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La austeridad federal impactó a trabajadores y docentes de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, que ya arrastran desde hace años una situación de precariedad laboral. Profesores acusan una mala aplicación de esa política por parte de funcionarios y mandos medios. Este miércoles se movilizaron en las oficinas del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
El profesor Hugo Capistrán enseña en la Escuela Nacional de Antropología e Historia desde hace 12 años. Es egresado de esta institución, estudió arqueología como segunda carrera. Actualmente imparte dos materias: Historia de México IV y Cultura Maya en arqueología. Cobra 700 pesos a la quincena por una clase de cuatro horas.
Capistrán señala que este esquema, además, “no toma en cuenta las horas de preparación, de evaluación. Es un trabajo muy precarizado”.
“En la licenciatura que imparto que es arqueología se nos dijo que este semestre sólo habría clases para profesores que no cobrarán. El nuevo jefe de la licenciatura logró que se contrataran a 12 profesores de asignatura. Había 20 y tantas materias de profesores que no cobran, porque tienen beca o plaza, no porque no quieran cobrar, y solamente se van a contratar a 12 profesores para incluirse cuando normalmente se contratan a más personas y cuando se necesitan a más personas”.
El profesor señala que además de la necesidad de que se destinen más recursos a la ENAH, es importante que se haga una auditoría en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, del que depende presupuestalmente la escuela, ya que a pesar de los recortes que impactan en la institución educativa hay un aumento de recursos en el Instituto, por lo que suponen que debería haber recursos suficientes.
“Voy a cumplir este año 12 años en la ENAH como profesor y desde el principio estábamos contratados con la figura de profesor ‘hora-semana-mes’ por el INAH. Ha sido una constante la de los salarios bajos, de hecho están por debajo de la mayoría de los salarios de instituciones públicas del país. Lo que hace que nuestro trabajo sea más por amor al arte, por amor a la institución. El gran problema que estamos viviendo es la falta de estabilidad laboral”.
El docente explica que cada vez que entra una nueva persona a cargo de la coordinación de la carrera se corre el riesgo de tener menos trabajo por el fondo de austeriadad y recortes severos a la cultura.
«Una de las luchas desde hace años de varios profesores es la basificación, que se reconozca nuestra labor y nuestros derechos laborales. Alrededor de 80 por ciento de los profesores en la ENAH pertenecen a este esquema de ‘Hora-Semana-Mes’».
En la ENAH existe una Coalición de profesores desde hace unos seis años. Buscaron una sindicalización para defender sus derechos laborales y la basificación de los profesores de asignatura.
“Hay un gran problema de derechos laborales donde no se está respetando la vida de muchos trabajadores y muchos de los derechos que deberían de tener. Y ahora el director está diciendo que serán contratados en un máximo de 45 días… los trabajadores no tienen asegurado su trabajo en los primeros dos meses del año y eso es algo constante, hay muchos casos de trabajadores en el INAH que se quedan sin trabajo por lo menos en enero y en febrero. Se les contrata hasta marzo, ¿qué hacen dos meses sin percibir un salario?», cuestiona el profesor.
El docente dice que desde su periodo como estudiante ve el paulatino desmantelamiento de la ENAH. Los profesores, señala Capistrán, tienen básicamente tres demandas: la basificación, la seguridad laboral y mejores salarios.
La recontratación
El Instituto Nacional de Antropología e Historia pidió el 29 de diciembre pasado que no se llamara a laborar a ningún trabajador eventual a partir de 2022, ya que las recontrataciones serían autorizadas por la Coordinación Nacional de Recursos Humanos.
Luego de que se hizo público el documento, el INAH explicó en un comunicado que la medida busca un “ejercicio racional y responsable de los recursos públicos asignados”. Enfatizó que para el ejercicio presupuestal 2022 no está autorizada la contratación de más personal que el que laboró en 2021. Todas las recontrataciones, insistió, deben contar con la autorización previa de la Coordinación Nacional de Recursos Humanos.
Descartó, sin embargo, que ello implique recorte o despido de personal.
La incertidumbre de cada año presupuestal
EL profesor Emir González Calderón también llegó a la ENAH como alumno y suma un lustro como profesor sin una plaza. Ha impartido clases en las carreras de Historia y Antropología social.
“Desde que yo he trabajado en la escuela hay incertidumbre sobre la renovación de mis contratos. Se renuevan cada seis meses y está sujeto a la cuestión presupuestaria, la partida que designe el Instituto para la escuela”.
La ENAH depende del presupuesto del Instituto Nacional de Antropología e Historia que a su vez, en este sexenio, proviene de la Secretaría de Cultura.
Anteriormente el Instituto Nacional de Antropología e Historia dependía del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Conaculta, que dependía a su vez de la Secretaría de Educación Pública.
Y a los docentes les preocupa que el gobierno no destine recursos suficientes para Cultura.
“Mi percepción es que el presupuesto para la Secretaría de Cultura es menor, por lo tanto para el instituto y para la escuela. Ese tipo de noticias nos preocupa porque entre menos partidas presupuestarias y menos recursos que le den a la ENAH para la cuestión académica son menos las materias que podemos dar”.
El profesor Emir explica que desde principios de 2021 hubo un recorte importante de las materias optativas, lo que se traduce en que hay menos profesores que se emplean y no se les renueva el contrato. En otros años, también han reducido el banco para pagar profesores.
«A la que presto atención especial ahora es a la Secretaría de Cultura. Y estamos hablando de un presupuesto que no es tan voluminoso como ciencias de la Sedena o la Secretaría de Bienestar».
Emir González explica que debido a lo bajo que resulta el pago para un profesor de asignatura, u «hora-semana-mes como le conocen en la ENAH, él tiene que emplearse en otras escuelas. Sin embargo, es en su alma máter donde menos le pagan.
«La materia, quedamos, puede ser de 4 horas a la semana o dos horas a la semana. Si yo hiciera la conversión por hora más o menos estaríamos ganando por ahí de los 85 pesos la hora. A la semana se están pagando mil 400 pesos mensuales. Los profesores horas-semana-mes también tenemos un tope de horas, que me parece es entre 10 y 12 horas. Entonces si estamos diciendo que por 4 horas son mil 400 al mes y el límite son, digamos, 12 horas».
De tal forma que son 4 mil 200 pesos mensuales como tope los que puede ganar un profesor de la ENAH al mes. Una cifra que, señala el preofesor, se ha mantenido por muchos años.
El docente coincide que la situación actual de la ENAH retrata un desmantelamiento paulatino. Relata que las medidas de reducción de gastos, los oficios gubernamentales, son vistos como parte de una historia larga de desmantelamiento que no es exclusiva de este gobierno.
«Prácticamente el ENAH es parte de mi vida. Yo soy egresado de la ENAH y algunas de estas situaciones también las viví como estudiante: los pocos recursos para las prácticas de campo, por ejemplo, que se caracteriza bastante la escuela con esas prácticas. En ese entonces como estudiantes se daban alrededor de 70 pesos de viáticos por día para realizar una práctica de campo. No conozco la cifra actualmente pero no creo que haya aumentado sustancialmente».
Trabajadores eventuales, en capítulos 1000 y 3000
Isaías Mendoza Mendoza es otro profesor de asignatura que imparte clases en las carreras de Historia, Etnohistoria y Antropología. También es secretario general de la Coalición de trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que es delegación del sindicato independiente de trabajadores de Secretaría de Cultura.
Explica que entre los trabajadores eventuales hay profesores de asignatura, asistentes de investigación, administrativos técnicos y manuales. Muchos de ellos cuentan con grados académicos de licenciatura, maestría y doctorado, ya sean en ciencias antropológicas históricas o en otras ciencias. Destaca que sin esa labor la escuela no funcionaría.
En términos administrativos de recursos humanos, señala, estás personas están contempladas en lo que han llamado como capítulos 1000 y 3000.
Para los trabajadores de capítulo 1000, que son la mayoría de los profesores de asignatura de la escuela, las contrataciones son cada seis meses. Entre ellos, afirma el maestro Isaías, hay docentes desde cinco hasta 30 años bajo este esquema.
En el capítulo 3000 es para prestadores de servicios profesionales . Ahí entran asistentes de investigación, técnicos administrativos profesionales, que son contratados cada tres meses y no tienen ninguna prestación social.
La política de austeridad señalada por el gobierno federal no siempre se aplica de manera adecuada por los directivos y funcionarios de mandos medios, explica.
«Esto de la austeridad republicana en realidad tendría que dirigirse a los medios altos y medios con altos salarios e ir regularizando, respetando el trabajo de todos aquellos que ganan menos de 20 mil, había dicho el señor presidente al inicio de su sexenio. Pero hoy sucede todo lo contrario y no solamente en el INAH. En realidad esta austeridad republicana se está aplicando a todos estos trabajadores eventuales que tienen pocas prestaciones y bajos salarios y prácticamente indefensos ante abusos de las autoridades, es decir que no están basificados ni sindicalizados en su mayoría. Entonces son vulnerables y hacia ellos se ha dirigido toda está mala interpretación de la austeridad republicana en términos de recorte de personal».
Mendoza destaca que un incremento presupuestal para el INAH no siempre se refleja en mayores recursos para la Escuela Nacional de Antropología, ya que esos recursos pueden estar dirigidos principalmente a los proyectos prioritarios de esta administración, como el Tren Maya.
Cuando inició el sexenio, señala, había alrededor de 450 profesores de asignatura, ahora son 350.
«Se han ido recordando año con año y somos ahora 100 profesores menos que con estas medidas de austeridad republicana, que cada quien interpreta a su manera en cada instituto se dirigen a determinados trabajadores».
Asamblea General de la ENAH
Desde el 2018 nació la Asamblea General de la ENAH, conformada por estudiantes, profesores y trabajadores. Han venido conversando con autoridades tanto de la ENAH como del INAH.
La Asamblea demanda un presupuesto suficiente para la escuela que sea capaz de atender las necesidades tanto de los trabajadores como docentes y alumnos. Así como elevar la calidad del proceso de enseñanza educación.
Un punto importante es la regularización de los profesores de asignatura. El profesor Isaías Mendoza explica que por derecho estas profesoras y profesores deberían tener una base definitiva, puesto que por ley un trabajador del Estado después de 6 meses y un día tiene derecho a un empleo de base. Y son muchos los docentes han cumplido con ese requisito tendrían que basificarse.
Otra demanda de la Asamblea es que se mejore toda la infraestructura de la escuela, desde pizarrones y puertas hasta la conclusión de una torre de investigación sin terminar desde hace alrededor de una década.
También piden la mejora de laboratorios, más becas para la titulación de los alumnos, más opciones en materias.
Destaca la erradicación de la violencia de todo tipo y en especial la de género, con un programa en ese sentido.
Que se mejoren los sistemas informáticos y los servicios que tienen que ver con la administración a todos los niveles.
La tarde de este martes, en su cuenta de Twitter, la Asamblea destacó los impactos de la precariedad presupuestal en la ENAH, que empuja, advierten, a su desmantelamiento.
Pronunciamiento estudiantil
En estos días la Colectiva estudiantil Hijas de Coyolxauqui emitió un pronunciamiento en el que describen el impacto que tiene en los alumnos la incertidumbre financiera para su escuela.
“Hay muchos compañeros, compañeras y compañeres que queremos titularnos. Nosotras, las de esta colectiva, estamos en proceso de titulación: nos falta la tesis, el examen profesional… claro que es algo que nos afecta. Además de eso las autoridades en los comunicados dicen algo y cuando ven la indignación siempre dicen que un día luego y un día luego, siempre dicen que bsucan el diálogo pero al final de cuentas el director del INAH se ha presentado al menos dos o tres veces en la ENAH y la verdad es que no ha dicho mucho.
Entre la comunidad, señalan, hay molestia y preocupación, ya que la los menos recursos impactan en las becas, los posgrados, los exámenes de idioma, las prácticas de campo.
“Muchos de nuestros profesores se quedan sin chamba, tienen este tipo de contratos que son por tres meses, sueldos atrasados y claro que preocupa, indigna, molesta ver este tipo de cosas en una institución que nos ha brindado tanto. Al final no deberían de estar trabajando por amor al arte o a la antropología o historia, sino porque sus saberes tienen que ser remunerados porque no es cualquier cosa”.
Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales
EL CEAS llamó a garantizar el entorno laboral de ese gremio y destacó el languidecimiento sistemático presupuestal que por décadas ha impactado en la menor contratación y continuidad de profesores, así como el proceso educativo y formativo de las y los estudiantes.
“Desde nuestra posición como colegio de profesionistas hacemos un urgente y atento llamado a las autoridades vinculadas para que, en el ámbito de sus competencias, aseguren las condiciones estructurales y presupuestales necesarias para la mejora de las condiciones laborales que permitan mantener y dignificar el trabajo de todas y todos los profesionales que integran la ENAH, así como de los demás centros de trabajo, universidades y centros de investigación involucrados con la formación y el ejercicio profesional de las disciplinas antropológicas».
Fuente de la información: https://piedepagina.mx
Imagen: María Ruiz