Noticia / 12 de junio de 2016/ Por: El mundo.es
Orlando ha vivido dos jornadas trágicas. No habían terminado de llorar la muerte de la cantante Christina Grimmie, asesinada mientras firmaba autógrafos a sus fans, cuando un nuevo ataque ha vuelto a golpear a los habitantes de esta ciudad norteamericana. Se trata de la mayor matanza por arma de fuego en Estados Unidos hasta la fecha.
Tan sólo seis kilómetros separan el teatro donde la joven artista ofreció su último concierto del club nocturno Pulse, un local frecuentado por homosexuales, en el que al menos 50 personas perdieron la vida y 53 resultaron heridas en un tiroteoocurrido en el interior de esta sala de fiestas. Muchos de los heridos continúan «en estado crítico», según los servicios de emergencias.
Según la cadena CBS, el agresor ha sido identificado por las autoridades como Omar Mir S. Mateen, un ciudadano residente en el condado de Port St. Lucie (Florida), pero de padres afganos.
Las autoridades estadounidenses advierten que no se pueden establecer aún ninguna conexión entre el tiroteo y Estado Islámico ni ningún otro grupo terrorista extranjero. Según la CNN, sin embargo, el FBI tenía a Omar Mateen en el punto de mira junto a cientos de presuntos seguidores del autoproclamado Estado islámico. Un investigador del FBI dijo en Orlando a los medios que hay indicios para pensar que seguía una determinada ideología, pero no pudo confirmarlo.
Un rifle y «un dispositivo» no identificado
El tirador, que murió en el intercambio de disparos con la Policía, llevaba una pistola y un arma tipo rifle, según detalló el jefe de policía de Orlando, John Mina. También añadió que el tirador portaba «un dispositivo», aunque no ha precisado las características. Agentes del FBI y de otras unidades están limpiando los alrededores del Pulse en busca de otros dispositivos.
Dada la magnitud de la tragedia, el alcalde de Orlando, Buddy Dyer, explicó que ha solicitado al gobernador de Florida que declare el estado de emergencia en Orlando. Sin embargo, las autoridades apuntan a un «lobo solitario y se muestran«convencidos de que no hay ninguna amenaza más», en palabras de un portavoz del FBI.
Los hechos se produjeron alrededor de las 2.00 horas, hora local (06.00 GMT). Un policía que trabajaba como guardia de seguridad en el club sorprendió a un hombre con «dos armas de fuego y una suerte de artefacto». El sospechoso y el agente intercambiaron varios disparos y el agresor de atrincheró con varios rehenes en el local.
«Manténgase alejados»
Fue entonces cuando el club Pulse decidió publicar en su pagina de Facebookmensaje en el que pedía que todo el mundo saliera del local y corriera.
Rosie Feba, una testigo del ataque, que logró escapar del club junto a su novia, explicó que el tiroteo comenzó cerca de la hora del cierre. «Ella me dijo que alguien estaba disparando. Todo el mundo se tiró al suelo. Al principio pensé que no era real. Pensaba que era parte de la música hasta que vi su pistola», agregó.
Hacia las 5.00 horas -hora local-, según ha detallado Mina en una rueda de prensa, los agentes tomaron «la decisión de rescatar a los rehenes». Al menos 30 personas fueron liberadas, después de que un equipo de los SWAT irrumpiera en el local con un vehículo blindado, se produjeran dos explosiones controladas y nueve agentes se introdujeran en el club. «Hicieron un gran trabajo», subrayó Mina.
Un agente herido
«Al menos nueve agentes estuvieron implicados en el tiroteo y uno resultó herido, aunque el casco (de fibra sintética) que llevaba le salvó su vida», explicó Mina, que recalcó que el supuesto tirador estaba «organizado y bien preparado».
El tiroteo está siendo investigado como un acto de terrorismo. El FBI analiza si el sospechoso podría tener alguna » inclinación» por el terrorismo islamista.
El sheriff del Condado Jerry Demings señaló que el incidente podría clasificarse de «terrorismo doméstico». Sin embargo, el agente del FBI Ron Hopper apuntó que están estudiando «todos los ángulos» y que el agresor estaba «bien preparado y organizado».
El alcalde de la localidad, Buddy Dyer, trató de calmar los ánimos y afirmó que Orlando es una comunidad «fuerte» y que «se ayudarán los unos a los otros para superar» estas tragedias.
Éste es el segundo ataque en la ciudad en poco más de 24 horas, después de que la cantante Christina Grimmie fuera asesinada el viernes por un hombre que la disparó tras un concierto.
Las armas de fuego fueron usadas en 11.200 asesinatos en 2013 en Estados Unidos,pero hasta ahora no han llevado a la adopción de medidas efectivas para limitar su uso en un país donde el derecho a portar armas está protegido por la Segunda Enmienda de la Constitución.
Fuente: http://www.elmundo.es/america/2016/06/12/575d16f5268e3e291e8b45e1.html
Foto: http://ep01.epimg.net/internacional/imagenes/2016/06/12/actualidad/1465717811_688793_1465726592_noticia_normal.jpg