Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) en 2018-2019, sólo el 24.32 por ciento de niños y niñas de 3 y 4 años tuvo un desarrollo adecuado en cuanto a alfabetización.
En México, la educación que se brinda a niños y niñas durante la primera infancia –en sus primeros 5 años de vida– enfrenta diversos retos. Uno de ellos es la falta de reconocimiento social, es decir, los padres y cuidadores no reconocen su importancia, cuando se trata de un aspecto esencial en el desarrollo integral de todo ser humano.
Así coincidieron las especialistas reunidas en la primera mesa de discusión “Educación en la primera infancia; retos y recomendaciones”, organizado por Early Institute, a propósito de los datos que concentra el Sistema de Indicadores de Primera Infancia (SIPI México), herramienta social y estadística que da seguimiento al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En el panel participaron Irma Lilia Fuentes, subdirectora de Educación Inicial en la Dirección General de Desarrollo Curricular de la Secretaría de Educación Pública (SEP); Brenda González García, directora de Atención de Políticas de Primera Infancia del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes; y las investigadoras Katia Carranza Velázquez, de Mexicanos Primero e Ixchel Beltrán Revilla, del Pacto por la Primera Infancia.
De acuerdo con SIPI México, que a su vez se nutre de bases de datos oficiales, como el Sistema Educativo Nacional, la matrícula preescolar que va de 3 a 5 años tuvo una caída de 8.0 por ciento% de 2018 a 2021. En el ciclo escolar 2018-2019 se registró una inscripción de 71.8 por ciento; en el periodo 2019-2020 fue de 71.4 por ciento, y en el ciclo 2020-2021 bajó aún más, a 65.6 por ciento.
En cuanto a la tasa de escolarización de educación inicial (de 0 a 2 años) la baja fue de 18 por ciento en ese mismo periodo, ya que en el ciclo 2018-2019 se tuvo 4.1 por ciento; en el periodo 2019-2020 fue de 3.8 por ciento, y en el ciclo 2020-2021 fue de 3.1 por ciento.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) en 2018-2019, sólo el 24.32 por ciento de niños y niñas de 3 y 4 años tuvo un desarrollo adecuado en cuanto a alfabetización y conocimientos numéricos.
Estas cifras hablan de un panorama poco alentador, sobre todo, en cuanto a educación inicial se refiere. Las expertas en la mesa de discusión vinculan este fenómeno con distintos aspectos: la necesidad de un cambio cultural; ampliar la cobertura; mejorar la calidad del servicio educativo; fortalecer a los agentes educativos con formación continua y adecuada; priorizar el interés superior de la infancia y poner al centro a los niños y las niñas en la construcción de las políticas públicas.
También hay que garantizar la implementación de la recientemente lanzada Política Nacional de Educación Inicial (PNEI) en cuanto a cobertura, calidad y trabajo con las familias. En este sentido, otra cifra que llama la atención es que 40 por ciento de las familias mexicanas no requiere del servicio, de acuerdo con datos compartidos por el Pacto por la Primera Infancia.
Se debe tener mayor presupuesto para impulsar la educación en primera infancia y garantizar un sano ejercicio de los recursos, así como alentar la coordinación entre los diversos sectores involucrados en esta etapa educativa.
En Early Institute afianzamos nuestro compromiso por contribuir en la mejora de la salud; el cuidado y la educación; la seguridad y la protección de la primera infancia y sabemos que la responsabilidad es compartida. SIPI México reúne datos para facilitar el análisis de la situación actual de las niñas y los niños de México, desde un enfoque estadístico, pero también de derechos, motivo por el cual las voces de especialistas ofrecen otra dimensión de entendimiento a lo que ocurre hoy en día en un ámbito educativo complejo y desigual. Los invito a consultar SIPI México en https://earlyinstitute.org/sipimexico/
https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/annayancy-varas/2022/09/13/la-educacion-en-la-primera-infancia-una-agenda-pendiente/