Por: Manuela Astacio
Los estudiantes de hoy ejercerán mañana profesiones que a día de hoy, no existen. Fabricantes, editoriales y desarrolladores idean soluciones para ayudarles a formarse en una revolución tecnológica cuyo futuro aún no está escrito.
Los números y los expertos lo avisan desde hace tiempo: se acerca la revolución robótica. Millones de personas perderán su puesto de trabajo, sustituidas por una máquina, y sí, millones obtendrán un empleo nuevo, uno que, con toda probabilidad, todavía no existe. Pero para poder optar a él, será necesaria más formación en nuevas competencias tecnológicas que permitan a los humanos seguir siendo productivos en un mundo de robots cada día más perfectos. Todo ello pasa por una incorporación consciente y constante de la tecnología a las aulas, desde las etapas más tempranas de la educación.
Según refleja un estudio de IPSOS y Samsung de 2016, el 35% de los profesores españoles ya utilizan la tecnología a diario en su labor docente, mientras que ocho de cada diez lo hacen con frecuencia semanal. Una labor exigente, que no solo requiere más preparación para quienes imparten clase, sino que también abre nuevos retos, como superar la brecha de género todavía tan presente en las carreras y profesiones de corte tecnológico, o cambiar la filosofía con la que los profesionales del mañana deberán enfrentarse al nuevo mundo. El actual director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, dijo en una ocasión que un sistema educativo que quiera ser una cantera de talento necesita enseñar a sus estudiantes “a correr riesgos”. En Silicon Valley, añadió, haber fallado en algo, se ha convertido casi en un distintivo de honor.
Mientras todo eso llega, editoriales y empresas del mundo educativo ya se han puesto manos a la obra para ofrecer a las aulas soluciones que les puedan ayudar a afrontar estos desafíos. Firmas de tecnología como HP, pero también jugueteras, como Lego, organizaciones no gubernamentales y desarrolladores independientes, implementan cada día nuevas propuestas para que los más pequeños también aprendan a hablar el lenguaje de la programación. Estas son algunas.
HP Sprout. Un hábitat educativo
Disponible desde hace poco más de un mes, la edición reloaded del Sprout Pro que HP lanzó en 2014 no solo está pensada para desenvolverse en una casa o una oficina, sino que también pretende hacer de las aulas su hábitat natural. Bueno, mejor dicho, y en palabras de su fabricante, el HP Sprout Pro pretende constituir un hábitat educativo en sí mismo, siendo posible ubicarlo tanto en la mesa del profesor como en la de uno o varios alumnos. Gracias a su filosofía todo en uno -combina cámaras, escáner e impresora en 2D y 3D, proyector, pantalla táctil (además del monitor) y un ordenador con Windows 10-, este equipo pretende que profesores y alumnos sean capaces de explorar de la mano nuevas y creativas formas de aprender juntos, a través de tecnologías como la realidad virtual o la impresión 3D.
El Departamento de Educación de Estados Unidos ya señaló en su momento que disciplinas tan necesitadas de esfuerzo como el lenguaje y las matemáticas no solo se aprenden a base de cuentas y dictados, sino también a través de otras actividades capaces de reforzar esas competencias en el alumnado, como, por ejemplo y en el caso de las matemáticas, el modelaje en 3D. HP Sprout Pro también es capaz de funcionar muy bien en otras asignaturas, como la tecnología y la educación plástica. Lo hace con la vocación de conectar el mundo físico con el digital, permitiendo “capturar” el primero a través del segundo con el fin de diseccionarlo.
Lego Education: un entorno familiar
¿Y si el camino hacia el aprendizaje de los niños en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas estuviera en algo tan familiar y amigable para ellos como las figuras y construcciones de Lego? La firma danesa cuenta con un proyecto, Lego Education, con el que explora soluciones para que los alumnos de primaria aprendan a programar utilizando sus coloridos juguetes.
El set Lego MindStorms no solo incluye las típicas piezas de la marca, sino que también cuenta con un ordenador programable que será el que ayuda a los chavales a controlar los motores (tres Servo) y los sensores (un Gyro, un Ultrrasonic, un Color y dos Touch) de su creación y a dar sus primeros pasos en la programación a través de una interfaz basada en iconos muy intuitivos. También viene acompañado de programas, actividades y materiales pensados para el profesorado.
Fuente: http://www.pcworld.es/actualidad/la-educacion-predictiva-del-mundo-que-viene