El Ministerio de Educación afgano prohibió a las niñas mayores de 12 años cantar en coros escolares. La movilización, con más de un centenar de mujeres compartiendo vídeos de canciones infantiles, logró que el Gobierno diera marcha atrás, pero la educación de las niñas sigue estando llena de obstáculos.
La guerra en Afganistán no ha perdonado al sistema educativo del país. Las escuelas se han ido politizando, tanto por el extremismo religioso como por la búsqueda del poder político en este país islámico, en donde algunos intentan introducir una dimensión ideológica en el sector educativo. En teoría, el Gobierno afgano fomenta el acceso de las niñas a la educación, pero en la práctica, las niñas de algunas zonas del país siguen siendo limitadas para asistir a la escuela.
Aunque la igualdad de género figura en la constitución afgana, la brecha existe y es grave. Najiba Arian, portavoz del Ministerio de Educación afgano, afirma que actualmente hay 9,7 millones de alumnos escolarizados en el país, de los cuales el 42% son niñas. Sin embargo, casi 3,7 millones de niños y niñas en edad escolar (de los cuales 60% son niñas) se encuentran fuera del sistema escolar.
Las dificultades de acceso a la educación son más pronunciadas en las provincias del sur y del este del país, dice Arian, no solo por la inseguridad, sino también por la persistencia de costumbres tradicionales y tribales. La mayoría de estas zonas pertenecen a grupos étnicos y se encuentran bajo el control de los talibanes, que que gobernaron el país en la década de los 90 y que, a pesar de sus recientes declaraciones de cambio, siguen oponiéndose a la educación de niñas y mujeres, por ejemplo destruyendo escuelas que se han construido en los últimos 20 años.