México: Las mujeres indígenas tienen menos acceso a educación superior, reconoce Añorve

América del norte/12 Marzo 2020/https://news.culturacolectiva.com/

El senador Manuel Añorve reiteró su compromiso legislativo por mejorar las condiciones de vida de las mujeres, principalmente las indígenas que tienen menos acceso a la educación

En México, las mujeres representan poco más de la mitad de la población total en el país, sin embargo, son también el grupo más discriminado de la estructura social.

En ese contexto, el grupo de mujeres más desfavorecido dentro de la sociedad mexicana es el de las mujeres indígenas, sólo el 12% alcanza al menos un grado de educación superior, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis).

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El reporte señala que la diferencia entre el acceso a la educación de las jóvenes indígenas es menor frente a las mujeres no indígenas, cuyo porcentaje escala hasta el 30%; en tanto, frente a los hombres indígenas la diferencia es de 14 puntos porcentuales.

Por lo anterior, el senador Manuel Añorve Baños manifestó su compromiso por seguir trabajando en la creación de leyes que ayuden a mejorar las condiciones de vida de las mujeres, principalmente las indígenas, quienes se enfrentan a la falta de empleo y de recursos para cubrir sus necesidades básicas.

Así viven la discriminación las mujeres en México

Según datos de un estudio realizado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), la existencia de altos indices de desigualdad de género y violencia contra mujeres se desprenden principalmente de los estereotipos sociales, su normalización y su reproducción.

Las mujeres presentan mayores índices de pobreza, jornadas laborales más largas, menores niveles de contribución social, ingresos más bajos y menos representatividad en los puestos directivos y cargan con más del 90% de las actividades domésticas y de cuidados aun las mujeres que trabajan fuera de casa.

Fuente: https://news.culturacolectiva.com/mexico/mujeres-indigenas-tienen-menos-acceso-educacion-superior-reconoce-manuel-anorve/

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Marruecos: Cuando el matrimonio precoz es la norma y la educación, una excepción.

Con poco acceso a la escuela y un altísimo índice de pobreza, el futuro para las mujeres y niñas de zonas rurales aisladas, como el alto Atlas marroquí, pasa por un casamiento prematuro.

Las mujeres y niñas de zonas rurales aisladas, como el alto Atlas marroquí, son uno de los colectivos de la sociedad más vulnerables. Suponen el 41,6% de la población del país, según un informe de UN Women, es decir, unos 16,4 millones. rnAisha, de cuatro años, aún no está escolarizada a pesar de que en su aldea acaban de abrir un centro de educación primaria. Sus padres no quieren que vaya porque lo consideran una pérdida de tiempo. Su madre la quiere en casa para que la ayude en las tareas domésticas.
1) Las mujeres y niñas de zonas rurales aisladas, como el alto Atlas marroquí, son uno de los colectivos de la sociedad más vulnerables. Suponen el 41,6% de la población del país, según un informe de UN Women, es decir, unos 16,4 millones. Aisha, de cuatro años, aún no está escolarizada a pesar de que en su aldea acaban de abrir un centro de educación primaria. Sus padres no quieren que vaya porque lo consideran una pérdida de tiempo. Su madre la quiere en casa para que la ayude en las tareas domésticas.
  Sin prácticamente acceso a la educación y un altísimo índice de pobreza, su futuro con gran seguridad será un matrimonio prematuro que perpetuará su difícil situación en estos enclaves remotos. Un informe del departamento de estudios semíticos de la Universidad de Granada, de hecho, afirma que el 84,2% de las mujeres del entorno rural son analfabetas, es decir, casi nueve de cada 10.     Fátima nunca ha ido al colegio y no sabe cuántos años tiene. Vive desde que tenía 40 días con sus abuelos paternos. Su madre murió al poco de nacer ella, su padre se volvió a casar y su nueva esposa no quiso hacerse cargo de ella. La niña vive en la aldea de Akka Nouarin, que tiene un acceso realmente complicado. Su comunicación con el pueblo más importante, Imilchil, es difícil.
2) Sin prácticamente acceso a la educación y un altísimo índice de pobreza, su futuro con gran seguridad será un matrimonio prematuro que perpetuará su difícil situación en estos enclaves remotos. Un informe del departamento de estudios semíticos de la Universidad de Granada, de hecho, afirma que el 84,2% de las mujeres del entorno rural son analfabetas, es decir, casi nueve de cada 10.Fátima nunca ha ido al colegio y no sabe cuántos años tiene. Vive desde que tenía 40 días con sus abuelos paternos. Su madre murió al poco de nacer ella, su padre se volvió a casar y su nueva esposa no quiso hacerse cargo de ella. La niña vive en la aldea de Akka Nouarin, que tiene un acceso realmente complicado. Su comunicación con el pueblo más importante, Imilchil, es difícil.

Fátima posa con su abuela paterna en el salón de su casa, en la aldea de AkkaNouarin. Ella nunca ha salido de su pueblo y, seguramente, la tendrán que casar pronto porque sus abuelos se ven muy mayores y creenque no podrán seguir cuidándola. Fátima no quiere oír ni hablar del matrimonio.

3) Fátima posa con su abuela paterna en el salón de su casa, en la aldea de AkkaNouarin. Ella nunca ha salido de su pueblo y, seguramente, la tendrán que casar pronto porque sus abuelos se ven muy mayores y creen que no podrán seguir cuidándola. Fátima no quiere oír ni hablar del matrimonio.
  En 2004, el Código de Familia marroquí prohibió el matrimonio de menores de 18 años, sin embargo las cifras de los últimos años arrojan un aumento. Según el Ministerio de Justicia de Marruecos antes de la prohibición, en 2004 fueron casadas 18.341 menores y, sin embargo, en 2013 el número llegó a 35.000.     Hanane, una niña de ocho años en el umbral de su casa, en la aldea de Akka Nouanin. Hace unos meses empezó a asistir a la escuela primaria que acaban de abrir en la aldea. Es muy posible que no pueda ir durante mucho tiempo: su madre dice que la familia es muy pobre y necesita a la menor para ayudarla en las tareas domésticas y con los animales. Su aldea se queda aislada por la nieve durante algunos meses en invierno.
4) En 2004, el Código de Familia marroquí prohibió el matrimonio de menores de 18 años, sin embargo las cifras de los últimos años arrojan un aumento. Según el Ministerio de Justicia de Marruecos antes de la prohibición, en 2004 fueron casadas 18.341 menores y, sin embargo, en 2013 el número llegó a 35.000.Hanane, una niña de ocho años en el umbral de su casa, en la aldea de Akka Nouanin. Hace unos meses empezó a asistir a la escuela primaria que acaban de abrir en la aldea. Es muy posible que no pueda ir durante mucho tiempo: su madre dice que la familia es muy pobre y necesita a la menor para ayudarla en las tareas domésticas y con los animales. Su aldea se queda aislada por la nieve durante algunos meses en invierno.

Hanane, de ocho años, en la escuela de educación primaria recién abierta en Akka Nouanin. Hace pocas semanas que ha empezado a ir a clase y para ella es todavía una novedad, casi  un juego.

5) Hanane, de ocho años, en la escuela de educación primaria recién abierta en Akka Nouanin. Hace pocas semanas que ha empezado a ir a clase y para ella es todavía una novedad, casi un juego.
Jemâa tiene cuatro años y vive en la aldea de N'Ihoudigne. No irá a la escuela porque su madre prefiere que la ayude en las tareas del hogar, con los animales y en el campo.rnrn
6) Jemâa tiene cuatro años y vive en la aldea de N’Ihoudigne. No irá a la escuela porque su madre prefiere que la ayude en las tareas del hogar, con los animales y en el campo.
  El nuevo Código de Familia permite a los jueces derogar la prohibición bajo un gran número de excepciones, según afirma Aatisa Timjerdine, presidenta de la Asociación Democrática de Mujeres de Marruecos, con lo que la efectividad de la prohibición es bastante limitada.   rn  A Jamna la casarón cuando tenía diez años.  Nunca ha ido a la escuela, ni ha visitado un hospital. Tiene ocho hijos y ninguna de las chicas ha ido al colegio.  Es una nómada bereber que vive de sus cabras.  rnrnrn
7) El nuevo Código de Familia permite a los jueces derogar la prohibición bajo un gran número de excepciones, según afirma Aatisa Timjerdine, presidenta de la Asociación Democrática de Mujeres de Marruecos, con lo que la efectividad de la prohibición es bastante limitada.A Jamna la casarón cuando tenía diez años. Nunca ha ido a la escuela, ni ha visitado un hospital. Tiene ocho hijos y ninguna de las chicas ha ido al colegio. Es una nómada bereber que vive de sus cabras.

Un pastor del Alto Atlas, con tres de sus hijos. Solo los vástagos varones van a la escuela, las chicas ayudan a la madre en las tareas domésticas y cuidan del ganado.

8) Un pastor del Alto Atlas, con tres de sus hijos. Solo los vástagos varones van a la escuela, las chicas ayudan a la madre en las tareas domésticas y cuidan del ganado.
Mina, de 13 años, con su bebé en uno de las pocas fuentes que hay en la zona. Las mujeres son las encargadas de ir a buscar  el agua, y muchas veces tienen que recorrer muchos kilómetros para llegar al manantial.rnrn
9) Mina, de 13 años, con su bebé en uno de las pocas fuentes que hay en la zona. Las mujeres son las encargadas de ir a buscar el agua, y muchas veces tienen que recorrer muchos kilómetros para llegar al manantial.
Una anciana recoge hierba para el ganado en el valle de Asif Melloul. Las mujeres son las encargadas de parte de las tareas agrícolas y del cuidado de los animales.rnrn
10) Una anciana recoge hierba para el ganado en el valle de Asif Melloul. Las mujeres son las encargadas de parte de las tareas agrícolas y del cuidado de los animales.
Dos niñas en la escuela de la aldea Akka Nouanim. Solo aprenderán lo básico porque el colegio más próximo está en el pueblo de Imilchil, a 20 kilómetros de la aldea.  Esta  se queda incomunicada en los meses de invierno y sus familias no tienen dinero para dejarlas internas. Además, dicen que las necesitan en casa porque ellas ayudan a sus familias en las tareas domesticas y el campo.
11) Dos niñas en la escuela de la aldea Akka Nouanim. Solo aprenderán lo básico porque el colegio más próximo está en el pueblo de Imilchil, a 20 kilómetros de la aldea. Esta se queda incomunicada en los meses de invierno y sus familias no tienen dinero para dejarlas internas. Además, dicen que las necesitan en casa porque ellas ayudan a sus familias en las tareas domesticas y el campo.
Hajiba, de 15 años, acomoda la zona donde duermen sus hermanos, su madre y ella. Es la mayor de sus seis y la única chica. Hajiba nunca ha ido a la escuela y desde que su madre quedara viuda hace nueve años ella se encarga de todas las tareas diarias.
12) Hajiba, de 15 años, acomoda la zona donde duermen sus hermanos, su madre y ella. Es la mayor de sus seis y la única chica. Hajiba nunca ha ido a la escuela y desde que su madre quedara viuda hace nueve años ella se encarga de todas las tareas diarias.
Aisha tiene siete años. Ahora va al centro de educación primaria de de Akka Nouanim, pero después de los primeros años de escolarización no tendrá posibilidad de seguir estudiando porque el colegio más próximo está en el pueblo de Imilchil a 20 kilómetros. Su aldea se suele quedar incomunicada en los meses de invierno.
13) Aisha tiene siete años. Ahora va al centro de educación primaria de de Akka Nouanim, pero después de los primeros años de escolarización no tendrá posibilidad de seguir estudiando porque el colegio más próximo está en el pueblo de Imilchil a 20 kilómetros. Su aldea se suele quedar incomunicada en los meses de invierno.
Nora, de 23 años, posa con su hijo pequeño en brazos en la aldea de N'Ihoudigne. Ella nunca estudió. Ha tenido a sus cuatro hijos en casa, asistida por su madre. Existe un alto nivel de mortalidad en las mujeres rurales de esta zona y en los niños menores de tres años. rn
14) Nora, de 23 años, posa con su hijo pequeño en brazos en la aldea de N’Ihoudigne. Ella nunca estudió. Ha tenido a sus cuatro hijos en casa, asistida por su madre. Existe un alto nivel de mortalidad en las mujeres rurales de esta zona y en los niños menores de tres años.
Fadma, en el salón de su casa. Aparenta unos 30 años, pero no sabe cuántos tiene. Nunca fue al colegio y la casaron siendo casi una niña. Trabaja muy duro en la casa y en el campo, pero apenas gana para alimentar a sus cinco hijos.
15) Fadma, en el salón de su casa. Aparenta unos 30 años, pero no sabe cuántos tiene. Nunca fue al colegio y la casaron siendo casi una niña. Trabaja muy duro en la casa y en el campo, pero apenas gana para alimentar a sus cinco hijos.
 Nejma tiene seis años y tampoco va a la escuela. Es hija de una familia de pastores, por lo que vive unos meses en la zona más alta del Atlas marroquí y, otros, en los valles más bajos. Sus padres no tienen dinero para pagarle un internado en el pueblo más próximo, Imilchil. rn Contrasta comprobar con qué rapidez  han llegado hasta los enclaves remotos del alto Atlas ya las nuevas tecnologías. Sin embargo, la educación y el desarrollo para las niñas y mujeres va a paso de tortuga.
16) Nejma tiene seis años y tampoco va a la escuela. Es hija de una familia de pastores, por lo que vive unos meses en la zona más alta del Atlas marroquí y, otros, en los valles más bajos. Sus padres no tienen dinero para pagarle un internado en el pueblo más próximo, Imilchil.Contrasta comprobar con qué rapidez han llegado hasta los enclaves remotos del alto Atlas ya las nuevas tecnologías. Sin embargo, la educación y el desarrollo para las niñas y mujeres va a paso de tortuga.

*Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/01/02/album/1514904860_018506.html#foto_gal_1

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Reclaman en Panamá educación con calidad e inclusión

Centro América/Panamá/21 Octubre 2017/Fuente: Prensa Latina
El premio Nobel de la Paz 1993, Frederick de Klerk, aseguró que lo más importante hoy en la educación es lograr calidad en los profesores, directores y en el proceso de formación de los estudiantes.
De visita en esta ciudad, el también expresidente de Sudáfrica (1989-1994) dijo que no resulta suficiente darle dinero a la educación, si no hacemos nada para preparar a los jóvenes, en aras de enfrentar los desafíos de una plaza laboral a futuro.

Precisó que durante su período como ministro de Educación ‘trabajamos por la igualdad en este sector, aun cuando estaba signado por el color de la piel’.

‘Mi responsabilidad era que el dinero se gastara de manera equitativa, y en verdad tuvimos éxito en este esfuerzo, porque la segregación desapareció. Ahora las escuelas en Sudáfrica están abiertas a todos los niños, al igual que las universidades a todos los estudiantes’, relató de Klerk.

Afirmó que ‘el liderazgo no siempre es hacer lo que todos quieren, sino trazar la ruta de lo que se debe hacer’, y eso fue lo que pasó en Sudáfrica.

De Klerk, junto al fallecido líder antipartheid y expresidente de Sudáfrica (1994-1999), Nelson Mandela, fueron los encargados de liderar el proceso de transformación social contra la abolición del sistema segregacionista.

Por su parte, el educador y activista pakistaní, Ziauddin Yousafzai, padre de Malala, la joven Premio Nobel de la Paz 2014, reconoció que en muchas sociedades patriarcales las niñas crecen y no tienen acceso a las escuelas, y aun cuando lo hacen y terminan su educación, no se les permite trabajar como resultado de los tabúes sociales.

Para Yusafzai esta situación es de segregación porque no se les permite a las mujeres contribuir al desarrollo social y económico de sus países.

Por ello resulta un deber para los padres inculcar a sus hijos los valores de igualdad e inclusión, que debemos aprender a respetar, añadió.

‘Es necesario darles educación a las niñas, pero también empleo; instarlas a crear sus propias empresas y que no haya hostigamiento, ni acoso en sus centros de trabajo’, acotó Yousafzai. quien aseveró que en algunas naciones existe la participación igualitaria entre hombres y mujeres, por lo que es una meta alcanzable si todos trabajamos juntos.

‘Las mujeres tienen que creer en sí mismas, porque la mayoría de los hombres disfrutan su rol dominante en la familia y la sociedad, por ello creo que debemos educarlos’, transformación que implica un cambio de conducta y actitud, que solo se logra a través de una educación con calidad, aseguró.

Por último, De Klerk certificó que el racismo es un problema mundial que debemos atacarlo en todos los países, y de igual forma expresó que fue un privilegio liderar junto a Mandela los cambios sociales generados entonces en su país, que dieron al traste con el apartheid.

Imagen: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/b6/F._W._de_Klerk_2012.jpg
Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=125241&SEO=reclaman-en-panama-educacion-con-calidad-e-inclusion
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Africa: Calidad educativa frente al fracaso escolar en Benín

Por: El Pais/Chema Caballero /21-07-2017

Calles polvorientas, falta de alcantarillado, decenas de motos, niños jugando o mujeres vendiendo casi cualquier cosa conforman el paisaje de Tibona, un barrio joven situado a ocho kilómetros del centro de Parakou, la ciudad más importante del norte de Benín. La falta de infraestructuras y urbanización se hace patente una vez que se accede a él. La zona está poblada en su mayoría por personas venidas de otras partes del país en busca de trabajo. No son de la etnia baribadominante en la región, lo que provoca la marginalidad, que se acentúa con la ausencia de centros educativos.

El gran número de jóvenes sentado bajo cualquier atisbo de sombra es indicativo de la alta tasa de desempleo juvenil que reina en el área. Ni siquiera ahora, que las fábricas de algodón de la ciudad están trabajando día y noche para empaquetar todo el producto que les llega en plena campaña de recolección, se les ofrece una oportunidad. Solo les queda el trapicheo y la economía informal para sobrevivir. El abandono que sufre la población de esta zona se nota de manera muy especial en la educación. El hacinamiento, la falta de profesores y de facilidades de los pocos colegios que existen en Tibona son, entre otras muchas razones, causa directa del alto índice de fracaso escolar que se registra en el barrio.

Estas son las principales razones que impulsaron a la Fundación Vie pour Tous (Vida para Todos) a ofrecer oportunidades a los menores de Tibona con la apertura de centros escolares. Tras realizar en 2011 una escuela infantil con la colaboración de Caja Segovia y edificar en 2013 un centro de primaria con la aportación de la Fundación Salvador Soler, en septiembre de 2016, se ha abierto la sección de secundaria. El edificio, separado unos cuantos metros de los anteriores, todavía está en construcción. Los trabajos que han permitido acomodar a los alumnos de los tres primeros años de este ciclo se han desarrollado por la herencia dejada a la fundación de un sacerdote de la diócesis de Bilbao.

No es el primer centro escolar que esta organización abre en un lugar remoto. Más al norte, en Kandi, una zona de fuerte influencia musulmana, han sido pioneros en establecer un internado y clases mixtas; y llevan siete años seguidos siendo la mejor escuela de todo el país, según la inspección del Ministerio de Educación en Parakou. La clave está en la calidad de la educación ofrecida, comenta el beninés Theodore Soume, fundador de Vie pour Tous, que ostenta un MBA por la Escuela Europea de Negocios de Bilbao, un doctorado en teología dogmática por la Universidad Pontificia de Salamanca, un máster en cooperación por la Universidad del País Vasco y que escribe su tesis doctoral sobre la cultura como base del desarrollo humano integral.

En Benín se han conseguido avances considerables en la matriculación de menores en la enseñanza primaria desde que se adoptaran los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), en el año 2000, pero mantener a los alumnos en la escuela sigue siendo un reto importante, según se  vislumbra del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). A pesar de ello, se ha logrado que el 55,8% de los inscritos terminen la primaria, lo que supone en sí un gran logro.

Sin embargo, preocupa la gran cantidad de jóvenes de entre 15 y 24 años que están fuera del sistema educativo. Entre 2010 y 2014 se consiguió reducir la tasa en 13 puntos, pero todavía son muchos, especialmente chicas, los que no reciben educación. Esto tiene como consecuencia directa que más de la mitad de las mujeres del país (56.1%) no sepa leer ni escribir. Entre los hombres jóvenes la tasa también es alta, aunque algo menor, el 40,1%.  El Gobierno de Benín se esfuerza para escolarizar a su población. El 18,2% está en edad de acudir a la escuela, y la mayoría vive en zonas rurales, por lo que la tarea no es fácil. «El ejecutivo responde de manera adecuada a este reto destinando recursos a la educación, según afirma el PNUD», que reasalta que el país está a punto de alcanzar la paridad en educación primaria.

«Yo he aprendido que la práctica religiosa no define la calidad de una persona”, dice el fundador de Vie pour tous

Sin embargo, Benín debe poner más esfuerzo en el nivel pre-primario y en la alfabetización de adultos, reconoce el PNUD. Además, la gran asignatura pendiente del país, en materia de educación, es su calidad. Por ejemplo, Benín tiene una ratio media de 48 estudiantes por profesor, que en zonas rurales es superada con bastante frecuencia y muchos maestros carecen además de la formación adecuada. El material escolar es también difícil de adquirir por la mayoría de las familias, por o que el organismo internacional pide que se dediquen más esfuerzos a la formación profesional y a becas para ayudar a todos los alumnos a continuar sus estudios.

“El gobierno beninés no prioriza la educación, muy al contrario, está poniendo todo su esfuerzo en industrializar el país descuidando todos los demás sectores”, afirma Soume aún con los datos oficiales. Un ejemplo es la campaña contra los pequeños negocios gracias a los que viven cientos de familias. Estos son la base de la llamada economía informal. Se han destruido quioskos, tenderetes, puestos y tiendas que se levantaban en las aceras de las ciudades y al borde de las carreteras de entrada y salida de las grandes urbes y en los que se ofrecía de todo: comida, bebidas, recambios para motos y otros vehículos… y mucho combustible traído clandestinamente desde la vecina Nigeria.

Ahora, un reguero de escombros sustituye al bullicio que hasta hace poco caracterizaba a esos lugares. La excusa utilizada por el ejecutivo es que hay que modernizar el país y esa faceta anárquica que ofrecían esos mercadillos no cuadra con la nueva imagen. Además, como estas edificaciones suelen estar construidas sobre suelo público, los dueños no son indemnizados, por lo que a los políticos les sale casi gratis la operación. Una consecuencia directa de esta medida es que muchas personas se han quedado sin ingresos y eso ha repercutido en una retirada masiva de los hijos de los colegios. “Puede que lo que las autoridades están haciendo sea legal, pero no es humano”, concluye el fundador de la entidad.

Escudo con iglesia y mezquita

En el colegio del barrio Tibona se buscan fórmulas para dar respuesta a estos problemas. Al entrar en él llama la atención el orden y la limpieza. Las aulas no tienen más de 15 alumnos, existen ayudas para evitar el abandono escolar y la fundación corre con el gasto de los sueldos de los profesores. La tolerancia y la convivencia entre alumnos de distintas etnias y religiones son algunos de los valores difundidos. De hecho, el escudo de la fundación luce una iglesia y una mezquita. “Nadie puede perder su cultura, su tradición y sus creencias por venir a la escuela”, afirma Soume.

Creó la Fundación Vie pour Tous en 2005 basándose en su experiencia personal. “Soy de una familia muy rica en confesiones religiosas”, comenta el beninés en un perfecto castellano. “Mi padre viene de una familia que es cuidadora de nuestros ancestros y mi madre es musulmana. Todos hemos vivido unidos respetándonos unos a otros. Yo he aprendido que la práctica religiosa no define la calidad de una persona”, reflexiona. La primera escuela se abrió en Kandi, luego vino N’Dali donde la fundación tiene varias bibliotecas infantiles, centros de formación para mujeres y una escuela de soldadura. Y finalmente llegó a Parakou, donde gestiona cuatro escuelas y un centro de formación para mujeres.

«Si se ofrecen oportunidades, todos los niños,  de forma independiente  a su condición social, pueden conseguir las mismas metas», dice Soume

En la clase del último curso de primaria de Tibona impera un silencio absoluto. Todos los alumnos están concentrados sobre sus cuadernos resolviendo los ejercicios de matemáticas que el profesor ha escrito en la pizarra. Soume comenta que este grupo recibe especial atención por parte de los profesores porque tiene que hacer el examen para acceder a la escuela secundaria y quieren conseguir los mejores resultados del país para demostrar que si se ofrecen oportunidades, todos los niños, de forma independiente a su condición social, pueden conseguir las mismas metas. Es la falta de recursos y el abandono de las instituciones lo que condena a los menores de las zonas menos privilegiadas al fracaso.

“No basta con dar a los niños la oportunidad de estudiar, hay que ofrecerles la mejor educación posible para ayudarles a progresar en la vida”, comenta Mindo Gore, director de la escuela primaria. La fundación, entre otras cosas, ha optado por los idiomas. La educación es en francés, pero se estudia también castellano e inglés y son pioneros en la enseñanza en bariba (idioma predominante en la zona).

En la clase de segundo de primaria una niña recita un poema delante de todos sus compañeros y a mitad del mismo se le une un chico que continúa con las rimas. En esta clase hay total paridad de género, pero recorriendo las aulas se puede apreciar como el número de chicas disminuye a medida que se sube de curso. Por eso la fundación hace un gran esfuerzo para evitar que las niñas abandonen el colegio.

Una profesora supervisa los trabajos de sus alumnos en una clase de primaria.
Una profesora supervisa los trabajos de sus alumnos en una clase de primaria. CH. C.

Trabajan con las familias para concienciar de la importancia de educar a las hijas igual que a los hijos. “Muchos padres retiran a sus hijas para que trabajen en casa o para casarlas”, explica Pascualine Abo, directora de la fundación. Cuando eso sucede los trabajadores sociales de la organización visitan a la familia y hablan con ella. “En algún caso, incluso, hemos tenido que dar a los padres una pequeña ayuda para que no pongan a la niña a trabajar y ellas puedan continuar con sus estudios”, dice Abo.

Pero para no tener que depender siempre de fuera, la fundación ha empezado un proceso de autofinanciación con la puesta en marcha de varios negocios como venta de agua o el alquiler de algunos de los coches que les han donado. Pequeñas ayudas para ofrecer una educación de alta calidad a los más vulnerables.“Para poder ofrecer calidad hay que invertir en ella y pagar bien a los maestros”, afirma Soume.

*Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/07/14/planeta_futuro/1500022755_679026.html

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