América del sur/Ecuador/27 Agosto 2016/Autora: Soraya Constante/Fuente: El país
La disolución de la Unión Nacional de Educadores (UNE), el sindicato más antiguo de Ecuador —formado en 1944 y legalizado en 1950— movilizó a las principales organizaciones sociales y sindicatos este jueves en Quito. El Ministerio de Educación decidió hace una semana revocar la personería jurídica del gremio de educadores y liquidar sus bienes. El titular de esta dependencia, Augusto Espinosa, desconoció el carácter sindical de la UNE y explicó que durante dos años la organización no regularizó su directiva e incumplió con la normativa vigente.
“Lo de la UNE es lo más desastroso para el gobierno, rompe con el derecho a la organización”, dijo Mesías Tatamuez, presidente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores durante la manifestación de respaldo al gremio de educadores. El historiador Enrique Ayala Mora hizo referencia a la dictadura militar que, en 1976, también retiró la personería jurídica al sindicato. “Solo las dictaduras más torpes desaparecieron a la UNE y ahora lo ha hecho Correa”.
La UNE, que tiene 100.000 afiliados a nivel nacional, el 60% de los maestros del país—, ha medido fuerzas con el gobierno de Rafael Correa desde 2009. Ese año protagonizaron un paro de 23 días para impedir que los docentes sean despedidos por una mala evaluación como pretendía el Ministerio de Educación. Luego se opusieron a la reforma educativa, pero el gremio ya no obtuvo más victorias. En 2011, con la homologación de sueldos, los nuevos profesores se beneficiaron, pero los más antiguos perdieron la posibilidad de recategorizarse y ganar más, según Palacios. Hoy en un día, la remuneración del grueso de los docentes está entre los 817 y 900 dólares.
El gremio de maestros también rechaza que durante los 10 años del gobierno de Correa se haya despedido a 40.000 docentes que no consiguieron un nombramiento definitivo, y que 15.000 más esperen en la fila para jubilarse.
La jornada de protesta de este jueves fue más numerosa en las calles de Quito y Guayaquil y se convirtió en la suma de los descontentos por varios temas: el desempleo, el alto costo de la vida, los cambios al seguro social campesino y hasta por la reciente donación de 10.000 fusiles chinos… Los simpatizantes del gobierno de Rafael Correa también se concentraron en ambas ciudades en los llamados “festivales de la alegría y la democracia”. Allí estaban los representantes de la Red de Maestros, organización afín al gobierno de turno, que ya agrupa a 60.000 docentes.
Fuente: http://internacional.elpais.com/internacional/2016/08/26/america/1472176281_727773.html