Por: Maria Josep Serra.
La lengua, es de nuevo, tema de confrontación. Si ayer era el ministro de Educación el que advertía al Gobierno que preside el socialista Ximo Puig, sobre el nuevo decreto de plurilingüismo, hoy ha sido su compañera de partido, la presidenta del PP valenciano, la que ha tomado cartas en el asunto. Ha sido en las Cortes Valencianas. Isabel Bonig ha pedido a Puig que derogue el decreto aduciendo que es un chantaje lingüístico y un instrumento de ingeniería social.
Todos los argumentos que ha aportado para rechazar la nueva disposición se han basado en acusaciones al Ejecutivo en su conjunto, además de vaticinar que el decreto de disolución de las Cortes, -todavía quedan dos años de legislatura-, está muy cerca. También ha acusado al Consell de sectarismo y de limitar todas las libertades. «Están usando la Educación para ideologizar», ha señalado Bonig, que para demostrar su talante demócrata ha exhibido durante su intervención fotos de su padre y de su tío, indicando que eran socialistas y republicanos que estuvieron presos en la cárcel de San Miguel de los Reyes, hoy sede de la Biblioteca valenciana.
Esta ha sido la respuesta del presidente de la Generalitat a la diputada popular: «Cada vez que la escucho a usted hablar de libertad recuerdo al señor [Donald] Trumpcuando habla de libertad. Usted no puede apelar a cuestiones como las que lleva entre las manos para el debate. Eso es sagrado. Yo le pido respeto para su padre y para todas las personas que han estado atosigadas, atacadas, y muertas por el fascismo. Mire, señora, es muy ofensivo que ustedes prefieran en Alicante la calle de la División Azul en vez de la calle de la Igualdad. Eso sí que es intolerable», le ha dicho a continuación.
«La lengua discriminada ha sido el valenciano»
El jefe del ejecutivo, tras defender que la Generalitat ha bajado los impuestos a las personas que menos tienen, ha explicado que el 95% de los escolares valencianos domina perfectamente el castellano, el 30% el valenciano, y el 6,5% e inglés. «Coincidirá conmigo en que algo había que cambiar, que su modelo había fracasado estrepitosamente. El neoliberalismo radical que usted defiende tampoco ha sido la solución como han demostrado durante más de 20 años», ha manifestado.
Puig, que ha expresado la disposición de su equipo a mejorar el decreto objeto del debate y cualquier otro porque «no nos sentimos en posesión de la razón», ha explicado que el consejero de Educación, Vicent Marzà, ha hecho un ejercicio de responsabilidad intentado poner sobre la mesa una solución que «no va contra nadie y va a favor de todos». «Si el señor ministro está preocupado por la discriminación lingüística, bienvenido. Manos a la obra. En esta tierra, la lengua que ha estado discriminada ha sido el valenciano», ha resaltado. El dirigente valenciano también ha preguntado el ministro Educación «¿qué piensa hacer para apoyar las lenguas oficiales de España, entre las que se encuentra el valenciano?».
Ximo Puig ha insistido en que el decreto solo pretende corregir una situación de discriminación. «Ustedes estaban cómodos en esa situación que partía de la desigualdad. Antes solo podían acceder al inglés los niños que iban a colegios privados, ahora comenzamos un camino en el que el inglés también será una lengua vehicular que va a convivir con el valenciano y el castellano», ha destacado Puig, que ha acusado al PP valenciano de usar la lengua como arma política y de querer revivir conflictos del pasado.
Fuente: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2017/03/30/valencia/1490867343_159742.html
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