1. Filtros de conexión
Esto puede suponer que un estudiante con un malware instalado en su teléfono y que se conecte a la red WIFI de la universidad, por ejemplo, podría provocar que unos hackers inactivaran las comunicaciones de todo el centro o accedieran a los teléfonos de todos los demás alumnos.
2. Robo de identidad
Los centros deberían proporcionar tanto a sus alumnos como a los docentes una estructura tecnológica que cubra la seguridad de la identidad de todos los ‘players’ que integran el mundo educativo.
3. Securizar los servicios en la nube
Si un centro pone a disposición de los estudiantes y docentes dispositivos tecnológicos como tabletas, servicios en la nube u ordenadores portátiles, una de las primeras medidas que debería adoptar es securizar todo para evitar que, por poner ejemplo, un ciber criminal pueda acceder a los servidores del centro desde el ordenador de cualquier alumno.
4. Proteger las intranets
En ellas se almacena y comparte la información más sensible de una institución educativa. Ya sean los datos de los propios estudiantes, la información financiera o las investigaciones de las universidades. En este último caso, la labor investigadora de sus docentes y doctores es uno de los mayores valores de los centros. En caso de un ‘ransomware’ o secuestro de datos, unos cibercriminales podrían borrar todo el conocimiento almacenado digitalmente de una universidad.
5. Cuidar los datos e imágenes de los menores
El tratamiento seguro de datos como la información personal de los menores en los colegios y escuelas, ya sean públicos o privados, es relevante. Los casos de ciberacoso a menores por parte de ciberdelincuentes debería servir como principal motivación para multiplicar la seguridad en centros educativos. En cuanto a las imágenes que se comparten a través de las redes sociales de los estudiantes, las instituciones educativas deben pensar en quién va a ver las imágenes que compartan en internet y pensar qué uso negativo se puede hacer con ellas en la Red. Por ello, lo más recomendable es que todas las imágenes y vídeos que se compartan en Internet sean siempre en grupos cerrados para que solo puedan acceder a ellas las personas autorizadas.
6. ‘Hack colegio’
Otro de los ciberriesgos es el mal uso que pueden hacer los estudiantes de Internet cuando están en el colegio. Si, por ejemplo, se hace en Google la búsqueda de “hack colegio”, el buscador nos devuelve más de cuatro millones de resultados en poco más de un cuarto de segundo, que contiene tutoriales y testimonios en primera persona sobre cómo falsificar las notas, irrumpir en los servidores del centro o cómo entrar en una escuela para formar parte de Anonymus.
Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/ciberriesgos-en-centros-educativos/119300.html