Superar la inequidad, mejorar la conectividad y garantizar la protección del estudiante en los espacios educativos son algunas de las conclusiones que resultan de la Encuesta Global de Aprendices realizada por Pearson, compañía dedicada a la educación a nivel mundial, con presencia en 70 países.
Este proceso se realizó en agosto pasado y consultó a 23 mil ciudadanos en el mundo, sin muestra en Colombia, aunque de acuerdo con los consultados, los desafíos planteados son globales en este sector de la sociedad.
Sobre las conclusiones, Sebastián Rodríguez, director para Hispanoamérica de Pearson, dijo que la encuesta plantea que la educación, sobre todo en los niveles primarios deberán “tener muchos más apoyos tecnológicos que los que tenían en la prepandemia”.
Con esto coincide Wilson Bolívar, decano de la facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, quien asegura que entre los retos que tiene la educación para el próximo año y para el futuro en general, se debe mejorar el acceso a recursos y tecnologías digitales.
“Mejorar las condiciones de las familias para la adquisición de dispositivos tecnológicos y el acceso a Internet como un derecho básico” es fundamental para Bolívar, pues si bien es clave la presencialidad en las instituciones como espacios para la socialización y las interacciones, “también es un llamado a dotar de las condiciones necesarias para que los estudiantes tengas acceso a las condiciones que les permitan complementar sus procesos formativos”, sostiene el docente.
Para José Escamilla, director de Innovación Educativa del TEC de Monterrey, México, lo claro es que el próximo año se mantendrán algunos cierres parciales e intermitencias o, como lo llaman en Colombia, alternancias entre lo virtual y presencial.
“Más que un regreso a la normalidad, en materia educativa deberemos reinventar muchas de las cosas que hacíamos, porque las organizaciones de salud avizoran que llegarán más emergencias, como desastres naturales, pandemias… y la educación debe ser más resiliente”, plantea el analista.
¿Equidad?
Según Rodríguez, la encuesta reflejó que el uso de la tecnología no es equitativo y depende de la ubicación espacial o social de las familias.
“No todos tienen acceso a tecnología o a poder pagar una conectividad. Entonces la tecnología es un arma de doble filo, porque puede generar más desigualdad si no se aplica de modo equitativo”, en el entendido de que en países de ingresos medios o bajos aún hay regiones que no tienen ni siquiera una conexión mínima a internet.
Frente a esto, Bolívar sostiene que hay otra mirada social, que en ocasiones pareciera que no se tiene en cuenta: “Debemos fortalecer una educación inclusiva plural y diversa que atienda las particulares de nuestras poblaciones con sus diferencias”.
https://www.vanguardia.com/colombia/inequidad-y-conectividad-los-retos-de-la-educacion-HG3190595