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¿Y las conquistas sindicales?

Por: Abelardo Carro Navas

El primer día que ingresé al magisterio, todo un cúmulo de sucesos se hicieron manifiestos: la presentación con los directivos de la escuela, con los que serían mis compañeros de trabajo, con la delegación sindical que representaba a éstos, con mis fututos alumnos; en fin, todo un nuevo escenario que, a más de uno, podría dejar perplejo. ¿Quiénes no hemos pasado por esto? Indudablemente, quienes tenemos la oportunidad de pertenecer al Sistema Educativo Mexicano (SME), sabrá de lo que estoy hablando.

El lenguaje que permea este medio, es particular y propio de quienes nos formamos para ello. Educación, planeación, evaluación, material didáctico, son algunos de los conceptos que de manera reiterada se expresan en cada uno de las escuelas. Sin embargo, y como parte de esa “jerga” que envuelve a dicho medio, existen otros tantos que, indiscutiblemente, forman parte del hecho educativo, me refiero, como parece obvio, al sindical, y lo que éste trae consigo.

Recuerdo muy bien que en ese primer día, hubo una reunión convocada por la representación sindical. El motivo, dar a conocer la serie de “conquistas” que hasta ese momento se habían conseguido. Confundido, como era de esperarse, me atreví a preguntarle al compañero que tenía a mi lado sobre el significado de ese término: “son los logros que se han obtenido como parte de las negociaciones que establece el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) con la Secretaría de Educación Pública” – me dijo –.

Siguiendo un protocolo, ortodoxo por cierto, se fueron abordando cada uno de los puntos que la agenda de trabajo contenía. Bono para fin de año, lentes, servicios médicos, festejos para el día del maestro y la madre trabajadora y varios etcéteras más, se agotaron pero siempre, en todos, quien hacía uso de la palabra, enfatizaba el hecho de que tales logros eran resultado de las “conquistas” que el Sindicato, a través de su dirigente, había conseguido.

Bien a bien no entendí tales “conquistas”, pero indiscutiblemente que tal evento llamó mi atención, así como también, el que con el paso del tiempo, en las reuniones a las que convocaban las representaciones sindicales – que difícilmente eran cambiadas –, se aludía tal concepto hasta el hartazgo; no obstante esta situación, mi inquietud, natural en los seres humanos, me llevó a realizar un análisis de aquello que reiteradamente se repetía.

Reflexionar sobre las prestaciones que, como trabajadores al servicio del estado, tenemos derecho; hacer cuentas y analizar los rubros que cada año se daban a conocer pomposamente sobre los incrementos salariales; observar que en los festejos no se festejaba a quien debía festejarse; comprobar que en los ascensos y promociones se veían afectados, injustamente, compañeros que deberían ser promovidos; fueron algunos de los asuntos que me llevaron a preguntarme – como ahora lo hago – a qué tipo de “conquistas” se referían cuando se hablaba al respecto.

Si por “conquistas” se entiende cada uno de los “logros” que se obtienen de una negociación entre el patrón y los trabajadores – a través de su representación sindical – pues habría que pensarlas en esos términos y no como algo “utópico” que implica una victoria sobre algo o alguien.

Ciertamente, los puntos de acuerdo a los que llegan las partes, conforman esos “logros” a los que hago referencia. Léase bien, “puntos de acuerdo”, que emanan de un análisis de la situación por la que atraviesa, en este caso, el sector educativo. ¿Por qué llamarlos “conquistas” entonces? Sencillo, la representación sindical, optó por esa “idea” para referir que había obtenido una victoria resultado de la lucha encarnizada que había sostenido con su contrincante. Tal vez por esta razón es que Carlos Ornelas ha afirmado – y afirma – que la Secretaría de Educación Pública (SEP) fue colonizada por el SNTE. No obstante ello, como puede verse, esta idea parece derrumbarse, cuando en los hechos o en las negociaciones, han intervenido las dos partes: una que pide y otra que otorga. Argumento que me permite darle la razón a Manuel Gil Antón cuando plantea que la SEP no fue colonizada por el SNTE, sino que fue cedida por la misma autoridad para que tal Sindicato, hiciera de las suyas.snte-origenes

Años han pasado y, si no me equivoco, el término ha desaparecido del lenguaje de quienes tienen la representación de los trabajadores de la educación. Supongo, es algo normal y hasta lógico pensarse. Los años han transcurrido y esa lucha sindical que suponía la obtención de una victoria, prácticamente ha quedado en el anecdotario. Dese cuenta, en la misma organización sindical ya no se habla de ello, por el contrario, se aplaude y reconoce una reforma educativa que ha impulsado el gobierno de Peña Nieto. De hecho, en los primeros meses de este sexenio, cuando se reformó la Constitución y surgió la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD), si no mal recuerdo, cual estribillo de una canción que escribió hace tiempo el gran José Alfredo Jiménez: el sindicato calló. Así, sin más ni más: calló.

En suma, considero que si de conquistas a conquistas estamos hablando, la SEP, con Aurelio Nuño al frente, ha ganado, y eso que ésta y él no representan a los trabajadores a través de un Sindicato.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/y-las-conquistas-sindicales/

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De mediocres a mediocres: ¿el SNTE?

Abelardo Carro Nava

Las palabras que el Secretario del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Juan Díaz de la Torre, pronunció durante la presentación de las “Estrategias didácticas, guía para docentes de educación indígena” (Educación Futura 11/11/2016), en cuanto a que “en el magisterio nacional no hay lugar para la mediocridad, la incompetencia, ni la desazón”; retumbaron en su gremio, conformado por miles de trabajadores adheridos a esa organización sindical.

Como era de esperarse, las expresiones que éstos últimos escribieron (ver la página de Facebook: Educación Futura), fueron de rechazo y antipatía hacia esas declaraciones. Obviamente, el descontento que prevalece en buena parte del gremio es más que evidente. No obstante lo anterior, es que cabe preguntarse, ¿cuáles son las razones que motiva a los trabajadores a manifestarse de esta forma?, ¿por qué el líder sindical no goza del respaldo unánime sobre los asuntos que en su materia le corresponde realizar?, ¿cuáles son los argumentos que son utilizados para denostar el trabajo que realiza el Secretario General de tal sindicato? Pues bien, le invito a que vayamos por partes porque de este asunto, hay mucha tela de donde cortar.

Como sabemos, la llegada de Juan Díaz de la Torre al frente del SNTE, se dio después de que fuera detenida la maestra Elba Esther Gordillo, líder vitalicia – hasta ese momento – de la misma organización sindical. En la designación como tal, desde mi punto de vista, no está el problema, sino en lo que se destapó con la aprehensión de la profesora Gordillo y que redunda en un solo aspecto: malversación de recursos económicos de los trabajadores adheridos al sindicato más grande de América.

El fenómeno de la corrupción al interior de la estructura sindical le pegó, y le sigue pegando al profesor Díaz de la Torre. Obviamente, éste trae sobre su espalda este penoso y lamentable incidente que, difícilmente, podrá eliminar dado que hasta la fecha, sigue sin existir una transparencia en el manejo de las cuotas que se les descuentan a los trabajadores cada quincena. Punto nada sencillo de tratar, dado que el esquema de transparencia que ha “propuesto” no es transparente ni clarifica el destino de los dineros de los mentores, administrativos y del personal de asistencia la educación.

En segundo lugar, considero que en lo que va de su gestión, este profesor, se ha dedicado a “capotear” las aguas turbulentas que el mismo Sistema Educativo Mexicano (SME) genera como parte de un proceso de formación de los mexicanos. Es cierto, ha impulsado – como no se había visto – su programa de capacitación del magisterio a través de lo que se conoce como el Sistema Nacional de Desarrollo Profesional (SINADEP), lo cual es aplaudible; sin embargo, la naturaleza de su organización no estriba en este asunto, dado que le corresponde a su patrón realizarlo, quien, hasta la fecha, no ha logrado capitalizar esta plataforma capacitadora de los maestros en cuanto al modelo pedagógico que emana de la mal llamada Reforma Educativa. De hecho, si analizamos el carácter defensor de los derechos de los trabajadores del organismo sindical, nos daremos cuenta que de las negociaciones que ha mantenido con la Secretaría de Educación Pública (SEP), solo ha obtenido magros resultados, consecuencia lógica de las circunstancias económicas del país, mismas que no permiten generar las condiciones para una educación de calidad.

En tercer lugar, ha sido claro el apoyo que este líder le ha dado a la Reforma Educativa. Los discursos, las expresiones y las declaraciones ahí están y, si usted gusta, puede analizarlas. A todas luces, con las acciones que hasta la fecha ha emprendido, se hace manifiesto este asunto. Nada menor por cierto, pero que me permite argumentar sobre la existencia de un pacto “en las alturas” para que la “transformación” educativa a la que reiteradamente alude Aurelio Nuño y el Presidente Peña Nieto, pase planchadita, con la finalidad de atender los requerimientos internacionales que emanan de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) – solo por citar un ejemplo –. Se imagina lo que pasaría su posición fuera contraria a ésta y se exigiera las condiciones para que los maestros realizaran mejor su trabajo. Ojo, no me refiero únicamente al pago de salarios, sino a todos aquellos elementos que son indispensables para la realización de un trabajo eminentemente pedagógico y didáctico.

Hablar de mediocridad en un contexto en el que el descontento y polarización magisterial y social es más que evidente, corre sus riesgos y, seguro estoy, que el maestro Juan Díaz de la Torre los conoce. ¿Será que estemos ante el declive de una organización que por más que se siga lo contrario ha perdido fuerza, legitimidad y credibilidad? Es posible.

Cosas por hacer puede haber y muchas, por ejemplo, el que se realice un ejercicio de transparencia y acceso a la información sobre los recursos que maneja dicha organización sindical. Conocer el destino de tales recursos, es un imperativo básico y primordial si es que desea obtener esa parte de credibilidad a la que hago referencia pero, ¿lo hará?

Ahora bien, es cierto que este Sindicato ha sido mayormente conocido por sus prietitos en el arroz, ¿será posible relanzar una imagen en la que la honestidad, transparencia y cumplimiento de sus fines sean la punta de lanza para posicionarse de nuevo ante su gremio y la opinión pública? También es posible pero la pregunta sigue siendo la misma, ¿lo hará?

Sobre este asunto, recuerdo un texto de Rosa María Zuñiga, “La institución escolar, lugar de deseos y lucha de poderes” (1990), en el que se plantea que no puede existir en una institución, un objetivo superior que el que la misma organización establece, ¿cuál sería el objetivo de este Sindicato?, ¿lo pondrán en marcha para beneficio y respaldo de toda la base trabajadora? Tiempo al tiempo.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/de-mediocres-a-mediocres-el-snte/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/08/CqejwUfUIAAFqSa-1.jpg

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A dos meses de que concluya el año: puro cuento

Abelardo Carro Nava

Prácticamente a un par de meses de que concluya este convulsionado 2016, el escenario educativo en México, parece haber entrado en un impasse que ha llevado al gobierno federal, lanzar campanas al vuelo afirmando que la “reforma educativa” es una realidad. Hechos para sustentar mi dicho hay muchos y muy variados, por ejemplo: el apaciguamiento de una aguerrida Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), o la aplicación de la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD) en Chiapas y Michoacán – entidades donde su ejecución no se había dado por completo – para el ingreso de personal docente al Sistema Educativo Mexicano (SME).

Asuntos nada menores que, como decía, han llevado al mismo Presidente de la República, a afirmar que dicha reforma es una realidad en mi México querido. ¿Lo duda? Le invito a que revise parte del discurso que emitió en Colombia Peña Nieto durante la XXV Cumbre de Jefes de Estado de Iberoamérica (Excelsior, 29/10/2016).

No obstante lo anterior, es que cabe preguntarse: ¿esto es así? Veamos. Indiscutible es, el que la CNTE ha bajado la guardia en estos meses, producto de las negociaciones que tuvo con la Secretaría de Gobernación, de las cuales, poco o nada se sabe, y eso que en días pasados el propio Secretario, Osorio Chong, ventiló a los medios de comunicación, que serían públicos los acuerdos a los que se llegaron en las “mesas de negociación”. Indiscutible es, el que los foros de consulta que se organizaron con el propósito de “recabar” propuestas con relación al modelo educativo planteado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), en voz de su Secretario, Aurelio Nuño, se hayan llevado a cabo en las entidades federativas y con la participación de diversos actores. Indiscutible es, el que la LGSPD se haya aplicado en el territorio mexicano para “asegurar” el ingreso de los mejores maestros al SEM. Indiscutible es, el que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), esté sometido a los designios del propio Presidente y del Secretario Nuño. Todo esto es indiscutible. Sin embargo, sobre éstas cuestiones, hay varias consideraciones que hacer al respecto.

Hace unos días en este mismo espacio, Carlos Ornelas, planteó algunas ideas con relación a la CNTE y su probable desistimiento a la lucha y confrontación por la aplicación de lo que ellos han nombrado “la mal llamada” reforma educativa. Y es cierto. Tal parece que las negociaciones que hace meses tuvieron lugar en la Ciudad de México entre la Coordinadora y el Secretario Chong, les trajo buenos dividendos. Coincido, las aguas están calmadas pero dudo que sea por mucho tiempo. ¿Por qué? No olvidemos que en el 2017 comienza la carrera por la silla grande – si no es que ya inicio desde el 2012 – y, como grupo antagónico, será una pieza importante a considerar por los candidatos a la Presidencia de la República o… ¿cree usted que no será así?

Por lo que respecta a los “foros” que se realizaron en varios estados de la República, sigo creyendo que éstos fueron utilizados para legitimar lo que desde la calle de República de Argentina se planteó en su momento: un modelo educativo que carece de elementos pedagógicos y que varios especialistas, académicos, investigadores, columnistas, entre otros, nos hemos encargado de señalar en reiteradas ocasiones. ¿Serán públicos los resultados que se obtuvieron en dichos foros?, ¿se harán modificaciones al modelo propuesto por la SEP?, ¿se integrarán las “propuestas” que formularon los profesores y ciudadanos participantes? Si así fuera, ¿cuál sería el sustento pedagógico que se emplearía para sustentar dichos cambios a la curricula, por ejemplo? La realidad dista mucho de la retórica y, hasta el momento, solo hemos escuchado un discurso, por parte del Secretario, plagado de buenas intenciones, pero que no acaba de aterrizar por completo.

Por lo que respecta a la LGSPD, considero que difícilmente veremos un cambio. El mismo Secretario Nuño ha dicho en reiteradas ocasiones que no está en sus manos realizar modificaciones, y es cierto. Como ordenamiento legal que emana de la Constitución Política, les corresponde a los “representantes” del pueblo hacer los ajustes necesarios. Por este motivo, dudo mucho que en lo sucesivo seamos testigos de una reforma a la reforma educativa, tal y como Gil Antón lo ha planteado. Obviamente algún partido político, cuya intención sea la de apoyar fuertemente a su candidato, intentará vender la idea de que se harán algunas modificaciones pero… puro cuento.

Finalmente, quiero pensar que el SNTE despertará del letargo en el que se encuentra – obligado quizá –. El momento electoral lo obligará a ello. La pregunta en todo caso sería si seguirá apoyando al régimen que ha trastocado al magisterio. El control de los maestros no lo tiene y, como pintan las cosas, dudo que lo tenga en el 2017 y 2018. Juan Díaz de la Torre no es Elba Esther, y los tiempos que le ha tocado vivir al primer aludido, son totalmente diferentes a los que vivió la profesora Gordillo. ¿Será el fin del Sindicato más grande de América Latina? Es posible. La polarización y encono que se vislumbra en los próximos años, dada la contienda electoral, aseguran esta idea. ¿Sumisión o rebeldía? Ahí está el dilema.

En suma, pareciera ser que el impasse que refería al inicio de estas ideas, es una vaga ilusión veraniega. Como podemos darnos cuenta, las cosas se están moviendo por debajo de la mesa. Tristemente, la mejora educativa ha pasado, pasa y pasará a un segundo plano cuando de elecciones estamos hablando y eso, lejos del discurso y de la presunción que el propio Presidente haga en diversos eventos, jode y jode al pueblo de México.

No, no es pesimismo de mi parte. Ojalá lo fuera. La educación, como proceso de formación de los seres humanos, les corresponde a los diversos agentes que se ven inmersos en ella. Los maestros, estoy convencido, están trabajando en ello pero dudo que muchos otros actores estén haciendo y cumpliendo su parte.

Tiempo al tiempo.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/a-dos-meses-de-que-concluya-el-ano-puro-cuento/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/08/CqfCNGmUAAA2bMd-300×190.jpg

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De populistas a populistas: Nuño

Por: Abelardo Carro Nava

En alguno de esos eventos en los que el Secretario de Educación, Aurelio Nuño, difunde su imagen y pensamiento, expresó:

“la derecha radical busca recuperar privilegios perdidos y sobreponer intereses particulares al bien común, y la izquierda radical busca destruir lo que tanto trabajo ha costado construir como nación. Es necesario un enorme esfuerzo del gobierno, partidos, organizaciones ciudadanas y medios de comunicación, para fomentar los valores democráticos, la participación y la política activa, con una nueva pedagogía para avanzar a la democracia de calidad que permita a la ciudadanía sentirse incluida en los terrenos económico y social”.

Esto, después de asegurar que hoy se enfrentan ataques populistas y demagogos de caudillos que ven con malos ojos al gobierno de su jefe, Peña Nieto.

La verdad de las cosas, es que no sé si sea consciente este funcionario público de lo que significan cada una de los conceptos expresados y, mucho menos, tengo certeza sobre el referente que habrá utilizado para darle claridad a los mismos. Y es que mire usted, sin entrar de lleno a un análisis profundo sobre lo que entendemos por populismo y demagogia, referiré que el primero se concibe como la forma mediante la cual se busca “defender” los intereses y aspiraciones del pueblo, mientras que la segunda, se relaciona con la forma a través de la cual se hacen múltiples promesas para convencer a las personas con la intención de obtener ciertas simpatías políticas que redunden en un triunfo en las urnas. Definiciones básicas, que cualquier estudiante de la Ciencia Política, está obligado a reflexionar con la lectura de varios textos.

Dicho lo anterior, y si analiza con detenimiento las palabras del Secretario, es que me pregunto: ¿éstas no contienen un sesgo populista y demagógico? Desde luego. Es parte de su quehacer político porque, de no hacerlo, en absoluto sería un político y, mucho menos, ocuparía un cargo público.

Tal parece que no aprendió la lección que le ofreció la visita que realizó en meses pasados el Presidente Peña Nieto a Canadá. Su homólogo, Barack Obama, dio un claro ejemplo sobre la interpretación de lo que ambas palabras significan y bueno, desde mi perspectiva, con declaraciones como las que hizo el miércoles pasado, Nuño viene enterrando sus aspiraciones políticas y electoreras rumbo al 2018.

Analicemos los hechos. Cierto es que la intención de hacer este tipo de pronunciamientos, tiene como finalidad – valga la redundancia –, establecer un pleito con algunos políticos que integran los partidos de derecha (Acción Nacional) y de izquierda (Revolución Democrática y Morena) pero, también es cierto, que tal decisión, le ha mermado puntos, como decía, rumbo a su “carrera presidencial”. Para nadie es desconocido que goza de la total simpatía y confianza de su jefe, y a través de sus acciones, busca llamar los reflectores de los medios de comunicación, nacionales e internacionales. Sin embargo, algo es claro: los mexicanos ya no nos chupamos el dedo y no nos dejamos llevar por lo que diga cualquier político pendenciero.

Los medios de comunicación han jugado y juegan un papel importante en este asunto pero, también, las acciones que el mismo Secretario ha impulsado. ¿Cree usted que con la implementación de la mal llamada reforma educativa se ha ganado la simpatía del magisterio?, ¿cree usted que la sociedad lo ve como un funcionario preocupado y ocupado por la educación de sus hijos? Las cifras, datos y sondeos que han hecho varias casas encuestadoras sobre la percepción que tienen la sociedad en varios rubros, ahí están, y han reprobado al gobierno de Peña Nieto. Pero, si hablamos de aquellas que arrojan información sobre el proceso electoral que se avecina, la cosa se complica aún más, porque de manera concreta, no colocan a Nuño, como un candidato fuerte para la Presidencia de la República.

No obstante lo anterior, resulta interesante observar cómo desde Los Pinos, se ha venido configurando una estrategia con la intención de posicionar a este funcionario en el escenario político. Vaya, los eventos en los que éste y el propio Presidente han participado, así lo confirman, aunque: ¿no se supone que la educación de millones y millones de mexicanos es una prioridad para su gobierno?, ¿no es ésta la finalidad de la Secretaría de Educación Pública? Si las cosas no están tan bien que digamos en el ámbito educativo, ¿por qué insistir en que la culpa de todo la tienen los partidos políticos?, ¿acaso no se dará cuenta que el partido de su jefe se desvanece cada vez que éste aparece en público?

Como usted podrá darse cuenta, son varias las ideas que surgen sobre este asunto. Sí, nada educativas, pero que tienen un gran impacto en este terreno, motivo por el cual, me permito afirmar y reafirmar que la educación en México se encuentra politizada, sin rumbo y sentido, aunque los discursos populistas y demagógicos de quien ocupa uno de los lugares más prestigiados en México (en la SEP), digan lo contrario.

La objetividad es necesaria, y ésta se logra con el cumplimiento de las acciones encomendadas por el Estado Mexicano a través de su ordenamiento legal: la Constitución; y, si bien es cierto que quien despacha en la calle de República de Argentina ha logrado “implementar” una de ellas, mal llamada por cierto, los males que aquejan al Sistema existen, y perdurarán por más tiempo en la medida en la que los gobiernos estatales no hagan su chamba y, en tanto los programas educativos, como el de tutorías o capacitación al magisterio, no acaben de cuajar en el medio.

El discurso es bonito. Vaya, es una forma a través de la cual se ganan adeptos pero, sin contenido ni sustancia y, mucho menos sin conocimiento de causa, se convierte en eso: un discurso bonito pero sin fundamentos.nuño-becas-michoacan4

Esperemos que en lo sucesivo, como este mismo Secretario lo plantea, se debata ampliamente sobre los grandes problemas nacionales que enfrenta el sector. Ojalá que dicho diálogo, no sea únicamente con sus subordinados, como el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en voz de su dirigente. Sino con todos los maestros de México. Eso es vivir en democracia o… ¿me equivoco? Tiempo al tiempo.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/de-populistas-a-populistas-nuno/

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¿Educación sexual en las escuelas?

Por: Abelardo Carro Nava

Tremenda polémica nacional ha causado la propuesta sobre el matrimonio igualitario que, meses atrás, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, envío al Senado de la República con la intención de que se modificara el artículo 4º de la Constitución Mexicana y el Código Civil Federal para garantizar el matrimonio igualitario entre adultos en todo el país. Esto, a decir del mandatario nacional, con la intención de “incorporar con toda claridad el criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que las personas puedan contraer matrimonio sin discriminación por motivos étnico, discapacidad, condición social, género o preferencias sexuales” (Milenio, 17/05/2016).

57bc6c57c4395_sexuality_and_gendergLa lucha férrea que han mantenido los que se oponen a tal propuesta y los que se encuentran a favor, ha generado a la fecha, que la mirada se desvíe de un asunto que, de manera personal, considero debe ser abordado con todo la seriedad que el caso amerita. Y es que mire usted, de buenas a primeras, pareciera ser que en el fondo del conflicto se hallan intereses contrapuestos y de muy diversa índole que, poco o nada, ayudan a la comprensión del fenómeno y encono social que prevalece en México.

Ciertamente, los que se identifican con una ideología fincada en la religión y la moral, han manifestado su postura brindando los argumentos habidos y por haber sobre el rechazo a la iniciativa presidencial. Los que se encuentran a favor, también han brindado sus opiniones dejando en claro que su aprobación, debe darse en términos meramente legales. Sin embargo, la pregunta que da inicio a esta serie de ideas, cobra relevancia y sentido, en tanto se discutan estos temas desde su carácter legal, pero también, del educativo.

¿Por qué no considerar a la educación sexual como un elemento que resulta fundamental en, sobre y para el desarrollo del ser humano?, ¿qué tipo de contenidos sobre esta materia deben abordarse en las escuelas por los maestros y alumnos?, ¿qué responsabilidad tiene la sociedad en el cúmulo de acontecimientos humanos que han llevado a reconfigurar al espectro social tal y como hoy lo conocemos? Éstas, son preguntas que se derivan precisamente, del debate que en estos días se ha generado en diversos espacios de diálogo y confrontación de ideas entre unos y otros, al fin y al cabo, humanos, como usted, como yo.

Hace unos años, Fernando Savater (1997), en un texto que me parece fundamental referir en estos momentos, “El valor de educar”, afirmaba que la educación transmite a cada uno de los seres pensantes – nosotros –, que no somos únicos, que nuestra condición implica el intercambio significativo con otros parientes simbólicos que confirman y posibilitan nuestra condición. En este sentido, si compartimos la idea de que la educación fue, es y ha sido construida por la sociedad, debemos tener claro que ésta tiene la función de educar – formar – a los seres humanos con los conocimientos, habilidades, actitudes y valores que son propios de la época que están viviendo.

Me parece bastante favorable que el diálogo sobre el tema del matrimonio igualitario se esté dando en mi México querido. Lo aplaudo y lo reconozco. Sin embargo, considero que también debemos centrar la mirada, dirigir un cúmulo de investigaciones o realizar diversos estudios sobre el tema de la educación sexual en las escuelas que conforman el Sistema Educativo Mexicano (SME). No hacerlo, implicaría regresar a la barbarie y el oscurantismo.

Tengo claro que el conocimiento se genera a partir del análisis, la reflexión y la crítica sobre tal o cual cosa, pero éste, debe estar fincado en la razón y en la objetividad que la misma ciencia otorga, de ahí que considere pertinente, centrar la atención en pensar y repensar qué es lo que la escuela está enseñando, más que pelearnos por las creencias y saberes del pueblo de México.

Se dice que el conocimiento nos permite dilucidar la configuración biológica y social del ser humano y, el conocimiento sobre nosotros mismos, es lo que nos lleva a tomar decisiones, cualesquiera que éstas sean, con relación a nuestra propia existencia.

Desde mi humilde punto de vista, la educación sexual, tiene que ser abordada en las miles de instituciones educativas que existen en nuestro país, así tal cual es, dado que el ser humano existe por un proceso biológico que todos, absolutamente todos conocemos, y cuya existencia, se va configurando por los procesos sociales en los que el propio individuo participa como ser social por naturaleza.

¿Qué de malo puede tener el que se hable de reproducción sexual en las escuelas cuando a partir de ese principio vinimos al mundo?, ¿qué dificultad existe al abordar cada una de las partes que conforman nuestro organismo?, ¿qué problema puede representar el que se hable de menstruación y cambios de voz y cuerpo como parte de un proceso fisiológico, por ejemplo?

Con seguridad alguien podría decirme: bueno, es que eso es una cosa, pero el asunto de los matrimonios entre personas del mismo sexo y la adopción que pueden lograr con ese vínculo, es otra cosa. Y efectivamente, les concedo la razón. Sin embargo, debemos considerar que la sociedad ha avanzando, aunque como bien lo afirma Jurjo Torres (2006) en su texto “La desmotivación del profesorado”, pareciera ser que no lo ha hecho. Lo cual me lleva a plantear la posibilidad de seguir debatiendo sobre este polémico tema pero desde varios enfoques: psicológico, pedagógico, filosófico, etcétera.

La cerrazón es principio básico de la ignorancia y, como seres pensantes, debemos estar dispuestos a ese diálogo antes de anteponer ciertas creencias y valores en una sociedad que se ha transformado. Insisto, los momentos en los que la santa inquisición juzgaba a las personas ha quedado en el pasado. Fue un mal momento por el que atravesamos los seres humanos.

En suma, ni todos los argumentos son malos, ni todas las verdades son absolutas.

Debatamos pues. Hagamos lo propio para que esa socialización primaria que se da en la familia – a la que alude Savater –, sea fortificante y se especialice en esa socialización secundaria que se logra en la escuela a la que este mismo autor hace referencia.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/educacion-sexual-en-las-escuelas/

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Modelo Educativo, ¿poco ruido, muchas nueces?

Por: Abelardo carro Navas

Hace unos días, en este mismo espacio, tuve la oportunidad de dar mi punto de vista sobre el Modelo Educativo que fue presentado pomposamente por el Secretario de Educación, Aurelio Nuño. Como usted podrá corroborar, mis ideas llevaban por título “Modelo Educativo: mucho ruido, pocas nueces”, puesto que a partir de esta pequeña frase, intenté concretar lo que desde mi perspectiva contiene el modelo que refiero: pocas nueces.nuño inee

Como es normal, el texto fue objeto de varios comentarios que, en lo personal, agradezco en demasía, porque de alguna forma me permiten reflexionar sobre cada uno de los argumentos que empleo para explicar lo que considero merece explicación y bueno, dada la posibilidad que tenemos para seguir comentando sobre el documento que elaboraron algunos “genios” en la Secretaría de Educación Pública (SEP), abordaré en esta ocasión tres ideas, intentando nuevamente, argumentar un poco más al respecto para que haya claridad en las mismas.

En primer lugar, me gustaría señalar que este espacio no es suficiente para abordar todos y cada uno de los aspectos que integran los documentos: Los fines de la educación en el siglo XXI, El modelo educativo 2016, y Propuesta curricular para la educación obligatoria 2016. Así lo señalé hace días y así lo vuelvo a reiterar aunque, esta limitante, no restringe el que podamos plantear una serie de inquietudes producto de una reflexión que emana de la lectura de los citados textos.

En segundo lugar, considero que no es un exceso ni una exageración afirmar que el Nuevo Modelo Educativo contiene “pocas nueces pero si mucho ruido”, aseveración que me parece harto pertinente destacar. ¿Por qué? Porque de los aciertos y las fallas en el o los documentos, y que varios especialistas, investigadores, colegas y profesores hemos señalado, se ha abierto la posibilidad de hacer una crítica con fundamento y sin el hígado de por medio. Digo, para eso se puso a consideración del público o… ¿será que si alguien realiza un comentario a los contenidos y a sus líneas “pedagógicas” es porque está en contra de lo que dicta el gobierno y los genios? Como sabemos, criticar no es malo, lo malo es hacerlo sin conocimiento de causa y, por la experiencia que varios tenemos en ello, es que podemos fijar una postura sobre esto. En este sentido, es que recomiendo revisar el texto publicado en esta misma página cuyo título alude a lo que estoy hablando “Develando el lado obscuro del nuevo modelo educativo: la imprecisión de sus argumentos pedagógicos” de Marisol Silva Laya, o el“Modelo Educativo: bondades y contradicciones” de Pedro Flores Crespo, para darse cuenta de que hay conocedores en la materia y que podemos argumentar sobre éste y otros asuntos.

En tercer lugar, referí la página 51 del documento Modelo Educativo 2016, para argumentar sobre las complejidades de una realidad en nuestro país y que dificulta el proceso de enseñanza y aprendizaje: la pobreza y pobreza extrema que viven millones y millones de mexicanos. Es lógico que el currículum, a través de su implementación, pretenda mejorar las condiciones de vida de las personas pero, me gustaría saber: ¿cómo es que andan los niveles de empleo y desempleo en México?, ¿cuáles son los índices de deserción escolar e incorporación al mercado informal de niños y jóvenes en edad escolar? Vaya, ¿cuántos mexicanos se encuentran en ese sector de pobreza y pobreza extrema? Hay de realidades a realidades, y estos datos no se pueden tapar con un dedo – aunque el INEGI haya querido hacerlo –. Aceptar que el maestro tiene que lidiar con factores que no son propios de su desempeño, es aceptar que hay aspectos del proceso educativo que inciden en el aprovechamiento del alumno. ¿Para qué teorizar sobre el aprendizaje social cuando la realidad está superando esa teoría?

Tengo claro que el currículo es algo deseable, una aspiración a lograr y no tengo problema en ello; pero, ¿cómo se espera que los jóvenes que terminan sus estudios en el nivel medio superior de enseñanza dominen el idioma inglés si no hay maestros suficientes para lograr este propósito, por ejemplo? Desearlo es bueno, lo malo es la realidad en la que nos encontramos. Por ello, considero que señalar realidades no significa estar en contra de las aspiraciones de los seres humanos, ¿qué pasaría si en lugar de proponer modelos se atiende lo que debe atenderse como la insuficiencia de maestros? Ahí tenemos la educación preescolar y su obligatoriedad. Veamos cuál ha sido su resultado.modelo_educativo

En conclusión, considero que hacer una crítica constructiva que nos permita dilucidar que algo puede mejorar, es harto pertinente si es que en verdad queremos que la educación en nuestro país cambie. Los foros, las consultas, los escenarios en los que se pueden debatir los distintos puntos de la “Reforma Educativa” y del “Modelo Educativo”, son indispensables; lo errado aquí es que en dos meses no se podrá dialogar lo suficiente para encontrar una vía que permita a los docentes, especialistas e investigadores, formular propuestas que sean acordes a las necesidades y/o demandas como las que planteo.

¿Para qué apresurar un proceso de consulta si lo que se busca es una mejora sustancial en la educación en México? Desde mi perspectiva, el ruido no necesariamente indica que hay buenas nueces, creo, eso lo sabemos… ¿estará dispuesta la SEP y su flamante Secretario a darle prioridad a las nueces más que a lo que se difunde en los medios?

Fuente: http://www.educacionfutura.org/modelo-educativo-poco-ruido-muchas-nueces/

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Los 43: herida abierta

Por: Abelardo Carro Navas

A mi padre, con cariño.

En mi niñez, incontables fueron las ocasiones en que mi padre nos narraba infinidad de historias de la escuela en la que se formó para maestro: la Normal de Tenería “Lázaro Cárdenas” ubicada en el Estado de México. Recuerdo muy bien las charlas que, sobremesa, nos regalaba con relación a lo que hoy sé, fue una de las etapas más importantes de su existencia.

La primera vez que estuvo en esa escuela, los directivos, los maestros, la educación que recibieron, la convivencia entre compañeros, las parcelas, la siembra, las cosechas, las escapadas que ocasionalmente se daban por la noche al centro de la Ciudad de México, en fin, varias y muy diversas historias se desprendían de quien, hasta la fecha, sigue siendo mi ejemplo.

Ciertamente los tiempos han cambiado y, afortunado soy, al tener con vida a quien aún con sus años encima, sigue compartiéndome cada uno de esos deliciosos momentos que disfrutó en su querida escuela. Y es que mire usted, ¿cuántos de nosotros no tenemos una historia que contar de lo que a diario vivimos? Sin duda, las más significativas permanecen en nuestra memoria, vivas, cual retrato, de esos que fueron creados por grandes artistas.

Muchos de los hombres y mujeres que se formaron en estos centros de enseñanza y que hoy día se encuentran insertos en el Sistema Educativo Mexicano (SME), con certeza, sabrán de lo que estoy hablando. Cierto es, que las condiciones que prevalecían en el país en ese entonces, son totalmente diferentes a las que se viven en nuestros días. Sin embargo, seguro estoy, que la esencia del normalismo sigue intacta.

Quienes hemos tenido la oportunidad de laborar en este Subsistema, podremos coincidir, en que la atmósfera que envuelve a las normales – sean estas urbanas, rurales o privadas –, es única e inigualable. El humanismo sigue presente, la pedagogía y didáctica ni se diga, la formas y esquemas organizacionales que desde hace tiempo implementaron grandes maestros, continúan en un medio, escasamente comprendido y, lamentablemente, agredido en los últimos años.

¡Es que en esas escuelas normales se forman guerrilleros! – escuché decir a alguien hace unas semanas. ¡Qué desatinado comentario! – dije para mis adentros.

Como seguramente usted sabe, la educación que reciben los alumnos o alumnas en las normales, está relacionada con la formación de los seres humanos. Por ello, es que se tienen que abordar diferentes momentos históricos de la humanidad. Analizar la educación socialista que tuvo vigencia en México y en el mundo; conocer los diferentes sistemas educativos del orbe para compararlos con el nuestro, comprender la pedagogía de Paulo Freire o las teorías de Piaget, Chomsky o Vygotsky, son cuestiones que propician el análisis y reflexión sobre los distintos problemas por los que atraviesa el ser humano y la educación que el mismo ha creado. ¿Los alumnos son guerrilleros por criticar con fundamento las políticas de un gobierno desde un enfoque freiriano?, ¿son delincuentes los estudiantes por analizar la educación desde un enfoque marxista o leninista?, ¿son ladrones estos alumnos por el simple hecho de pensar, analizar y criticar tal o cual cosa?

Creo, si no me equivoco, que la incomprensión sobre este Subsistema, ha propiciado expresiones como la que líneas atrás refería. Ciertamente, y debemos reconocerlo, hay cuestiones que deben mejorarse en estas escuelas pero, ¿cómo hacerlo si la mayoría de las autoridades educativas desconocen el medio? La complicidad, en muchos de los asuntos que tienen sumidas en el abandono a las normales, ha sido entre dos actores que hoy, más que nunca, se jactan de entenderlas y apoyarlas: la SEP y el SNTE. ¿Será que estas instituciones formadoras de maestros representan un botín político para el Secretario de Educación o del Sindicato en turno dado que impide o fortalece sus aspiraciones político-personales?

Tengo claro que todos perseguimos un propósito, sea de vida o profesional – aunque el segundo se encuentra implícito en el primero –, pero, reitero, hoy más que nunca se tiene que hacer algo para mejorar las condiciones de estas escuelas, sobre todo, de los alumnos que ahí se forman.

Triste ha sido, es y será, la desaparición de los 43 estudiantes normalistas que cursaban alguno de los semestres en la Escuela Normal “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Gro. A dos años de este terrible suceso, nada se sabe de ellos. Investigaciones han ido y venido, encargados del caso, como el ex procurador Murillo Karam, han pasado sin pena ni gloria… y nada, absolutamente nada se sabe de ellos.

En los últimos días, las autoridades judiciales hablan de la utilización de nueva tecnología para localizar otras fosas clandestinas en Iguala, Gro. La idea, es dar con el paradero de los estudiantes pero, triste y desafortunadamente, volvemos y volveremos a lo mismo: nulos resultados y unos padres desesperados.

Por cierto… ¿y qué ha pasado con los paterfamilias de estos jóvenes desparecidos? Siguen buscando a sus hijos. A ellos, como padre de familia, los comprendo. Ya me imagino lo que yo haría si pasara por lo mismo.

En resumidas cuentas, desconozco si la verdad sobre este caso llegará a saberse algún día. De lo que estoy seguro, es que este miope gobierno, encabezado por Peña Nieto, pasará a la historia como el más inhumano, insensible y torpe de todos los que lo han antecedido, rebasando desde luego, a Díaz Ordaz y los lamentables hechos que conocemos.

Termino estas ideas con un profundo dolor en el alma. No sé si usted las comparta, pero en mí, sigue abierta la herida.

No obstante esta pesadumbre, ya sea en éste u otros medios, seguiré pugnando porque se haga justicia y se esclarezcan los hechos.

Sin duda, los mexicanos lo merecemos. Los padres de familia de los 43 estudiantes de Ayotzinapa necesitan saberlo.

Y yo… me quedo pensando en los grandes hombres, como mí padre, que se formaron en estas escuelas mexicanas, cuya labor, cuéstele lo que cueste a Nuño, son por excelencia, formadoras de maestros.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/los-43-herida-abierta/

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