Por: Marcel Doubront
Profesor UNESR Seguramente de estas humildes líneas pensara que se trata de una articulo lleno de consignas que ocultan la realidad universitaria, no obstante las razones que dan nombre a este artículo “De la Universidad Napoleónica a la Universidad Popular” no trata de perseguir o desmeritar alguna buena intención en la universidad actual para acercarla más al pueblo, sino en mantener vivo ese espíritu de transformación universitaria pero mediante la acción, o como diría Martí “la mejor forma de decir es hacer”, de acuerdo a la ley de Universidades en su Artículo 1. “La Universidad es fundamentalmente una comunidad de intereses espirituales que reúne a profesores y estudiantes en la tarea de buscar la verdad y afianzar los valores trascendentales del hombre” ahora bien ¿realmente la universidad de hoy cumple con este postulado? En ese sentido es importante hacer referencia lo planteado por la Juventud de Córdoba de 1918 “Si no existe una vinculación espiritual entre el que enseña y el que aprende, toda enseñanza es hostil y por consiguiente infecunda.” Dice el Comandante Chávez que “No hay amor más grande que el que uno siente aquí en el pecho por una causa, por una patria, por una gente, por un pueblo, por la causa humana” y esa debe ser la función de la universidad, una institución al servicio de una patria, al interés del desarrollo colectivo, enarbolando los valores transcendentales del hombre, y no fomentar el individualismo el cual mediante una educación conductista ampara en pleno siglo XXI una sociedad de opresores y oprimidos, en sinergia plantea Freire deduce “ la educación es un arma vital para la liberación del pueblo y la transformación de la sociedad y por ello requiere una connotación ideológica y política claramente definida. Debe ser una empresa para la liberación o caer irremediablemente en su contrario, la domesticación y la dominación” Chávez también dijo que “La Libertad está en la educación” sin embargo la nueva universidad debe entender la gran diferencia entre instruir y educar, el primero se conoce desde hace siglos impuesto por la élites para enseñar a obedecer y rendir culto al dueño del capital o como se diría en el lenguaje universitario “formado para el mercado laboral” el otro termino el que nos permitirá ser libres como diría el maestro Simón Rodríguez “sin educación popular no habrá verdadera sociedad” ahora bien esa educación popular no debe quedarse en desfasados planes de estudios incompatibles a la realidad social los mismos como diría Drucker cuando se refería al conocimiento “tiene que ser mejorado, desafiado e incrementado constantemente o se desvanece” para que sea pertinente o como dijera Ander “El problema de la educación no puede ser considerado aisladamente del contexto político, social, económico y cultural en que se da” por ello la universidad popular debe ser aquí y ahora no hay tiempo para después porque “La mejor forma de predecir el futuro es crearlo” |