Por: Fernando Ayala Vicente
Llega julio, un periodo plenamente diferente a lo inmediatamente anterior. La vida procura discurrir sin interrupciones drásticas, pero con continuos cambios. Hace tan sólo unos días veíamos el bullir incesante de cientos de adolescentes preocupados, unos por su devenir futuro enfrentándose a las pruebas de acceso a la Universidad. Sin duda, les marcará para siempre (aunque, como dirían Los Héroes del Silencio: «para siempre es mucho tiempo….») la decisión que tomen.
Otros de menor edad, han terminado el curso y las aulas, los patios, las entradas a los centros escolares ya no destilan la alegría que su algarabía producía.
Estamos, pues, ante un tiempo necesario para el ocio y descanso de nuestros jóvenes, pero también imprescindible para profesores y responsables educativos.
De su buen hacer se va a desprender no sólo un desarrollo normalizado del comienzo del curso siguiente, sino también el consolidar las buenas prácticas, el corregir errores cometidos, el atender a demandas del sector…. en definitiva, es el momento de ejecutar una planificación que sea prudente ya en los instantes precisos no se puede improvisar.
Somos conscientes de que pueden surgir muchos imponderables, pero para eso está precisamente el sentirse bien rodeado, aconsejado, asesorado y preparado.
El gobierno socialista de la Junta de Extremadura ha dado muestras sobradas de que los veranos es el momento para trabajar. La administración educativa se basa fundamentalmente en utilizar adecuadamente los recursos disponibles buscando el bienestar constante de sus administrados.
Cierto es que, se hace necesario innovar, que se aplauden medidas que hagan posible mejoras que nos alejen de la temida rutina. Atrás quedaron los apuntes, casi amarillos de algunos profesores que repetían una y otra vez los mensajes. Delante queda el esfuerzo de la mayoría de los docentes que luchan por ponerse al frente de los desafíos que, continuamente, les ofrece la sociedad tan revolucionariamente dinámica en la que tienen que desenvolverse.
Fuente: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/sociedad/aulas-vacias_1027010.html