Asia/Afganistan/15 de diciembre de 2016/Fuente: elnuevoherald
Los hijos de familias afganas que regresan de Pakistán y no van a la escuela ni tienen acceso a la educación tienen cada vez un mayor riesgo de terminar en un matrimonio temprano o siendo víctimas de trabajo infantil, según una encuesta publicada el miércoles.
El estudio de Save the Children revela una crisis alarmante en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, donde realizó el sondeo entre retornados desde Pakistán. La ONG advirtió que la situación podría deteriorarse más ante la llegada de más de 3.500 afganos al día después de que Islamabad endureció las normas para los que viven en el país de forma irregular.
En lo que va de año, más de 650.000 afganos regresaron desde Pakistán y la mayoría planean quedarse en Nangarhar al menos hasta que pase el invierno. Se espera que miles de afganos más sean repatriados en los próximos meses.
La encuesta se basó en 379 entrevistas realizadas por Save the Children entre el 28 de octubre y el 8 de noviembre en cinco distritos de Nangarhar y tiene un margen de error de más menos cinco puntos porcentuales.
Entre los que regresan, muchos no tienen dinero ni documentos identificativos. Los padres que enfrentan la pobreza suelen pensar que su única opción estable es acordar un matrimonio para sus hijos o ponerlos a trabajar, según el sondeo.
«Estamos realmente preocupados por los riesgos que amenazan a los niños y al futuro de los menores si la situación continua», dijo Bahirullah Wyaar, asesor de Save the Children en Kabul. «Si los menores, especialmente las niñas, no tienen acceso a la educación, esto los pone en riesgo de acabar en matrimonios tempranos».
Además, muchos de los pobres entre los más pobres no tienen recursos, lo que podría «obligar a los niños a trabajar en las calles», agregó Wyaar.
Según la encuesta de Save the Children, «parte del problema es que muchas de las familias deportadas dejaron trabajos estables y sus vidas en Pakistán y ahora ven como sus escasos ahorros disminuyen sabiendo que tienen pocas perspectivas de ingresos», señaló la directora de la ONG en Afganistán, Ana Locsin, según fue citada.
«Muchos están viviendo al aire libre, o en tiendas de campismo, por lo que no tienen nada parecido a un refugio, y mucho menos seguridad», agregó. «A menudo sienten que no tienen otra opción que enviar a sus hijos a buscar trabajo o casar a sus hijas».