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Javier Milei desde el 10 de diciembre de 2023 será el nuevo presidente de la Argentina. Le ganó a Sergio Massa el ballotage por 55,7 % a 44,3 %. Y la pregunta (muchas, por cierto) es cómo leer la victoria electoral de quien se presenta como “libertario” y seguidor de Von Hayek.
Raro que un cuestionador nato de la “casta política” y el “Estado” pase ahora ser Jefe de Estado nacional. ¿Qué pretende este personaje fabricado sin recorrido político tradicional que salta al escenario central a los gritos, despeinado, con una motosierra en la mano, maltratando a mujeres y periodistas y teniendo como vicepresidenta a Victoria Villarruel, activa defensora del genocidio de la última dictadura cívico militar?
En su plataforma política y sus primeras palabras tras el triunfo eleccionario hay mucho para pensar: “Las definiciones de Javier Milei: dólar, privatizaciones y represión. Lejos de suavizar su discurso, el libertario ratificó los planes que mostró durante la campaña. “Todo lo que pueda estar en las manos del sector privado, va a estar en las manos del sector privado”, dijo en tono menemista. Prometió reprimir los piquetes y confirmó que buscará dolarizar la economía y cerrar el Banco Central”, señala Página 12 en uno de sus artículos del 20 de diciembre. Y para despejar dudas La Nación (diario que apoyó a Patricia Bullrich como candidata presidencial) subraya: “Javier Milei Presidente: ganó por 11 puntos y prometió “cambios drásticos, sin gradualismo” (20/11/2023).
A 40 años del retorno de la democracia en Argentina y 50 años del golpe militar contra Salvador Allende parece haber un cruce de caminos: las democracias constitucionales y su régimen de partidos van concluyendo en democracias liberales con grandes rasgos de neofascismos, genocidios de por medio. E insistimos, cómo leer la victoria electoral de quien se presenta como “libertario” y seguidor de Von Hayek. ¿Cuánta responsabilidad hay de los gobiernos “progresistas” en que hoy flamee la peluca de Milei y sus gritos agencien el malestar/padecer de los argentinos/as, desde los más empobrecidos hasta los más pudientes?
En lo que respecta a nuestra mayor formación y comprensión el triunfo de Javier Milei también es un analizador de la degradación del sistema educativo nacional, el que mentado por un seudo progresismo (https://rebelion.org/la-educacion-en-los-90/) con la anuencia de la cúpula sindical docente, y al servicio de las corporaciones: hizo de los alumnos y los docentes una relación pedagógica y psicosocial del como sí, donde se vaciaron los contenidos, las ciencias y los conocimientos pasaron/pasan a un cuarto plano, se otorgan títulos al modo dos por tres, y sobre todo no nos damos la urgente tarea de pensar la relación fundante entre las condiciones concretas de existencia y el aprendizaje tal como emerge en las escuelas.
El Crimen Educativo es un libro del 2012, y en él anticipaba lo que Milei va hacer de la educación como resultado de un proceso desde 1976 (u antes): una jefatura del Capital Humano (la licenciada en Ciencias de la Familia Sandra Pettovello va ser Ministra de Capital Humano), tal lo propuso Theodore Schultz. O sea, por ejemplo: vale más la ropa que lleva un ser humano que lo que piensa, siente y hace esa persona.
Da tristeza saber que los docentes -ahora facilitadores- hemos contribuido (nos condujeron a ello) a que desde 1983 los sucesivos estudiantes no logren distinguir qué diferencia hay entre el capital, el Estado, los gobiernos, las clases sociales, el poder y los derechos y luchas de los trabajadores. Y sobre todo, tristeza porque para comprender estas diferencias hay que simplemente leer, leer, estudiar, estudiar…y ya los/as laburantes y estudiantes no leen, solo posan sus ojos sobre las pantallas y vuelcan su ira en las redes sociales.
En síntesis, el triunfo de Javier Milei es la expresión y consolidación del crimen educativo, es el resumen de lo que pretenden los burgueses de nosotros: que sepamos leer publicidades en las pantallas, pero no ser seres cultos capaces que esa cultura resulte otro tipo de organización social no basada en la mercancía y la explotación del trabajador. Milei es el triunfo de hacer de nosotros una cosa que se vende y ofrece al precio más bajo. Y a eso le llama «la libertad avanza».
A pelearla: en primer lugar contra el sentido común que hoy festeja que su amo lo golpee con un látigo hasta que desenfunde la 45…
Milei, el «loco» de la motosierra como expresión del «crimen educativo»