Por: Rose Mary Hernández Román
La indignación colectiva de los profesores universitarios en Venezuela se hace cada vez más notoria y alarmante. El desafío del bajo salario que perciben estos profesionales se ha convertido en un asunto de frustración, inconformidad, desasosiego y convulsión en el seno familiar y laboral y, la percepción que se tiene de ésta realidad conlleva a acciones como manifestación y protestas exigiendo ante los entes correspondientes que se restablezca el sueldo según lo acordado en la firma y homologación de la III Convención Colectiva Única, así como el cese la subestimación del sector educativo producto de los pobres pagos que se perciben e implican condiciones laborales que distan de ser las mejores.
Los profesores más calificados son hoy los más propensos a dejar su profesión abandonando sus puestos de trabajo ante al desánimo que se siente al recibir una remuneración catalogada como irrisoria y, que representa en habidas cuentas, escasas oportunidades para cubrir gastos de vida e incluso laborales.
El llamado hecho por la FTUV Docente a partir de este 21 de enero al paro nacional universitario indefinido se convierte en una exhortación a que el Gobierno conjuntamente con el ministerio de educación universitaria, de planificación y esta representación sindical se unan en diálogo concreto y real y sincero con voluntad de negociación y no de improvisación para dar respuesta efectiva, no sólo a la situación salarial que aqueja, sino también a la crisis estructural de estas instituciones de formación profesional cuya desmejora se hace sentir de igual manera. De lo contrario, es despreciar el reclamo genuino que se viene sosteniendo, porque esta lucha es impulsada por todxs lxs docentes que nos sentimos en estado de abandono y que en este momento juntamos fuerzas para que se nos escuchen nuestros reclamos y que han ganado solidaridad y respaldo social.
¡Existe una voluntad de lucha de los docentes inquebrantable, a pesar de las presiones e intimidaciones para que esto no sea así, para que no se asuma el llamado a la huelga!, sin embargo, los docentes universitarios se mantienen firme en la postura del reclamo, y reiteran los pedidos concretos: salario acorde con los parámetros señalados en la III Contratación Colectiva vigente, así como el resto de los beneficios contractuales ahí establecidos .
Una lucha justa con la que se solidariza todo el magisterio, pues es importante destacar que la exigencia no es sólo salarial, también alcanza lo relativo a la formación continua del docente y a la mejora integral de las condiciones de vida.
Apostamos a la solución de este conflicto de reclamación justa de los profesores.