Cuando ingresan al organismo, los virus se comportan como expertos criminales. Se esconden y, sobre todo, cambian para sobrevivir en el entorno. El SARS-CoV-2, causante de la enfermedad covid-19, no es la excepción. Hasta la fecha, en el mundo hay más de 5 000 variantes; solo en Ecuador hay 81 detectadas. La ‘londinense’, identificada en diciembre por científicos de Reino Unido, generó preocupación debido a que sus mutaciones le dan una mayor capacidad de transmisión al virus; tanto así que en poco tiempo se extendió en más de 30 países. Y puso en duda la efectividad de las vacunas. En Ecuador, por ejemplo, se informó sobre el primer caso el 11 de enero. Hasta el jueves 18 de febrero del 2021 se reportaron siete en Pichincha y El Oro; uno de ellos no tiene nexos epidemiológicos, por lo que se habló de una transmisión comunitaria. Esta no es la única variante identificada. En el mundo también se habla de la brasileña, cuyo primer caso se registró en Japón, y la sudafricana. En el país se detectó una más. Fernando Espinoza, director del Centro de Investigaciones de la U. Espíritu Santo (UEES), explica que el hallazgo comparte ciertas características de las variantes de Reino Unido, Sudáfrica y Brasil, que causan preocupación por su velocidad de transmisión y posible aumento de la mortalidad. “No es igual, bajo ningún punto de vista”, aclara. Es necesario -agrega- realizar más estudios. Por eso, en esta semana los laboratorios de Ciencias Ómicas y UEESBiolab, en Samborondón (Guayas), analizan otras 28 muestras. Entre marzo y abril del 2020 detectaron en Guayaquil el linaje que circulaba en Europa, con otras, dijo, que no causan mayor preocupación. En un reciente estudio hallaron por primera vez variantes de Zimbabue, EE.UU., Suiza y Europa. “La preocupación es la que comparte rasgos de la variante de Reino Unido, Sudáfrica y Brasil, detectada en pacientes en terapia intensiva. Tiene ciertas características que, se ha demostrado, son más peligrosas”, advierte Espinoza. La OMS ha enfatizado la necesidad de secuenciar los virus. Para el director del Centro de Investigaciones de la UEES, se debieran realizar unas 500 pruebas de este tipo a la semana para determinar qué ocurre en los hospitales, donde desde inicios de este año reportan pacientes cada vez más jóvenes, con una evolución más rápida del covid-19 y mayores complicaciones. Para Fabricio González, médico e investigador de la U. Central, estos cambios son normales, ya que los virus mutan para subsistir en su entorno. “Es como un mecanismo de supervivencia evolutiva; en el futuro aparecerán más”. Por ello, dice que el reto es aumentar los estudios genómicos (seguimiento de la huella del virus), es decir, analizar la mayor cantidad de muestras de los contagiados para entender su comportamiento, infecciosidad o agresividad. Hasta el momento, en el país se han secuenciado 269 test en tres universidades: San Francisco de Quito (USFQ), Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) y Espíritu Santo. También el Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública publicó seis genomas del SARS-CoV-2 en la plataforma internacional Gisad. Un grupo de seis expertos de estos centros elaboran un protocolo para fortalecer la vigilancia a este microorganismo; también participa el Ministerio de Salud. La idea -cuenta Paúl Cárdenas, especialista en enfermedades infecciosas y genómica de la USFQ- es tener lineamientos para priorizar la secuenciación de las muestras. Así, se dará preferencia a casos con cuadros graves, reinfecciones, niños y test de hospitalizados, para ver el tipo de variantes que circulan. Y se incluirá a vacunados que se hayan contagiado con el virus. A ello se suma la propuesta de crear una red de laboratorios, adelanta Espinoza. Esto como parte de una vigilancia epidemiológica que incluya un programa para obtener muestras de calidad e interpretación de los resultados. Josefina Coloma, epidemióloga, y César Paz y Miño, del Centro de Investigación Genética y Genómica de la UTE, concuerdan en que una preocupación es si la vacuna puede combatir estas variantes. Coloma dice que, según estudios, las fórmulas están respondiendo de modo diferente: unas mantienen su eficacia y otras bajan. Las autoridades rusas, por ejemplo, anunciaron que sus dos dosis sí funcionan contra el tipo londinense. Pero las personas que superaron el virus pueden reinfectarse con las nuevas variantes.
Fuente: https://www.elcomercio.com/actualidad/covid-variantes-virus-detectadas-ecuador.html