete años, es la menor de 10 hermanos y cada día de su vida es un caos asegurado. Cada mañana, su madre María sale de casa antes del amanecer para vender marisco en el mercado municipal, mientras sus hermanas mayores se ocupan de las tareas domésticas y su padre José lleva a los más pequeños a la escuela.

Después de la escuela, Natividad y sus hermanos regresan a casa, donde su madre suele estar cocinando o lavando la ropa. Su padre aprovecha ese rato para cumplir con sus tareas de electricista a domicilio.

Hasta hace poco, esa rutina suponía un problema para la familia: ¿qué actividad que fuera segura y fiable podía hacer un niño por las tardes?

“En casa no tenemos mucho espacio, nuestra calle es bastante peligrosa y cuando los niños quieren jugar con otros niños tienen que alejarse, y entonces no sabemos dónde están”, explica María.

Lo que más preocupaba a José de la idea de dejarles jugar en la calle era la inseguridad. El municipio se caracteriza por las altas tasas de homicidios, la violencia de las bandas y la delincuencia. Los niños estarían en peligro si jugaran en las proximidades.

Imagen del UNICEF
© UNICEF El Salvador/2017
Natividad habla con una amiga durante una clase de natación. Las clases la han ayudado a ella y a sus hermanos a hacer amigos nuevos y ganar seguridad en sí mismos fuera de la escuela.

Hacer deporte para estar seguros

Todo cambió el día que la familia recibió una invitación de la alcaldía de San Marcos para que los niños asistieran a clases gratuitas de natación en el Centro recreativo Cutacuzcat.

“Decidimos permitirles asistir al centro para que aprendieran a nadar”, dice María.

La invitación para apuntarse a actividades deportivas semanales se extendió a todos los niños de San Marcos, como parte del proyecto municipal de prevención de la violencia respaldado por UNICEF. Después de un año y medio en funcionamiento, más de 1.000 niños participan en las actividades dos o tres veces por semana.

El monitor de natación, Wilson Galán, asegura que Natividad y sus hermanos tenían una habilidad natural para el deporte. “Sus resultados me pillaron por sorpresa porque, en solo dos meses, ya controlaban bastante bien todos los estilos”, afirma.

Los niños ya tienen una colección de 47 medallas que han ganado en distintas competiciones locales y nacionales. Para Natividad, que ha ganado ocho de esas medallas, esos triunfos han sido un estímulo para confiar más en sí misma.

“Me motiva mucho escuchar a mi familia gritando: ‘vamos, vamos, vamos’; me ayuda a mantener la fuerza hasta el final”, dice.

Imagen del UNICEF
© UNICEF El Salvador/2017
Los miembros de la familia Sánchez Ventura muestran las medallas que los niños han ganado en competiciones de natación. Desde que comenzó el programa de deportes hace un año y medio, los niños han ganado 40 medallas.

Cuerpos y mentes más sanos

El deporte y las actividades recreativas son solo una parte de una estrategia global para la prevención de la violencia en el municipio, en la que UNICEF trabaja estrechamente con la alcaldía de San Marcos. La estrategia incluye componentes para el desarrollo y la protección de los niños, así como talleres para educar a niños y padres en la no violencia y el fortalecimiento de los lazos familiares.

“En esos talleres, ella puede pasar tiempo con otros niños que también están aprendiendo y nosotros conocemos a otros padres con los que podemos compartir ideas nuevas”, dice María.

El programa también ofrece una beca que cubre parte de los gastos escolares de Natividad. “Somos una familia grande y esto nos ayuda mucho, porque así ella no tiene que dejar la escuela”, afirma José.

Tanto él como la madre coinciden en que el deporte ha cambiado la vida de los niños. “Ha sido positivo para su salud y para su mente”, asegura María. “Cuando hacen ejercicio se mantienen activos y tienen un propósito en la vida, ganan autoestima y se vuelven más disciplinados en la escuela”.

Para José, uno de los mayores beneficios del programa es que mantiene a los niños a salvo de la violencia de las bandas. “La natación ha salvado a nuestros hijos de la calle”, dice.

Fuente del Artículo:

https://www.unicef.org/spanish/infobycountry/elsalvador_102385.html

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