El déficit de aprendizaje en el país afecta a 7 de cada 10 estudiantes, reflejando las profundas fracturas en la educación pública.
l sistema educativo arrastra graves problemas estructurales que impactan negativamente en el desarrollo de los estudiantes. Entre 7 y 8 de cada 10 alumnos no logran alcanzar los aprendizajes básicos en áreas esenciales como lectoescritura, matemáticas y ciencias, según diversos estudios recientes. Esta situación evidencia una crisis educativa que se viene gestando desde hace décadas, acentuada por factores socioeconómicos y culturales que influyen directamente en la calidad de la educación pública.
Uno de los principales problemas radica en la desigualdad social que se refleja en las aulas. Las condiciones económicas de las familias marcan la diferencia en el rendimiento académico de los niños y adolescentes, generando una brecha de oportunidades que difícilmente se cierra en el ámbito escolar. A esto se suma la falta de acceso a una educación inicial de calidad, etapa crucial para el desarrollo de las habilidades cognitivas y sociales, que aún no es una realidad para todos los niños en Paraguay.
A pesar de la implementación del «Plan 2024», un proyecto educativo que tuvo una vigencia de 15 años, no se han registrado mejoras significativas en los indicadores de aprendizaje. Este plan, que busca reformar el sistema educativo, está próximo a vencer y no se ha planteado una nueva estrategia. La falta de planificación a largo plazo y la ausencia de políticas públicas efectivas agravan la crisis que enfrenta el sistema educativo.
Paraguay es uno de los países que menos invierte en educación en la región, con apenas un 3% del Producto Interno Bruto (PIB) destinado a este sector. Esta cifra está muy por debajo del promedio regional, que supera el 5%, y lejos de la recomendación de la UNESCO, que sugiere una inversión mínima del 7% del PIB. La escasa inversión se refleja en la infraestructura deficiente de muchas escuelas, aunque en algunos casos, estas cuentan con docentes capacitados pero carecen de los recursos necesarios para brindar una enseñanza de calidad.
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Además de la infraestructura, la práctica docente también juega un papel clave en esta problemática. La calidad de los maestros varía significativamente, lo que genera disparidades en el nivel educativo que reciben los estudiantes. Según los especialistas, es fundamental que los niños accedan lo más pronto posible a la educación inicial, ya que este es un pilar para asegurar un mejor desempeño a lo largo de su vida escolar.
La solución a esta crisis requiere una inversión más fuerte y un enfoque integral que incluya la mejora en la formación docente, la infraestructura y un nuevo plan educativo que priorice el aprendizaje desde los primeros años de vida.
Fuente: Megacadena