Azerbaiyan/Noviembre de 2017/Fuente: UNFPA
En las últimas semanas, varios casos de alto nivel de violencia de género han salpicados los titulares. Millones de mujeres en todo el mundo han exigido el fin de estos abusos y, cada vez con mayor frecuencia, se exige que los hombres tomen cartas en el asunto.
En las aldeas remotas del distrito de Imishli, en Azerbaiyán, eso es precisamente lo que los hombres están haciendo.
«Estamos aquí para allanar un nuevo camino libre de violencia y libre de ignorancia respecto de la violencia de género», dijo Vusal, de 23 años, quien participó en una iniciativa respaldada por el UNFPA que reúne a varios hombres para abordar el tema de la violencia de género, así como de desigualdades de género que lo alimentan.
La violencia contra las mujeres y las niñas está generalizada, pero en gran medida se considera como un asunto privado. Según una encuesta de 2008 del UNFPA, casi una cuarta parte de las mujeres azerbaiyanas reconocieron haber experimentado algún tipo de violencia en algún momento de su vida, pero menos del 1 por ciento buscó la ayuda de los servicios públicos.
Javid Shahmaliyev, director del Centro de Estudios Sociales y Psicológicos apoyado por el UNFPA, imparte una sesión de sensibilización. © UNFPA Azerbaiyán
El estigma, la insuficiente protección legal y la ausencia de servicios implican que casi nunca se
discute la violencia, una situación que Vusal describió como «totalmente desafiante».
Supervivientes acusados de violencia
La iniciativa, que fue lanzada por el UNFPA en 2016 con fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, instruye a los hombres sobre cómo poner fin a la violencia de género.
«Uno de los principales impedimentos para abordar adecuadamente el problema de la violencia doméstica en Azerbaiyán es la tendencia generalizada de los maridos, la familia y la comunidad de responsabilizar a la mujer de casi todos los casos de violencia que se dan», comenta Javid Shahmaliyev, jefe del Centro para Estudios Sociales y Psicológicos, queien trabaja con el UNFPA para llevar a cabo estas sesiones de información en Aran, Absheron y Lenkoran.
«Incluso cuando las mujeres no son culpadas por la violencia que soportan, se las considera la principal fuerza que puede y debe hacer algo para aliviar el problema», agregó. «Los hombres nunca son vistos como el problema, ya que todos creen que los hombres nunca cambian».
Pero estos hombres se han propuesto cambiar este concepto que se tiene sobre ellos.
Hay sesiones que incluyen mujeres participantes. © UNFPA Azerbaiyán
Aprendiendo a tomar acciones
El proyecto reúne a pequeños grupos de hombres durante dos días para discutir acerca de la violencia de género.
Primero, exploran cómo pueden las ideas rígidas sobre los roles de género contribuir a la generalización de la violencia. Por ejemplo, una encuesta de 2006 mostró que el 49 por ciento de las mujeres y el 58 por ciento de los hombres en Azerbaiyán creen que la violencia puede justificarse si las esposas no cumplen con ciertas expectativas.
Los participantes discuten acerca de los diferentes tipos de violencia, no solo violencia física, sino que además el abuso emocional y económico.
Además, analizan cómo intervenir si son testigos o se enteran de alguna conducta violenta. Se anima a los hombres a defender a las supervivientes y a responsabilizar a los perpetradores.
Los grupos discuten cómo ayudar a las supervivientes, por ejemplo, dirigiéndolas a servicios o albergues.
Los participantes aseguran que estas conversaciones han sido reveladoras.
«En el transcurso de estas sesiones de información sobre diferentes formas de violencia de género, poco a poco me he ido dando cuenta de la violencia que existe dentro de las familias en nuestra vecindad«, comenta Ziya, de 28 años.
“Ahora ya sé lo que tengo que hacer”
Los miembros de la comunidad aprenden a defender a las supervivientes y responsabilizar a los perpetradores y a dirigir a las supervivientes a los servicios de ayuda. © UNFPA Azerbaiyán
Solo en los últimos seis meses, se ha llegado a más de 600 hombres a través de estas sesiones.
También hay sesiones que cuentan con la participación de mujeres. Y el UNFPA también está trabajando con el Gobierno para desarrollar un sistema eficaz derive a las supervivientes de la violencia a servicios como atención médica,asesoramiento y apoyo legal.
Las cosas están cambiando para mejor, afirma Ziya.
«Hace varios años, era inaceptable incluso hablar de violencia en nuestra comunidad para no complicar las cosas. Pero ahora sé qué hacer cuando veo a un hombre abusando de su esposa o restringiendo su libertad», asegura.
Kamaleddin, de 59 años, estuvo de acuerdo. Ofreció voluntariamente el uso de su negocio, una cantina, como sede de las sesiones informativas.
«Me hace sentir que quizás pueda hacer algo importante por mi comunidad», comenta, «porque la simple idea de que no poder hacer nada para eliminar la violencia de género me llevaría a la desesperación».
Fuente: http://www.unfpa.org/es/news/los-hombres-se-alzan-contra-la-violencia-de-g%C3%A9nero-en-azerbaiy%C3%A1n