Bogotá / 17 de agosto de 2016 / Fuente: http://www.colombiainforma.info/
En Bogotá, al inicio del segundo semestre académico, los edificios de la Universidad Nacional de Colombia se encuentran cada vez más averiados. Han pasado más de tres años desde que el edificio de la Facultad de arquitectura y el centro de convenciones Alfonso López Pumarejo fueron clausurados; además del cierre por un año de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, producto de la caída del techo del edificio. Ahora, aparece el turno a más edificaciones como el caso del edificio de Bellas Artes, Cine y Televisión, la torre de enfermería y el Estadio Alfonso López Pumarejo.
Por Aula&Palabra*. Recientemente la administración de la universidad presentó un informe sobre la situación de infraestructura de la ciudad universitaria en Bogotá; Allí se evidencia que de los 129 edificios de interés cultural de la nación –construcciones realizadas en la década de 1930-, 49 edificios se encuentran en estado de fragilidad; 23 en riesgo de vulnerabilidad y 4 en amenaza de ruina. Por ello es indispensable su pronta restauración, si no, los edificios se derrumbarán.
Teniendo en cuenta que ésta es una de las mejores universidades del país y que por su carácter público debería brindar óptimas garantías académicas e infraestructurales a la comunidad universitaria y en general a toda la nación, es necesario preguntarse: ¿Qué se esconde detrás de las grietas de la Universidad Nacional?
Según los directivos de la Universidad Nacional, el costo de la restauración de la planta física de la ciudad universitaria se acerca a los dos billones de pesos, cifra preocupante ya que el presupuesto para las 32 universidades públicas en Colombia es de sólo 2,4 billones de pesos al año. Aunque el Plan Nacional de Desarrollo tiene dentro de sus pilares de buen gobierno a la educación: <<Paz, Equidad y Educación>>, la cifra destinada para ella no parece estar acorde con la realidad. Para tener un país en paz hay que disminuir la desigualdad social y la mejor forma de hacerlo es por medio de pleno acceso a la educación universitaria.
El problema de la desfinanciación de las universidades públicas parte desde la Ley 30 de 1992. Desde entonces no ha aumentado el presupuesto a las universidades pero si ha aumentado sus gastos de funcionamiento; las pretensiones del aumento de la cobertura por parte del gobierno también aumentan, pasan del 35% en el 2014 al 50% para el 2018, sin fortalecer a las universidades públicas, sino otorgando becas crédito a estudiantes de bajos recursos como en el caso de programa <<Ser pilo paga>>.
El impacto de la nefasta contradicción entre financiación y cobertura en la “Nacho” es creciente. La planta docente no ha aumentado desde el año 1992 y tampoco ha aumentado de forma significativa el número de edificaciones; aumenta es la cantidad de estudiantes cada semestre.
A propósito, en una entrevista para UN Radio la consultora en educación Irene Rodríguez afirma que aumentar la cobertura y calidad <<implica ampliar las plantas físicas y administrarlas junto con sus distintos programas. Requiere invertir en investigación, internacionalización y divulgación, costos que no se corresponden con el valor de las matriculas. Estos aspectos muestran el déficit que tiene hoy la universidad porque no se puede financiar con el presupuesto la docencia>>.
Actualmente la Universidad Nacional tiene más de 100 programas de pregrado y más de 300 de postgrado, pero a su vez debe autofinanciarse por medio de la venta de servicios -extensión e investigación- en más del 48%, lo que conlleva a un déficit financiero, que aumenta en cantidad de forma similar al que sus grietas.
Es difícil vislumbrar cual será el futuro de la Universidad Nacional pues mientras los gobiernos enarbolan banderas de paz y educación, el presupuesto a las universidades no aumenta, la universidad se cae a pedazos y su administración invierte cada vez más en “seguridad” sin tener en cuenta que, estar seguro es no tener el riesgo de que se desplome un edificio. Las grietas crecen, la de la facultad de Artes ya mide 5 metros de largo y 7 centímetros de ancho, mientras los estudiantes se indignan por las pintas de graffitis.
Fuente noticia: http://www.colombiainforma.info/cuatro-edificios-de-la-universidad-nacional-estan-a-punto-de-colapsar/