Carlos Jorge Aguilar
Algunos docentes, de todos los niveles educativos nos han comentado que frecuentemente en sus clases, los estudiantes presentan muy bajos niveles de atención y poco interés por aprender y formarse.
Una posible explicación a lo anterior es que la generalidad de ellos enseña con responsabilidad, pero de manera tradicional, situación que no agrada a los estudiantes. El maestro expone y escribe en el pizarrón las ideas más importantes y el alumno callado toma nota, hace tareas y estudia en su casa.
Adicionalmente, la mayoría de los profesores presentan debilidades en el conocimiento, reconocimiento, regulación, control y manejo de sus emociones y la de los estudiantes, así como la dificultad en el uso en las tecnologías de la información y comunicación.
Todo ello obstaculiza la aplicación de acciones destinadas a lograr cambios en la enseñanza tradicional, por lo tanto son necesarias nuevas propuestas educativas para lograr motivar e interesar a aprender a los estudiantes del siglo XXI llamados Millennials.
En este sentido les quiero compartir un modelo de aprendizaje basado en el desarrollo de emociones sanas, que tiene por objetivo, producir reacciones en los estudiantes que activen la aparición de conductas motivacionales para favorecer la creatividad y el desarrollo de aprendizajes significativos.
Se apoya en el uso permanente de teléfonos celulares, tablets o computadores personales conectados a Internet. La estrategia consiste en aprovechar el interés de los estudiantes al hecho de estar constantemente conectados a la web, para resolver un problema relacionado con la asignatura que están cursando dentro del propio salón de clases o fuera de él.
El proceso de aprendizaje se inicia con un activador emocional que permite captar la atención de los estudiantes y generar una reacción capaz de poner en marcha todo un proceso creativo interno para solucionar un problema y alcanzar los aprendizajes significativos. Se centra en la creación de ambientes innovadores, activadores de sinapsis en la mente de los estudiantes y de aprendizajes significativos.
En este proceso de aprendizaje emocionalmente sano se consideran categorías psicopedagógicas como el diseño o planeación didáctica, el diseño emocional que fomente el trabajo en equipo, con el uso de las tecnologías de la informática y la comunicación y las tecnologías del aprendizaje y el conocimiento, la competencia docente con dominio de la asignatura y la gestión emocional, que activa el interés por resolver los desafíos emocionales, la calidad del aprendizaje significativo y la evaluación.
Éste es el futuro de la enseñanza-aprendizaje en las escuelas de México, por encima de reformas educativas.
Fuente del articulo: https://www.diariodexalapa.com.mx/columna/aprendizajes-emocionalmente-sanos
Fuente de la imagen: https://cambiemoslaeducacion.files.wordpress.com/2015/04/nic3b