Crece el número de graduados en las universidades públicas y baja en las privadas

Por Ricardo Braginksi.

Hubo 4,2% más egresados en las estatales y 7% menos en las pagas durante el último año relevado. Lo atribuyen al factor económico y a medidas que se realizaron para mejorar la graduación.  

El sistema universitario argentino tiene unas cuantas características que lo hacen único. Entre ellas, el ingreso irrestricto y la gratuidad, que permiten que muchos alumnos, que de otro modo no podrían iniciar una carrera, lo hagan. Pero esto tiene su contracara, sobre todo con la crisis de la secundaria. También son muchos los estudiantes que empiezan pero no terminan. A diferencia de otros países en donde la selección se hace antes de la carrera, aquí eso sucede una vez iniciados los estudios.

Hace años se viene hablando de la baja tasa de graduación universitaria de la Argentina, comparado con otros países. De hecho, aquí se recibe un 30% de los alumnos que ingresan, mientras que en Brasil y Chile más de la mitad y en Colombia ó México más del 80%. Y hasta ahora había un claro predominio de las universidades privadas Pero los últimos datos traen una sorpresa. En el último año relevado por las estadísticas oficiales (2017), las universidades públicas crecieron en cantidad de graduados mientras que las pagas bajaron.

Los datos corresponden al último Anuario de Estadísticas Universitarias del Ministerio de Educación, de 2017, al que accedió Clarín. Allí se observa que ese año las universidades públicas crecieron un 4,2% en el número de graduados con respecto a 2016 (pasaron de 82.731 a 86.174) mientras que las privadas bajaron 7% (de 41.943 a 39.154).

Para los expertos, si bien la baja de las universidades privadas aún no es una tendencia estadística, sí es un dato para tener en cuenta. En cambio, el crecimiento en las estatales ya es una tendencia, porque se sucedieron por más de seis años seguidos.

Otra forma de mirar el fenómeno es través de “cohortes” teóricas, considerando el porcentaje de graduados en un año con respecto a los alumnos que ingresaron 5 años antes. En este caso, lo que se ve es que las universidades públicas se mantienen estable en los últimos años, con una tasa de graduación que ronda el 27%, mientras que las privadas eran estables en torno al 40% hasta el último año que bajaron al 36%.

En el último año, las universidades públicas subieron la tasa de graduación de 26,69% en la cohorte 2011-2016 a 27,34% en la de 2012-2017. Mientras que en las privadas pasaron de 39,93% a 36% en las mismas cohortes. Es decir, las estatales subieron 0,65 puntos porcentajes mientras que las privadas bajaron 3,93.

Algunos expertos consultados por Clarín atribuyen estas cifras al factor económico. Otros, al efecto de diversas estrategias que se hicieron en las universidades públicas para sostener y mejorar en el número de graduados, o a que en las públicas se fueron acumulando alumnos que retrasaron su graduación.

Para Danya Tavela, vicerrectora de Universidad del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (Unnoba), la graduación en las públicas viene creciendo por distintas políticas y estrategias, que se iniciaron en el gobierno anterior y siguieron con el actual, y que trabajan sobre la permanencia y la graduación de los alumnos. “Entre otras medidas, se reforzaron los cursos de nivelación en los primeros años y se trabajó para retener a los alumnos de los últimos años, que son absorbidos por el mercado laboral antes que terminen”, dice Tavela, que además integra la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU).

Marcos Duarte, de la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación, también habla de más políticas públicas coordinadas con las universidades nacionales. “La beca Progresar incorporó el rendimiento académico. También hay programas de expansión en convenio con municipalidades para llegar con la oferta académica que necesitan las localidades. Y un nuevo sistema para que los alumnos que empezaron una carrera en una universidad puedan seguir en otra sin perder materias. Todo esto impacta en la graduación”, le dice a Clarín.

Mónica Marquina, del directorio de CONEAU e investigadora del Conicet, cree que el aumento de graduados en el sector público se puede deber a que se fueron acumulando alumnos que no terminaron en el tiempo previsto de 5 años. “Si fuera así no sería una mala señal. Mostraría que quizás demoran un poco más porque trabajan o pertenecen a sectores que les cuesta un poco más por el capital cultural de la secundaria y la familia. Hay que revisar planes de estudios y hacerlos más flexibles y más dinámicos para que se puedan cumplir en el tiempo teórico”.

Entre quienes encuentran razones económicas está el rector de la Universidad de La Matanza, Daniel Martínez. Consultado por Clarín, afirma que esto es lo que sucede en su universidad. “Estamos viendo alumnos que, en los últimos dos años, dejan las privadas y se pasan a las públicas. También pasa que muchas empresas prefieren a los egresados de las universidades públicas y eso los estudiantes lo advierten”.

Martínez agrega que en los últimos años son más los alumnos que piden beca. Esa universidad ofrece ayuda con fondos propios. Mientras que en el año 2017 otorgaron las 250 becas que les pidieron,en 2018 dieron 500 y 250 alumnos quedaron afuera. Aún no hay datos de 2019, informan

Pablo Rodríguez, decano de la facultad de Odontología de la UBA, también cree que puede haber una explicación económica.Además, cree que puede incidir la tradición que tienen las universidades nacionales en el país. “Una familia, por lo general, no tiene dudas en elegir una universidad pública. Saben que además de gratuita es de calidad”, dice a Clarín.

Edgardo De Vincenzi es rector emérito de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) del grupo Vaneduc. Coincide en que hay un tema económico, pero con otro enfoque. “El problema es que se están usando mal los recursos para la educación. Hay que entender que la educación de gestión pública no es gratuita, la pagan todos con sus impuestos, incluso los jubilados o los de más bajos recursos. Entonces, es una barbaridad que se le pague a una persona que veranea en Miami. Deben ser gratuitas sólo para los estudiantes que realmente lo necesitan. Para solucionar estos temas se necesita una mejor planificación”, afirma.

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/sociedad/crece-numero-graduados-universidades-publicas-baja-privadas_0_EzJCaHiAK.html

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Informe: Brecha educativa mundial empieza a los 10 años

Redacción: Río Negro/07-11-2018

“Donde nacés y la capacidad económica de los padres” siguen determinando las oportunidades vitales para nuestros chicos y jóvenes. Aterra el panorama: el futuro, casi como un determinismo fatal, ya está dibujado en un niño de 10 años. ¿Alguien hace algo?

El rendimiento académico entre alumnos aventajados y en desventaja comienza a desarrollarse a los 10 años y se extiende toda la vida, según el estudio de la OCDE “Equidad en la Educación: superar las barreras a la movilidad social”, basado en las pruebas PISA de 2015.

Este informe, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), concluyó que más de dos tercios de la brecha educativa que se observa entre los chicos de 15 años y jóvenes de 25 a 29 se remonta a los 10 años de edad.

“Donde nacés y la capacidad económica de tus padres continúa determinando tus oportunidades vitales”, afirmó Gabriela Ramos, directora del organismo que lleva “mucho tiempo” advirtiendo sobre esa relación.

¿Movilidad social? Olvidarse

Esto se debe a que “estos factores influyen en la calidad de la educación” y que “la falta de equidad” en este ámbito afecta a la movilidad social”, es decir, a la capacidad de cambiar de nivel socioeconómico.

Ramos aseguró que, en los 34 países miembros de la OCDE, ese cambio tarda en producirse entre cuatro y cinco generaciones o 135 años.

El documento refleja que los estudiantes nacidos en familias con menos ingresos y monoparentales presentan un peor desarrollo educativo en comparación con los que gozan de una mejor posición socioeconómica.

Los dos mayores retos a los que se enfrentan los estudiantes nacidos en familias desfavorecidas son “la falta de calidad de sus oportunidades educativas” y el “estrés”, informó Ramos, lo que limita no solo su rendimiento sino también la autoestima y la confianza en su propio potencial.

¿Cómo romper el círculo?

Para la directiva, “intervenciones tempranas y efectivas en este problema” pueden “romper el círculo” para que todos los niños “tengan las mismas oportunidades de prosperar”.

El director de Educación y Cualificaciones de la OCDE, Andreas Schleicher, sostuvo que “se ha avanzado muy poco para derribar las barreras a la movilidad social y dar a todos los niños las mismas oportunidades para progresar”. “Se necesita más inversión para ayudar a los estudiantes favorecidos a mejorar y reconocer el papel fundamental que deben desempeñar los profesores”, agregó.

El informe también analiza la resiliencia social y económica de los estudiantes, en términos de su satisfacción con su vida, su integración social y su ausencia de ansiedad ante los exámenes.

Así, averiguó que uno de cada cuatro estudiantes desaventajados de los países de la OCDE son resilientes, listado que encabezan Croacia, la República Checa, Finlandia, Francia, Alemania, Islandia, Letonia, Holanda y Suiza.

A la cola se sitúan Bulgaria, Italia, Montenegro, Portugal y el Reino Unido, con un porcentaje de alumnos capaces de adaptarse a situaciones adversas de entorno al 20%, por debajo de la media de 26,2% de los 34 países estudiados.

El objetivo de este nuevo informe de la OCDE, basándose en el PISA 2015, fue “examinar las diferencias socioeconómicas entre los estudiantes y cómo afectan a los resultados educativos”.

El documento concluye que el acceso temprano a la educación es “clave” para que los niños puedan adquirir “habilidades sociales y emocionales esenciales, en particular los de familias desfavorecidas”.

¿Y en Argentina?

Asimismo, insta a la los países a destinar “recursos adicionales a estudiantes y escuelas desfavorecidas” y a apoyar a los maestros “para poder identificar las necesidades” de los alumnos “y administrar la diversidad en las aulas”.

En Argentina, en este sentido, en el período 2010-2016, el 39,7% de los alumnos no llegó en tiempo y forma al último año de la secundaria, ya sea porque repitieron o abandonaron la escuela. En ese contexto de desgranamiento de la matrícula, las diferencias entre las estadísticas provinciales son muy grandes.

Entre la Ciudad de Buenos Aires, que es la que mejor índice de trayectoria escolar presenta, y la peor, que es Santiago del Estero, hay 31 puntos porcentuales de diferencia. Mientras que en CABA 8 de cada 10 arriban en quinto año en el momento pautado, Santiago del Estero es la única provincia en la que más de la mitad de sus alumnos repite o abandona durante el secundario (51,5%).

Los datos surgen del informe presentado por el Observatorio Argentinos por la Educación. Allí se observa que solo hay cuatro jurisdicciones por encima del 65% de avance a tiempo –CABA, Tierra del Fuego, La Rioja y La Pampa– y que incluso hay disparidades entre provincias vecinas. Por caso, entre Tierra del Fuego (74,5%) y Santa Cruz (56%) o entre La Rioja (71,2%) y Catamarca (58,9%).

Los autores de este informe se valieron del Índice de Contexto Social de la Educación (ICSE), que segmenta los territorios en los que están ubicados las escuelas en función de tres niveles de vulnerabilidad: bajo/medio, alto y crítico. En los sectores más pobres, más de 6 de cada 10 estudiantes abandonan o repiten durante su trayectoria escolar. Entre el segmento con las necesidades cubiertas y el más vulnerable hay 25,8 puntos porcentuales de distancia. (EFE y NA)

Brecha educativa empieza a los 10 años
“1 de cada 4 estudiantes desventajados es resiliente, el resto pasa a engrosar las largas filas de los ‘ni-ni’”.
Del Informe Equidad en la Educación elaborado por la OCDE.
Datos
135 años
es el tiempo que lleva revertir el nivel de desigualdad en caso de que algún Estado tome la decisión política de hacerlo.
6 de cada 10
estudiantes abandonan o repiten durante su trayectoria escolar en la Argentina.
Fuente: https://www.rionegro.com.ar/empleo/brecha-educativa-empieza-a-los-10-anos-FD5894676
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