México/Insurgencia Magisterial/Por: Pável Uliánov. Revolución Tres Punto Cero. 13/07/2016
La mal llamada “Reforma Educativa”, en general, no fue consultada con los pueblos y comunidades indígenas de México, y en particular, mucho menos con el Pueblo P’urhépecha. Sus categorías centrales “Calidad” y la “Educación por Competencias”, históricamente son conceptos ajenos al pensamiento p’urhé, aún más, las comunidades y organizaciones p’urhépechas, se han unido a la CNTE por la defensa de la educación pública, gratuita y laica.
La “Reforma Educativa”, en esencia es una reforma laboral y administrativa, pues hasta la fecha, no se ha presentado un nuevo modelo educativo, con nuevos planes y programas. Los libros de texto de primaria no se han modificado substancialmente, mantienen errores científicos, pedagógicos, ortográficos y de redacción. Sin propuestas pedagógicas cualitativas, la “Reforma Educativa”, se esclarece entonces como un mecanismo de control, sanción y castigo contra los trabajadores de la educación (Fuente: López Martha / Reforma laboral y administrativa disfrazada de “educativa”, 2015).
Bajo el anterior marco, la “Reforma Educativa”, es decir, la Reforma Constitucional al artículo 3 y 73 de la Constitución Mexicana, y las leyes reglamentarias, la reforma a la Ley General de Educación, la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la Ley General del Servicio Profesional Docente, no fueron consultadas con ninguna comunidad o pueblo originario, a pesar de que mantienen internacional y constitucionalmente ese derecho: Articulo 6 “Al aplicar las disposiciones del presente Convenio, los gobiernos deberán: a) consultar a los pueblos interesados, mediante procedimientos apropiados y en particular a través de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarles directamente” (Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, 1989).
Por otro lado, en la historia de la pedagogía, la educación de “calidad” y por “competencias”, son conceptos propios del pensamiento capitalista, no aparecen en la educación de las sociedades antiguas en el Oriente y Grecia, durante la Edad Media y la Escolástica o durante el Renacimiento, la Ilustración, la llamada Escuela Nueva o la Escuela Critica (Abbagnano / Historia de la Pedagogía, 1967). En nuestro país, tampoco mantienen antecedentes históricos, no se mencionan durante la educación prehispánica en Mesoamérica, la educación teológica durante la colonia en Nueva España, la educación positivista durante el Porfiriato, mucho menos se nombran durante la educación socialista durante el sexenio de Lázaro Cárdenas. Son conceptos económicos que surgen en el contexto de la Revolución Industrial, que comienzan a popularizarse a partir de 1736. (Galván Luz / Diccionario de la historia de la Educación en México, 2002). En otras palabras, la educación de “calidad” es un modelo económico, que progresivamente lo han transformado en un modelo pedagógico, representando una visión de mundo mercantilista.
En la historia de la educación del Pueblo P´urhépecha, el concepto de “calidad” no existe, es un concepto impuesto por la globalización y en detrimento de su cosmovisión. En la época prehispánica, se mantenía un proceso educativo institucional para los linajes que detentaban el poder, y de instrucción para la gran mayoría de la población, teniendo como base a la costumbre y oralidad. Por una parte, la educación destinada para la nobleza indígena operaba a través de las “Casas de los Sacerdotes, Casa del Águila, Casas de Encerramiento y Casas de los Muchachos”, donde se educaba a los sacerdotes, guerreros, señoritas de linaje y gobernantes respectivamente. En contraparte, para formar o desarrollar valores, sentimientos y costumbres, la educación para las grandes masas era por medio de ceremonias y ritos, a través de 18 fiestas entre las que destaca la fiesta “Equata Consquaro”, “la Fiesta de las Flechas” y en específico, la instrucción especializada, se realizaba en 28 grupos ocupacionales que funcionaban como gremios (alfareros, canteros, artesanos, etcétera), a los que únicamente se podía acceder por herencia u orden del Cazonci o Irecha (Torres Ramón / La educación en Michoacán época prehispánica, 2004). En ninguno de estos procesos educativos se tomaba como fundamento la “calidad”, concepto propiamente occidental.
En la época de la colonia, si se revisan minuciosamente los diccionarios antiguos del idioma p´urhépecha, no existe el término “calidad”, existen conceptos que describen las propiedades intrínsecas del objeto, tales como “ambakiti : bueno, consistente, útil”, pero nunca se habla de “calidad” (Gilberti Maturino / Diccionario Grande de la Lengua de Michoacán, 1559). De igual forma, al estudiar el libro Relación de Michoacán, referente obligado para la historia precolombina de Michoacán, el concepto “calidad”, no existe para referirse a la cosmovisión o cultura del Pueblo P´urhépecha, una sola vez aparece en todo el libro, sin relacionarse con los valores propios de la cultura originaria (Alcalá Jerónimo / Relación de Michoacán,1540).
En tiempos contemporáneos, el Pueblo P´urhépecha mantiene su propio sistema de categorías filosóficas y de valores tales como: Juchári Kaxúmbekua (Nuestro honor comunitario), Juchári Jakájkukua (Nuestra cosmovisión), Juchári P’urhéjkukua (Nuestro espíritu guerrero), Juchari Jarhoajperakua (Nuestra ayuda comunal) y Juchári Uinápekua (Nuestra Fuerza) (Victoriano Pedro / Fortalecer los valores culturales que sustentan como pueblo a los p’urhepecha objetivo de K’urhikuaeri K’uinchekua, 2012), los cuales en perspectiva, sintetizan más de 500 años de resistencia e identidad y no se relacionan con el sentido mercantilista del concepto de “calidad” de la “Reforma Educativa”.
En el devenir, el Estado mexicano no sólo no consultó a las comunidades originarias, sino que pretende imponerla a fuego y sangre en los estados donde existe mayor población indígena, respectivamente Oaxaca, Chiapas y Michoacán, entidades donde existe también un alto número de maestros bilingües que han logrado el apoyo de sus comunidades indígenas y que resisten tenazmente (Tlacuila / La reforma educativa y la política de exterminio hacia los pueblos indígenas, 2016).
En Michoacán, se ha pronunciado y luchado en contra de la “Reforma Educativa”, el Consejo Supremo Indígena de Michoacán (Declaración Conjunta del CSIM y el Sector IX de Educación Indígena de la Sección XVIII de la CNTE: Repudio a la Reforma Educativa y Alto a la Represión), el Consejo Mayor de Gobierno Comunal de Cherán K´eri (Pronunciamiento del Municipio Indígena P’urhépecha contra la Reforma Educativa), el Concejo Comunal de Nurío (Manifiesto de Comunidades P’urhépecha Contra la Criminalización de la CNTE), las comunidades de Arantepacua, Comachuén Turicuaro y Quinceo (Apoyo Total e Incondicional al Magisterio Nacional, al Magisterio Michoacano en su lucha contra la Reforma Educativa). Realizando en diferentes tiempos, espacios y circunstancias, bloqueos en la Meseta P´urhépecha, sin embargo, es preciso mencionar, que uno de los principales problemas de la lucha de la CNTE en Michoacán, es la falta de unidad de acción, tanto dentro de la propia Sección XVIII, como de las comunidades originarias, así como y de organizaciones sociales y sindicales contra las llamadas “Reformas Estructurales”.
Ante el actual contexto de imposición de un pensamiento único, una educación homogeneizante que reduce la riqueza, diversidad cultural e idiomas de los pueblos originarios, y en un entorno de represión y criminalización de los maestros democráticos, es imprescindible la resistencia organizada, manteniendo como bases sociales a las comunidades originarias (Cruz Raúl / Ante la avalancha del Neoliberalismo: la lucha, unidad y organización de nuestro pueblo, 2016). La lucha de los maestros de la CNTE, es sin duda una lucha heroica e histórica por la defensa de la educación, en contradicción, el Gobierno Federal de Peña Nieto y el Gobierno Estatal de Silvano Aureoles, pasarán a la historia como gobiernos vende patrias y represores, el pueblo y la historia están observando, cada quien que asuma su posición.
Fuente: http://michoacantrespuntocero.com/la-reforma-educativa-y-el-pueblo-purhepecha/