Europa/ España/ 18 de agosto de 2016/ Fuente: expansión
Formación superior necesita adaptarse a un mercado laboral cambiante.
El sistema educativo afronta el urgente reto de reconvertirse en una formación más práctica y orientada a las necesidades reales de las empresas. Y esto atañe no sólo a España, sino a todo Occidente. Y es urgente.
En un contexto de grave crisis económica y tasas insostenibles de paro juvenil, parece paradójico que las empresas tecnológicas afirmen no encontrar el talento que necesitan. Según datos de la Comisión Europea, en el Viejo Continente existe un déficit de 700.000 profesionales especializados en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
En las próximas décadas, la universidad afrontará su mayor reconversión en los últimos dos siglos. En primer lugar, universidades y empresas deberán colaborar de forma más estrecha. Por otra parte, en un mundo donde los conocimientos quedan rápidamente obsoletos, la enseñanza teórica tradicional debe evolucionar hacia una formación más centrada en habilidades inmateriales, como la flexibilidad, la capacidad de adaptación al cambio, el manejo de situaciones de estrés, la toma de decisiones o el trabajo en equipo.
La tecnología estará presente a lo largo y ancho de esta renovada universidad, no sólo en el contenido de sus asignaturas, sino también en su gestión y en los valores de su organización.
En los últimos tiempos, algunas voces se han alzado en contra de la figura de la universidad. Es el caso de Laszlo Bock, jefe de RRHH de Google, o del cofundador de PayPal, Peter Thiel, que financia una beca de 100.000 dólares dirigida a jóvenes que abandonan sus estudios para crear una start up. Ahora bien, las cifras demuestran una relación directa entre el nivel de estudios de una persona y los ingresos que obtendrá a lo largo de su vida. Además, una sociedad más preparada contribuye a mejorar la eficiencia, la productividad y la balanza exterior de un país. Y la desigualdad entre personas con y sin estudios superiores se agravará a medida que la automatización y los robots sustituyan, progresivamente, a la mano de obra menos cualificada.
ANDELA Esta ‘start up’ selecciona talento tecnológico en África, lo convierte en programadores especializados en ‘testing’, ‘DevOps’ o desarrollo de ‘apps’ móviles, y lo ofrece a compañías estadounidenses como Google o Facebook. Cuenta con el apoyo de la Chan Zuckerberg Initiative y de GV (antes Google Ventures).
La solución, por lo tanto, no pasa por la destrucción total del sistema educativo. Las barreras existentes hoy entre la universidad y otras modalidades novedosas como los bootcamps (campamentos presenciales de programación) o los Moocs (cursos online gratuitos), y entre la formación online y la presencial, deben caer.
Grandes tendencias
- Cursos más breves y flexibles
- La idea es no sólo permitir el acceso a la educación superior a aquellas personas con menores recursos o que compaginan estudios y trabajo, sino también que los alumnos puedan combinar asignaturas y diseñar así su propia especialización.
- Formación online
- Combinada con la formación presencial, constituye una buena manera de impartir contenidos personalizados y de realizar un seguimiento individual de todos los alumnos.
- ‘Juegos serios’
- La gamificación aplicada a la simulación de casos reales ha demostrado muy buenos resultados a la hora de reforzar los conocimientos adquiridos de forma teórica.
Fuente: http://www.expansion.com/economia-digital/innovacion/2016/08/18/57b4437eca4741ae018b4635.html
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