Noruega/Junio de 2017/Fuente: Prensa Latina
El efecto de esas ‘islas’, por el cual las ciudades con frecuencia son varios grados más templadas que las áreas rurales cercanas también puede hacer a los sofocados trabajadores menos productivos, explicaron.
‘Ignorar ese problema lleva a una subestimación bastante drástica del impacto total del cambio climático, pues un 54 por ciento de la población mundial vive en urbes, las cuales cubren apenas un uno por ciento de la superficie de la Tierra’, señaló Tol.
En el estudio, el académico advirtió que en el peor escenario, las pérdidas económicas acumuladas podrían ser de hasta un 10,9 por ciento del Producto Interno Bruto de una ciudad para el 2100.
Para ello, los especialistas realizaron un sondeo de mil 962 urbes que incluyó a Tokio, Nueva York, Beijing, Lagos, Sao Paulo, Londres y Moscú.
El reporte estimó que cambiar un quinto de los techos de las ciudades y la mitad del pavimento a versiones menos oscuras ‘tendría sentido económico y reducirá la temperatura del aire en 0,8 grados Celsius’.