Por: Oriol Sabata
El pasado 1 de diciembre, la portavoz del Gobierno de España, María Jesús Montero, anunciaba la compra de 73 millones de vacunas contra el coronavirus. De esta partida, 53 millones provienen de las empresas farmacéuticas Moderna, CureVac y Janssen y los otros 20 millones de las compañías Pfizer y AstraZeneca. El mensaje que se nos ha lanzado desde el Ejecutivo español es que las vacunas serán gratuitas para la población. Pero, ¿es realmente cierta esta afirmación?
Los estados de la Unión Europea no compran directamente a las multinacionales farmacéuticas. Esta adquisición la lleva a cabo la Comisión Europea de manera centralizada y luego se encarga de distribuir las dosis a sus estados miembros de manera proporcional según su población. Por ejemplo, el pasado 11 de noviembre de 2020 la Comisión hizo una compra de 200 millones de vacunas. Cada estado recibe su parte y decide si se adhiere a los distintos acuerdos comerciales para comprar dosis adicionales.
Secretismo y contratos opacos
La Comisión Europea ha cerrado contratos millonarios con seis grandes grupos farmacéuticos. La Comisión se niega a hacer público el precio de las vacunas acogiéndose a las “cláusulas de confidencialidad” de los contratos con las multinacionales y a la necesidad de “proteger los intereses comerciales” de estas empresas [1].
A pesar de destinar millones de euros de dinero público a estas compañías privadas, la Comisión se niega a permitir el acceso a los contratos firmados con los laboratorios. No se sabe ni el precio de las vacunas, ni las condiciones sobre plazos de entrega y posibles indemnizaciones. Una institución pública donde impera la opacidad y el secretismo absoluto. Todo bajo criterios puramente empresariales en medio de una pandemia sin precedentes y con miles de vidas en juego.
Sin embargo, gracias a una filtración (intencionada o no) en la red social twitter por parte de la Ministra belga de Presupuestos, Eva De Bleeker, se pudo saber los precios de las vacunas [2].
En la publicación, De Bleeker detallaba lo que la Comisión Europea está pagando por cada una de las dosis:
- Oxford / AstraZeneca: 1,78 euros
- Johnson & Johnson: 8,50 dólares
- Sanofi / GSK: 7,56 euros
- Pfizer / BioNTech: 12 euros
- CureVac: 10 euros
- Moderna: 18 dólares
Otro aspecto del que tampoco la Comisión ofrece datos oficiales es el dinero público destinado a la financiación que han recibido las farmacéuticas para desarrollar las vacunas. Lo que sí se sabe es que este dinero avanzado por los estados es a fondo perdido.
Lo que no cabe duda es que los laboratorios privados se han cubierto muy bien las espaldas. Los estados se han comprometido a indemnizarlos económicamente en caso de que haya problemas y riesgos para la salud debido a la rapidez con la que se han desarrollado las vacunas. Además, en los contratos no se establece ningún tipo de sanción en caso de que no cumplan con las cantidades y los plazos de entrega. Hace pocos días supimos que algunos laboratorios ya anunciaron que no cumplirán con los calendarios establecidos.
¿La vacuna es gratuita?
Las autoridades han repetido en varias ocasiones que la vacuna será gratuita. ¿Puede realizarse tal afirmación teniendo en cuenta las sumas millonarias de dinero público que se han invertido en la investigación y desarrollo y lo que se va a pagar para adquirir dichas vacunas? Es más que evidente que la vacuna no es gratuita. La estamos pagando entre todos los trabajadores ya que los estados asumen buena parte de su desarrollo y posteriormente el coste por la adquisición de las dosis. En este sentido, los laboratorios están haciendo un negocio de cifras estratosféricas.
Según datos de Airfinity, el financiamiento de las vacunas contra el coronavirus proviene mayoritariamente de los estados, que a través de subvenciones directas para la investigación y desarrollo de las vacunas han aportado 8.600 millones de dólares frente a los 3.400 millones que provienen de los propios laboratorios [3].
Estas empresas obtendrán enormes beneficios. Según cálculos de Bloomberg, los contratos firmados con los estados multiplicaron casi por 10 sus ingresos en el año 2020. Los nueve mayores fabricantes de vacunas de Europa y Estados Unidos acumularán en el período 2020-2022 hasta 48.000 millones de euros de facturación [4].
Según estimaciones de algunas informaciones filtradas, España desembolsará en un primer tramo más de 1.300 millones de euros por la compra de dosis a varias empresas [5]. ¿Quién las va a pagar?
Comprobamos como, una vez más, el capitalismo carga sobre las espaldas de la clase trabajadora el peso de la crisis económica y sanitaria. Todo ello en el marco de la Unión Europea, una macro-estructura al servicio del gran capital que arrebata por completo la soberanía y el margen de maniobra de los estados miembros. Países enteros a merced de los dictados del mercado, con el azote de una pandemia mundial en la que somos incapaces de desarrollar vacunas propias y entregamos un derecho fundamental como la salud al negocio de las multinacionales.
Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/vacunas-covid-un-negocio-privado-millonario-con-el-dinero-publico-de-todos/