Argentina/Mayo de 2017/Autores: Federico Puy y Julieta Azcarate/Fuente: La Izquierda Diario
El jueves la conducción de Eduardo López y Guillermo Parodi convocó a un plenario cerrado, sólo para delegados, luego de tres meses de comenzado el conflicto. El último plenario había sido el 22 de febrero, antes de iniciarse la lucha, y durante todo este periodo no hubo ninguna otra instancia deliberativa donde los docentes pudiéramos discutir, resolver y organizar un plan de lucha. Así las medidas fueron lanzadas por TV y Whatsapp, aunque a pesar de ello tuvieron alta participación de la docencia que demostró que estaba dispuesta a pelear contra el macrismo y sus ataques a la educación.
Muchos referentes de escuela que concurrieron al plenario con mandato de sus compañeros quedaron afuera, solo pudieron ingresar los congresales y delegados de escuelas que habían renovado mandato. El control sobre el ingreso de compañeros y compañeras fue exclusivo de la conducción, sin que los maestros pudieran conocer la nómina de ingresantes. Los congresales y delegados opositores de la Lista Marrón denunciamos el cierre del sindicato a los maestros, y sostuvimos la necesidad de discutir con el conjunto de la docencia para realmente organizar la bronca y enfrentar al Gobierno. Hubo un sector de delegados de base que desconoció este plenario cerrado e hizo pública una declaración crítica hacía los métodos de la conducción Celeste.
Mejor no hablar de ciertas cosas
El informe de la mesa de la Conducción planteó un balance “light” del conflicto excluyéndose de todo tipo de responsabilidad y sin ningún tipo de autocrítica sobre el rol que jugó en CABA, reivindicando su rol como dirección, sus métodos burocráticos y su política de tregua.
Por otra parte festejaron el triunfo de Baradel en Suteba pero nada dijeron del fracaso de su estrategia de “volver a las aulas”, luego de semanas enteras de paros y movilizaciones en una lucha enorme que aún no obtuvo ninguna conquista para los maestros y maestras. Evitaron mencionar que la izquierda mantuvo las seccionales de los principales distritos de la provincia -Tigre, Matanza, Quilmes- tal como reivindicamos desde la oposición.
Desde la opositora Lista Marrón planteamos un balance duro sobre la orientación política de la conducción Celeste, desenmascarando la relación que hubo entre los métodos burocráticos y el camino hacia donde llevaron el conflicto más grande que tuvo que enfrentar el macrismo en lo que va de su Gobierno. Denunciamos que la conducción Celeste no pretendía desarrollar ningún tipo de organización por abajo, ni potenciar la fuerza que expresaban nuestras movilizaciones y paros, sino que necesitaba «cerrar» sus discusiones internas para colaborar en preparar un gran frente peronista hacia octubre con todos los “traidores” del PJ adentro.
Además planteamos que llamaron al plenario para hacer votar toda una serie de actividades testimoniales como la marcha del 23 -superponiéndola con la convocatoria de EMVyJ contra la escalada represiva- y que van dirigidas tan sólo a desgastar al macrismo para llegar mejor a las elecciones de octubre, pero nunca pensando en imponer los reclamos de los docentes.
Es que por más que quieran ocultarla, la interna peronista y la disputa electoral nuevamente entra en el sindicato, y “pretenden usar” nuestra fuerza movilizadora para posicionarse en esa interna, mientras miles de docentes aún continúan preguntándose qué pasó con nuestra lucha.
Denunciamos que pretenden llevar nuevamente a los docentes a una marcha federal que termine con el cántico de “vamos a volver”, (como lo hicieron desde el escenario el 22/3). Cabe preguntarse ¿Volver con los diputados y senadores que le votaron más de 83 leyes al macrismo? ¿O con Abal Medina que votó junto al bloque de senadores del PJ- FpV los pliegos de los jueces del 2×1? ¿O tal vez con Scioli que semanas atrás aconsejaba a Vidal cerrar por decreto la paritaria docente en Provincia y que acaba de estar en el ojo de la tormenta por el escándalo vinculado a su doble moral en relación al tema del aborto?
En este sentido también planteamos la exigencia para que el sindicato se ponga de una vez a la cabeza de las demandas de las mujeres en un gremio donde son amplia mayoría y rompa con sus alianzas políticas y su alineamiento a las centrales sindicales para exigir lo que no quisieron hacer hacia el pasado 8 de Marzo: que se convoque a un verdadero paro nacional hacia el 3J por “Ni Una Menos” contra la violencia machista. La escalada de femicidios amerita endurecer las medidas frente a un gobierno que da la espalda al reclamo, quita de las escuelas las jornadas de educación sexual y habla de que la religión entre a las escuelas.
Una corriente clasista para pelear por un sindicato independiente de gobiernos y patrones, abierto a todos los docentes
Desde la Marrón planteamos la necesidad de pelear por poner el sindicato al servicio de los intereses y la lucha de los docentes, en forma independiente de todos los gobiernos y los partidos que defienden los intereses de las patronales, en perspectiva de un sindicato único de todos los trabajadores de la educación. Que no divida entre afiliados, no afiliados, docentes de primera o de segunda y que no vaya detrás de ninguno de los proyectos políticos ajustadores y patronales, sino que se proponga la más amplia unidad por abajo para organizar y enfrentar los ataques del Gobierno a la educación y a las condiciones laborales.
Por eso hicimos la propuesta que necesitamos delegados de escuela elegidos democráticamente por todos los docentes de cada establecimiento y que se pueda proponer cualquier compañero o compañera (afiliados a cualquier gremio o no afiliados) y poner en pie cuerpos de delegados unificados por distrito. La realizamos en oposición a la decisión política de la conducción Celeste, cuando entre los informes iniciales notifico al plenario que habían modificado el estatuto para restringir las votaciones en las escuelas. ¡Esta claro, estos dirigentes quieren delegados elegidos por pocos docentes!
Por el contrario,los docentes sabemos que para enfrentar los ataques que quieren imponernos, necesitamos de la fuerza del conjunto de la docencia, como la expresamos en las calles durante el conflicto..
Para eso necesitamos que sean delegados los compañeros más representativos de cada establecimiento, elegido por todos los compañeros sin restricciones. Tenemos que lograr la mayor participación. Por ejemplo en CABA, aproximadamente el 25/30% de los docentes están afiliados, y esto ocurre porque en las escuelas hay desconfianza en las cúpulas gremiales, nuestros compañeros sienten que no son consultados, y lamentablemente el proceso de lucha que protagonizamos les dio la razón.
Esto debemos revertirlo, impulsando la participación, sin condicionamientos previos, en las elecciones de delegados. Tenemos esa gran tarea por delante en todos los colegios.
De esta manera estaremos en mejores condiciones para defender nuestras conquistas y proponernos avanzar en objetivos superiores.
En este sentido, estas son propuestas para llevar a cada escuela que se movilizó, a cada asamblea distrital que se puso en pie: elegir democráticamente delegados. Como ya lo hicimos en el Otto Krausse e incluso en aquellos lugares con incipiente organización como el Fader donde pelearon para que los delegados sean elegidos por todos los docentes del establecimiento, al igual que en el Lola Mora, peleando por el derecho democrático para que se pueda proponer cualquier compañero o compañera (afiliados a cualquier gremio o no afiliados) y así poner en pie cuerpos de delegados unificados por distrito.
Delegados que peleen no sólo contra cada ataque del gobierno a la educación pública y sus trabajadores, sino que se propongan cambiar las condiciones de enseñanza, forjando una fuerza que muestre que para mejorar la educación es necesario trabajar y enseñar de otra manera, tal como proponen desde el Frente de Izquierda: reduciendo la jornada laboral a 6 horas, con 4 horas frente a cursos y 2 horas para capacitarse, planificar y corregir, cobrando un salario mínimo igual a la canasta familiar; y con un presupuesto que permita que ningún pibe se quede sin vacante, que las escuelas no estén superpobladas ni se caigan a pedazos y con comedores donde nuestros chicos estén bien alimentados.
Este es el camino para acabar con el ajuste de Macri y los gobernadores, y con la tregua de la burocracia sindical. Para ello es necesario combatir la idea de conformarse con la miseria de lo posible y el mal menor y elevar las aspiraciones de los trabajadores y trabajadoras demostrando que es posible luchar por cambiar la realidad. Necesitamos un gran Congreso Educativo Nacional, donde padres, docentes y estudiantes puedan definir un plan para salir de la actual crisis de la educación pública.
Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/UTE-Ctera-un-plenario-cerrado-para-no-debatir