Después de un positivo balance de diez años en la presidencia de Ecuador, Rafael Correa ayudó a la victoria de Alianza País en la segunda vuelta de las elecciones de principios de 2017. Pero muy pronto se produjo un viraje de 180 grados : el nuevo presidente Lenín Moreno empezó a atacar el legado de la Revolución Ciudadana que le habia permitido ser electo. Una parte importante de Alianza País, fiel a las políticas sociales del “Buen Vivir”, desaprobó a Moreno. Entonces, el vicepresidente Jorge Glas; quien se contaba entre esas voces críticas, es depuesto de sus funciones y expuesto nuevamente bajo los focos mediáticos, acusado de corrupción en el marco del caso Odebrecht. ¿Mera coincidencia o fatalidad del destino? Tras cuatro meses de cárcel preventiva, en enero de 2018 Jorge Glas es condenado a seis años de prisión. La economista Silvia Glas nos ha concedido una entrevista en exclusiva, en la que expone la “ausencia de pruebas” tras la sentencia, y hace un llamamiento a romper el bloqueo mediático sobre el caso de su hermano.
El 24 de mayo de 2017 se formó un gobierno con Lenín Moreno como presidente de Ecuador y Jorge Glas el vicepresidente. ¿En qué momento se tuerce el curso de ese binomio ganador?
Podemos citar dos hitos importantes: El 2 de agosto de 2017, a través de una carta pública, Jorge Glas denuncia supuestas irregularidades en la gestión del presidente Lenín Moreno. El 4 de agosto este último le releva de todas las funciones que son atribuídas por decreto debido a esta “carta irrespetuosa”.
A partir de este momento nuestra historia se acelera. A finales de septiembre, posteriormente a un conversatorio con medios donde Jorge Glas denunciaba su situación de acoso y argumentaba su inocencia, se anuncia al día siguiente, un viernes por la tarde, que habrá revisión de sus medidas cautelares. Es decir, la posible entrada en prisión para el lunes inmediato.
Estos hechos siempre ocurren en un escenario donde las posibilidades de reacción y defensa son improbables o imposibles. Luego sigue el encarcelamiento el 2 de octubre justificando la presencia de nuevas y “fuertes” evidencias. En el juicio se comprueba que se trataba de las asistencias penales de Estados Unidos y Brasil, donde nunca se menciona ni el nombre ni el cargo del acusado…Además, la fuente de ambos documentos es la propia empresa culpable y absuelta en Ecuador. Desde entonces, la sucesión de abusos a los derechos humanos del ex vicepresidente van en aumento.
Un vicepresidente a quien se le impide ejercer su mandato tras la elección… ¿Cómo lo explica?
A través de su destitución ilegal, ha sido quebrantada la voluntad del pueblo ecuatoriano, que eligió a un vicepresidente en las urnas. Las irregularidades demostradas en las violaciones al debido proceso y en el cortísimo método de reemplazo del cargo, demuestran una clara ambición por quitarse del medio a una persona elegida por mandato del pueblo. Esperamos que las instancias internacionales las puedan pronto auditar.
Sólo por mencionar algunas de estas faltas relevantes a su pregunta: 1. la decisión de dictar prisión preventiva fue arbitraria. Una detención sin los justificantes que requieren los acuerdos internacionales que garantizan los derechos de las personas. 2. Una supuesta ausencia de la carta en la que el vicepresidente informaba sobre la toma de su período legal de vacaciones para poder contar con el tiempo necesario de ejercer su defensa y de esta manera le decretan ausencia temporal. 3. Las asombrosas prisas para llamar a un juicio en menos de tres meses con un contenido de 470 cuerpos de 200 páginas cada uno. 4. Los cuestionamientos sobre un encargo y posterior reemplazo de la Vicepresidencia de la República; quien tiene encargada temas claves referentes a una consulta popular que puede cambiar la gobernabilidad del país.
Todos son aspectos que los ecuatorianos necesitamos que se sometan a veedurías externas. Hay un hombre inocente cuya seguridad y la de su familia no tiene garantías por culpa de un proceso que no pudo demostrar absolutamente nada.
Es importante recordar que fue el mismo vicepresidente quien solicitó por iniciativa propia a la Asamblea, ser relevado de la inmunidad inherente al cargo para enfrentar las acusaciones y el acoso que venía sufriendo, confiando en el sistema judicial del país al que había servido por tantos años. Sin embargo, está comprobado que, en Ecuador, no hay justicia para Jorge Glas
Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=237472