Por Sonia Del Valle
A pesar de ser mayoría, las mujeres en el sistema educativo están prácticamente invisibilizadas. No participan en la toma de decisiones, sus aportaciones son poco reconocidas y valoradas como constructoras de la educación en México. De 44 titulares que ha tenido la SEP, solo hay 2 mujeres y juntas no alcanzan a gobernar ni 4 años de los 100 que tiene la dependencia.
A pesar de ser mayoría, las mujeres en el sistema educativo están prácticamente invisibilizadas. No participan en la toma de decisiones, sus aportaciones son poco reconocidas y valoradas como constructoras de la educación en México.
Algunos ejemplos: El Día del Maestro, sigue siendo del Maestro, sin reconocer que 7 de cada 10 docentes, son mujeres en educación básica. Los reconocimientos tienen nombres masculinos: Manuel Altamirano, Rafael Ramírez.
Y la Secretaría de Educación Pública a manera de homenaje a quienes han contribuido a forjar el sistema educativo ha colocado en el llamado “Pasillo de los Profesores Ilustres” a 10 hombres: Ignacio M. Altamirano, Rafael Ramírez Castañeda, Joaquín Baranda, Lucas Ortiz Benítez, Gregorio Torres Q, Luis Álvarez Barret, José Santos Valdés García, Lauro Aguirre y Daniel Delgadillo; y solo a dos mujeres: Rosaura Zapata y Soledad Anaya.
Han pasado 100 años y la política educativa en México sigue contándose desde el poder masculino. Para muestra otro ejemplo: han pasado 44 Secretarios de Educación, y de ellos solo 2 han sido para mujeres: Josefina Vázquez Mota y Delfina Gómez, juntas no alcanzan aún a gobernar ni cuatro de los 100 años en los que se ha construido la política educativa y el Sistema Educativo Nacional.
Incluso cuando analizamos el segundo nivel de liderazgo, el de las subsecretarías y oficialías mayores, en 100 años, sólo ha habido ocho mujeres en la SEP. Tres de ellas ocuparon el cargo en el siglo XX. La primera fue Amalia González Caballero de Castillo Ledón, quien se desempeñó como Subsecretaria de Asuntos Culturales, de 1959 a 1964. Más tarde María Lavalle Urbina (1976 a 1980) e Idolina Moguel Contreras (1982 a 1988) ocuparon la Subsecretaría de Educación Elemental.
A partir del año 2000, cinco mujeres más han ocupado ese segundo nivel en la línea de mando: Sylvia Ortega Salazar fue Subsecretaría de Servicios Educativos en el D. F., de 2000 a 2005 y luego en 2018 fue nombrada Subsecretaria de Educación Media Superior; Yoloxóchitl Bustamante Díez ocupó ese mismo cargo, entre 2005 y 2006; Alba Martínez Olivé fue Subsecretaria de Educación Básica, de 2012 a 2014; y actualmente ese cargo lo ocupa Martha Velda Hernández Moreno, desde febrero de 2021. Mientras que solo una mujer, Irma Adriana Gómez Cavazos ha sido Oficial Mayor de la SEP, de 2015 a 2018.
Como señala la UNESCO 1 la reducción de las brechas de género en el acceso a la educación, “no ha sido acompañada de una mejora paralela en la igualdad de género en los puestos de liderazgo”.
Lo anterior trae consecuencias, no solo por la evidente discriminación de las mujeres en la toma de decisiones, la planificación y la gestión educativa sino también por la falta de políticas educativas con perspectiva de género que contribuyan a eliminar las barreras, la discriminación y la violencia en contra de las mujeres; que tomen en cuenta las diferencias en el aprendizaje entre niños y niñas; que hagan visibles a las mujeres en la estadística educativa; que promuevan acciones afirmativas para que las maestras puedan ocupar cargos directivos y de supervisión escolar, entre otras.
Pero como nunca es tarde para empezar, desde la Red de Mujeres Unidas por la Educación (MUxED) hemos decidió poner manos a la obra y lanzar el proyecto “La Centena. 100 años de las mujeres en la educación”.
A través de este proyecto, que daremos a conocer el 14 de octubre a las 18 horas, queremos empezar por reconocer las aportaciones de las mujeres a la educación, abrir una hoja de ruta en la investigación educativa con perspectiva de género a través de la reflexión y aportaciones de las investigadoras integrantes de la red; reconocer a quienes han ocupado cargos de liderazgo en la educación y nos anteceden; detonar una conversación pública con y sobre la estadística con perspectiva de género; y conversar sobre el ejercicio del poder de las mujeres en la educación.
Al mismo tiempo, hemos lanzado una petición por escrito y a través de la plataforma change.org para pedirle a la Secretaría de Educación Pública, Delfina Gómez, renombrar el “Pasillo de los Profesores Ilustres” como “Pasillo de Docentes Ilustres” y sumar los bustos y semblanzas de mujeres que han realizado aportaciones importantes para la educación en México, atendiendo al principio de paridad en todo, establecido en el artículo 41 de la Constitución mexicana: que a la letra dice: “En México, la paridad de género es un principio constitucional que se refiere a la participación equilibrada, justa, y legal, que asegura que al igual que los hombres, las mujeres en toda su diversidad tengan una participación y representación igualitaria en la vida democrática de nuestro país”.
Bajo este principio, estamos solicitando incluir a las “Precursoras de la Educación”: Rita Cetina (1846-1908), Estefanía Castañeda (1872-1937) y Eulalia Guzmán Barrón (1890-1985). Así como a las “Pioneras de la Educación”: Amalia González Caballero (1902-1986), María Lavalle Urbina (1908-1996), Guadalupe Elizondo Vega (1935-2020) y Margarita Gómez Palacio (1940-2018).