Centro América/El Salvador/01 Julio 2017/Fuente: Prensa Latina
‘Desde la perspectiva de salud, promovemos una mejor nutrición de la población escolar’, aseguró la ministra salvadoreña de Salud, Violeta Menjívar, ante el creciente obesidad en este país, altamente consumidor de harinas.
Desde hace varios años, estudios de la Organización Mundial de la Salud alertan sobre el sobrepeso de entre un cuarto y un tercio de la población escolar, con la consiguien incidencias de diabetis y otras dolencias crónicas. ‘Dos de cada tres salvadoreños y salvadoreñas ya tenemos sobrepeso y obesidad, sin duda alguna esto lo venimos arrastrando desde los hábitos que tenemos cuando éramos niños y niñas’, señaló Menjívar.
La reciente normativa es fruto de acercamientos entre sectores involucrados en la alimentación en las escuelas, los ministerios de Salud y Educación, la Defensoría del Consumidor, y otras instituciones públicas y privadas.
Para sus promotores, esta iniciativas debería invitar a la reflexión familiar en torno a los hábitos alimentarios, incluso aquellos que constituyen patrimonio de la nación, como el consumo de pupusas de maíz y arroz, y tortillas de harina.
La norma estipula que los productos alimenticios procesados y ultraprocesados deberán contener menos del 10 por ciento de azúcares libres, menos de 1 miligramo de sodio por kilocaloría y menos del 30 por ciento de grasas.
Las grasas saturadas deberán ser inferiores al 10 por ciento del total energético, y los edulcorantes artificiales o naturales (calóricos o no) que tengan advertencia sanitaria quedarán prohibidos por incentivar la adicción al sabor dulce.
A su vez, la regulación promueve el consumo de agua y refrescos naturales, y los alimentos preparados con grasa, fritura o mieles podrán comercializarse dos veces por semana máximo, entre otras disposiciones.