La orientación académica y profesional del alumnado con trastornos del espectro del autismo

02 octubre 2017/Fuente: Openlibra

La Orientación Académica y Profesional forma parte inseparable del proceso de atención educativa al alumnado; a todo el alumnado. Y debe serlo aún más cuando el alumno o la alumna tiene necesidades educativas especiales (por ejemplo, asociadas a Trastornos del Espectro del Autismo). En efecto, este alumnado no sólo requiere -de una manera más o menos intensa- adaptaciones del currículo, o de los diferentes elementos del mismo, sino también una cuidadosa actuación que le oriente a lo largo de todo el proceso educativo y, sobre todo, en los momentos previos a la adopción de decisiones respecto a los diferentes itinerarios educativos.

Aunque un objetivo básico y fundamental de la atención educativa al alumnado con necesidades especiales es que sean capaces, cada vez más, de tomar decisiones por sí solos sobre los diferentes aspectos de su propia vida, es habitual que sean sus padres los que deban -en todo o en parte, en función de la intensidad de tales necesidades especiales- decidir finalmente; por ejemplo, respecto a las distintas decisiones académicas. Por este motivo, una adecuada Orientación Académica y Profesional debe tener muy en cuenta a los padres del alumnado con necesidades educativas especiales.

Como todos sabemos, los alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales asociadas a Trastornos del Espectro del Autismo, requieren medidas y actuaciones a veces muy específicas, que también forman un continuo que va desde las medidas más cercanas a las actuaciones ordinarias hasta medidas más específicas. La experiencia de trabajo con este alumnado -que ha evolucionado muy positivamente en los últimos veinte años- también nos ha hecho ver con claridad que necesitamos mejorar la Orientación Académica y Profesional de los mismos.

Este es el objetivo del trabajo que hemos realizado durante los dos últimos cursos: el de intentar dar forma y hacer sugerencias respecto a diferentes aspectos de la Orientación Académica y Profesional del alumnado con Trastornos del Espectro del Autismo.

Fuente: https://openlibra.com/es/book/la-orientacion-academica-y-profesional-del-alumnado-con-trastornos-del-espectro-del-autismo

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“Casi la mitad de los niños con autismo sufre acoso escolar” Entrevista a Ruth Vidriales

Europa/España/12 Noviembre 2016/Autora: Carolina García/El país

Estos menores tienen un riesgo cuatro veces mayor de sufrirlo que la población general. También están más expuestos a la exclusión y abandono escolar

Los trastornos del espectro autista (TEA) son discapacidades del neurodesarrollo que tienen un origen biológico de tipo genético, aunque la investigación actual científica no ha determinado con exactitud su origen. Estos provocan que las personas que los padecen tengan un desarrollo distinto, debido a que su configuración neuronal es diferente. Los TEA son muy complicados de clasificar porque hay mucha variabilidad –ya que muchas veces pueden ir asociados a problemas de salud y otras a discapacidades intelectuales, y en otros casos no- y afectan tanto a la comprensión social como a la flexibilidad de comportamiento y pensamiento, reflejándose en las habilidades sociales, en la comunicación y en la conducta e intereses, que son muy restringidos. Normalmente se identifican señales de alerta en el desarrollo de la persona con autismo entre los 18 y 24 meses de edad, aunque en muchos casos el diagnóstico no se realiza hasta edades más avanzadas. Son niños y niñas que poseen una comunicación e interacción diferente. Su juego simbólico es limitado y suelen repetir los mismos comportamientos. Una vez diagnosticado el trastorno, la pregunta que nos hacemos, que se hacen las familias es: ¿Cómo se va a adaptar nuestro hijo al sistema educativo actual? Ruth Vidriales, responsable de Asesoramiento de Autismo España, psicóloga experta en Trastornos del Espectro del Autismo (TEA), nos responde a esta pregunta y nos pone en antecedentes.

Respuesta: Normalmente las comunidades autónomas cuentan con equipos de orientación educativa que tienen la función de orientar en estos ámbitos, aunque uno de los problemas es que las 17 comunidades, cuentan con 17 sistemas educativos distintos, lo que dificulta mucho a la hora de generalizar las modalidades de escolarización y los apoyos que existen, ya que ofrecen distintas alternativas que muchas veces no están bien definidas ni se encuentran en otros territorios. Son equipos que evalúan y dan apoyo a las familias para decidir cuál es el mejor plan educativo para el niño o la niña. Por ejemplo, en el País Vasco, tiene un sistema muy bien definido, y aquí, Madrid, tiene un buen equipo de especialistas y red de centros preferentes, aunque muchos están saturados y siempre se puede hacer más. En general hay centros que están más implicados que otros y que tienen más recursos que otros.

P: Llega el momento de la escolarización de nuestro hijo con TEA, ¿qué opciones tienen los padres?

R: Actualmente hay dos sistemas que conviven en paralelo: la educación ordinaria y la educación especial. Independientemente de cuál sea la alternativa, la intervención educativa en autismo es algo muy específico y que necesita especialización. La educación especial se imparte normalmente en centros específicos en que el número de alumnos es reducido y todos tienen autismo. Habitualmente cuentan con dos profesores por aula. Por su parte, en la educación ordinaria el alumno con autismo comparte el curriculum, los espacios y las actividades con compañeros y compañeras de su edad que no tienen estas dificultades del desarrollo. En estos casos, es muy necesario que el centro educativo y todo el claustro tengan la implicación y la formación necesaria, aunque a veces esto no ocurre. Se necesita tiempo, formación y recursos. Y unas veces son los docentes los no motivados, y otras, ellos demandan esa formación, pero no les llega.

P: ¿Cuáles son las características que debería tener un profesor que trabaja con niños y niñas con TEA?

R: Un profesor, un centro, un organismo debe saber que el niño con TEA se desarrolla de manera distinta a los demás alumnos de la clase, por lo que tiene que esforzase en comprender cómo aprende, cómo se comunica y cómo se relaciona. Evaluarle o exigirle sin tener esto en cuenta, no es sensato. Tal vez, necesite más tiempo en un examen o que las preguntas permanezcan en el encerado, para que pueda recordarlas con mayor facilidad. Un niño o niña con TEA puede aprender, pero tiene un desarrollo distinto. Es esencial ver cómo se facilita su educación. El sistema educativo debe entender que un niño o niña TEA no aprende como sus demás compañeros y que hacen falta apoyos y metodologías especializadas.

P: ¿Esta situación de desigualdad en clase puede llevar a que estos niños sufran más acoso escolar que sus iguales?

R: Si, ésta es una realidad muy grave. Casi la mitad de los niños con autismo se encuentra alguna vez en esta situación, es una proporción cuatro veces mayor que en la población general. Son muy vulnerables porque las propias características del autismo, especialmente todo lo que tiene que ver con el manejo de las relaciones sociales y la comunicación, hacen que a veces no identifiquen los comportamientos de acoso como indicadores de agresión o burla, o que no sepan cómo enfrentarse a esas situaciones. Además, con mucha frecuencia el entorno escolar no tiene en cuenta estas dificultades y no facilita los apoyos que el alumno o alumna con autismo necesita para estar socialmente incluido en el centro.

P: Un artículo en el Telegraph de hace unas semanas, exponía, tras la resolución de un estudio, que 20.000 alumnos con TEA sufrían exclusión escolar debido a la poca o nula formación de sus docentes, ¿se podría extrapolar este dato a España?

R: No hay datos oficiales claros que nos indiquen cuál es la situación educativa y la evolución de los alumnos con TEA en el sistema escolar, cuántos y dónde están escolarizados y cuáles son sus resultados. Pero en datos generales, y por lo que nosotros hemos constatado, existe mucho abandono escolar y cambio de la educación ordinaria a la educación especial, especialmente en el paso de primaria a secundaria. Además, no hay apenas oferta ni apoyos en los ciclos de FP para estas personas ni otras alternativas de formación después de la educación obligatoria, por lo que este abandono tiene también una vinculación directa con la poca posibilidad de encontrar un empleo en el futuro. En definitiva, el sistema educativo actual no garantiza los apoyos suficientes para evitar este abandono ni para capacitar a la persona de cara a su vida adulta.

P: ¿Qué valora la familia a la hora de elegir un centro de educación ordinaria o especial?

R: Ésta suele ser una decisión compleja, en la que los padres se guían por muchos factores, pero que muchas veces está condicionada por la disponibilidad de los recursos que existen y se les asignan. A veces querrían que el niño o la niña fuera a un centro ordinario, por el hecho de que el pequeño no modifique mucho su entorno y pueda relacionarse más con sus iguales pero no se le garantizan los apoyos que necesita y buscan otro recurso más especializado, como el centro de educación especial específico. En algunos casos, esto les lleva a que el pequeño recorra 100 kilómetros, de ida y de vuelta, cada día para acudir al colegio y a veces esto interfiere mucho en su calidad de vida y en la de la familia. La decisión, obviamente, al final debe ser suya, pero tener apoyos e información en este proceso les ayudaría a valorar todos estos factores y tomar decisiones, aunque muchas veces se sienten desorientados y sin apoyo en estas elecciones.

P: ¿Cuándo podremos tener una mejora en los recursos como pasa, por ejemplo, con el síndrome de Down?

R: Ambos trastornos del desarrollo son muy diferentes. La primera dificultad que tiene el autismo frente al síndrome de Down es que es mucho menos visible y se conoce mucho menos. El autismo no se ve. Además, se necesita mucha investigación para demostrar el origen de la enfermedad y no es nada sencillo. En cambio, del síndrome de Down se conoce muy bien el origen, se detecta y se diagnostica pronto, y también se interviene pronto, lo que no ocurre en el caso del autismo. Aunque cada vez se diagnostican más casos de autismo gracias a que cada día se sabe más, todavía estamos muy lejos de comprender bien este tipo de trastornos. Yo espero que los recursos y apoyo mejoren, pero poco a poco, va a ser lento.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/10/25/mamas_papas/1477404570_865151.html

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España: La Comunidad quiere proteger a las «víctimas perfectas» de acoso

Europa/España/18 de octubre de 2016/Fuente: madridiario

Los afectados por el síndrome de Asperger y por trastornos del espectro autista son dos de los colectivos que más sufren el acoso social en entornos como los centros escolares y laborales. Su incapacidad para comunicarse y crear vínculos con otras personas les convierten en un blanco muy vulnerable. La Comunidad de Madrid desarrolla una serie de medidas para prevenir el acoso y potenciar la inclusión de estas personas, mediante formación, cooperación entre familias, alumnos y escuelas y campañas publicitarias.

La Asociación Asperger de Madrid ha celebrado este viernes una «jornada informativa» sobre el acoso hacia las personas con síndrome de asperger o trastornos del espectro del autismo (TEA). Esta jornada ha contado con la presencia del consejero de Educación en la Comunidad de Madrid, Rafael Van Grieken Salvador, la directora del Equipo Específico de Alteraciones Graves del Desarrollo de la Comunidad de Madrid, Juana María Hernández, y la directora de la asociación, Paloma Martínez Ruiz. En ella se ha querido crear conciencia sobre la situación de las personas con estos trastornos, en concreto los niños que acuden a centros educativos, quienes se convierten en «víctimas perfectas» de acoso como consecuencia del entorno que les rodea.

En nuestro país, entre el nueve y el diez por ciento de la población sufre acoso escolar, y un 15 por ciento, laboral. Dentro de estos porcentajes, existe un grupo de mayor riesgo: las personas con síndrome de Asperger o trastornos del espectro autista. Esta patología afecta a las capacidades mentales y conductuales de los que la sufren, provocando dificultades para comunicarse, identificar determinadas situaciones y crear vínculos o relaciones con otras personas. Se trata, por lo tanto, de un grupo extremadamente vulnerable, especialmente en el ámbito de los colegios e institutos.

La Comunidad de Madrid, según ha expresado el consejero, presta especial atención al acoso escolar y ha creado la iniciativa ‘Socioescuela‘, mediante la que 470 centros educativos han realizado una serie de encuestas aportando datos sobre el comportamiento que se desarrolla en las aulas. Según los resultados de estas pruebas, alrededor del 40 por ciento de los alumnos de Primaria y Secundaria a los que se ha preguntado señalan el «comportamiento diferente del resto» como una «causa del acoso escolar». Tal y como ha explicado Rafael Van Grieken, esto pone a los niños con trastornos conductuales en el centro de la diana de los abusos escolares y, además, les coloca bajo una enorme presión para «no ser ellos mismos, ya que no se tolera lo diferente».

Entre las medidas que el Gobierno regional está tomando, ha aseverado el reposnsable de la cartera regional, se encuentra la formación especializada de los profesores y la creación de un nuevo protocolo de actuación que ya no es opcional, sino que es «de obligado cumplimiento para todos los centros públicos y concertados de la Comunidad», ha asegurado Van Grieken. Además, ha anunciado que el próximo mes de noviembre se pondrá en marcha una nueva campaña publicitaria que reflejará en todos los medios de comunicación la idea de que «quien denuncia no es un chivato, es un valiente«. Esta campaña viene a raíz de haber detectado, gracias a las encuestas de Socioescuela, que un 22 por ciento de los niños «no dice nada» en casa, mientras que un 15 por ciento «dice poco».

Las «barreras» promueven el acoso y la segregación

No obstante, Juana María Hernández ha apuntado los motivos por los que las personas con TEA o Asperger son las «víctimas perfectas» del acoso, y ha añadido que aquellos que sufren este tipo de enfermedades «sí cuentan que están siendo acosados, ya que no les preocupa acusar a otra persona». Sin embargo, «no se les escucha». La visibilidad ha sido precisamente el punto central de la presentación realizada por la directora del equipo específico de Alteraciones Graves del Desarrollo de la Comunidad, en la que ha reconocido que a pesar del trabajo que se realiza continuamente, aún existen «barreras«que no permiten la «aceptación» y provocan el «acoso» y la «segregación» hacia las personas que «no son iguales que los demás».

Finalmente, ha querido destacar los logros de la Comunidad en este ámbito, entre los que se encuentran el primer Informe Anual sobre Acoso Escolar, las campañas informativas y de sensibilización o la guía de actuación. A pesar de estos pasos adelante, aún quedan muchos retos por conseguir, como ponerse de acuerdo en la definición de acoso para evitar discrepancias entre familias y profesores, crear entornos educativos más seguros, comprender a los que sufren estos trastornos o intensificar la colaboración entre las escuelas y las familias.

Fuente: http://www.madridiario.es/437957/comunidad-victimas-perfectas-acoso

Imagen: www.madridiario.es/fotos/1/134497__KR_0146795_thumb_722.jpg

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La integración social en los Trastornos del Espectro del Autismo

Por: Elaime Maciques

Introducción

Cuando “R” llega a terapia tiene a veces una mirada triste y más ajena de lo normal, al preguntarle que le sucede me dice:- “Hoy nadie ha querido ser mi amigo y por eso no pude jugar en el recreo” – ¿Cuántos desde diferentes posturas, ya sea como padres o terapeutas hemos escuchado frases similares? Uno de los núcleos centrales de dificultades en los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) es precisamente en su relación con el medio social como consecuencia de su gradual dificultad para identificar y comprender las claves sociales de ahí que muchos se planteen que existe un problema en el cerebro social.

Daniel Goleman en su libro “La inteligencia social” se plantea ¿Qué quieren decir los neurocientíficos cuando hablan de cerebro social? “el cerebro social es decir, los módulos neuronales dispersos que orquestan nuestra actividad cuando nos relacionamos con los demás se halla extendido por todas partes. No existe, en el cerebro, ningún lugar concreto que se encargue de controlar las interacciones sociales. “La expresión cerebro social , por el contrario, se refiere a un conjunto de redes neuronales diferentes que, aunque fluidas y muy amplias, operan integradamente”.

“En este sentido, el cerebro funciona de un modo unificado coordinando sistemas muy diversos y alejados. Aunque la neurociencia todavía no haya llegado a un acuerdo general para establecer un mapa concreto del cerebro social, sus investigaciones empiezan a coincidir en las regiones que se activan durante las interacciones sociales”. Sobre esto se refirió Luria en sus trabajos elaborando su “Teoría del Conexionismo”, plateando que el cerebro funciona de manera conjunta independiente a las especificidades modales que cada área tenga.

Hablar de integración social desde esta perspectiva nos lleva a cuestionarnos como promover en aquellas escuelas llamadas “inclusivas” una nueva panorámica de la integración, la cual más que educativa debe ser social, para -de esta forma- evitar conflictos interpersonales entre los niños (sin problemas aparentes) y aquellos cuyas capacidades cognitivas les permiten formar parte de esa comunidad educativa y que parte de principios de educación para todos sin discriminaciones.

Desarrollo

El ser humano, es por naturaleza, un ser social, que se desarrolla a través de la interrelación con el entorno y sus pares, dándole un sentido de socialización al proceso de maduración y aprendizaje. Vigostky en su Teoría Socio Histórico Cultural, plantea que en la filogenia del psiquismo los planos del desarrollo transcurren separados, primero un predominio de las leyes biológicas y luego las sociales, mientras que en la ontogenia ambos planos del desarrollo (el natural y el cultural) coinciden, se revierten el uno en el otro, ya que cuando el niño nace lo hace en un medio cultural, donde existe toda una experiencia que tendrá que asimilar, de este modo el proceso de formación de la personalidad es un proceso de maduración biológica del organismo, históricamente condicionado, de allí que los fenómenos psíquicos son sociales desde su mismo origen, y no son dados de una vez y para siempre al momento del nacimiento, sino que ellos se desarrollarán en dependencia de las condiciones de vida y educación a la que el sujeto se exponga.

De manera que el proceso de apropiación de la cultura constituye un factor esencial en el desarrollo, en dicho proceso es necesario considerar al niño no como un receptor pasivo sino como sujeto activo que interacciona no solo con objetos materiales, sino con adultos y coetáneos que constituyen mediatizadores fundamentales ya que sin su ayuda no podríamos pensar en la apropiación de la cultura por el niño de manera independiente. L. S. Vigotsky demostró el papel del “otro “como potenciador del desarrollo, capaz de organizar y estructurar conscientemente el proceso de apropiación del conocimiento y de las normas e interacciones sociales que rigen todo proceso de humanización, por lo que el proceso de desarrollo está, sin dudas, mediado por la acción de los otros, por lo tanto el proceso pedagógico es un proceso eminentemente interactivo en el que la categoría comunicación tiene una gran significación.

¿Cómo abordar entonces los problemas de interacciones sociales en los TEA? ¿Cómo hacer entender a las llamadas escuelas integradoras, que éste proceso debe ser más social que académico?

Imaginémonos que estamos en la playa disfrutando de un día espléndido en familia y que de pronto sentimos unos gritos fuertes, instintivamente miramos hacia el lugar de donde provienen y nos damos cuenta a través de los gestos corporales y faciales que es solo un juego, por lo tanto seguimos disfrutando del día porque lo que vimos nos tranquiliza. Pero en los niños con TEA no sucede de esa manera, lo sienten como amenaza e invasión a su mundo.

Los circuitos neuronales que operan en paralelo en el cerebro de los implicados durante las relaciones interpersonales propagan un contagio emocional que abarca el amplio rango de los sentimientos, desde la tristeza y la ansiedad hasta la alegría.

El cerebro de quienes se hallan así conectados emite y recibe un flujo de señales que, en el caso de discurrir de la manera adecuada, amplifica la resonancia. Este vínculo es precisamente el que posibilita la sincronización de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Tengamos en cuenta que, independientemente de que se trate de la alegría y la ternura o, por el contrario, de la ansiedad y el resentimiento, siempre estamos emitiendo y recibiendo estados internos, gracias a que nuestro sistema límbico es capaz de registrar las emociones adecuadas y dar respuestas adaptativas al medio circundante, sin embargo en los niños con TEA, existe aparentemente una interrupción de las respuestas debido a una deficiente integración de la información sensorial.

“Aunque no debería tener más de dos o tres años, todavía conservo muy vivo el siguiente recuerdo. Caminaba con mi madre por el pasillo de la tienda de comestibles cuando una mujer me sonrió tiernamente y mi boca esbozó automáticamente una sonrisa. Ese día sentí claramente que mi insospechada sonrisa no procedía de mi interior, sino de fuera, como si mi rostro fuese una simple marioneta movida por hilos invisibles que tiraban de mis músculos. Hoy en día sé que esa inesperada reacción fue una consecuencia de la actividad de las llamadas neuronas espejo de mi joven cerebro. Porque la función de las neuronas espejo consiste precisamente en reproducir las acciones que observamos en los demás y en imitar o tener el impulso de imitar sus acciones. En estas neuronas se asienta, en suma, el mecanismo cerebral que explica el viejo dicho Cuando sonríes, el mundo entero sonríe contigo” Inteligencia social: La nueva ciencia de las relaciones humanas  por Daniel Goleman

Si tomamos en cuenta los recientes descubrimientos en el campo de las neurociencias de las “neuronas espejo” que son el mecanismo esencial para comprender las intenciones de otros, para desarrollar una teoría de la mente y, por ende, para capacitarnos para la vida social, aportan nueva luz para entender cómo la red neuronal “refleja” el mundo, la auto-imagen y la imagen de la mente de los otros en la producción evolutiva de un comportamiento social, y como en los TEA este grupo de neuronas presenta una disfunción, lo que sugiere que el SNE no se activa normalmente y, por tanto, son incapaces de este reconocimiento empático de las conductas de los demás. La comprensión de las acciones humanas tiene que ver con la capacidad de simular las acciones observadas en otros (es decir, que el observador represente los estados internos de otros individuos con su propio sistema motor, cognitivo y emocional). Esta simulación posibilita una comprensión de los otros humanos que permite percibirlos como semejantes, una “multiplicidad compartida de intersubjetividad” como lo llama V. Gallese, esto es, permite la atribución de una mente.

Demuestran que verdaderamente somos seres sociales. Que la familia, el entorno y la comunidad son valores realmente innatos

El fenómeno del contagio emocional se asienta en estas neuronas espejo, permitiendo que los sentimientos que presenciamos fluyan a través de nosotros y ayudándonos así a entender lo que está sucediendo y a conectar con los demás. Sentimos al otro en el más amplio sentido de la palabra experimentando en nosotros los efectos de sus sentimientos, de sus movimientos, de sus sensaciones y de sus emociones y nos envían el mensaje reflejado en la imagen.

El conocimiento sobre estas alteraciones permitirían a los docentes involucrados en los procesos de integración de niños con TEA a la escuela regular, a propiciar una mejor integración social, enseñarían a los niños etiquetados como “normales” como enseñar a los otros etiquetados como “diferentes” a entender las normas sociales del juego, los comportamientos adecuados en diferentes contextos sociales y lograrían mejores resultados y menos situaciones de bullying o acoso escolar.

Desde mi perspectiva una adecuada integración social incluye:

  • Desarrollar la capacidad simbólica del niño para que pueda atribuirle a ésta un significado social
  • Propiciar la integración a los equipos de estudio en proyectos que resalten las habilidades y capacidades innatas de estos niños.
  • Conocer esas diferencias individuales para darle el mejor apoyo posible
  • Enseñar a establecer relaciones interpersonales

Son muchas las condiciones que se deben conjuntar para alcanzar la meta de integrar a las escuelas y aulas regulares a los alumnos y las alumnas con necesidades educativas especiales. Podemos mencionar algunas: modificaciones legislativas, apoyo de las autoridades educativas, cambios en la organización de los centros escolares y en las actitudes de todos los implicados (directivos, maestros, padres de familia y, en algunas ocasiones, de los mismos niños), transformación de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, evolución en las prácticas de evaluación. El primer paso para realizar estos cambios es reconocer que la integración educativa no constituye un acto caritativo, sino un esfuerzo para generar las condiciones que permitan que los niños aprendan de acuerdo con sus potencialidades.

Conclusiones

La escuela es un agente socializador por excelencia, donde se producen los aprendizajes más complejos no sólo a través de la transmisión de conocimientos, sino que se constituye un meso sistema que debe promover la interacción social de sus estudiantes, abrir las pautas para el aprendizaje colaborativo y propiciar que los niños incluidos en sus aulas, tengan la oportunidad de ser parte de ese entorno socio – cultural. No son los niños con TEA desde esta perspectiva los que presentan una “minusvalía social”, son los otros, el claustro docente que no ha sido preparado para enfrentar una necesidad especial, los alumnos que no tienen el conocimiento ni las herramientas para enseñar a actuar.

Para la forma de entender el mundo (a veces llamada “filosofía”), la integración debe buscar hacer realidad la igualdad de oportunidades para los niños con necesidades especiales, proporcionándoles ambientes cada vez más socializadores. No se puede hablar de inclusión en tanto no se haya realizado un análisis y discusión de los diferentes procesos en que se ha enmarcado la experiencia educativa de las personas con necesidades educativas especiales; así como los procesos de formación de los docentes y otros profesionales relacionados con estas personas.

Es importante que desde nuestra posición de agentes terapéuticos socializadores, trabajemos de conjunto con las escuelas y les demos las herramientas necesarias para que los niños y jóvenes con TEA pueden entender mejor este “Mundo Social”, que logren tener una convivencia agradable y adecuada con su entorno, aprender hábitos de comportamiento que les permita un aprendizaje acorde con sus posibilidades. El acercarlos a las claves sociales más cotidianas, les facilitamos una mejor comprensión del entorno y mejores respuestas adaptativas a éste.

Termino y concluyo con algo que expresó Riviére una vez “La enajenación autista del mundo humano es un desafío serio, pues nuestro mundo no sería humano si aceptara pasivamente la existencia de seres, que, siendo humanos, son ajenos”.

Bibliografía

  1. Goleman Daniel: . La inteligencia social. La nueva ciencia de las relaciones humanas. 2008
  2. Feito Lydia: Las neuronas espejos nos ayudan a comprender las intenciones de los otros. Madrid, 2007
  3. Oberman LM, Hubbard EM, McCleery JP, Altschuler EL, Ramachandran VS, Pineda JA. EEG evidence for mirror neuron dysfunction in autism spectrum disorders. Brain Res Cogn Brain Res 2005; 24: 190-8.

Fuente: ttps://autismodiario.org/2012/03/29/la-integracion-social-en-los-trastornos-del-espectro-autista/?doing_wp_cron=1473345246.0237851142883300781250

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