El segundo trimestre escolar ha comenzado este lunes en Cataluña con una huelga de docentes fijada en la agenda para el 25 y 26 de enero, los mismos días en los que sindicatos sanitarios han convocado paros, en un primer mes del año térmicamente frío pero previsiblemente «caliente» en conflictividad laboral.
El Govern de Pere Aragonès, que aún no tiene acuerdo para los presupuestos de la Generalitat de este 2023, no ha conseguido calmar los ánimos de profesores y sanitarios, molestos al ver que no llegan las mejoras demandas tras los esfuerzos de adaptación durante la pandemia de la covid. El sindicato de profesores Ustec-STS ha elegido los mismos días que la huelga de médicos –25 y 26 de enero– para llamar a un paro de los docentes, alegando que Educación y sanidad son «dos pilares» de la sociedad que deberían ser prioritarios para el Govern, según defiende la portavoz de la organización sindical, Iolanda Segura.
El pasado verano parecía que el curso escolar iba a comenzar con huelgas, pero los sindicatos y el Departamento de Educación llegaron el 1 de septiembre a un acuerdo in extremis que incluía algunas de las reivindicaciones pero con la condición de seguir negociando el resto de asuntos pendientes. Entre ellos destacaba la reversión de los recortes del 2010 y, si bien Educación ha puesto sobre la mesa algunas medidas en esta línea en estos últimos meses, Ustec las considera insuficientes y ve difícil llegar a un acuerdo capaz de desconvocar la huelga, que previsibiemente va a secundar también la CGT.
Huelgas convocadas en sanidad y Educación «calientan» enero en Cataluña