Los resultados de las pruebas de Sistema Nacional de Evaluación del Proceso Educativo señalaron que persisten dos temas centrales que requieren acciones en diferentes niveles institucionales, locales, departamentales y nacionales.
A juicio de la especialista de Investigación para el Desarrollo, Gabriela Walder, la situación actual de la enseñanza es responsabilidad de varios sectores, no solo del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).
Manifestó que los principales temas analizados fueron la permanencia en las escuelas y la calidad de la educación. ‘Estas dos problemáticas requieren una intervención inmediata’, dijo.
Sin embargo, aparejado a ello existe otro problema mayor, según conocedores, y es el analfabetismo.
Datos oficiales indican que actualmente hay cerca de 280 mil paraguayos que no saben leer ni escribir, hecho que no deja de ser preocupante.
La licenciada Carmen Arias Larroza, de la organización privada Investigación para el Desarrollo (ID), expresó que ese fenómeno golpea a la sociedad considerando que Paraguay es uno de los países que puede considerarse beneficiario del Bono Demográfico.
‘Afecta porque la proporción de la población en edad de trabajar (15 a 59 años) es superior a la proporción de la población en edad dependiente (suma de los grupos del niños de 0 a 14 años, más la población adulta mayor de 60 años y más).
En ese sentido, argumentó que esos analfabetos de 15 años en adelante pueden estar en situaciones de discriminación, desarraigo y pobreza.
Sufren la exclusión social, por no poseer la capacidad de poder leer un documento, o mínimamente firmar, y por ende no tendrán la capacidad de defender sus derechos, acotó Arias Larroza.
Especialistas consideran que existe igualmente el analfabetismo funcional que va ‘en franco aumento y asusta’, manifestó el doctor Enrique Bendaña, presidente del Centro de Regulación, Normas y Estudios de la Comunicación (Cerneco).
Consultado sobre las causas de este tipo de analfabetismo, afirmó que la primera de todas, sin lugar a dudas, es la formación docente.
El país necesita una política de Estado en educación, la sociedad tiene que convencer al Gobierno: el Ministerio de Educación debe ser una institución eminentemente técnica y fuerte.