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A Grecia no le ha pillado la vuelta al cole con los deberes sin hacer

 Grecia no le ha pillado la vuelta al cole con los deberes sin hacer

Pese a la dificultad que presenta esta situación sin precedentes, donde no hay recetas perfectas y sí 10 años de recortes, sigue siendo un inesperado modelo a seguir para otros países

Alrededor de un millón trescientos mil alumnos se preparan para la vuelta al cole en Grecia a partir del 14 de septiembre. Grecia fue uno de los últimos países en la Unión Europea en ser golpeado por el coronavirus. Con una sanidad pública débil, que ha ido sufriendo innumerables recortes, y medidas de austeridad impuestas durante más de diez años de crisis económica, la rápida respuesta del primer ministro griego y líder del partido conservador Nueva Democracia, Kyriakos Mitsotakis, fue crucial en mantener bajo control la pandemia. El nuevo año escolar vendrá marcado por la pandemia y las diversas medidas sanitarias que el Gobierno impondrá para prevenir la propagación del virus en los colegios. Y en esto Grecia, pese a la dificultad que presenta una situación sin precedentes donde no hay recetas perfectas, sigue siendo un inesperado modelo a seguir para otros países.

La rápida intervención, el cumplimiento de las medidas por parte de la población y la confianza de los griegos en el especialista en enfermedades infecciosas de la Escuela de Medicina de Atenas, Sotiris Tsiodras, que explicó las decisiones del Ejecutivo en términos científicos pero a la vez comprensibles para todos; hicieron que Grecia registrase uno de los números más bajos de contagios y muertes por covid-19 por habitantes en todo el continente.

El cierre de los colegios y universidades fue una de las primeras medidas tomadas por el Gobierno, con apenas 89 casos confirmados y una muerte por coronavirus en toda Grecia. Era el 11 de marzo, el mismo día que Madrid, pero para entonces España ya tenía 1.695 casos y 35 fallecidos. Cuatro días después se anunciaba el cierre de cafeterías, centros comerciales, instalaciones deportivas y otros lugares públicos como museos, recintos arqueológicos e iglesias.

«La pandemia cambió nuestras vidas en unos pocos días creando una realidad diferente que nos llevó a la educación a distancia», afirma Eleni Siderou, profesora en el Colegio Público de Educación Primaria 12 de Spata. «Han sido muchas las dificultades para profesores y alumnos ya que no existía preparación previa para una enseñanza de este tipo (no hubo una formación inicial, los equipos técnicos eran insuficientes y las competencias digitales por parte de los docentes eran mínimas)». Pero todas las dificultades se superaron «en cierta medida con la cooperación y el apoyo de nuestro grupo de trabajo escolar».

Reapertura paulatina

El 29 de abril, tras un mes y medio de encierro y una básica enseñanza ‘online’, la ministra de Educación y Asuntos Religiosos, Niki Kerameos, anunciaba la inesperada determinación de abrir paulatinamente todos los centros de educación intermedia y secundaria con un sistema de turnos y edades; asombró tanto a los ciudadanos como a la comunidad científica nacional. Grecia daba un paso hacia una normalidad insólita.

Con 2.716 contagios y 151 muertos por coronavirus en todo el país a fecha de 11 de mayo, los alumnos volvían a las aulas escalonadamente. El retorno se llevó a cabo en grupos de 15 alumnos como máximo y con rotaciones, dando como resultado que los estudiantes fueran a clase durante días alternativos. La distancia de 1,5 metros se impuso en las aulas mientras que el uso de la mascarilla era opcional. Los últimos en incorporarse a la «nueva normalidad escolar» fueron los más pequeños (infantil y primaria), cuyos centros abrieron el 1 de junio. El debate estaba servido a las puertas de los centros escolares de toda Grecia ya que para muchos la reapertura de las aulas en estas condiciones era una especie experimento para lo que estaba por llegar a partir de septiembre.

«La apertura en junio con la mitad de los alumnos en las clases fue un alivio para todos nosotros», reconoce Eleni Siderou.

Desinfección de un instituto en Atenas el 4 de mayo. (EFE)

Muchos progenitores que habían tenido que combinar el teletrabajo con el cuidado de sus hijos observaron esta vuelta al cole por turnos con cierto alivio. «Menos es nada» decía repetidamente Agapi, madre de un niño de primero del Colegio Público de Educación Primaria 1 de Glyfada, un municipio situado en la costa sur de Atenas, y en el que el número de alumnos en las dos clases de primero con las que cuenta rondó los siete por aula y día. Algunos padres, sobre todo aquellos que convivían con familiares con factor de riesgo, habían decidido no enviar a sus hijos a clase.

Un Gobierno bien considerado

Grecia ha sido uno de los países que mejor ha manejado la crisis del coronavirus en Europa y buena parte de la opinión pública del país considera que el primer ministro y su equipo han demostrado su intención de poner por encima de todo coste político o financiero la salud pública. Para Xrisa, madre de dos niñas del Colegio de Educación Primaria 3 de Glyfada «el Gobierno actuó de manera correcta frente a la pandemia tomando las medidas oportunas y necesarias para protegernos tanto como fuera posible».

Las medidas decretadas en marzo por el ejecutivo consiguieron evitar el desastre y mantener el número de casos de covid-19 en Grecia realmente bajo. A pesar de todo, algunos ciudadanos opinan que la apertura de las fronteras al turismo, uno de los principales motores de la economía nacional y gran creador de empleo, junto con el relajamiento a la hora de cumplir los protocolos de seguridad durante el verano provocaron que durante el mes de agosto se duplicaran los casos.

Muchos progenitores que habían tenido que combinar el teletrabajo con el cuidado de sus hijos observaron esta vuelta al cole por turnos con cierto alivio. «Menos es nada» decía repetidamente Agapi, madre de un niño de primero del Colegio Público de Educación Primaria 1 de Glyfada, un municipio situado en la costa sur de Atenas, y en el que el número de alumnos en las dos clases de primero con las que cuenta rondó los siete por aula y día. Algunos padres, sobre todo aquellos que convivían con familiares con factor de riesgo, habían decidido no enviar a sus hijos a clase.

Un Gobierno bien considerado

Grecia ha sido uno de los países que mejor ha manejado la crisis del coronavirus en Europa y buena parte de la opinión pública del país considera que el primer ministro y su equipo han demostrado su intención de poner por encima de todo coste político o financiero la salud pública. Para Xrisa, madre de dos niñas del Colegio de Educación Primaria 3 de Glyfada «el Gobierno actuó de manera correcta frente a la pandemia tomando las medidas oportunas y necesarias para protegernos tanto como fuera posible».

Las medidas decretadas en marzo por el ejecutivo consiguieron evitar el desastre y mantener el número de casos de covid-19 en Grecia realmente bajo. A pesar de todo, algunos ciudadanos opinan que la apertura de las fronteras al turismo, uno de los principales motores de la economía nacional y gran creador de empleo, junto con el relajamiento a la hora de cumplir los protocolos de seguridad durante el verano provocaron que durante el mes de agosto se duplicaran los casos.

Las medidas tomadas por el Gobierno en un principio fueron las adecuadas», afirma Zeta, vecina del barrio ateniense de Nea Smirni y madre de una niña de ocho años. «Cerrar lugares públicos como colegios, iglesias y centros deportivos fue lo apropiado ya que no podían estar seguros de la responsabilidad de cada uno. Sin embargo, después lo han dejado un poco a la suerte». Zeta cree que Grecia no debió abrir las fronteras al turismo ya que «con los vuelos desde el extranjero y los pocos controles que se realizaron a los viajeros que llegaban, comenzaron los problemas».

A pesar de todo, los números de contagios y muertes por covid-19 en el país heleno siguen siendo de los más bajos del continente europeo (a fecha de 1 de septiembre, Grecia cuenta con un total de 10.317 contagiados y 266 muertes desde el inicio de la pandemia).

Mascarillas obligatorias desde infantil

El aumento de los casos durante el mes de agosto ha sido el motivo por el que los colegios abrirán sus puertas el 14 de septiembre y no el 7 tal y como se había anunciado en junio. El motivo, según declaró el portavoz del Gobierno, Stelios Petsas, es el de contar con el tiempo suficiente para el retorno de las familias de las vacaciones de verano y limitar los movimientos de los ciudadanos asintomáticos.

El nuevo curso escolar comenzará entre unos alumnos felices por reencontrarse con sus compañeros y el protocolo sanitario dictado por las autoridades del país para evitar que el virus se extienda en las aulas.

El Gobierno de Mitsotakis destinará 6,1 millones de euros para la compra de mascarillas que se repartirán entre alumnos y docentes de centros públicos y privados de todo el país. La ministra de Educación anunció que durante las primeras jornadas escolares los alumnos contarán con la presencia de médicos que les informarán sobre las diversas medidas de prevención y el uso correcto de la mascarilla para convivir con la pandemia en condiciones seguras. También se proporcionará gel antiséptico a todos los centros de enseñanza y se limpiarán las instalaciones con regularidad para evitar que se propague el virus entre los estudiantes.

Entre las medidas preventivas contra el coronavirus anunciadas por Kerameos se encuentra el uso obligatorio de mascarillas para profesores y alumnos desde educación infantil y primaria. Una medida que no ha sido bien recibida por grupos progenitores que han expresado su preocupación ante la posibilidad de que los más pequeños se vean perjudicados por llevar la mascarilla durante tanto tiempo.

«Los niños menores de 11 años son demasiado pequeños para llevar la mascarilla de forma eficaz», afirma Xrisa, «no pueden ser efectivas en edades tan tempranas. Además será muy difícil para ellos».

Un aula de primaria en una escuela de Atenas. (EFE)

A pesar de la dificultad, Zeta se muestra completamente a favor de la mascarilla. «Tal y como protege a los mayores protege a los pequeños. Es muy difícil que los niños mantengan la distancia de seguridad por lo que es mejor que la lleven». Ante la pregunta de si no cree que va a ser muy difícil para los más pequeños mantener la mascarilla durante tanto tiempo Zeta afirma que «seguro que va a ser difícil, pero contamos con magníficos educadores por lo que estoy segura de que lo conseguirán».

Para Eleftherna Katerina Basi, profesora de geografía y química en el Colegio Público de Educación Intermedia 4 de Glyfada y madre de dos niños en primaria «va a ser incómodo, pero no se puede hacer otra cosa cuando se cuenta con 27 alumnos por clase. Esta vez no se acudirá al colegio por turnos tal y como se hizo en mayo porque la economía del país no puede permitirse conceder más permisos remunerados a los padres para que se queden dos o tres días a la semana al cuidado de sus hijos».

Eleni Siderou opina que «el inicio del nuevo curso escolar con todos los alumnos a la vez será precario para el cumplimiento de las medidas de protección necesarias» y aunque para Stelios Vasileiadis, ex teniente de alcalde del municipio Egaleo y padre de dos hijos, «las mascarillas son esenciales» también cree que «tanto en educación infantil como en los primeros cursos de educación primaría podrían funcionar mejor otro tipo de medidas. Se podría reducir el número de niños por clase, reemplazar los pupitres para dos alumnos por pupitres individuales o incrementar el número de aulas».

Brecha educativa

El objetivo de todas estas medidas será eludir a toda costa que los alumnos vuelvan a sufrir las consecuencias educativas que acarrearía un nuevo cierre de las aulas, aunque, tal y como confirmó Kerameos, en caso de que se identificase un caso el colegio se cerrará inmediatamente y se procederá a impartir clases ‘online’ para sus alumnos tal y como ya sucediera durante el confinamiento.

Sin embargo, Stelios Vasileiadis sostiene que el aprendizaje ‘online’ no puede sustituir al presencial y que esta medida no haría más que empeorar las cosas generando desigualdades entre alumnos. «El cierre de los colegios fue bienvenido en marzo, pero muchos niños de clases sociales vulnerables no tuvieron acceso a la educación a distancia por lo que se abrió una brecha entre estudiantes privilegiados y desfavorecidos».

Las autoridades educativas encabezadas por la ministra de educación, Niki Kerameos, afirman que todo está preparado para la vuelta al cole. Los libros ya están en los centros educativos (en Grecia todos los estudiantes de enseñanza pública desde primaria hasta la universidad reciben los libros de texto de forma gratuita siendo el Ministerio de educación el que se encarga de hacer frente del pago a las editoriales) y muchos de los protocolos de seguridad como que los alumnos salgan al recreo a horas diferentes para evitar la concentración masiva en los patios ya se llevaron a cabo con éxito durante los meses de mayo y junio.

Fuente de la Información: https://www.elconfidencial.com/mundo/europa/2020-09-06/grecia-modelo-vuelta-al-cole-coronavirus_2733247/

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Estados Unidos: As Colleges Move Classes Online, Families Rebel Against the Cost

As Colleges Move Classes Online, Families Rebel Against the Cost

Schools face rising demands for tuition rebates, increased aid and leaves of absence as students ask if college is becoming “glorified Skype.”

CORONAVIRUS SCHOOLS BRIEFING: The pandemic is upending education. Get the latest news and tips as students go back to school.

After Southern California’s soaring coronavirus caseload forced Chapman University this month to abruptly abandon plans to reopen its campus and shift to an autumn of all-remote instruction, the school promised that students would still get a “robust Chapman experience.”

“What about a robust refund?” retorted Christopher Moore, a spring graduate, on Facebook.

A parent chimed in. “We are paying a lot of money for tuition, and our students are not getting what we paid for,” wrote Shannon Carducci, whose youngest child, Ally, is a sophomore at Chapman, in Orange County, where the cost of attendance averages $65,000 a year. Back when they believed Ally would be attending classes in person, her parents leased her a $1,200-a-month apartment. Now, Ms. Carducci said, she plans to ask for a tuition discount.

A rebellion against the high cost of a bachelor’s degree, already brewing around the nation before the coronavirus, has gathered fresh momentum as campuses have strained to operate in the pandemic. Incensed at paying face-to-face prices for education that is increasingly online, students and their parents are demanding tuition rebates, increased financial aid, reduced fees and leaves of absences to compensate for what they feel will be a diminished college experience.

At Rutgers University, more than 30,000 people have signed a petition started in July calling for an elimination of fees and a 20 percent tuition cut. More than 40,000 have signed a plea for the University of North Carolina system to refund housing charges to students in the event of another Covid-19-related campus shutdown. The California State University system’s early decision to go online-only this fall has incited calls for price cuts at campuses from Fullerton to San Jose.

At Ithaca College — student population, 5,500 — the financial services team reports more than 2,000 queries in the past month about financial aid and tuition adjustments. Some 340 Harvard freshmen — roughly a fifth of the first-year class — deferred admission rather than possibly spending part of the year online, and a parents’ lobbying group, formed on Facebook last month, has asked the administration to reduce tuition and relax rules for leaves of absence.

Universities have been divided in their response, with some offering discounts but most resisting, arguing that remote learning and other virus measures are making their operations more, not less, costly at a time when higher education is already struggling.

“These are unprecedented times, and more and more families are needing more and more financial assistance to enroll in college,” said Terry W. Hartle, a senior vice president for the American Council on Education, a higher education trade group. “But colleges also need to survive.”

The roster of colleges that have rescinded plans to reopen their classrooms has been growing by the day. In the past two weeks, the University of Maryland, the University of Pennsylvania, the University of Southern California, the University of Virginia, Princeton and a host of other colleges announced plans to hold all or most of their classes online, citing concerns about the coronavirus. According to the Chronicle of Higher Education, less than a quarter of the nation’s 5,000 colleges are committed to providing instruction primarily or completely in person.

At Illinois State University, an 11th-hour shift infuriated Joseph Herff, a 22-year-old business major. He had locked into an off-campus lease and taken out $10,000 more in student loan debt by the time the school announced that its fall would be mostly online — the result of public health guidance and a shortage of coronavirus tests, according to the university’s president, Larry Dietz.

“I don’t have an issue with moving classes to online. I do have an issue though that classes are charged the same price,” Mr. Herff tweeted on an account that, until this month, he said in an interview, he had largely reserved for sports talk. “Why is this fair?”

Many colleges were facing financial dark clouds even before the coronavirus arrived. Population declines in some parts of the country have dampened enrollment, and soaring tuition has led many families to question the price of a college diploma. Moody’s Investors Service, which in March downgraded the higher education sector to negative from stable, wrote that even before the pandemic, roughly 30 percent of universities “were already running operating deficits.”

Since then, emptied dorms, canceled sports, shuttered bookstores and paused study-abroad programs have dried up key revenue streams just as student needs have exploded for everything from financial aid and food stamps to home office equipment and loaner laptops.

Public health requirements for masks, barriers, cleaning and other health protections also have added new costs, as have investments in training and technology to improve remote instruction and online courses.

Harvard’s campus in Cambridge, Mass. Roughly a fifth of Harvard’s first-year class deferred admission rather than spend the fall online.

“Starting up an online education program is incredibly expensive,” said Dominique Baker, an assistant professor of education policy at Southern Methodist University. “You have to have training, people with expertise, licensing for a lot of different kinds of software. All those pieces cost money, and then if you want the best quality, you have to have smaller classes.”

Chapman’s president, Daniele Struppa, said the university spent $20 million on technology and public health retrofits for the fall semester, and he estimates that the switch to an online fall will cost the school $110 million in revenue. He has cut spending “brutally” from the $400 million annual budget, he said, freezing hires, slashing expenses, canceling construction of a new gym, ending the retirement match to employees and giving up 20 percent of his own $720,000 base salary.

Only students who can demonstrate financial need will get help, he is telling families. “Tuition really reflects our cost of operation, and that cost has not only not diminished but has greatly increased.”

A survey by the American Council on Education estimated that reopening this fall would add 10 percent to a college’s regular operating expenses, costing the country’s 5,000 some colleges and universities a total of $70 billion.

“For institutions,” said Mr. Hartle, who lobbies for the council, “this is a perfect storm.”

Students are feeling tempest tossed, too.

Temple sociologist Sara Goldrick-Rab, founder of the university’s Hope Center for College, Community and Justice, said the organization has been “bombarded” with pleas for help from students who can’t cover their rent and don’t know how to apply for food stamps. At least a third of students had lost jobs because of the pandemic by May, according to the center.

Such situations, Ms. Goldrick-Rab said, are particularly risky because they often prompt students to take on second or third jobs or to become distracted, which in turn imperils financial aid that can be revoked if their grades fall.

Laurie Koehler, vice president for enrollment strategy at Ithaca College, said about one in six students reported in a just-completed survey that the pandemic had significantly hurt their ability to continue their studies. At Lafayette College in Easton, Pa., the school’s president, Alison Byerly, said she expects requests for additional financial aid to grow by up to 15 percent this year.

But the shift online also has accelerated fundamental questions about the future of higher education, said the director of the Edunomics Lab at Georgetown University, Marguerite Roza.

“This is a moment that is basically forcing students and parents to say, ‘What is the value? If I can’t set foot on campus, is that the same value?’”

Will Andersen, an 18-year-old incoming freshman at the University of Wisconsin-Madison, put it this way: “Who wants to pay $25,000 a year for glorified Skype?”

“Education isn’t just information,” agreed Yolanda Brown-Spidell, a Detroit-area teacher and divorced mother of five whose lament last month about remote learning in a private Facebook group for Harvard parents burgeoned into a lobbying push to ease school policies on tuition and fall housing.

“Being able to meet up with friends, have those highly intellectual conversations, walking over to CVS and getting ice cream at 1 in the morning,” she said, ticking off the parts of education her daughter, a rising junior, has missed while working at home on her computer. “And let’s not forget just not being home with your mama, with her eyes on you.”

Some families have sued. Roy Willey, a class-action attorney in South Carolina, said his firm alone has filed at least 30 lawsuits — including against the University of California system, Columbia University and the University of Colorado — charging universities with breach of contract for switching in-person instruction to online classes, and is closely monitoring the fall semester.

Most suits are in their early stages, though several universities have moved for dismissal. “If you and I go down to the steakhouse and order a prime rib, and prepay for it and sit at our table, and a while later the server comes by and says, ‘Here’s two hamburgers, we’re out of prime rib’ — well, we may eat the hamburgers, but they’re not entitled to the money we would have paid for prime rib,” Mr. Willey said.

“This is a moment that is basically forcing students and parents to say, ‘What is the value? If I can’t set foot on campus, is that the same value’,” said Marguerite Roza, director of the Edunomics Lab at Georgetown University.

A handful of universities have announced substantial price cuts. Franciscan University of Steubenville, a private Catholic university in Ohio with about 3,000 students, announced in April that it will cover 100 percent of tuition costs, after financial aid and scholarships, for incoming undergraduates. Williams College in Massachusetts took 15 percent off in June when it announced it would combine online and in-person instruction this fall.

More typical is the 10 percent cut at Catholic University in Washington, which plans to start the semester online and dramatically scale back the number of students allowed back onto campus. Johns Hopkins, Princeton, Georgetown University, Spelman University and other institutions are offering similar reductions. Lafayette College is limiting its 10 percent to students who study from home for the semester. The University of Southern California has offered a $4,000-per-semester “Living at Home Scholarship.”

Some schools are extending freebies. Pacific Lutheran University in Tacoma, Wash., has offered to tack on a tuition-free year of instruction for currently enrolled students, noting on its website that the current situation is not “the college experience they imagined.” St. Norbert College in De Pere, Wis., is offering a free semester.

But most colleges have kept prices flat, and a few have even increased them. They can’t afford to do otherwise without mass faculty layoffs, said Robert Kelchen, a Seton Hall University associate professor of higher education, even though the isolated, monitored experience campuses are selling this fall “is going to feel like some combination of a monastery and a minimum-security prison.”

“This crisis is demonstrating that there is real value in face-to-face instruction,” agreed David Feldman, an economist at William & Mary in Virginia and author, with Robert B. Archibald, of “The Road Ahead for America’s Colleges and Universities.” That recognition, he said, will generally protect better-endowed schools and those with state support.

Even so, he said, a culling is at hand for higher education. His prediction: a consolidation of public university branch campuses and a reckoning for some small, private liberal arts colleges that are already operating on thin margins.

“There will be a shakeout,” he said.

Fuente de la Información: https://www.nytimes.com/2020/08/15/us/covid-college-tuition.html

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Nueva Zelanda: País con Vida casi Normal, tras 100 días Sin Casos de Covid-19

Nueva Zelanda: País con Vida casi Normal, tras 100 días Sin Casos de Covid-19

Nueva Zelanda ha cumplido este domingo cien días sin ningún nuevo contagio por coronavirus, aunque las autoridades sanitarias advierten que no se puede bajar la guardia.

Actualmente, hay 23 personas infectadas con Covid-19 en el archipiélago pero todas han sido detectadas en la frontera, cuando entraban al país, y están en cuarentena. «Lograr 100 días sin contagios en la población es un paso importante. Sin embargo, como todos sabemos, no podemos permitirnos la más mínima negligencia», dijo el director de Salud Ashley Bloomfield.

«Hemos visto en el extranjero lo rápido que el virus puede resurgir y propagarse en lugares donde antes estaba bajo control, y debemos estar preparados para frenar rápidamente cualquier nuevo caso en el futuro en Nueva Zelanda«, agregó Bloomfield.

Nueva Zelanda, con cinco millones de habitantes, ha registrado 1.219 casos confirmados de coronavirus desde febrero, el último diagnosticado se remonta al 1 de mayo. La enfermedad ha causado 22 muertes.

La OMS le tilda de «país ejemplar»

Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera al país ejemplar por haber «eliminado con éxito la transmisión en la población». Nueva Zelanda cerró las fronteras el 19 de marzo y las mantiene bajo control: cualquiera que llegue al país debe observar una cuarentena de 14 días.

Las personas neozelandesas han vuelto a un modo de vida casi normal, sin distanciamiento social y con público autorizado en eventos deportivos y culturales. En el caso de una segunda ola, el Gobierno ha pedido que todos los hogares tengan kits de emergencia, que incluyan mascarillas.

Fuente de la Información: https://www.laprensalara.com.ve/nota/19849/2020/08/nueva-zelanda–pais-con-vida-casi-normal-tras-100-dias-sin-casos-de-covid-19

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Francia: Universidades reabrirán en septiembre con medidas sanitarias

Europa/Francia/06 Agosto/2020/prensa-latina.cu

El Ministerio de la Enseñanza Superior de Francia anunció hoy que las 74 universidades del país reabrirán el 1 de septiembre, regreso a clases marcado por medidas contra la Covid-19, entre ellas la recomendación de usar máscara.
Cerradas desde marzo por el azote del coronavirus SARS-CoV-2 y la cuarentena general decretada para frenar su propagación, las casas de altos estudios no volvieron a acoger a estudiantes tras el comienzo del proceso de desconfinamiento, el 11 de mayo, lo cual sí ocurrió en otros niveles de la educación.

En una circular, el ministerio precisó que el objetivo de las acciones sanitarias previstas es recibir a la mayor cantidad de alumnos posible.

Trabajamos con las instituciones para garantizar que en el retorno a las aulas estén protegidos del virus los profesores, el personal de apoyo y los estudiantes, en aras de privilegiar la modalidad presencial, subrayó el titular francés de Enseñanza Superior, Frédérique Vidal, citado en el texto.

Respecto al uso de la máscara, la entidad gubernamental insistió en que será fuertemente recomendado en clase, medida que acompañará a otras como el respeto a la distancia de un metro y un puesto vacío entre los universitarios en espacios cerrados.

Cuando la distanciación no sea posible, la utilización de máscara pasará a ser obligatoria, adelantó.

De acuerdo con el Ministerio de la Enseñanza Superior, la situación sanitaria del país es menos tensa, lo que permite prever la reapertura de las universidades, aunque el coronavirus SARS-CoV-2 sigue circulando y no puede perderse de vista.

En caso de rebrote de la Covid-19, las decisiones adoptadas serían reevaluadas, advierte en el comunicado.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=387619&SEO=francia-universidades-reabriran-en-septiembre-con-medidas-sanitarias
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Abogan en Francia por relajar reglas en escuelas ante Covid-19

Europa/Francia/11 Junio 2020/prensa-latina.cu

El presidente del Consejo Científico de Francia, Jean-François Delfraissy, respaldó hoy la intención del gobierno de relajar las reglas sanitarias en las escuelas, ante un mejor escenario frente a la Covid-19.

De acuerdo con el experto en inmunología, la distensión pudiera llegar en momentos como la alimentación, la recreación y la práctica deportiva de los niños en los centros docentes, donde desde su reapertura paulatina, el 11 de mayo, imperan estrictas normas para evitar el contacto físico entre los alumnos.

En entrevista con el semanario Le Journal du Dimanche, reiteró que la pandemia en el país está bajo control, con lo cual reforzó el reciente comentario del ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, quien mostró expectativas de que ‘pronto’ se aflojarían las medidas en las escuelas.

Sin embargo, Delfraissy señaló que deberán mantenerse las acciones barrera propias del objetivo de la distanciación social, aunque los pequeños no parecen ser los principales diseminadores de la enfermedad.

Si bien muchos padres han enviado sus hijos de regreso a las clases presenciales, no pocos siguen temerosos ante una eventual segunda ola de contagios por el coronavirus SARS-CoV-2, responsable de más de 29 mil muertes en el país.

A propósito de las preocupaciones de la población por una recaída, el presidente del Consejo Científico estimó que de producirse, no habría que someter a Francia nuevamente a una cuarentena general, como la impuesta del 17 de marzo al 10 de mayo para frenar la propagación de la Covid-19.

Si ocurriera, ‘probablemente sería necesario dejar que la Covid-19 recaiga sobre los jóvenes e intentar, con su consentimiento, proteger a los más vulnerables, como los enfermos, los que viven en una situación precaria y los de mayor edad’, dijo el jefe del órgano creado en marzo por el gobierno francés para contar con asesoramiento frente a la pandemia.

Para Delfraissy, esto representaría un cambio de paradigma y una estrategia novedosa, consistente en manejar un riesgo que es más importante en las poblaciones frágiles, ‘haciéndolo sin coerción y llamando a la responsabilidad individual’.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=372149&SEO=abogan-en-francia-por-relajar-reglas-en-escuelas-ante-covid-19
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El curioso método que se inventaron en China para dar clases

Asia/China/28 Mayo 2020/semana.com

Aunque la alerta por el coronavirus continúa, en China han buscado la forma para que los jóvenes sigan estudiando.

Los colegios en China están abriendo gradualmente, luego de que el coronavirus los obligara a estudiar en casa y a ser separados de sus docentes y amigos. No obstante, muchos colegios han mantenido las medidas de autocuidado como el uso obligatorio del tapabocas.

Las provincias del noroeste de China, las menos afectadas por el coronavirus, reabrieron sus escuelas y una de ellas, en Taiyuan, en la provincia de Shanxi, decidió crear un curioso método para mantener el distanciamiento entre cada estudiante a través de unas alas decoradas por ellos mismos.

Fuente: AFP

Con el fin de evitar los contagios en las aulas, los pequeños no solo portan este ‘’nuevo accesorio’’ en el salón, sino también durante las diferentes actividades que se realizan allí como las clases de educación física, gimnasia o en descanso, una alternativa que los ha ayudado no solo a asumir el uso de las alas de una mejor forma, sino también la forma cómo deberán tomar las clases por el momento.

Fuente:AFP

En las imágenes se puede observar a los estudiantes en las aulas dejando un espacio entre los pupitres y las sillas, utilizando el tapabocas como la medida principal para reducir el riesgo al que se ven expuestos los menores llegando a los colegios diariamente.

Cabe mencionar que aunque China ha controlado la pandemia en su territorio, en el país se han registrado nuevos casos de contagio luego de levantar la cuarentena obligatoria en muchas zonas del país.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/el-metodo-que-se-inventaron-en-china-para-dar-clases-a-los-ninos/673698

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Te contamos cómo es el retorno a la escuela en distintos países del mundo

Redacción: CNN Español

La educación se está reconfigurando en todo el mundo en respuesta al coronavirus y su fácil propagación.

La mayor parte de las escuelas en Estados Unidos permanecerán cerradas por el resto del año académico y los planes para otoño se modifican continuamente, al tiempo que la Academia Estadounidense de Pediatría y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades lanzan recomendaciones que incluyen la reducción de horas, el distanciamiento social y ausencias extendidas.

En otros países ya hay escuelas que están abriendo nuevamente. Aquí les contamos cómo se ven algunos de estos centros educativos, lo que podría darnos pistas sobre cómo retomarán las clases algún día nuestros niños.

Regresos escalonados

En Corea del Sur, los estudiantes no volverán todos a la misma vez. Los alumnos de tercer año de bachillerato retomarán las clases la próxima semana, de manera que puedan tomar las decisiones necesarias sobre sus carreras y las universidades a las que asistirán, dijo el ministro de Educación Yoo Eun-hae.

Los centros preescolares, de primaria y secundaria, por su parte, reabrirán el 1º de junio.

Nuevos horarios

La mayor parte de los 22 millones de estudiantes vietnamitas retornó a clases el lunes, luego de un cierre de un mes, informó la estatal Agencia de Noticias de Vietnam.

No obstante, continuarán las clases en línea y televisadas con nuevos horarios y hay una reducción de la enseñanza presencial, indicó el informe.

En Austria los estudiantes se dividirán en grupos para asistir a las escuelas día por medio y respetar así el distanciamiento social necesario, explicó el ministro de Educación Heinz Fassman según varios informes.

educación-coronavirus-distanciamiento social- Israel

Una profesora da la bienvenida a los estudiantes en una escuela de Israel.

Clases más pequeñas

Israel comenzó un retorno escalonado que continuará en las próximas semanas y estableció un límite máximo de 17 estudiantes por aula.

El ministro de Educación dijo a CNN que la asistencia a las escuelas que abrieron a comienzos de la semana fue del 60%, lo que posiblemente indica que los padres estaban nerviosos por el retorno de sus hijos a las escuelas.

Escritorios distanciados

Dinamarca, uno de los primeros países de Europa que cerró las tiendas, restaurantes y escuelas, recibió nuevamente a los niños en los centros educativos.

Los escritorios están colocados de tal manera que los estudiantes permanecen al menos a dos metros de distancia.

Almuerzo en los salones de clases

En Dinamarca los estudiantes ahora almuerzan en los salones de clases, con el objetivo de evitar que se concentren en grupos grandes durante el descanso.

Sin personal mayor

En Australia el gobierno pidió al personal de mayor edad o más vulnerable que, en la medida de las posibilidades, trabaje desde la casa.

 

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Señalizaciones en un centro educativo de Ettlingen, Alemania, ayuda a los estudiantes y profesores a mantener la distancia.

Distanciamiento en los pasillos

Alemania le pide a los estudiantes que mantengan el distanciamiento social dentro y fuera de las aulas. Algunas escuelas están interviniendo los pisos con señalizaciones para marcar distancias y direcciones de movimiento, con el objetivo de que las personas mantengan las separaciones requeridas para su propia seguridad.

Sombreros muy anchos

Una escuela primaria de Hangzhou, China, entregó a los niños sombreros para utilizar en el aula que los ayudan a mantener las distancias requeridas, informó el medio People’s Daily.

 

Mascarillas en todos lados

En todos los sitios donde los estudiantes y profesores retornaron a las aulas, las mascarillas parecen ser la constante.

Una mascarilla y alcohol en gel en el escritorio de un estudiante en Pardes Hanna-Karkur, Israel.

Fuente: https://cnnespanol.cnn.com/2020/05/07/te-contamos-como-es-el-retorno-a-la-escuela-en-distintos-paises-del-mundo/#0

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