Por: Diego Aguilera Pineda
El pasado 3 mayo pude leer un artículo de opinión que pretendía justificar la expulsión de la docencia de miles de Profesores Técnicos de Formación Profesional, menospreciando el trabajo realizado durante décadas por este colectivo, resultando ser un artículo que no puede estar más alejado de la realidad.
Se habla en él de la capacidad que adquiere el alumnado de FP para su incorporación en el mundo laboral, exaltando que muchos alumnos ingresan posteriormente en la Universidad para tener más oportunidades de futuro, pero obviando que este proceso se produce también a la inversa; cada vez más alumnos universitarios se matriculan en estudios de Formación Profesional para adquirir las destrezas que les demanda el mundo empresarial, y conseguir trabajo de un forma más rápida.
El autor del texto atribuye la alta cualificación del profesorado a su paso por la Universidad, menospreciando aquellos que han accedido a la docencia desde el mundo de la F.P. y que tienen una extraordinaria preparación para impartir los módulos formativos que les corresponden.
Habla de cómo la LOMLOE culmina un proceso que se inició con la LOGSE y siguió con la LOE en busca de la excelencia del profesorado, pero no menciona que en la legislación anterior se dio protección a los docentes con titulación superior de Formación Profesional, ya que son una figura imprescindible para que el engranaje de estos estudios funcione perfectamente.
Después tenemos una serie de afirmaciones sobre el saber hacer, el saber estar…, culminando el párrafo con afirmaciones como que los alumnos adquirirán sus conocimientos en las propias empresas gracias a la FP dual, y ahí se desmonta todo, de eso se trata, de que los alumnos reciban una formación más teórica, científica… en los institutos y que sean las propias empresas quienes los formen, aniquilando así el espíritu de la Formación Profesional.
No se puede empezar un texto afirmando que las empresas reclaman personal cualificado y especializado para defender después todo lo contrario, y reducir estas enseñanzas a una pequeña universidad, olvidando sus orígenes y fundamentos.
El profesorado Técnico de Formación Profesional con titulación de FP Superior forman junto a sus compañeros con estudios universitarios un tándem perfecto que no debe desaparecer, y que ha contribuido a que sus alumnos sean apreciados en el mundo laboral, y a que otros con estudios universitarios recalen después en la FP Superior.
Resaltar, para aquellos que se escudan en los nuevos retos tecnológicos y en la modernización, que los Profesores Técnicos de F.P. llevan décadas impartiendo docencia, que se han adaptado a la aparición de internet, de nuevos programas informáticos, de nuevos tipos de motores, de nueva maquinaria en aquellas especialidades con mayor carga práctica, de cambios brutales en todos los sectores productivos…; puede que no hayan accedido a estudios universitarios pero su formación y actualización ha sido constante, siempre encaminada a adquirir nuevos conocimientos relacionados con las materias que imparten, realizando también cursos de formación pedagógica, participando activamente en la vida de sus centros, preocupándose de sus alumnos, siendo en definitiva una parte imprescindible de la Formación Profesional.
Esta nueva Ley conlleva una serie de modificaciones que en nada benefician a la Formación Profesional, que revientan de un plumazo todo lo conseguido en estos años, todo ello de manera unilateral, impidiendo la participación de los implicados en cualquiera de sus trámites, a excepción de los promotores de la extinción del Cuerpo de Profesores Técnicos de Formación Profesional, que solo buscaban el beneficio de unos pocos en perjuicio del resto de profesorado, alumnos, pequeñas empresas y la propia Formación Profesional.
Es por todo ello que desde esta tribuna solicito a las Administraciones que se replanteen el exterminio de todo este profesorado o, en el mejor de los casos, reducirlo a una figura residual degradándolo de una manera irreversible, y a aquellos que solo buscan sacar rédito de todo esto que prioricen a la Formación Profesional en lugar de justificar lo injustificable.
*Diego Aguilera Pineda. Profesor de FP y presidente de la Asociación Red de Profesorado Técnico de Formación Profesional.