Ken Robinson: Escuelas creativas. Cambiar la metáfora convencional

Por: Beatriz Villarreal. 

 

La creatividad como forma de aprendizaje o como guía para la enseñanza  ha sido incorporada como principio programático para desarrollar nuevos tipos las escuelas que buscan ser una salida viable para estudiantes que no logran mantenerse, por diferentes motivos, en las escuelas tradicionales. Es una vía para superar el rechazo y la indiferencia de muchos de los estudiantes que no se sienten tomados en cuenta o integrados a la escuela convencional. Para lograr respuestas a este complejo problema se han creado nuevas pedagógicas centradas en la creatividad. Bajo este concepto, implementado programas de formación que permiten al estudiante incorporar su individualidad, superar sus limitaciones personales y, a la vez, potenciar sus capacidades e intereses particulares. Esto requiere que además de las novedades de esta propuesta pedagógica que recibe, cada estudiante  participe con su imaginación activamente en la implementación del proceso educativo. Que se convierta en parte activa. La creatividad como eje central los hace sentir que hacen algo importante, que tienen poder y que aprenden cosas que los motivan y que lo hacen sentirse  realizados en diversas áreas como mecánica, tecnología o  trabajo en equipo.

Ha sido  un camino para traer de vuelta a  jóvenes que se alejan de la escuela pues no se sienten identificados con procesos cognitivos tradicionales, o tienen escasas aptitudes académicas. Importantes experiencias demuestran que esto es posible pues los resultados son palpables. El ritmo de trabajo conseguido en estas escuelas es más alto que en las normales, lo mismo que en el compromiso con la educación.  Desarrollan sus intereses y habilidades en mecánica por ejemplo  al  construir o reconstruir carros viejos. Este proceso educativo los hace creer y descubrir que son capaces  de elaborar una visión de futuro diferente. De interesarse realmente en algo y hacer cambios significativos en su vida.

La educación alternativa, según Ken Robinson (2016), tiene como propósito  motivar a los jóvenes que van mal en sus estudios o que han dejado la escuela.  Las escuelas alternativas han sido una manera para integrarlos y escolarizarlos en procesos artísticos, tecnológicos, iniciativas comunitarias, o en proyectos técnico-profesionales.  Estos programas van dirigidos a estudiantes que tienen bajos rendimiento en el sistema educativo convencional pues no logran alcanzar el nivel exigido, carecen de autoestima y de expectativas de futuro. Es una experiencia de aprendizaje diferente. Los programas de educación alternativa pueden dar grandes resultados al hacer realizable la inteligencia de cada uno, potenciar sus habilidades y competencias. Lograr que los rendimientos académicos convencionales de éstos también mejoren, pero de otra manera, por otras vías y metodologías del aprendizaje. Les permite poder acceder también a la universidad o desarrollar caminos tan gratificantes como éstos. Pero llevar a cabo formas de educación alternativa requiere dedicarse a fondo por parte de los maestros. Exige atención, dedicación, conocimientos teóricos y técnicos. Y delos alumnos, confianza, buena disposición y compromiso.

El principal objetivo de la educación tradicional  es la producción de versiones idénticas de un mismo producto, en este caso de personas, al estilo de la revolución industrial, donde los que no son idénticos son rechazados, se desechan o se reciclan. El objetivo fundamental es moldear alumnos y profesionales con determinados requisitos con procesos lineales conformados por una serie de tapas secuenciales preestablecidas. A esto se le denomina la educación de masas que es la que luego los somete a la demanda del mercado.

La educación tiene que tomar en cuenta las diferencias individuales, lo que afecta la adaptación de muchos estudiantes al sistema educativo que por lo general valora igual a todos los estudiantes, utilizando un solo criterio para medir la capacidad. La alternativa es incorporar y enfatizar en la diversidad, por medio de  formas, para que las competencias individuales sean impulsadas igual que las colectivas. Para superar el criterio de linealidad o educación por grados y edades es posible impulsar la enseñanza por ritmos (cada uno aprende a su ritmo), para no segregar o dividir a los que no pueden caminar al mismo ritmo que los demás. Ya que el excesivo interés por ciertas materias y capacidades acarrea marginalidad para algunos. Por lo que según Robinson, muchos de los efectos colaterales podrían evitarse  si la educación ofreciera a todos los alumnos las mismas oportunidades para explorar sus verdaderas capacidades y poder así realizarse en la vida.

Para este autor las escuelas y los fines básicos de la educación son cuatro: 1. económico, 2. cultural, 3. social y 4.personal.  1) Para lo económico, la educación debe de capacitar a los alumnos para convertirse en personas responsables e independientes económicamente. Propugna por un amplio enfoque sobre los estudios y el aprendizaje que incluye las categorías de temas interdisciplinarios, competencias para el aprendizaje y competencias para la vida y el trabajo. Como temas interdisciplinarios propone: conciencia planetaria, cultura financiera, económica, social y empresarial. Cultura cívica, sanitaria y ambiental. Como competencias para el aprendizaje incluye  la creatividad para la innovación, el pensamiento crítico, la resolución de problemas, la comunicación y la colaboración.  En competencias para la vida y el trabajo integra la flexibilidad y adaptabilidad, la iniciativa y la autonomía. Competencias sociales y transculturales son la productividad,  responsabilidad,  capacidad de liderazgo y responsabilidad.

2) En lo cultural la educación debe de capacitar a los alumnos para comprender y valorar su propia cultura y respetar todas las demás. Todas las sociedades crean cultura. Robinson la define como los valores y conductas que caracterizan  a los distintos grupos sociales; y “cómo es que hacemos las cosas aquí”.  Las prioridades culturales de las escuelas son: 1. Ayudar a los alumnos a entender su propia cultura, 2. Conocer otras distintas a las suyas y 3. Fomentar un clima de tolerancia y de coexistencia cultural.

3) En lo social la educación debe de capacitar a los jóvenes para convertirse en ciudadanos activos y solidarios. En las democracias el objetivo principal de la educación es fomentar la participación ciudadana y lograr que la mayoría de los ciudadanos participen en las urnas y en la comunidad.  Y finalmente, 4) En lo personal la educación debe capacitar a los jóvenes para relacionarse con el mundo interior, además de hacerlo con el mundo que los rodea. La educación es un proceso global y personal a la vez. Para el contexto global es esencial tratar a los estudiantes como individuos que logran los objetivos educativos y el rendimiento deseado.

Fuente del artículo: https://www.horizontegt.com/beatriz-villarreal/2018/11/5/ken-robinson-escuelas-creativas-cambiar-la-metfora-convencional-beatriz-villarreal

Comparte este contenido:

Beatríz Villarreal

Columnista

Una respuesta a “Ken Robinson: Escuelas creativas. Cambiar la metáfora convencional”

  1. Excelente trabajo por lo que pude leer. También estamos en un proyecto de transformar la educación convencional.

Los comentarios están cerrados.