Roberto Rodríguez
Los últimos dos años han resultado muy movidos en el corporativo de universidades privadas Laureate Education. La firma, como se sabe, es el principal proveedor transnacional de servicios de educación superior privada. En la actualidad concentra más de ochenta universidades en una treintena de países, con más de doscientos campus en total, y una matrícula superior al millón de estudiantes. Según la empresa, en la última década el promedio de crecimiento anual de matrícula ha superado el diez por ciento, y el correlativo incremento de las ganancias ha sido superior a doce por ciento anual. En el último ejercicio contable se reportaron ingresos de aproximadamente mil millones de dólares, y un activo total de más de 7.7 miles de millones de dólares. Esta última cifra significa que Laureate Education Inc. ha superado a cualquier otra institución o consorcio dedicado al negocio de la educación superior con fines lucrativos.
Laureate controla en México dos bloques de universidades privadas: la Universidad del Valle de México, adquirida en el año 2000, una de las primeras incursiones del corporativo en el mercado internacional, que cuenta con más de cien mil estudiantes en programas de bachillerato, licenciatura y posgrado, y la Universidad Tecnológica de México (UNITEC) comprada en 2008. La matrícula de UNITEC, en programas de bachillerato, licenciatura y posgrado, supera la cifra de cincuenta mil estudiantes, lo que aunado al alumnado de la UVM hacen del grupo la oferta de educación superior privada de mayor tamaño en el país.
Antes de la operación UNITEC, Laureate había comprado en 2007, por intermedio de la UVM, la Universidad del Desarrollo Profesional (UNIDEP), con sede en Hermosillo e instalaciones en varias ciudades del Norte. Pero a principios de 2013, por razones no declaradas, la firma decidió vender esa universidad al grupo mexicano Nacer Global, comandado por Jorge Nacer Gobera, propietario a su vez de, entre otras empresas, las universidades ICEL, Univer, Lucerna, Lamar, de Ecatepec, así como del Colegio Morelos. Según el informe rendido en 2015 por Laureate a la Comisión Nacional del Mercado de Valores de Estados Unidos (SAC por sus siglas en inglés), disponible en la página web de la Comisión, la venta fue equivalente a 40.6 millones de dólares, lo que reportó, aclara el informe, una ganancia de más de cuatro millones de dólares sobre el precio de compra, impuestos descontados.
En 2007, a la vista de resultados inferiores a los esperados en la cotización de sus acciones en el mercado de valores (índice NASDAQ), Laureate optó por salir del mercado público mediante una compra masiva de acciones, que fue apoyada por un consorcio en que participaron grupos financieros especializados en administración de fondos de inversión y capital de riesgo: Kohlberg Kravis Roberts & Co. (KKR); Citi Private Equity; S.A.C. Capital Management, LLC; SPG Partners; Bregal Investments; Caisse de depot et placement du Quebec; Sterling Capital; Makena Capital; Torreal S.A.; y Brenthurst Funds. El consorcio fue integrado y presidido por el fundador y principal ejecutivo de Laureate, Douglas Becker. La operación ascendió a 3.8 miles de millones de dólares.
Una vez saneadas sus finanzas básicas, Laureate se planteó, en 2015, la alternativa de retornar al mercado accionario, para lo cual registró ante la SAC una oferta pública de colocación inicial de acciones (IPO, por sus siglas en inglés) de cien millones de dólares. La autorización está en proceso, pero se espera un resultado favorable a corto plazo. También en 2015 Laureate solicitó y obtuvo, previa evaluación a cargo de la agencia B-Lab, la certificación como “Public Benefit Corporation”. Este registro, aunque no tiene implicaciones legales ni fiscales directas, valida la postura del corporativo de fungir como una empresa orientada por un propósito social: contribuir al desarrollo de la educación superior en el mundo.
Tras casi una década de relativa opacidad, la publicación de los estados financieros de Laureate (ante la SEC y el B-Lab) tuvo consecuencias quizás subestimadas. En primer lugar en Chile, en donde aún se debate con intensidad la regulación a la oferta de educación superior con fines de lucro. La información difundida fue aprovechada por los críticos a la presencia de Laureate en ese país, en donde controlan las universidades Andrés Bello (UNAB), la de mayor tamaño en Chile por el número de estudiantes matriculados, Universidad de las Américas (UDLA) y Universidad Viña del Mar (UVM), así como el Instituto Profesional AIEP y la Escuela Moderna de Música (EMM). La polémica ha sido avivada por el propio Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH) al anunciar que se consideraría la permanencia de la UNAB en el órgano al confirmarse que esta institución corresponde a la figura de universidad con fines de lucro. (La Tercera, 26 de agosto 2016).
También causó alguna polémica la venta en 2016 de las instituciones europeas Glion Institute of Higher Education y Les Roches International School of Hotel Management. El grupo financiero Eurazeo compró a Laureate estas escuelas en aproximadamente 380 millones de francos suizos. El debate en torno al tema apunta a la confirmación de Laureate como una empresa lucrativa que, por estrictas razones de negocio, puede optar entre comprar o vender instituciones educativas.
Pero la polémica de mayor relieve y visibilidad se habría desarrollar en el marco de la contienda presidencial entre Donald Trump y Hillary Clinton. La próxima semana nos internaremos en el tema y sus posibles implicaciones.
Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/laureate-education-en-la-era-trump-nubes-en-el-horizonte/
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