“En muchos sentidos, la COVID-19 estancó o en algunos casos revirtió algunas de las victorias tan duramente ganadas de la equidad de género”, dijo Jennifer Ervin, autora del estudio y doctoranda del Centro para la Equidad en la Salud de la Universidad de Melbourne en Australia. Pero, agregó que los resultados demuestran que “reducir la carga desproporcionada de trabajo no remunerado que asumen las mujeres al permitir que los hombres se hagan cargo de una parte equitativa de este tipo de trabajo puede mejorar la salud mental de las mujeres”.