Raúl Figueroa, ministro de Educación: “El regreso a clases no puede transformarse en un gallito político”
A 10 días de que reabran los colegios, el ministro pide a los alcaldes que se oponen al retorno presencial no entorpecer el proceso y buscar soluciones para que las escuelas estén disponibles. Advierte que el derecho a la educación “no es negociable” y aclara que «los profesores no son flojos».
El año escolar comienza el 1 de marzo y eso no es negociable. El ministro de Educación, Raúl Figueroa, responde así a los alcaldes que han dicho que no están dadas las condiciones para retornar a clases presenciales, pondiendo en duda si sus colegios abrirán sus aulas. En esta entrevista, Figueroa cuestiona a los ediles que han puesto trabas, subraya que serán los apoderados quienes finalmente decidirán si los alumnos asistirán de manera presencial a las escuelas y detalla el avance de la vacunación a los docentes. Además, cuando está a punto de cumplir un año en el cargo, plantea su agenda legislativa para el 2021.
Varios alcaldes sostienen que no es momento de abrir los colegios, ¿empezará el año escolar el 1 de marzo?
Los efectos de la pandemia en 2020 fueron brutales en el sistema educativo, son conocidos, como el aumento en las brechas de aprendizaje, el perjuicio en el desarrollo socioemocional, el deterioro en la salud física y mental. Y si bien se hicieron esfuerzos para mitigar esas consecuencias, hoy existe un consenso total de lo relevante que es que la presencialidad tenga un rol fundamental en este año, por supuesto, cuidando todas las medidas sanitarias. Los sostenedores, en especial los que tienen en sus manos la educación pública, deben tener conciencia del impacto que tienen sus decisiones; y si sabemos que este año debemos velar por el beneficio de los alumnos, poner dificultades para el retorno de las actividades presenciales es tomar una dirección equivocada. Son algunos alcaldes los que han señalado que no están en condiciones de iniciar el año en marzo. Muchos otros alcaldes, además de los Servicios Locales de Educación y todo el sistema particular subvencionado han señalado que sí están en condiciones de hacerlo. Además, el 100% de los colegios presentaron su plan de funcionamiento para 2021, entre ellos, colegios que dependen de los alcaldes que han puesto trabas. Esos alcaldes saben que los colegios se han preparado y deberían confiar en sus directores y comunidades.
¿Entonces usted confirma que el año escolar comienza el 1 de marzo?
El año escolar parte en marzo, los colegios están preparados para, en una lógica gradual, flexible, segura y mixta, darle a la presencialidad una mayor relevancia. Ahora, esto no significa que los 3,5 millones de alumnos vayan a llegar presencialmente a clases el mismo día al iniciarse el año de clases, esto es gradual, flexible y seguro.
¿Ve en los alcaldes una preocupación legítima por las condiciones sanitarias o cree que le están dando un uso político al tema?
Todos tenemos una preocupación por velar por el cumplimiento de los protocolos sanitarios y por tomar medidas que permitan combinar la seguridad y el darles a los alumnos las mejores oportunidades. La Unicef, la Unesco, la ONU, la OMS, y ahora último la Defensoría de la Niñez, han sido enfáticos en señalar que, para poner el bienestar de los alumnos en primer lugar, debemos recuperar la presencialidad en el sistema escolar, como lo están haciendo otros países, como Argentina y Colombia.
¿Entonces los alcaldes están usando el tema por razones políticas? ¿Por la cercanía de las elecciones municipales?
No quiero juzgar las intenciones de los alcaldes que han puesto trabas en este proceso. Quiero destacar a los alcaldes que sí han asumido el liderazgo que les corresponde y han dicho que, con la adecuada preparación, están en condiciones de abrir los establecimientos.
Entre los alcaldes que se oponen al regreso a clases presenciales están los de Maipú, Talca, La Reina, Ñuñoa y La Florida, y todos ellos son integrantes de Chile Vamos, ¿cree que están entorpeciendo este proceso?
Creo que han identificado ciertas dificultades del proceso, que afortunadamente tienen solución. Algunos han señalado que el hecho de que los colegios estén siendo usados como centros de vacunación, impide que están disponibles para las clases. Pero son pocos los establecimientos que se usan con ese fin, por lo que los esfuerzos tienen que estar en cómo reemplazamos esos locales por otros. Otros alcaldes han señalado que los establecimientos tienen que estar disponibles para las elecciones, pero sabemos que en ese caso el colegio se ocupa solo el fin de semana… no es un problema imposible de solucionar.
¿Este es un conflicto creado, inflado por los alcaldes?
Insisto, cada sostenedor tiene su legítima manera de enfrentar esto, pero es fundamental poner todas las capacidades para que los colegios estén disponibles para los alumnos.
Pero el conflicto ha ido creciendo, ¿cree que le faltó ser más persuasivo para desactivar el conflicto antes?
Este ha sido un tema difícil en todo el mundo. Tenemos que recuperar espacios de confianza, donde las familias se sientan seguras, y ciertamente todos tenemos una responsabilidad. En la manera de comunicar, de llevar el trabajo en cada establecimiento, en el ánimo de escuchar y comprender, poniendo la prioridad en los alumnos. Pero el regreso a clases no puede transformarse en un gallito político, en un atrincheramiento, sino que debemos necesariamente, como lo planteó el Presidente Piñera, hacer de la educación un tema que nos una. Hay que bajar al máximo las tensiones, despolitizar esta situación y trabajar en común.
¿Y hace un mea culpa de algo que le haya faltado a usted para evitar este conflicto?
Siempre se puede mejorar lo que uno realiza. Todos vivimos momentos muy complejos en el 2020 y ciertamente uno siempre puede mejorar, como en la manera de comunicar, identificando ciertas situaciones y darles solución. Pero también destaco el cómo ha evolucionado esto, por ejemplo, hoy hay consenso de que las clases presenciales son irremplazables y que los colegios deben estar a disposición de los alumnos. El desafío que nos queda es cómo entregamos confianza a los padres, porque son las familias quienes determinarán si sus hijos irán o no a clases presenciales, y para que tomen esa decisión, se necesita que los establecimientos estén disponibles para recibirlos y que le transmitamos confianza a los apoderados para que se sientan tranquilos al tomar su decisión.
¿Cree que los apoderados tienen esa confianza hoy, a dos semanas del inicio de las clases?
Este proceso será gradual y evolucionará con los días. Los primeros días, siendo esto voluntario, es probable que los apoderados sean cautelosos al tomar la decisión, como ocurrió el año pasado durante las primeras aperturas de establecimiento, cuando los padres fueron ganando confianza.
¿Se puede negociar el retorno a clases presenciales?
Es clave entender algo muy claro, que hemos ido olvidando, que es que el derecho a la educación de los estudiantes no es negociable. Y las presiones de algunos grupos afectan el derecho a la educación de los estudiantes. No podemos entrar en una negociación sobre ese punto. El derecho a la educación de los estudiantes no es negociable y toda la evidencia indica que tenemos que avanzar en abrir los colegios. Todos los organismos y expertos han dicho que lo último en cerrarse y lo primero en abrirse deben ser las escuelas.
Fuente de la Información: https://www.latercera.com/la-tercera-pm/noticia/raul-figueroa-ministro-de-educacion-el-regreso-a-clases-no-puede-transformarse-en-un-gallito-politico/CY6ZUG4HFNAJHM34UEP37YZR7U/