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Cambios didácticos en la alfabetización: de los métodos a las metodologías

Por: Luis Oscar Gaeta Durán

Es indispensable reconocer que tanto la lectura como la escritura se deben trabajar como elementos sustanciales para la emancipación…

En la década de los noventa, la forma de enseñar a leer y escribir en nuestro país se sustentó en el constructivismo, psicologismo y despreció el uso de los métodos (principalmente los de marcha sintética). Los cambios en materia didáctica obedecieron a las políticas educativas mundiales que fueron impulsadas por organismos internacionales (OCDE, FMI, BM); tales orientaciones abogaban por que los sistemas educativos se ajustaran a las demandas y cambios vertiginosos que la sociedad globalizada requería. Para ello, se atacó y desprestigió a la denominada escuela tradicional y sus formas de enseñanza, pues las consideraban anticuadas y opresivas, sobre todo, desvinculadas de los requerimientos que el modelo económico neoliberal imponía a la mayoría de las naciones. Para lograr su cometido, se apostó por una instrucción que posicionara al sujeto en el centro del ámbito educativo (alumnocentrismo), que tomara en cuenta sus gustos, intereses y opiniones, además, que prestara atención a la forma natural de aprender (por etapas y “a lo largo de la vida”), es decir, se buscaba la formación del sujeto neoliberal (individualista, egocéntrico, despolitizado, desvinculado de la sociedad y desinteresado de las problemáticas sociales y con un bajo nivel cultural).

Así, con el pretexto de que la instrucción directa (escuela tradicional) no tomaba en cuenta las condiciones del desarrollo psicológico de los educandos y despreciaba sus intereses (individuales), se institucionalizaron estrategias didácticas que subestimaban la disciplina, el valor del conocimiento y el aprendizaje de contenidos, pero procuraban satisfacer los deseos de los estudiantes para darles la libertad de realizar actividades escolares de acuerdo a su predilección o afinidad y, sobre todo, trabajar en un ambiente de convivencia. En ese sentido, la enseñanza de la lectoescritura sufrió un cambio radical, pues, en lugar de guiar la instrucción bajo los criterios y aportes de los métodos que por años habían demostrado ser eficaces, se optó por aplicar una serie de “metodologías” con poca evidencia científica y factual que demostrara su eficiencia y validez, además, en su aplicación u operatividad, parecían no tener un rumbo específico de inicio o fin, es decir, el docente, bajo el supuesto de dirigir su trabajo de acuerdo con las condiciones naturales de los niños y evitar ser coercitivo, se inclinó por llevar a cabo actividades diversificadas con poca o nula relación entre ellas, uso excesivo de estrategias lúdicas y falta de sistematización en la dirección de la enseñanza de la lengua escrita sustentada en un supuesto eclecticismo metodológico. Así, los trabajos escolares se caracterizaron por limitar el ejercicio de la escritura y la lectura, el desprecio hacia la copia de textos y desdén por la memorización y repetición. En su lugar, el empleo desmesurado de copias e impresiones, utilización de etiquetas (de bebidas gaseosas, jugos industrializados), recortes de anuncios de revistas y periódicos, así como, la falta de indicaciones o ejercicios que orientaran a los chicos para lograr una escritura más legible y la ausencia de tareas para practicar la lectura, fueron acciones que, en lugar de facilitar el aprendizaje de la lectoescritura, generaron retraso en la adquisición de la lengua escrita, en otros casos más severos, por ejemplo, se pudo detectar a chicos en sexto grado de educación primaria sin leer y escribir de forma convencional o con grandes deficiencias.

Estas condiciones de enseñanza se repitieron a lo largo de aproximadamente treinta años (periodo del régimen neoliberal en nuestro país), y fueron las causantes del bajo rendimiento académico de los estudiantes y el incremento del rezago educativo. Hasta el día de hoy, con la propuesta de la Nueva Escuela Mexicana, la orientación didáctica acerca de la lectoescritura parece continuar los parámetros que la pedagogía neoliberal arropó, por ello, resulta indispensable poner en el centro del debate si las llamadas metodologías de enseñanza (entre ellas el Aprendizaje Basado en Proyectos) seguirán impulsándose en el actual modelo educativo o, por el contrario, se optará por reconocer la eficacia de otras maneras de instruir que, antaño, ya fueron empleadas y dieron buenos resultados; finalmente, es indispensable reconocer que tanto la lectura como la escritura se deben trabajar como elementos sustanciales para la emancipación de las clases populares, como herramientas para buscar alternativas que permitan afrontar las diferentes formas de dominación y explotación y, sobre todo, para lograr la transformación social.

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Libro (PDF): 100 voces (y una carta) para Paulo Freire

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Paulo Freire cumple 100 años. ¿Qué celebramos en torno a esta conmemoración? La presencia viva y vital del extraordinario legado político-pedagógico del genial educador brasileño. Recordar es hacer presente, y este texto colectivo busca —convocando cien voces de educadores y educadoras de todo el continente—, dialogar con Paulo Freire y entre nosotros y nosotras, sobre los múltiples significados y alcances de su legado y la imperiosa necesidad de mantenerlo vivo y actualizado ante los ínéditos desafíos sociales y educativos que nos plantea el siglo XXI. CLACSO y la Secretaría de Educación de Bogotá han aunado esfuerzos para hacer posible este libro que, esperamos, circule de mano en mano y entre educadores y educadoras con la misma pasión y convicción con la que Freire nos enseñó a dialogar con los otros y las otras para transformar el mundo.

Editorial/Edición: CLACSO. Secretaría de Educación de Bogotá.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina

ISBN: 978-987-813-052-1

Idioma: Español

Descarga: 100vocesFreire

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2415&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1583

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La planeación didáctica en la Nueva Escuela Mexicana

Por: Jaime Bustos Ochoa

La planeación didáctica, como instrumento para lograr la emancipación de las y los estudiantes, es un tema escasamente discutido en los Consejos Técnicos Escolares y Talleres de Formación docente. Cabe recordar que “emancipar” es un concepto que recupera el Plan y los programas de estudio de preescolar, primaria y secundaria para señalar que la escuela y el Sistema Educativo Mexicano deben guiar sus acciones hacia la liberación de los sujetos, sin embargo, esto no ocurre.

Por el contrario, el colegiado de docentes centra su mayor atención hacia los asuntos de la planeación relacionados con el formato, contenidos, metodologías, evaluación, campos formativos, procesos de desarrollo de aprendizaje, actividades didácticas, temporalidad y materiales (como libros de texto); además, llevan a cabo algunas consideraciones referentes a los aciertos y obstáculos de su actividad didáctica, por ejemplo, se preguntan cómo pueden mejorar sus clases o cuáles son las “áreas de oportunidad” (eufemismo del modelo neoliberal) que se requieren atender.

Así, el profesorado se aleja de una visión de la enseñanza que sirva para la formación de ciudadanos emancipados, es decir, sujetos capaces de participar en la transformación y superación de las relaciones desiguales que existen en su territorio. Por ello, resulta conveniente analizar (en colegiado) cómo la planeación didáctica favorece, esencialmente, la instrucción de hombres y mujeres que efectivicen, a través de la praxis, una lucha permanente en favor de las clases explotadas, para procurar la liberación, contra la deshumanización y opresión de la sociedad capitalista.

En todo caso, el profesorado requiere cambiar su concepción acerca de planeación didáctica y, en lugar de ello, encaminarse hacia un modelo de enseñanza no-alienante, pues las políticas educativas anteriores generaron dinámicas en la manera de diseñar y estructurar la organización y programación escolar, ya que dieron prioridad, principalmente, al dominio de contenidos (bajo un perfil por competencias) -situación que, de acuerdo con el documento “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro. Fase 4”, convirtió a las y los docentes en operadores pasivos de un currículo definido-.

Ahora, para la Nueva Escuela Mexicana es deseable que las y los docentes consideren la diversidad cultural, social y económica de sus estudiantes, que reconozca las hegemonías y las dinámicas de poder y control que se ejercen sobre las subalternidades y, a partir de ello, deben estructurar una planeación didáctica que contribuya a la emancipación de los sujetos. Por ello, el actual modelo educativo acoge la problematización de la realidad como estrategia para impulsar la transformación social; es aquí donde vale la pena reflexionar la planeación más allá de sus aspectos técnicos al reconocer en qué medida (lo planeado) contribuye a transformar la realidad.

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Para una perspectiva crítica. No es lo mismo giro descolonizador que giro liberador

Por: Miguel Andrés Brenner.

Facultad de Filosofía y Letras. UBA

2023 

“La historia es objeto de una construcción cuyo lugar

no está constituido por el tiempo homogéneo y vacío,

sino por un tiempo pleno, ‘tiempo – ahora’.” [1]

 

Tanto los términos descolonización y liberación podrían significar explicaciones poco aclaratorias por la generalización que implican. De la misma manera, el término independencia menta la no dependencia. ¿La no dependencia de quién o de quiénes? ¿Es posible absolutamente considerada? A su vez, ¿toda descolonización es liberación?, ¿y toda liberación es verdaderamente humana? Valga aquí el interrogante: ¿qué es la verdad?, ¿nuevamente caeremos en una abstractísima generalización o en una de las tantas definiciones que circulan dentro del ámbito académico? ¿Qué es la verdad? ¿Haremos a lo Poncio Pilatos un lavarnos las manos cuando la misma vida es la que está en juego? ¿La verdad se posee o es un modo existencial que nos posee? Si la verdad no es una mera propiedad, ¿desde qué lugar puede decirse tamaña afirmación?, y si desde un lugar, ¿acaso ya no desmerece el sentido de verdad? Si no hay sujeto portador de la misma, ¿qué es la verdad para no incurrir en una especie de mercado de ideas donde se imponen las más fuertes o convincentes o seductoras?

Luego de este planteo, esbocemos un breve desarrollo, en la pretensión de formular más interrogantes que respuestas.

 Ya el prototipo del mapa de Gerard Kremer (llamado también Mercator) y el de Arno Peters, además del que construye Stuart MacArthur, nos marcan que sus dibujos implican posicionamientos políticos ideológicos antes mera que graficación del mundo[2].

El primero con la línea del ecuador que divide cada hemisferio en una 2/3 partes hacia arriba y en una 1/3 parte hacia abajo, aunque sepamos que el ecuador (del latín æquatoris: igualador) divide la superficie del planeta en dos partes, el hemisferio norte y el hemisferio sur. El segundo con las dimensiones reales de las regiones, pero nos parece distorsionado, por cuanto no estamos habituados a su visión. El tercero, un mapa invertido, desde el diseño de Kremer, pero con el centro puesto en Australia. Y si agregamos el mapamundi chino, el centro estará puesto en China. Es así que ni la mirada percibe lo que pretendidamente sostiene que ve. Y si hipotéticamente estuviéramos perdidos en el espacio, sin ningún eje de referencia, ¿dónde quedarían Norte y Sur?

Entonces, la liberación, más que la descolonización (aunque ésta implique a aquélla) de cierta percepción se hace imperativo en función de la producción y reproducción de la vida en comunidad, material y simbólicamente, que favorezca procesos de interculturalidad potenciadores de la misma vida.

Salvadas las distancias, algo similar ocurre con “la razón”. En nuestras universidades y facultades, ¿se enseña filosofía o bien se enseña filosofía occidental, la que prioritariamente se instituye en el Norte, cual razón que se universaliza y por ende coloniza?

Si hay una razón que se universaliza y coloniza, al modo de la europeo occidental, consideremos que al “cogito sum” (Renato Descartes) antecede el “conqueror sum” (Enrique Dussel[3]), a quien le continúa el “exterminator sum” (parafraseando libremente una expresión de Ramón Grosfoguel[4]), y luego el “privilegiatus sum” (Miguel Andrés Brenner[5]), para recién concluir en el “cogito sum”. Entonces, la liberación, más que la descolonización (aunque ésta implique a aquélla) de cierta razón, se hace imperativo en función de la producción y reproducción de la vida en comunidad, material y simbólicamente, que favorezcan procesos de interculturalidad potenciadores de la misma vida.

El “cogito”, como se plantea en tantas sedes académicas, obvia que es solamente un europeo occidental-excluyente, de raza blanca-excluyente, masculino-excluyente, adulto-excluyente, de linaje-excluyente. Ese cogito contextualizado temporal/espacialmente se universaliza con toda su carga valorativa colonizadora. Y, en el mejor de los casos, a posteriori, en nuestro hoy, el diálogo solo se pretende factible dentro de sus márgenes.

Esa antaña universalización es posible ante una Europa periférica, hasta el siglo XV, al centro comercial del mundo[6], que decide expandirse colonialmente hacia las Indias, constituyendo así una primera mundialización, según la explicación de Dussel[7].

Precisemos:

  • Europeo occidental-excluyente: lo no occidental no entra en juego, y más radicalmente, tampoco se consideran otras regiones de la misma Europa, por ejemplo, en la significación que Immanuel Kant le asigna en su texto “Antropología práctica”, la razón propiamente dicha solamente se ubica al norte de los Pirineos:

“Entre las naciones cultas de Europa cabría contar a: 1) los franceses, 2) los italianos, 3) los ingleses, y 4) los alemanes, así como a los suizos, holandeses, daneses y suecos, ya que todos estos pueblos se han ido entremezclando con los pueblos germanos[8].”

  • Raza blanca-excluyente: así valga, v.gr., la exclusión de los colonizadamente llamados pueblos “salvajes” de nuestra América. En su “Antropología en sentido pragmático”, el recién mencionado filósofo nos dice:

“Quien no puede expresarse nunca sino simbólicamente /con imágenes[9]/, tiene todavía en escasa medida conceptos del entendimiento, y la tan admirada viveza de exposición que en sus discursos dejan oír los salvajes (y a veces los llamados sabios en un pueblo todavía rudo) no es nada más que pobreza de conceptos[10].”

  • Masculino-excluyente: aparece la negación de la mujer, problemática que aclaramos más abajo en referencia a Karl Marx, que si bien nunca trabajó la cuestión de género, tiene en su obra un pequeñito y hermoso párrafo al respecto.
  • Adulto-excluyente: no entran niños ni jóvenes en consideración alguna, es la razón adulta la que predomina. Entiendo por uso público de la propia razón el que alguien hace de ella, en cuanto docto, y ante la totalidad del público del mundo de lectores”, afirma Kant en “¿Qué es la ilustración?”, donde “uno mismo” es culpable de la minoría de edad por “pereza y cobardía” [11].
  • Linaje-excluyente: Rousseau afirma en “El Emilio” que…

“El pobre no tiene necesidad de educación; la de su estado es forzada y él no sabría alcanzar otra…”  “Escojamos, pues, a un rico; estaremos seguros al menos de haber hecho un hombre más, en lugar de que un pobre pueda llegar a ser hombre.” “…no me pesa que Emilio tenga linaje[12].”

Hasta aquí vale un imperativo ético político hacia la descolonización de la percepción y la razón a la vez. Empero, dentro de un proceso de liberación un criterio de verdad debiera imponerse: la vida. Ya el mismo Karl Marx nos decía refiriéndose al ser humano: La vida productiva es… la vida genérica. Es la vida que crea vida[13].”  Bellísima explicación acerca del hombre. Discursivamente enuncia al “hombre” y por añadidura ingresa en tal categoría la mujer. Sin embargo, Karl Marx, tiene en cuenta esa problemática, su exclusión, por lo que aclara:

“En la relación con la mujer, como presa y servidora de la lujuria comunitaria, se expresa la infinita degradación en la que el hombre existe para sí mismo, pues el secreto de esta relación tiene su expresión inequívoca, decisiva, manifiesta, revelada, en la relación del hombre con la mujer y en la forma de concebirla inmediata y natural relación genérica.” “La relación inmediata, natural y necesaria del hombre con el hombre, es la relación del hombre con la mujer.” “… la relación del hombre con la mujer es la relación más natural del hombre con el hombre. En ella se muestra en qué medida la conducta natural del hombre se ha hecho humana…[14][15]

Esa vida, la vida que crea vida, es el criterio de verdad de cualquier tipo de relación o producción humana. Esa verdad se identifica con la fuerza creativa o  רוּחַ  rúaj (hebreo), por lo que se materializa la identidad entre historia, verdad y vida, al decir del Evangelio según San Juan[16]. Un modo de ser es más verdadero cuanto más potencie la vida.

Liberación es liberación de la praxis global: vida que crea vida.

Diferencias entre emancipación y liberación. Emancipado es el adulto. Emancipar (en latín emancipare) significa libertar de la potestad paterna, de la tutela o de la servidumbre, compuesto de ex ‘fuera’, manus ‘mano’ o ‘potestad’ y capere ‘coger’[17]. En latín adultus quiere decir ‘crecido’. La referencia, entonces, es a la mayoría de edad. Y se es mayor para considerarse a sí mismo como autor de los propios actos. Kant afirma en ¿Qué es la Ilustración?[18] que la salida del hombre de la minoría de edad requiere de la libertad de hacer uso público de la razón, lo que producirá el tránsito hacia la madurez,  la emancipación de la humanidad. Uno mismo es culpable de la minoría de edad “debido a la pereza y la cobardía”, y en ello incurre la mayoría de los hombres. Es la razón de los doctos de la Europa[19] moderna y colonialista. Nos dice el filósofo: Entiendo por uso público de la propia razón el que alguien hace de ella, en cuanto docto, y  ante la totalidad del público del mundo de lectores.” Es la razón europea, blanca, masculina, adulta, docta, colonial, que actualmente nos vende la denominada “posmodernidad”conservadora, que reconocería múltiples racionalidades, diferencias, verdades débiles al decir de Gianni Vattimo, pero sin reconocer la forma del colonialismo del poder a través de la supuestamente incuestionable “única razón”del capitalismo neoliberal globalizado de base financiera, sin perfil ético[20] alguno, y los valores culturales que refuerzan su legitimidad.

El término emancipación de la América española[21] o el de emancipación latinoamericana, en última instancia, es ideológico. ¿Por qué? Oculta. ¿Qué? El logro del estado de adultez señala derechos, liberación necesita de luchas[22]. La emancipación implica rituales que significan el ingreso a un estado de derecho, ámbito de lo formal. La liberación supone combate, proceso en función de logros a conseguir, cuyo valor se encuentra en la finalidad o meta del accionar, ámbito de la praxis, y es esto último lo que se vela como punto de partida de la interpretación.

Liberación, ¿cómo explicarla en función de una interpretación amplia? Es una noción cara al Evangelio de Jesucristo. Me llama fuertemente la atención cuando aparece la identificación, en Cristo, del hacer historia con la verdad y la vida. Yo soy el camino, la verdad y la vida, nos dice San Juan[23]. Hay identidad entre verdad y vida. Y la verdad en tanto ۥalέqeia, descubrir, sacar el velo, poner a la luz, dinámica a la manera de un parto. Vida que potencia la propia vida, vida en comunidad. Es desafío, no dejarnos chupar[24], ser parteros de la historia. Pero, conste que la liberación será posible mientras el deseo de comunidad y la comunidad de deseo potencien múltiples comunidades que, sin perder lo propio, se interrelacionen, en el plexo de las diferencias, incrementando sentido y praxis de vida comunitaria.

[1] Benjamin, Walter. Tesis de Filosofía de la Historia. Tesis nº 14. http://www.uv.es/fjhernan/docencia/curs2011_2012/unimajors2011/benjamin_historia.pdf  (consulta: 17/05/2003)  Benjamin nació en Berlín durante el año 1892 y falleció en 1940.

[2] La proyección de Kremer o Mercator es de 1569, la de Arno Peters de 1974, la de MacArthur de 1979.

[3] “La Modernidad se originó en las ciudades europeas medievales, libres, centros de enorme creatividad. Pero ‘nació’ cuando Europa pudo confrontarse con ‘el Otro’ y controlarlo, vencerlo, violentarlo; cuando pudo definirse como un ‘ego’ descubridor, conquistador, colonizador de la Alteridad constitutiva de la misma Modernidad.”  Dussel,  Enrique. 1492. El encubrimiento del Otro. Hacia el origen del ‘mito de la modernidad’.  La Paz, Bolivia, Editorial Plural. 1994. p. 8.   http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/otros/20111218114130/1942.pdf  (consulta: 20/05/2016)

[4] En el sentido de Grosfoguel, valga la siguiente afirmación: “El concepto de epistemicidio es de Boaventura de Souza Santos. Es la aniquilación, la extirpación, el exterminio de toda forma de saber que no sea la de quienes detentan el poder hegemónico.” http://unaantropologaenlaluna.blogspot.com/2014/04/decolonizando-el-saber-reiventando-el.html (consulta: 20/05/2016)

[5] La presente mención pues dicho cogito no se sitúa en los sectores desposeídos. Descartes se sostenía gracias a una herencia y durante su estancia en los Países Bajos trabajó como tutor de la princesa Isabel.

[6] Dicho centro se daba en China e India.

[7] Dussel, Enrique. Ética de la liberación. Ante el desafío de Apel, Taylor y Vattimo. México D.F., Ediciones de la Universidad Autónoma del Estado de México. 1998. p. 164.

[8] Kant, Immanuel.  Antropología Práctica. Madrid, Editorial Tecnos. 1990. p. 98

[9] Acotación nuestra.

[10] Kant, Immanuel. Antropología en sentido pragmático. Madrid, Alianza Editorial. 1991. p. 52

[11] Kant, Immanuel. Qué es la ilustración. “La pereza y la cobardía son causa de que una tan gran parte de los hombres continúe a gusto en su estado de pupilo, a pesar de que hace tiempo la Naturaleza los liberó de ajena tutela (naturaliter majorennes)…”  http://pioneros.puj.edu.co/lecturas/interesados/QUE%20ES%20LA%20ILUSTRACION.pdf (consulta: 18/02/2003)

[12] Rousseau, Juan Jacobo. El Emilio.  Madrid, Biblioteca EDAF. 2003. p.54. Reconozco que en mis clases, sin endiosar a uno y diabolizar al otro, panfletariamente digo “viva Comenio, muera Rousseau”, ese Rousseau que se deshizo de sus cinco hijos.

[13] Marx, Karl. Manuscritos económico-filosóficos de 1844. Biblioteca Virtual Espartaco. 2001. p 62 https://pensaryhacer.files.wordpress.com/2008/06/manuscritos-filosoficos-y-economicos-1844karl-marx.pdf

[14] Ibid. pp. 144-145.

[15] Invito al público lector a no criticar a Marx por el sentido que otorga al término “natural”. Marx es hombre de su época, por ende, difícilmente podría haber comprendido, como en la actualidad, el sentido cultural de “naturaleza”, sus implicancias políticas y económicas.

[16] Jo. 14, 6.

[17] Corominas Joan, Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, 8ª reimpresión, 3ª edición, Editorial Gredos, Madrid, 1997, p. 226.

[18] Immanuel Kant, ¿Qué es la ilustración? <www.biblioteca.net> (consulta: 2 de abril de 2008)

[19] “Jamás hay que olvidar que la ‘Aufklärung’  es un evento o un conjunto de eventos y de procesos históricos complejos, que se ubican en un cierto momento del desarrollo de las sociedades europeas.” Michel Foucault, ¿Qué es la ilustración? < www.biblioteca.net>  (consulta: 2 de abril de 2008) El periódico alemán Berlinische Monatschrift publicó, en noviembre de 1784, el escrito de Kant ¿Was ist Aufklärung? Foucault, con el mismo nombre, hace un análisis del mismo.

[20] Repulsa a los economistas del establishment relacionar ética con economía.

[21] Ministerio de Educación, Gobierno de España, Contenidos de historia de 2º bachillerato

< www.educacion.es >  (consulta: 28 de febrero de 2010)

[22] Formulo esta apreciación aunque se hablare de luchas por la emancipación, pues esta última lograda hace a un estado de derecho, mientras que la liberación es un proceso histórico, nunca acabado, que siempre requiere de nuevos avatares, en distintos tiempos, en diferentes contextos.

[23] Evangelio según San Juan, Jo 14, 6.

[24] Utilizo dicho término en el sentido perverso del terrorismo de Estado, como opuesto a la vida.

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Del Programa Sintético al Programa Analítico. El corazón de la NEM

Por: Abelardo Carro Nava

 

«En sentido estricto pienso que, entre el Programa Sintético y el Programa Analítico se encuentra el corazón de la Nueva Escuela Mexicana.»

Después de algunas décadas en que los planes de estudio completamente prescriptivos marcaron la ruta del quehacer educativo y docente en las escuelas, estamos en la antesala de la aplicación de un Plan de Estudio (el 2022) que, de cierta forma, busca superar la idea de que todo lo que deba ser enseñado en los planteles escolares deba ser de la misma forma y, tal vez, con el mismo criterio porque, con ello, supuestamente se lograrían los aprendizajes esperados. Así sucedió en el 2011 y su consecuente Plan de Estudio que, bajo un enfoque basado en competencias, dichos aprendizajes esperados se volvieron pieza medular para la generación del conocimiento debido a que éstos eran (aún lo son) el punto de partida para la enseñanza. De igual manera sucedió en el 2017 con el Plan de Estudio que, bajo un enfoque competencial, los aprendizajes clave colocaron a las competencias como el punto de llegada porque, después de haber transcurrido tan solo 6 años de la implementación del 2011, alguien determinó así debería ser y no de otra manera.

En medio de este asunto, el tema de la calidad educativa y su consecuente evaluación, puso en el centro la medición de los aprendizajes de las niñas, niños y adolescentes (NNA) a través de exámenes estandarizados; cómo olvidar la prueba del Programa Internacional para la Evaluación de los Estudiantes (PISA) o la Evaluación Nacional de Logros Académicos en Centros Escolares (ENLACE), o también, el examen que se desprendía del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (PLANEA); pruebas o exámenes estandarizados que, indudablemente, buscaban medir la idoneidad de un estudiante para “enfrentar” los retos del mundo contemporáneo; esto sin considerar que, por ejemplo, las diferencias socioeconómicas, culturales o familiares de los NNA influían e influyen en la adquisición de dicho aprendizaje, sin olvidar las prácticas de enseñanza y, desde luego, todo lo que ocurre en la escuela.

Se evaluaba parejo, no había de otra y, por supuesto, los números, los datos, las estadísticas, redujeron un proceso de evaluación de tal envergadura a una simple y llana mirada cuantitativa sin que lo cualitativo fuera tomado en cuenta. Ello podría explicar ¿por qué el maestro o la maestra tenía que enseñar tal contenido porque no había de otra? Ello podría explicar, ¿por qué la existencia de un Plan de Estudio completamente prescriptivo en las escuelas se convirtió en la “piedra angular” que determinaba la generación de conocimiento? Entonces, ¿no había otra forma de concebir la enseñanza y el aprendizaje que considerara las diferencias o las diversidades claramente manifiestan en un país tan diverso como el nuestro?

Hace unos meses, la sociedad y el magisterio mexicano conoció la propuesta curricular de este sexenio. Insisto, una propuesta que busca superar esa mirada prescriptiva señalada en los párrafos que anteceden a este. Cierto, el propio Gobierno Federal y la Secretaría de Educación Pública (SEP), incluyendo a los distintos funcionarios que han ocupado un lugar en estos espacios, han fracasado en la forma en que pudieron comunicar lo que pretendía (y pretende) este Plan de Estudio. Vaya, quién no recuerda el penoso momento que vivió la Secretaria de Educación frente al cuestionamiento que le formuló una reportera porque, sencillamente, no pudo responderlo dado que no conocía sobre el tema, aunque hubiera tenido formación en la docencia. O toda la serie de penosas y lamentables filtraciones que han sido la marca y/o sello distintivo de esta SEP y de sus propios funcionarios. Y qué decir de la paupérrima formación continua que se le ha brindado al magisterio en los Consejos Técnicos Escolares (CTE), ya no solo en términos de un Plan de Estudio, sino de todo aquello que significa una formación docente para la transformación de su quehacer y de su entorno. Y bueno, ni mencionar el penoso y lamentable protagonismo de un director de materiales educativos que, bajo una supuesta emancipación y una verborrea empobrecida por su falta de congruencia ideológica, “pelea” con todo el mundo que piensa y se expresa diferente a él porque, supongo, su concepción limitada le permite entender que el pensamiento crítico debe ser lo que él concibe como pensamiento crítico y no otro. En fin.

En medio de todo este asunto, algo ha venido sucediendo en las escuelas – más no en todo el Sistema Educativo “burocratizante” como bien podríamos definirlo –, desde luego, desde que los CTE modificaron la forma en la que deberían ser trabajados para dar paso a la construcción de lo que se denominó Programa Analítico a partir de los Programas Sintéticos. Muchos, pero muchos colectivos docentes comenzaron a organizarse en estos espacios para: conocer la propuesta curricular, construir formas de trabajo conjuntas, diseñar algunos formatos que les permitieran sistematizar las ideas, identificar las problemáticas del entorno y de la propia escuela – ya no como una tarea sin sentido – que inciden en los aprendizajes, revisar y retroalimentar sus propias construcciones, realizar las modificaciones a partir de la revisión de distintos materiales, etc.

Es cierto, ojalá lo señalado en el párrafo anterior fuera el común en todos los centros escolares a lo largo y ancho de la República Mexicana; desafortunadamente no es así porque, como se sabe, no todos los colectivos docentes están avanzando al mismo ritmo o con las nociones claras de lo que se puede hacer para contar con programas analíticos que les permitan adentrarse al plano didáctico, relacionado el abordaje de los contenidos una vez que se haya hecho: 1. El análisis del contexto socioeducativo para problematizar la realidad del entorno y la escuela, 2. La contextualización para analizar los programas sintéticos, grados-fases, estrategias nacionales (para el tratamiento de los contenidos de aprendizaje), pero también, para construir y seleccionar situaciones problema, para elegir la metodología a emplear (ABP, STEAM, EG, etc.), 3. El diseño para incorporar contenidos locales que no contemplan los programas sintéticos porque son propios de los contextos tan diversos en los que encuentra los NNA y maestras y maestros, pero también, valorar la pertinencia de dichos contenidos puesto que, como tales, deben responder a las necesidades específicas de la escuela, y 4. Finalmente, lo Didáctico, para que más allá de seleccionar un formato que puede, de nueva cuenta, burocratizar la enseñanza, la maestra o maestro pueda estructurar una planeación didáctica que le permita desarrollar su actividad sin esa prescripción contenida en los Planes de Estudio 2011 y 2017, pero también, para tener la capacidad, autoridad o autonomía para decidir lo que tenga que decidir en el aula y en la escuela porque es un profesional de la educación que, estoy seguro, puede con el reto que se le ponga enfrente, de ahí que sea importante que, por ejemplo, el libro de texto sea solo uno de los tantos recursos que pueda emplear para propiciar el aprendizaje de sus niños, y no el único. En fin

En sentido estricto pienso que, entre el Programa Sintético y el Programa Analítico se encuentra el corazón de la Nueva Escuela Mexicana; por supuesto, las maestras y maestros son una pieza clave en este proceso, pero, desafortunadamente, ni en este ni en otros sexenios han sido valorados como debieran. Hoy, por ejemplo, el profesorado mexicano sigue construyendo un Programa Analítico sin contar con los Programas Sintéticos definitivos y, mucho menos, con libros de texto concluidos. Hoy, por ejemplo, ha buscado la manera cubrir las deficiencias de una formación continua que por años se ha limitado a imponer un carácter instrumentalista, remedial y carencial. Hoy, por hoy, por ejemplo, hay colectivos docentes que han intentado cambiar “el chip” que por décadas les fue impuesto desde la centralidad y, por tanto, comienzan a elaborar sus propios productos sin la pesadez y rigidez administrativa que desde el centro y las periferias se establece o establecía. ¿Podrá la SEP estar a la altura de estas maestras y maestros que, si usted lo piensa bien, por décadas han sido maniatados por las prescripciones y las autoridades educativas que “todo lo saben y todo lo pueden”?, ¿podrán las maestras y maestros apropiarse de esa autonomía profesional, de la que tanto pregonan las autoridades que les han brindado, para formular sus propias propuestas alternativas que permitan mejorar su quehacer profesional en las escuelas?

Entonces, si consideramos que una pieza clave en el corazón de las NEM son las maestras y los maestros, ¿por qué colocar en un pedestal a quienes han visto de la educación un negocio para vivir del magisterio? Para nadie es desconocido que, hoy día, hay quienes venden, por ejemplo, cursos y manuales para la elaboración de un Programa Analítico; vaya, presentan tales esquemas instruccionales como productos que fueron elaborados a partir del trabajo que vienen realizando maestras y maestros en las escuelas, lo cual me lleva a pensar que, si el trabajo de los docentes son los que toman como referente para vender sus cursos y/o manuales, ¿por qué se vende o por qué se lucra con su conocimiento?, ¿hasta cuándo el o los docentes se darán cuenta de que son profesionales de la educación y, por tanto, su trabajo es importante porque saben y han podido hacerlo a pesar de las incompetencias de los gobiernos?

Desde luego, pienso que una ayuda o apoyo nunca está demás; a lo largo de estos años he aprendido de diferentes profesionales en su quehacer como Patricia Frola, Jesús Velázquez o Laura Frade; también, del mismo Ángel Díaz Barriga, Rosa María Torres, Etelvina Sandoval, Frida Díaz Barriga, Silvia Schmelkes, Gunther Dietz; sin embargo, y eso lo tengo clarísimo, el principal aprendizaje lo he adquirido de mis maestros y maestras, de mis colegas y, desde luego, de mis alumnos.

¿Cuándo las maestras y maestros recuperaran el protagonismo que les fue arrebatado para impulsar sus propios proyectos educativos con la intención de transformar hacia el bien común su entorno y el de sus alumnos? La nueva propuesta curricular materializada en el Plan de Estudio 2022, con todas y cada una de las fallas que podríamos discutir interminablemente abre ese espacio, el de la autonomía profesional por años demandada por un buen sector del magisterio. La pregunta en todo caso sería: ¿las maestras y maestros harán suya esa autonomía profesional para generar sus propias propuestas de intervención o seguirán (seguiremos) esperando lo que desde el centro emane y la autoridad determine?

Fuente de la información:    https://profelandia.com

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Lirbo(PDF): Decolonialidad, emancipación y utopías en América Latina y el Caribe

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital.

Este libro es una antología que reúne textos de diferentes autores que están unidos por un oficio crítico que intenta modificar el sistema económico, político y social de una época que multiplica las formas de desigualdad, de exclusión y de injusticia. Los diferentes trabajos ponen de manifiesto el interés transformador del pensamiento social latinoamericano, mostrando tres pilares fundamentales: desmontar el andamiaje eurocéntrico de las ciencias sociales, redefinir lo universal y dotarlo de un sentido inclusivo y replantear la utopía como un puente posible entre el presente y el futuro.

Autoría: Pedro José Ortega. Leopoldo Artiles Gil. Carolina Armenteros. [Editores]

Delia Blanco. Edelyn Dorismond. Éder Lira de Souza Leão. Fernándo I. Ferrán. Fred Reno. Jean-Claude William. Marcos de Araújo Silva. Michaeline Crichlow. Nadia Yala Kisukidi. Paulo Henrique Martins. Patrice Vermeren. Patricia Northover. Stéphane Douailler. Luz María Lozano Suárez. Walter D. Mignolo. Varenka Bello. Pedro José Ortega. [Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. IGLOBAL. CUNY Dominican Studies Institute. UNESCO-París.

Año de publicación: 2023

País (es): Argentina.

ISBN: 978-987-813-302-7

Idioma: Español

Descarga: Decolonialidad, emancipación y utopías en América Latina y el Caribe

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2759&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1710

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Libro (PDF): Niñez en movimiento: del adultocentrismo a la emancipación

Por: Santiago Morales Y Gabriela Magistris

 

“Este libro es un desafío que obliga a sentir pensando y a pensar sintiendo, a mirar al mundo con la sorpresa y el espanto de quienes llegan recientemente a sus laberintos y encrucijadas, pero también desde una apuesta de vida”, afirma Claudia Korol en el prólogo de esta segunda edición. Nuestros sueños se actualizan, como una soberbia mariposa de alas anchas, cada vez que compañeras de su talla nos interpelan a seguir por el camino de revolucionar las revoluciones.

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Fuente de la información e imagen:  https://desinformemonos.org

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