Por: José Blanco
A partir de julio de 2018, debido a la acción de Morena y su dirigente histórico –que alcanzó la cabeza del Poder Ejecutivo–, se inició la configuración de una franja social políticamente favorable al programa de la cuarta transformación de la vida económica y política de México (4T). En los hechos, el proceso de esa conformación social había empezado antes, pero su realidad político-electoral se hizo visible entonces. Esa franja social comprende hoy a la mayoría de la población mexicana. Dentro de esa franja está la gran mayoría de los históricamente excluidos.
Los partidos derrotados y su ejército de intelectuales y voceros no admitieron su derrota; menos aún admiten que el programa de la 4T, bajo sus propios criterios e ideas políticas, haya iniciado su implantación social, política y económica, y esté en pleno desarrollo. Ese programa y sus criterios e ideas políticas son vistos como un absurdo sin pies ni cabeza. Ven a cada paso decisiones autoritarias
y resoluciones inconsultas. Genera exasperación que el programa de la 4T esté respaldado por una mayoría que probablemente va a crecer en 2024: la revolución de las conciencias avanza y no pierde de vista que el bloque político de la oposición incluye no sólo a la casi totalidad del poder mediático, sino del modo más militante y arbitrario que nunca al Poder Judicial con la Suprema Corte a la cabeza.
Son los nuevos liberales de hoy, contra la 4T. Unos que son, en su realidad efectiva, neo-liberales. Decenas de filósofos, economistas y juristas, desde la Ilustración, han pensado el liberalismo. De Hobbes y Locke a Rawls, o de Montesquieu y Jefferson a Hayek, la libertad ha sido pensada de mil modos. De esa vasta diversidad acabó triunfando el pensamiento de Friedrich von Hayek, la sociedad Mont Pèlerin, y Milton Friedman y los Chicago Boys. Cada gobierno y los partidos dominantes por el mundo harían su propia adaptación de los principios bárbaramente individualistas de la doctrina neoliberal. El individuo y los derechos individuales fueron llevados a los extremos sanguinarios que en todas partes dan lugar a la inmensa desigualdad y la exclusión perversa presentes en la actualidad. Las olas de gobiernos progresistas en América Latina han estado a la búsqueda de las condiciones para remontar los brutales destrozos de los gobiernos neoliberales. Eso busca el programa de la 4T.
De la primacía absoluta del individuo nació la primacía de la iniciativa privada
, la vía libre a los empresarios y la exaltación de éstos como dioses soberbios. De ahí nació la privatización de los bienes públicos y, también como derecho del más fuerte, la más rapaz corrupción. Eliminar de México toda esa basura, es tarea que se ha propuesto la 4T.
No es tan difícil comprender que no puede haber entendimiento entre las ideas, criterios y principios de la 4T, y los actores que en el pasado neoliberal predominaron. Las decisiones políticas y de gobierno les resultan inconsultas a los actores del pasado porque efectivamente no son consultadas con ellos, sino con quienes estén dispuestos a eliminar el pasado neoliberal de todos los campos: la educación, la salud, los modos de enfrentar la pobreza y la desigualdad.
De otra parte, es indispensable evaluar los programas de la 4T y mejorarlos para volver más eficientes las vías de alcanzar sus objetivos. La pobreza ha disminuido, pero tenemos aún un mar de pobreza: 37.7 millones. La igualdad frente a le ley, principio liberal a toda costa, debe ser confrontada con la marcha efectiva de la realidad social y económica de todos. En materia de justicia social, la igualdad socioeconómica como propósito debe suplir al criterio de igualdad frente a la ley. El trato igual a desiguales es desigual. Es el caso de los programas sociales universales como la Pensión para el bienestar de los adultos mayores: su punto de partida es la igualdad de todos frente a la ley: todos tienen el mismo derecho. Pero ocurre que el mayor número de adultos mayores está en los deciles nueve y 10 (altos ingresos); este sector recibe su pensión, sin necesitarla. Los recursos destinados a la pensión de ese sector podrían haber sido dedicados a bajar no la proporción, sino el número de pobres. Cada programa social debe ser revisado con esa lupa.
Hoy existe el derecho universal a la salud que comprende todas las enfermedades, pero su organización aún está construyéndose; los del pasado crearon un seguro popular
para un grupo reducido de enfermedades. Todos los que quisieran podían tener una credencial y eso ahora es contado como acceso universal
. Los libros de texto gratuitos evitan el criterio neoliberal de poner en el centro de la educación el desarrollo y la competencia laboral
, tal como dice la gobernadora de Aguascalientes. El ruido neoliberal actual proviene del cambio de enfoque: de la enseñanza por disciplinas, a un método centrado en problemas. Está vigente en muchos países y se ha probado también en México. Pero hay que golpear, no tiene más la oposición.
Fuente de la información: https://www.jornada.com.mx