De acuerdo con un comunicado de la Unesco, la actividad contó con la participación del presidente de Francia, Emmanuel Macron; el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; la primera ministra del Reino Unido, Theresa May; y la primera ministra de Noruega, Erna Solberg.
Los líderes presentes reafirmaron su compromiso político y financiero de emprender acciones individuales y colectivas para romper las barreras a la educación de las niñas hacia el horizonte del 2030, indicó el texto.
De acuerdo con la directora de Unesco, la reunión ‘es una señal clara de compromiso político de alto nivel con un tema que se encuentra en la encrucijada de dos de los desafíos más importantes de nuestro tiempo: la educación y la igualdad de género’.
Asimismo, abogó por más coordinación en las acciones con vistas a tener mejores resultados para ayudar a los 132 millones de niñas que no asisten hoy a la escuela.
‘Debemos trabajar en sinergia y de manera continua a lo largo del tiempo si queremos cumplir colectivamente con nuestra ambición’, señaló.
Durante el evento se celebraron tres mesas redondas en las que se subrayó la determinación de hacer más por la educación de las niñas en los países afectados por conflictos y crisis, y se señalaron los vínculos entre la educación de las niñas y la salud.
También se dialogó sobre la función que la educación puede desempeñar, por ejemplo, en la lucha contra la violencia sexual y por motivos de género, el matrimonio precoz o forzado, los embarazos precoces o no deseados, y las normas y expectativas sociales restrictivas.