Docentes superaron la barrera del idioma y hoy enseñan en su lengua materna para sacar adelante a sus alumnos
Alicia Cisneros Quispe, maestra quechua y especialista en lenguas andinas del Minedu y Leo Almonacid Leya, maestro ashaninka y especialista en lenguas amazónicas del Minedu. Foto: ANDINA/Eddy Ramos
Alicia y Leo tienen muchas cosas en común: ambos provienen de una comunidad indígena, son docentes bilingües, crean material educativo en diversas lenguas originarias y hoy, en el Día del Maestro, reafirman su compromiso de ser ejemplo de superación para niños y niñas que no hablan el castellano.
Alicia Jovita Cisneros Quispe es maestra rural bilingüe y especialista en lenguas andinas. Nació en el centro poblado de Ccaccamarca, en el distrito de Ocros, en Ayacucho, por lo que su lengua materna es el quechua en su variante chanka.
La docente es la séptima de ocho hermanos de una familia dedicada a la agricultura y crianza de animales menores. Confiesa que estudiar en la ciudad fue una etapa difícil de superar, ya que era monolingüe quechua y no sabía ni una sola palabra en castellano lo que provocó que se sintiera excluida de las clases.
“Recuerdo que mi profesor en primer año de secundaria me sacó a leer al frente y yo no podía. Me dijo que la escuela no era para mí, que como yo era indígena originaria, debía volver a mi pueblo a pastar los animales”, comentó a la agencia Andina.
En lugar de resignarse ante tal acto de discriminación, decidió aprender castellano leyendo revistas y cómics que alquilaba en las graderías del mercado de Huamanga, donde trabajaba su abuela. Gracias a las aventuras de “La pequeña Lulú” y “Archie” Alicia superó sus miedos rápidamente.
“Cuando regresé a la clase del profesor y le dije que ahora sí me podía tomar el examen de lectura, él se rió de mí y me dijo ‘a ver, pues, Pancha, demuestra que ya has aprendido a leer’. Yo leí perfectamente y el profesor se quedó asombrado, preguntando cómo era posible que yo en poco tiempo había logrado eso”, contó.
A pesar de haber cumplido las expectativas de aquel profesor, Jovita no se sentía conforme, ella creía firmemente que todos debían tener las mismas oportunidades para aprender, es en ese momento que decide convertirse en maestra.
“Cualquier niño, de cualquier territorio, ya sea de la punta del cerro, en el valle o la Amazonía, tiene derecho a tener un buen maestro, y solamente será bueno si puede emocionar al momento de enseñar sin discriminar”, resaltó.
Revalorizar el quechua
Al terminar la secundaria, ingresó a un instituto pedagógico y mientras estudiaba comenzó a trabajar como maestra de primaria en la IE N° 38105 de Qiñani, en Vinchos, en la provincia de Huamanga, donde enseñó a sus estudiantes en su lengua originaria, evitando que muchas generaciones vuelvan a sufrir su mala experiencia.
“Hay muchos maestros como yo que están en las aulas dedicándose a recuperar la lengua materna y también la cultura andina. Para ellos, todo mi reconocimiento y apoyo, especialmente en estos tiempos modernos en que necesitamos visibilizar nuestras 48 lenguas originarias”, agregó.
Para Alicia, quien labora en la Dirección de Educación Intercultural Bilingüe del Ministerio de Educación (Minedu), es necesario revalorizar el quechua. Por esta razón, en sus tiempos libres, enseña gratuitamente este idioma a estudiantes peruanos y extranjeros a través de plataformas virtuales.
Ella enseña el quechua a estudiantes que conoció a través de las redes sociales y a familiares que radican en España y Estados Unidos. Incluso, algunos de sus aplicados alumnos visitaron el Perú solo para conocer a la maestra bilingüe.
Cisneros está orgullosa de su lengua y sus costumbres ancestrales, por lo que siempre viste su ropa originaria cuando sale a caminar por las calles de Lima. Aunque ya cumplió más de 30 años de servicio como docente, considera que su labor no tiene fin, incluso cuando se jubile seguirá enseñando quechua.
Profesor ashaninka
A los 9 años de edad, Leo Almonacid Leya era bilingüe, hablaba el ashaninka y el nomatsiguenga, dos lenguas pertenecientes a la familia Arawak. Al igual que Alicia, su vida escolar fue complicada, empezando por la escasez de profesores en comunidades nativas como San Jerónimo, en Satipo, región Junín, donde él creció.
“Cuando llegué a la institución educativa de la ciudad no sabía castellano, tenía muchos problemas para poder expresarme y comunicarme con las personas a mi alrededor. Pedía un kilo de aceite o un litro de papa. Todo era confuso para mí, sufrí mucho rechazo y discriminación, incluso por los docentes mismos, porque no entendían lo que decía”, comentó a la agencia Andina.
Después de aprender castellano de manera autodidacta, estudió en el programa de Formación de Maestros Bilingües de la Amazonía Peruana (Formabiap), en Loreto, con el objetivo de convertirse en maestro ashaninka y llevar conocimientos hasta los lugares más recónditos de la selva.
Lenguas amazónicas
Leo fue docente de primaria durante 15 años en diferentes I.E. bilingües de los distritos de Pangoa, Río Tambo, Río Ene y Mazamari, siempre educando en la lengua ashaninka y en castellano. Resalta que más que traducir, se enfoca en enseñar a los niños incluyendo parte de su cultura en las clases.
“Las clases (en la comunidad nativa) son de acuerdo a las actividades que se realizan, si es de siembra aprovechamos aplicar diferentes áreas del aprendizaje, ya sea de comunicación o matemática, lo mismo si son actividades de pesca, caza o recolección”, explicó.
«Yo puedo identificarme como ashaninka, pero si no hablo la lengua me siento mutilado, no me siento completo, porque la lengua y la cultura van a la par«, añadió.
Actualmente, desde la Dirección de Educación Intercultural Bilingüe del Ministerio de Educación (Minedu), contribuye a fortalecer la educación de los pueblos indígenas u originarios, a través de la elaboración de materiales educativos en diversas lenguas de la amazonía.
“Es importante revalorizar las lenguas amazónicas, porque si se pierde una lengua, también se está perdiendo muchos saberes de agricultura, astronomía, medicina, tejidos, entre otros. Saberes únicos que son transmitidos de manera intergeneracional”, destacó el profesor.
Para Leo, un buen maestro debe reconocer sus propias raíces, amar lo que hace y tener mucha responsabilidad, porque no solo está educando niños, está formando futuros ciudadanos. “La educación intercultural es sumamente importante, todos tenemos el derecho de recibir una educación de calidad, con buenos materiales y maestros capacitados«, finalizó.
Datos
– Leo Almonacid también estudió en la Universidad Católica Los Ángeles de Chimbote, sede Satipo. Asimismo, llevó una maestría en la Universidad Mayor de San Simón, en Cochabamba, Bolivia.
– En el 2014 fue especialista sobre poblaciones originarias en el Ministerio de Cultura y a partir del 2018 retorna al Minedu, a través de la Dirección de Educación Intercultural Bilingüe, donde se mantiene hasta la fecha como especialista en Lenguas Originarias Amazónicas.
– Alicia Cisneros tiene un título de bachiller y licenciatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, además de una maestría en la Universidad Néstor Cáceres Velásquez de Juliaca.
– Desde el 2011 hasta el 2019 fue acompañante pedagógico en Educación Intercultural Bilingüe (EIB), en la región de Ayacucho. Desde el 2014 participa como elaboradora de materiales educativos para los niños quechuahablantes, variante chanka, en el Minedu.
https://andina.pe/agencia/noticia-alicia-y-leo-dos-maestros-apuestan-por-educacion-intercultural-video-946396.aspx