Por: Luz Palomino/Otras Voces en Educación
“No se escribe para ser escritor ni se lee para ser lector. Se escribe y se lee para comprender el mundo. Nadie, pues, debería salir a la vida sin haber adquirido esas habilidades básicas”. Juan José Millás.
Al referirnos a la temática de la lectura y la escritura en la universidad, nos estamos aproximando a un problema de vieja data, que hoy, a la luz de los vertiginosos avances de la ciencia y la tecnología, cobra una significación especial y una profunda relevancia, dadas las implicaciones políticas, educativas y socioculturales que comporta en la educación.
Debemos tener presente que la lectura y escritura reestructuran la conciencia, como dice Ong (1987), porque son parte de un proceso integrado del pensamiento. Es una actividad compleja que no podemos simplificarla con la asociación a dinámicas de redacción, como suele ser presentada en muchos artículos. La lectura y la escritura son procesos cognitivos que moldean las estructuras de pensamiento, razón por la cual construyen la epistemología de las personas. Vásquez Rodríguez (2000) afirma que escribir “es poner afuera nuestro pensamiento”, es “exponer nuestro yo”, en otras palabras, es hacer evidente nuestra subjetividad, pues la escritura refleja las estructuras de pensamiento que poseemos y a través de ella es posible reconocernos y que nos reconozacan.
En el mundo de la educación superior pareciera estarse construyendo consenso en cuanto a reconocer que hoy más que nunca, por vivir en la denominada era de la información y del conocimiento, de la lectura digital, de la imagén y las frases arbirariamente recortadas, es urgente replantearse el tema de la lectura y la escritura. Pareciera lógico pensar que el o la estudiante que llega a la universidad ya tiene una adecuada apropiación de la lectura comprensiva y la escritura que le permita comunicarse adecuadamente. Pero esto cada vez es menos cierto. Siendo la universidad un lugar para propiciar en el estudiante las habilidades para seguir aprendiendo, este desafio no solo tiene un carácter remedial sino incluso constructivo, como esfuerzo para que adquieran destrezas básicas con las cuales desarrolle las diversas posibilidades comunicativas; en síntesis, contribuir a que el estudiante logre analizar, apropiar y generar conocimiento relevante.
La lectura y la escritura son procesos estructurantes que en los diferentes niveles de escolaridad median la relación con los textos, con el conocimiento, consigo mismo y con la sociedad. En la educación superior son recurrentes las críticas sobre los desempeños en lectura y escritura de los estudiantes universitarios, lo que ha llevado en algunas ocasiones a dirigir las sospechas y las críticas a la calidad de la enseñanza en la educación media, básica secundaria y primaria, o a sospechar de los estudiantes y sus capacidades, o de la familia y sus condiciones. Pero esto no puede ser un torneo de distribución de culpas.
Lo cierto es que desde el punto de vista pedagógico, no caben dudas respecto a que uno de los componentes transversales que debe trabajarse hoy en día en las universidades, es el que corresponde a los procesos de formación de las competencias en la lectura y escritura; el saber leer, escribir, comprender y reflexionar adecuada y asertivamente, es primordial para la formación universitaria exitosa.
En Venezuela al igual que en otros países de América Latina, la lectura y la escritura en la educación superior se han convertido en objeto de interés debido a que estos procesos inciden directamente en el desempeño académico de los estudiantes y en temas tan sensibles en la vida de las instituciones como la calidad académica, la producción de conocimiento, las dificultades de comunicación, la repitencia y la deserción, entre otros.
La lectura comprensiva y escritura académica deberían ser presentadas como parte del universo de posibilidades de formación continua que ofrece la universidad, como parte del incentivo al espíritu crítico y reflexivo de los estudiantes. Sin embargo, muchas veces se ve relegada a instancias de evaluación y comprobación de saberes. Ello preocupa porque en el ámbito académico, se pueden establecer puntos de vista viciados, que termienen excluyendo de hecho.
Por un lado, está el docente quien considera que sus estudiantes no cumplen las expectativas que él tiene de ellos, al valorar que no leen los materiales, o que los leen y no los comprenden, sin que ello vaya acompañado de una acción que tienda a resolver el problema, mostrando con ello limitaciones en la comprensión de su tarea real en el aula. Por otro lado, están los estudiantes, quienes consideran a la lectura y escritura como una obligación a cumplir, sin otro sentido que la aprobación de una asignatura; como señala Bonilla-Molina (2018), la pérdida del sentido de aproximación a la lectura como un deseo y una satisfaciión cognitiva es evidencia de la crisis de los sistemas educativos en el marco de la tercera revolución industrial.
Cassany (2010) plantea que las investigaciones en este campo revelan que no existe certeza que la información que circula en la actualidad, mediante diversos formatos sea leida y comprendida a cabalidad. Se evidencia de este planteamiento que la problemática de la comprensión lectora no es de un sector particular, sino por el contrario de todo el colectivo. Así, en Venezuela, Matos (2009, p.10), reflexiona en torno a la problemática de la lectura y la escritura en la universidad y expresa que:
“… en nuestro contexto, se valora peyorativamente, pues se considera que esa es una actividad propia de los primeros niveles de la educación inicial y de la educación básica, así que nuestra meta es impartir el conocimiento específico de la ciencia a la que estamos adscritos”.
De ahí que el autor recomienda que tanto la lectura como la escritura sean tratadas de manera interdisciplinar, con responsabilidad y compromiso de todos en la comprensión y producción textual. Eso incluye a los docentes universitarios que terminamos despachando el tema como un problema de otro nivel del sistema educativo, como si estuvieramos hablando de una producción insdustrial de ensamblaje de partes.
Los estudiantes de educación universitaria necesitan desarrollar y consolidar los procesos de lectura y escritura, como alternativa para alcanzar un mayor acceso a las diferentes áreas del conocimiento y para perfeccionar su formación profesional. Adquirir adecuadas competencias de lectura y escritura académica les proporcionará herramientas indispensables para su cabal inserción en una sociedad pluralista y diversa. En consecuencia, en la Universidad que funciona como tejido organizativo complejo y comunicacional, generador de conocimiento, resulta importante que se incluya en su planificación y acciones educativas, las iniciativas dirigidas a propiciar la lectura y la escritura en los estudiantes, conforme a las expectativas y requerimientos del presente y, por supuesto, de una manera más vivencial.
Es importante tener presente que la lectura y escritura se configuran como herramientas de aprendizajes, allí cuando se logra consegui y enfocar el esfuerzo en la actividad cognitiva del estudiante vinculada a su realidad. En ese aspecto, la reflexión, el conocimiento de la estructura conceptual de la información y la elaboración de conceptos, subconceptos y textos, favorece la construcción de conocimientos, construye conciencia de vinculación del saber con la realidad y por supuesto ayuda a mejorar las competencias metacognitivas.
Referencias Bibliograficas
- Cassany, D. y Morales, O. (2008). Leer y Escribir en la Universidad: Hacia la lectura y la escritura crítica de géneros científicos. Documento en línea. Disponible en:http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/16457/1/leer_universidad.pdf. Consulta: 10/02/2018.
- Álvarez, J. (2003). Cómo hacer investigación cualitativa. Fundamentos y metodología.México. Paidós Educador.
- Milagros matos (2009) tesis en la web http://biblo.una.edu.ve/docu.7/bases/marc/texto/t35345.pdf
*Elaborado para Otras Voces en Educación.
*Fuente de la imagen: https://compartirpalabramaestra.org/blog/lectura-y-escritura-aspectos-que-transforman-el-pensamiento-y-la-experiencia
Excelente artículo que aborda un tema que preocupa a muchos y ocupa a pocos. Difícil escribir para quien no lee. En Venezuela se han hecho esfuerzos grandes como la distribución gratuita de libros, los cuales reposan en rincones y en el mejor de los casos, en las Bibliotecas sin que nadie los lea. Es por ello, entre otros argumentos, que se debe abordar el tema de la lectura y la escritura desde la Educación en todos sus niveles y modalidades, la Familia y la Comunidad.