Por: Karina Sainz Borgo
La legislatura que quedó relevada el sábado pasado con la investidura de Mariano Rajoy ha sido de las más duras en lo que a Educación y Cultura respecta, comenzando por la desaparición del rango ministerial de esta última hasta la aprobación de una reforma en la ley de Educación que ha puesto en pie de guerra a estudiantes y profesores. Es bastante problemática la herencia recibida por los años de fuego de José Ignacio Wert y algunas decisiones puestas en marcha por su predecesor, Íñigo Méndez de Vigo, un hombre algo más dialogante y razonable pero no por ello menos polémico en su labor al frente del Ministro de Educación, Cultura y Deportes. ¿Cuáles son los temas más importantes que debe atender quien asuma ahora el despacho? ¿En qué orden y con qué urgencia?
El tema prioritario, sin duda, es el Gran Pacto por la Educación, sin embargo no es el único que apremia. En cinco años ha pasado de todo. Cuando en 2011 comenzó la legislatura, todos daban por hecho que José María Lassalle, diputado popular por Cantabria y portavoz de Cultura, ocuparía el ministerio que la socialista Ángeles González-Sinde dejaba con varios temas por resolver. Pero llegó el momento de formar gobierno y todo cambió. El ministerio se transformó en una secretaría dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes para el que fue elegido José Ignacio Wert, alguien cuyo estilo directo alimentó una fuerte tensión con el sector. No fueron pocos los desencuentros que tuvieron algunas instituciones con el predecesor de Íñigo Méndez de Vigo: recortes presupuestarios de proporciones ciclópeas –de hasta cuatro y cinco veces menos dotación-; una absoluta incomunicación entre Cultura y Hacienda, un hecho que el sector pagó con un precio altísimo: el gravamen del 21% para el cine y el teatro; la ruptura del tejido empresarial cultural; la precarización de los empleos asociados a esas industrias… La crisis pegó con una fuerza inusitada a un sector que no tenía nada para guarecerse. Nada.
Tanto José Ignacio Wert y José María Lassalle –en la primera etapa de la legistatura- como Íñigo Méndez de Vigo después no sólo no impulsaron las que habían sido sus promesas electorales, sino que afearon y minusvaloraron temas esenciales como la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual e incluso aquellas que habían sido sus grandes bazas, una de ellas, la Ley de Mecenazgo, que terminó malamente embutida como un injerto en la reforma fiscal impulsada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Entonces, qué urge, a qué debe ponerse cuanto antes la persona elegida para asumir el ministerio de Educación, Cultura y Deportes. Con que se vuelque en estos diez temas, ya tiene para rato.
Educación, cuando antes mejor. El asunto más urgente que enfrenta el nuevo gobierno es el llamado gran Pacto por la Educación. Será ahí donde el gobierno de los populares tendrá que demostrar su capacidad de consenso con los grupos políticos y la sociedad civil organizada. Tendrán que sentarse a discutir y revisar el contenido de las nuevas reválidas, cuya aprobación ha puesto en pie de guerra tanto a estudiantes como docentes. Luego de que Mariano Rajoy anunciara su intención de paralizar el efecto académico de estas pruebas de evaluación de la Lomce, el siguiente paso será la creación de una Subcomisión parlamentaria en el Congreso de los Diputados. En ella está previsto que los cuatro grandes partidos (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) sean capaces de encausar la creación y una agenda para Subcomisión que debe diseñar estos lineamientos. A pesar de que la Cultura aporta cerca de 3% del PIB y que temas Propiedad Intelectual. La reforma de la ley que contempla y rige la protección de los derechos de Propiedad Intelectual fue polémica desde su anteproyecto. La crítica más patente era la poca eficacia de la lucha contra la piratería; la prolongación del pago de la compensación por copia privada que sustituyó al antiguo canon digital, con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. En los días previos a su aprobación, la Asociación para el desarrollo de la Propiedad Intelectual 8Adepi) en un texto conciso y contundente, aseguró: “Ni la reforma de la compensación por copia privada ni las propuestas antipiratería son acertadas, porque ni compensan con justicia ni protegen con eficacia”. En un país en el que se pierden 1.669 millones de euros al año por acción de la piratería, la Ley de Propiedad Intelectual que entró en vigor el 1 de enero de 2015 no consiguió si quiera afilar las lanzas para luchar contra ella. E incluso, consiguió algo mucho peor: levantar desconfianza y suspicacia. Así lo demostró, la Federación Internacional de Entidades de Gestión de Derechos de Reproducción, que agrupa a 144 organismos de 79 países, cuando acusó a España de discriminar a los autores y editores frente a los demás países europeos. La guinda sobre el pastel fue la que confirmó la sentencia del Tribunal Europeo, la reforma no cumple con la legalidad comunitaria, algo de lo que ya había sido advertido el Ejecutivo por el Consejo de Consumidores y Usuarios, por el Consejo General del Poder Judicial y, sobre todo, por su máximo órgano consultivo, el Consejo de Estado.
Ley de Mecenazgo. Fue el gran desaire para un sector que, una vez que había atravesado por el largo desierto de los recortes, esperaba al menos el vaso de agua de una legislación que le permitiera conseguir vías alternativas para financiarse. La Ley de Mecenazgo sin embargo no llegó siquiera a Ley, ya que quedó incluida aquella reforma ejecutada por Montoro en el año 2014. Algunas de las medidas contempladas fueron: en el ámbito del IRPF, esta incrementó los porcentajes de deducción general del 25 al 30% con efectos desde el ejercicio 2016; decía incentivar el micro mecenazgo a partir de dos tramos de deducción en el IRPF: los primeros 150 euros se aplica un tipo del 75% y en los restantes un tipo general del 30%. Se contempló además beneficiarios una bonificación adicional de 5 puntos hasta el 40%. Las Artes Escénicas y la Música tenían acceso a una deducción del 20% de los gastos realizados en la producción y exhibición de espectáculos en vivo de artes escénicas y musicales. En el caso de la Cinematografía y el Audiovisual, el proyecto incluía una deducción del 20% para el primer millón de inversión y del 18% para el los siguientes. A eso se sumaba una deducción para atraer rodajes del 15% de los gastos realizados en España por grandes producciones extranjeras, con un mínimo de gasto de 1 millón y un límite de la deducción de 2,5 millones por cada producción. La realidad de aquel paquete fragmentario de medidas quedaba muy por debajo de las expectativas de quienes esperaban un mayor rango de exenciones y gravámenes que permitieran a las industrias culturales españolas ser más competitivas. Las exenciones al cine se esperaba que llegaran al 30%, tal y como se había manifestado en repetidas ocasiones. Pero estas quedaron en el 20%.
IVA del 21%. Se trata del impuesto que grava el consumo de determinados bienes culturales y que ha desatado una verdadera guerra entre el Gobierno de Rajoy y el sector desde que en 2012 este pasara del 8% al 21%.La medida se hizo extensiva concretamente al cine y el teatro, que resintieron en taquilla el efecto que eso produjo sobre un consumo ya golpeado por la enorme crisis económica. Esa modificación convirtió el IVA Cultural de España en el más alto de toda Europa, por delante de Alemania (7%), Francia (5,5%),Finlandia (10%), Italia (10%) y Portugal (13%). Hay quienes se indignan porque creadores y empresarios culturales ejercen presión para que este IVA bajase hasta 10%; otros se indignan, también, porque les parece absurdo que la actividad creadora –cine, teatro, música en vivo- sea objeto de cualquier consideración fiscal. Primero que rebajen el IVA de las peluquerías, los yogures y el pan, dicen quienes ven en la cultura un elemento superfluo y accesorio, cuando en realidad aporta al PIB español 3,5%.
Daños por sectores. El teatro fue justamente el sector más perjudicado por el IVA del 21%. Aunque el gobierno de los populares sacó pecho en los Presupuestos Generales del Estado pasados con mayor dotación -la subida fue del 53% (de 37,76 millones a 58,01)-, también cierto que tan sólo en 2013, éste se contrajo un 15%, además de la caída acumulada de taquilla del 40% en los últimos cuatro años. Los galeristas también vieron aparecer una pálida zanahoria que les dejó, sin embargo, frustrados y sin ventas y les dejó un buen palazo en las arcas. La medida de aplicar el tipo reducido de IVA (10%) a la venta de obras de artistas, tanto si lo hacen directamente con el cliente como si la compraventa se desarrolla con la intermediación de una galería, no los ayudaba a ellos sino a los artistas. ¿Dónde estaba el engaño? Si la obra que se vende es propiedad de una galería, el IVA que se aplicará a la transacción será el general, situado en el 21%. Es decir: con respecto al tipo original con el que tributaban los galeristas no sufren ninguna rebaja.
Escritores y creadores. La reforma de la Ley de Pensiones aprobada en 2013 comenzó a pasar factura, probablemente a quienes menos correspondiese. Según el texto aprobado y vigente desde hace 18 meses, los escritores están obligados a elegir entre dos derechos: el que tienen como autores de una obra y aquel que les corresponde como ciudadanos, su jubilación. No pueden cobrar ambos a la vez. Si esta legislación hubiese existido en 2006, cuando Álvaro Pombo ganó el Planeta (dotado de 601.000 euros), el autor de La Fortuna de Matilde Turpín –que tenía entonces 67- podría haberse despedido de la pensión (además de 270.000 euros que debía pagar a Hacienda por el premio). Al menos eso es lo que se desprende de la interpretación de la ley, según la cual un escritor debe renunciar al cobro de su pensión si sus ingresos profesionales superan el salario mínimo anual (9.172,80 euros). Eso abarca charlas, premios y conferencias y por supuesto derechos de autor, incluyendo el de las obras escritas antes de jubilarse. Este tema, que tiene en pie de guerra al sector, también debe ser revisado.
Tomado de: http://www.vozpopuli.com/cultura/enfrentar-Ministerio-Educacion-Cultura-Deportes_0_967703552.html