En el debate sobre las respuestas dadas por la ministra a 40 preguntas de los legisladores, Martens fue virtualmente vapuleada por fuertes críticas, acusaciones de incapacidad política y yerros técnicos y abiertos pedidos de que renuncie.
Los cuestionamientos, en una sesión que se prolongó por 12 horas, fueron expuestos por legisladores de FP, pero también por los progresistas del Frente Amplio y de Nuevo Perú, así como otros grupos, que insistieron en el mal manejo de la larga huelga de maestros recien terminada.
En su defensa, la ministra reconoció que no evaluó bien el conflicto, que comenzó el 25 de junio en la región surandina de Cusco y se propagó paulatinamente a todo el país, y alegó que fue un problema muy complejo por su dispersión y porque implicaba disputas sindicales.
También aclaró con un video probatorio que sí se reunió con el coordinador del paro, Pedro Castillo, pese a que este fue vetado por el Ministerio del Interior por sospechas de que tiene vínculos con agrupaciones ligadas al antiguo grupo armado Sendero Luminoso.
Informó además sobre las mejoras salariales y otras concesiones dadas a los maestros, así como los compromisos de nuevos aumentos de sueldos y del presupuesto de la educación, el más bajo de Latinoamérica.
Martens reiteró también la negativa gubernamental a la demanda del magisterio de que las controvertidas evaluaciones de la labor de los docentes estén en función de promociones y que no sean despedidos los maestros que no aprueben.
Como secuela de la huelga, que dejó varias demandas pendientes, una marcha de profesores limeños exigió el retiro de Martens de la cartera de Educación, e intentó llegar al palacio legislativo pero fue dispersada con gases lacrimógenos por la policía.
Una reciente encuesta de la empresa privada Datum verificó que la aprobación ciudadana del presidente Pedro Pablo Kuczynski sufrió una fuerte caída, del 34 a 22 por ciento, debido a la huelga de maestros y su mal manejo, y que el 75 por ciento de los consultados considera que la ministra debe renunciar.