Redacción: Clarín
La policía descubrió un precario campamento en el desierto de Nuevo México donde un hombre y su familia adiestraban a 11 chicos en el uso de armas.
La Justicia de Estados Unidos está investigando a un hombre y a otros cuatro adultos en Georgia, que vivían con niños en un complejo habitacional miserable en el desierto de Nueva México, a quienes entrenaba para llevar a cabo tiroteos escolares, de acuerdo con los documentos del tribunal.
Siraj Ibn Wahhaj, de 40 años, y cuatro de sus familiares fueron acusados de abuso infantil esta semana, después de que 11 niños desnutridos fueron encontrados en unas instalaciones improvisadas en el norte de Nueva México la semana pasada. Los niños, de 1 a 15 años, apenas tenían alimentos y no tenían acceso a agua potable, ni a higiene básica, según afirmaron las autoridades.
El hombre que adiestraba a los niños para realizar ataques en escuelas, junto a su defensor, en una audiencia judicial. (AP)
Un padre adoptivo de uno de los 11 niños les contó a las autoridades que los adultos habían entrenado al niño en el uso de un rifle de asalto para prepararlo y poder participar de los tiroteos escolares, de acuerdo con los documentos del tribunal que los fiscales presentaron ante el Tribunal de Distrito No 8 de Nueva México. En los documentos, los fiscales solicitaban que el juez mantuviera a Wahhaj detenido porque él significaba una amenaza para los niños y la comunidad en general.
Wahhaj fue arrestado inicialmente sobre la base de una orden judicial de Georgia que lo relacionaba con la desaparición de su hijo de 3 años en diciembre del año pasado. Las autoridades encontraron el cadáver en estado de descomposición de un niño pequeño en el complejo en Amalia, Nueva México, el lunes, aunque no han podido identificar de manera afirmativa que fuera el hijo de Wahhaj, Abdul-Ghani Wahhaj. El niño cumplía cuatro años el lunes.
Wahhaj y los otros adultos están bajo investigación por la muerte del niño y bajo la sospecha de entrenar a los niños en el uso de armas para avanzar en una “conspiración para cometer tiroteos escolares”, de acuerdo con las presentaciones ante el tribunal. Los documentos no ofrecieron ni más detalles, ni evidencia de dicho entrenamiento.
El complejo subterráneo, construido a partir de una casa rodante cubierta de plástico, contenía vidrios rotos, pedazos de madera peligrosos y había fugas de gas propano, según una demanda penal. Cuando las autoridades allanaron el complejo encontraron a Wahhaj, fuertemente armado, junto con otro hombre, y tres mujeres que parecían ser las madres de los menores.
Los cinco adultos en el lugar fueron acusados de 11 casos de abuso infantil, un delito de tercer grado. Cada cargo implica una pena de hasta tres años de prisión. Wahhaj también enfrenta un caso de interferencia de custodia por separar “maliciosamente a su hijo de la madre durante un período de tiempo prolongado, de acuerdo con una demanda penal.
Los otros acusados fueron identificados como Lucas Morton, 40; Jany Leveille, 35; Hujrah Wahhaj, 38, y Subhanah Wahhaj, 35. Morton también fue acusado de alojar a un fugitivo, Siraj Ibn Wahhaj.
El padre de Siraj Wahhaj, quien lleva el mismo nombre que su hijo, es imán en una mezquita en Brooklyn, Nueva York. En una publicación en Facebook, en enero, el imán Wahhaj se refirió a tres de los adultos encontrados en el complejo: Siraj, Hujrah y Subhanah, como sus hijos.
Se refirió a Morton como su yerno y a Leveille, como su nuera. Sugirió que los niños que estaban con los adultos eran sus nietos.
Los funcionarios de la oficina del fiscal de distrito que manejan el caso no respondieron inmediatamente a los pedidos de comentarios el miércoles a la tarde. Tampoco lo hizo la oficina de la Defensoría pública en el Condado de Taos.
Las autoridades comenzaron a buscar a Siraj Ibn Wahhaj en diciembre después de que la madre de Abdul-Ghani Wahhaj le dijera a la policía que su padre se había llevado al niño al parque y no había regresado, de acuerdo con el Departamento de Policía del Condado de Clayton.
Después de caer en un choque de un solo vehículo en Alabama, días después de que el niño desapareciera, Siraj Ibn Wahhaj les dijo a las autoridades que iba camino a Nueva México para un viaje de campamento, junto con otros cinco niños y dos adultos.
La madre del niño le contó a la policía que Abdul-Ghani Wahhaj tenía retrasos del desarrollo y cognitivos, sufría de convulsiones y no podía caminar debido a un trastorno cerebral. La madre, Hakima Ramzi, suplicó desesperadamente por ayuda para encontrar a su hijo en un video publicado en Facebook en enero.
El alguacil del Condado de Taos, Jerry Hogrefe, donde sus oficiales habían investigado el complejo junto con el FBI y los detectives de Georgia, dijeron que cuando lo allanaron el viernes, encontraron un espacio “mugriento”, sin cañerías en su interior, sin electricidad y con basura por todos lados. Los niños estaban vestidos con harapos y parecía que no habían comido durante días, afirmó Hogrefe.
Los fiscales en las presentaciones ante el tribunal dijeron que en el lugar, ubicado en una zona montañosa a aproximadamente 12 km al sur de la frontera de Nueva México con Colorado, había maderas con clavos salientes, botellas y zanjas abiertas.