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De populistas a populistas: Nuño

Por: Abelardo Carro Nava

En alguno de esos eventos en los que el Secretario de Educación, Aurelio Nuño, difunde su imagen y pensamiento, expresó:

“la derecha radical busca recuperar privilegios perdidos y sobreponer intereses particulares al bien común, y la izquierda radical busca destruir lo que tanto trabajo ha costado construir como nación. Es necesario un enorme esfuerzo del gobierno, partidos, organizaciones ciudadanas y medios de comunicación, para fomentar los valores democráticos, la participación y la política activa, con una nueva pedagogía para avanzar a la democracia de calidad que permita a la ciudadanía sentirse incluida en los terrenos económico y social”.

Esto, después de asegurar que hoy se enfrentan ataques populistas y demagogos de caudillos que ven con malos ojos al gobierno de su jefe, Peña Nieto.

La verdad de las cosas, es que no sé si sea consciente este funcionario público de lo que significan cada una de los conceptos expresados y, mucho menos, tengo certeza sobre el referente que habrá utilizado para darle claridad a los mismos. Y es que mire usted, sin entrar de lleno a un análisis profundo sobre lo que entendemos por populismo y demagogia, referiré que el primero se concibe como la forma mediante la cual se busca “defender” los intereses y aspiraciones del pueblo, mientras que la segunda, se relaciona con la forma a través de la cual se hacen múltiples promesas para convencer a las personas con la intención de obtener ciertas simpatías políticas que redunden en un triunfo en las urnas. Definiciones básicas, que cualquier estudiante de la Ciencia Política, está obligado a reflexionar con la lectura de varios textos.

Dicho lo anterior, y si analiza con detenimiento las palabras del Secretario, es que me pregunto: ¿éstas no contienen un sesgo populista y demagógico? Desde luego. Es parte de su quehacer político porque, de no hacerlo, en absoluto sería un político y, mucho menos, ocuparía un cargo público.

Tal parece que no aprendió la lección que le ofreció la visita que realizó en meses pasados el Presidente Peña Nieto a Canadá. Su homólogo, Barack Obama, dio un claro ejemplo sobre la interpretación de lo que ambas palabras significan y bueno, desde mi perspectiva, con declaraciones como las que hizo el miércoles pasado, Nuño viene enterrando sus aspiraciones políticas y electoreras rumbo al 2018.

Analicemos los hechos. Cierto es que la intención de hacer este tipo de pronunciamientos, tiene como finalidad – valga la redundancia –, establecer un pleito con algunos políticos que integran los partidos de derecha (Acción Nacional) y de izquierda (Revolución Democrática y Morena) pero, también es cierto, que tal decisión, le ha mermado puntos, como decía, rumbo a su “carrera presidencial”. Para nadie es desconocido que goza de la total simpatía y confianza de su jefe, y a través de sus acciones, busca llamar los reflectores de los medios de comunicación, nacionales e internacionales. Sin embargo, algo es claro: los mexicanos ya no nos chupamos el dedo y no nos dejamos llevar por lo que diga cualquier político pendenciero.

Los medios de comunicación han jugado y juegan un papel importante en este asunto pero, también, las acciones que el mismo Secretario ha impulsado. ¿Cree usted que con la implementación de la mal llamada reforma educativa se ha ganado la simpatía del magisterio?, ¿cree usted que la sociedad lo ve como un funcionario preocupado y ocupado por la educación de sus hijos? Las cifras, datos y sondeos que han hecho varias casas encuestadoras sobre la percepción que tienen la sociedad en varios rubros, ahí están, y han reprobado al gobierno de Peña Nieto. Pero, si hablamos de aquellas que arrojan información sobre el proceso electoral que se avecina, la cosa se complica aún más, porque de manera concreta, no colocan a Nuño, como un candidato fuerte para la Presidencia de la República.

No obstante lo anterior, resulta interesante observar cómo desde Los Pinos, se ha venido configurando una estrategia con la intención de posicionar a este funcionario en el escenario político. Vaya, los eventos en los que éste y el propio Presidente han participado, así lo confirman, aunque: ¿no se supone que la educación de millones y millones de mexicanos es una prioridad para su gobierno?, ¿no es ésta la finalidad de la Secretaría de Educación Pública? Si las cosas no están tan bien que digamos en el ámbito educativo, ¿por qué insistir en que la culpa de todo la tienen los partidos políticos?, ¿acaso no se dará cuenta que el partido de su jefe se desvanece cada vez que éste aparece en público?

Como usted podrá darse cuenta, son varias las ideas que surgen sobre este asunto. Sí, nada educativas, pero que tienen un gran impacto en este terreno, motivo por el cual, me permito afirmar y reafirmar que la educación en México se encuentra politizada, sin rumbo y sentido, aunque los discursos populistas y demagógicos de quien ocupa uno de los lugares más prestigiados en México (en la SEP), digan lo contrario.

La objetividad es necesaria, y ésta se logra con el cumplimiento de las acciones encomendadas por el Estado Mexicano a través de su ordenamiento legal: la Constitución; y, si bien es cierto que quien despacha en la calle de República de Argentina ha logrado “implementar” una de ellas, mal llamada por cierto, los males que aquejan al Sistema existen, y perdurarán por más tiempo en la medida en la que los gobiernos estatales no hagan su chamba y, en tanto los programas educativos, como el de tutorías o capacitación al magisterio, no acaben de cuajar en el medio.

El discurso es bonito. Vaya, es una forma a través de la cual se ganan adeptos pero, sin contenido ni sustancia y, mucho menos sin conocimiento de causa, se convierte en eso: un discurso bonito pero sin fundamentos.nuño-becas-michoacan4

Esperemos que en lo sucesivo, como este mismo Secretario lo plantea, se debata ampliamente sobre los grandes problemas nacionales que enfrenta el sector. Ojalá que dicho diálogo, no sea únicamente con sus subordinados, como el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en voz de su dirigente. Sino con todos los maestros de México. Eso es vivir en democracia o… ¿me equivoco? Tiempo al tiempo.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/de-populistas-a-populistas-nuno/

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¿Educación sexual en las escuelas?

Por: Abelardo Carro Nava

Tremenda polémica nacional ha causado la propuesta sobre el matrimonio igualitario que, meses atrás, el Presidente de México, Enrique Peña Nieto, envío al Senado de la República con la intención de que se modificara el artículo 4º de la Constitución Mexicana y el Código Civil Federal para garantizar el matrimonio igualitario entre adultos en todo el país. Esto, a decir del mandatario nacional, con la intención de “incorporar con toda claridad el criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que las personas puedan contraer matrimonio sin discriminación por motivos étnico, discapacidad, condición social, género o preferencias sexuales” (Milenio, 17/05/2016).

57bc6c57c4395_sexuality_and_gendergLa lucha férrea que han mantenido los que se oponen a tal propuesta y los que se encuentran a favor, ha generado a la fecha, que la mirada se desvíe de un asunto que, de manera personal, considero debe ser abordado con todo la seriedad que el caso amerita. Y es que mire usted, de buenas a primeras, pareciera ser que en el fondo del conflicto se hallan intereses contrapuestos y de muy diversa índole que, poco o nada, ayudan a la comprensión del fenómeno y encono social que prevalece en México.

Ciertamente, los que se identifican con una ideología fincada en la religión y la moral, han manifestado su postura brindando los argumentos habidos y por haber sobre el rechazo a la iniciativa presidencial. Los que se encuentran a favor, también han brindado sus opiniones dejando en claro que su aprobación, debe darse en términos meramente legales. Sin embargo, la pregunta que da inicio a esta serie de ideas, cobra relevancia y sentido, en tanto se discutan estos temas desde su carácter legal, pero también, del educativo.

¿Por qué no considerar a la educación sexual como un elemento que resulta fundamental en, sobre y para el desarrollo del ser humano?, ¿qué tipo de contenidos sobre esta materia deben abordarse en las escuelas por los maestros y alumnos?, ¿qué responsabilidad tiene la sociedad en el cúmulo de acontecimientos humanos que han llevado a reconfigurar al espectro social tal y como hoy lo conocemos? Éstas, son preguntas que se derivan precisamente, del debate que en estos días se ha generado en diversos espacios de diálogo y confrontación de ideas entre unos y otros, al fin y al cabo, humanos, como usted, como yo.

Hace unos años, Fernando Savater (1997), en un texto que me parece fundamental referir en estos momentos, “El valor de educar”, afirmaba que la educación transmite a cada uno de los seres pensantes – nosotros –, que no somos únicos, que nuestra condición implica el intercambio significativo con otros parientes simbólicos que confirman y posibilitan nuestra condición. En este sentido, si compartimos la idea de que la educación fue, es y ha sido construida por la sociedad, debemos tener claro que ésta tiene la función de educar – formar – a los seres humanos con los conocimientos, habilidades, actitudes y valores que son propios de la época que están viviendo.

Me parece bastante favorable que el diálogo sobre el tema del matrimonio igualitario se esté dando en mi México querido. Lo aplaudo y lo reconozco. Sin embargo, considero que también debemos centrar la mirada, dirigir un cúmulo de investigaciones o realizar diversos estudios sobre el tema de la educación sexual en las escuelas que conforman el Sistema Educativo Mexicano (SME). No hacerlo, implicaría regresar a la barbarie y el oscurantismo.

Tengo claro que el conocimiento se genera a partir del análisis, la reflexión y la crítica sobre tal o cual cosa, pero éste, debe estar fincado en la razón y en la objetividad que la misma ciencia otorga, de ahí que considere pertinente, centrar la atención en pensar y repensar qué es lo que la escuela está enseñando, más que pelearnos por las creencias y saberes del pueblo de México.

Se dice que el conocimiento nos permite dilucidar la configuración biológica y social del ser humano y, el conocimiento sobre nosotros mismos, es lo que nos lleva a tomar decisiones, cualesquiera que éstas sean, con relación a nuestra propia existencia.

Desde mi humilde punto de vista, la educación sexual, tiene que ser abordada en las miles de instituciones educativas que existen en nuestro país, así tal cual es, dado que el ser humano existe por un proceso biológico que todos, absolutamente todos conocemos, y cuya existencia, se va configurando por los procesos sociales en los que el propio individuo participa como ser social por naturaleza.

¿Qué de malo puede tener el que se hable de reproducción sexual en las escuelas cuando a partir de ese principio vinimos al mundo?, ¿qué dificultad existe al abordar cada una de las partes que conforman nuestro organismo?, ¿qué problema puede representar el que se hable de menstruación y cambios de voz y cuerpo como parte de un proceso fisiológico, por ejemplo?

Con seguridad alguien podría decirme: bueno, es que eso es una cosa, pero el asunto de los matrimonios entre personas del mismo sexo y la adopción que pueden lograr con ese vínculo, es otra cosa. Y efectivamente, les concedo la razón. Sin embargo, debemos considerar que la sociedad ha avanzando, aunque como bien lo afirma Jurjo Torres (2006) en su texto “La desmotivación del profesorado”, pareciera ser que no lo ha hecho. Lo cual me lleva a plantear la posibilidad de seguir debatiendo sobre este polémico tema pero desde varios enfoques: psicológico, pedagógico, filosófico, etcétera.

La cerrazón es principio básico de la ignorancia y, como seres pensantes, debemos estar dispuestos a ese diálogo antes de anteponer ciertas creencias y valores en una sociedad que se ha transformado. Insisto, los momentos en los que la santa inquisición juzgaba a las personas ha quedado en el pasado. Fue un mal momento por el que atravesamos los seres humanos.

En suma, ni todos los argumentos son malos, ni todas las verdades son absolutas.

Debatamos pues. Hagamos lo propio para que esa socialización primaria que se da en la familia – a la que alude Savater –, sea fortificante y se especialice en esa socialización secundaria que se logra en la escuela a la que este mismo autor hace referencia.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/educacion-sexual-en-las-escuelas/

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Modelo Educativo, ¿poco ruido, muchas nueces?

Por: Abelardo carro Navas

Hace unos días, en este mismo espacio, tuve la oportunidad de dar mi punto de vista sobre el Modelo Educativo que fue presentado pomposamente por el Secretario de Educación, Aurelio Nuño. Como usted podrá corroborar, mis ideas llevaban por título “Modelo Educativo: mucho ruido, pocas nueces”, puesto que a partir de esta pequeña frase, intenté concretar lo que desde mi perspectiva contiene el modelo que refiero: pocas nueces.nuño inee

Como es normal, el texto fue objeto de varios comentarios que, en lo personal, agradezco en demasía, porque de alguna forma me permiten reflexionar sobre cada uno de los argumentos que empleo para explicar lo que considero merece explicación y bueno, dada la posibilidad que tenemos para seguir comentando sobre el documento que elaboraron algunos “genios” en la Secretaría de Educación Pública (SEP), abordaré en esta ocasión tres ideas, intentando nuevamente, argumentar un poco más al respecto para que haya claridad en las mismas.

En primer lugar, me gustaría señalar que este espacio no es suficiente para abordar todos y cada uno de los aspectos que integran los documentos: Los fines de la educación en el siglo XXI, El modelo educativo 2016, y Propuesta curricular para la educación obligatoria 2016. Así lo señalé hace días y así lo vuelvo a reiterar aunque, esta limitante, no restringe el que podamos plantear una serie de inquietudes producto de una reflexión que emana de la lectura de los citados textos.

En segundo lugar, considero que no es un exceso ni una exageración afirmar que el Nuevo Modelo Educativo contiene “pocas nueces pero si mucho ruido”, aseveración que me parece harto pertinente destacar. ¿Por qué? Porque de los aciertos y las fallas en el o los documentos, y que varios especialistas, investigadores, colegas y profesores hemos señalado, se ha abierto la posibilidad de hacer una crítica con fundamento y sin el hígado de por medio. Digo, para eso se puso a consideración del público o… ¿será que si alguien realiza un comentario a los contenidos y a sus líneas “pedagógicas” es porque está en contra de lo que dicta el gobierno y los genios? Como sabemos, criticar no es malo, lo malo es hacerlo sin conocimiento de causa y, por la experiencia que varios tenemos en ello, es que podemos fijar una postura sobre esto. En este sentido, es que recomiendo revisar el texto publicado en esta misma página cuyo título alude a lo que estoy hablando “Develando el lado obscuro del nuevo modelo educativo: la imprecisión de sus argumentos pedagógicos” de Marisol Silva Laya, o el“Modelo Educativo: bondades y contradicciones” de Pedro Flores Crespo, para darse cuenta de que hay conocedores en la materia y que podemos argumentar sobre éste y otros asuntos.

En tercer lugar, referí la página 51 del documento Modelo Educativo 2016, para argumentar sobre las complejidades de una realidad en nuestro país y que dificulta el proceso de enseñanza y aprendizaje: la pobreza y pobreza extrema que viven millones y millones de mexicanos. Es lógico que el currículum, a través de su implementación, pretenda mejorar las condiciones de vida de las personas pero, me gustaría saber: ¿cómo es que andan los niveles de empleo y desempleo en México?, ¿cuáles son los índices de deserción escolar e incorporación al mercado informal de niños y jóvenes en edad escolar? Vaya, ¿cuántos mexicanos se encuentran en ese sector de pobreza y pobreza extrema? Hay de realidades a realidades, y estos datos no se pueden tapar con un dedo – aunque el INEGI haya querido hacerlo –. Aceptar que el maestro tiene que lidiar con factores que no son propios de su desempeño, es aceptar que hay aspectos del proceso educativo que inciden en el aprovechamiento del alumno. ¿Para qué teorizar sobre el aprendizaje social cuando la realidad está superando esa teoría?

Tengo claro que el currículo es algo deseable, una aspiración a lograr y no tengo problema en ello; pero, ¿cómo se espera que los jóvenes que terminan sus estudios en el nivel medio superior de enseñanza dominen el idioma inglés si no hay maestros suficientes para lograr este propósito, por ejemplo? Desearlo es bueno, lo malo es la realidad en la que nos encontramos. Por ello, considero que señalar realidades no significa estar en contra de las aspiraciones de los seres humanos, ¿qué pasaría si en lugar de proponer modelos se atiende lo que debe atenderse como la insuficiencia de maestros? Ahí tenemos la educación preescolar y su obligatoriedad. Veamos cuál ha sido su resultado.modelo_educativo

En conclusión, considero que hacer una crítica constructiva que nos permita dilucidar que algo puede mejorar, es harto pertinente si es que en verdad queremos que la educación en nuestro país cambie. Los foros, las consultas, los escenarios en los que se pueden debatir los distintos puntos de la “Reforma Educativa” y del “Modelo Educativo”, son indispensables; lo errado aquí es que en dos meses no se podrá dialogar lo suficiente para encontrar una vía que permita a los docentes, especialistas e investigadores, formular propuestas que sean acordes a las necesidades y/o demandas como las que planteo.

¿Para qué apresurar un proceso de consulta si lo que se busca es una mejora sustancial en la educación en México? Desde mi perspectiva, el ruido no necesariamente indica que hay buenas nueces, creo, eso lo sabemos… ¿estará dispuesta la SEP y su flamante Secretario a darle prioridad a las nueces más que a lo que se difunde en los medios?

Fuente: http://www.educacionfutura.org/modelo-educativo-poco-ruido-muchas-nueces/

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Los 43: herida abierta

Por: Abelardo Carro Navas

A mi padre, con cariño.

En mi niñez, incontables fueron las ocasiones en que mi padre nos narraba infinidad de historias de la escuela en la que se formó para maestro: la Normal de Tenería “Lázaro Cárdenas” ubicada en el Estado de México. Recuerdo muy bien las charlas que, sobremesa, nos regalaba con relación a lo que hoy sé, fue una de las etapas más importantes de su existencia.

La primera vez que estuvo en esa escuela, los directivos, los maestros, la educación que recibieron, la convivencia entre compañeros, las parcelas, la siembra, las cosechas, las escapadas que ocasionalmente se daban por la noche al centro de la Ciudad de México, en fin, varias y muy diversas historias se desprendían de quien, hasta la fecha, sigue siendo mi ejemplo.

Ciertamente los tiempos han cambiado y, afortunado soy, al tener con vida a quien aún con sus años encima, sigue compartiéndome cada uno de esos deliciosos momentos que disfrutó en su querida escuela. Y es que mire usted, ¿cuántos de nosotros no tenemos una historia que contar de lo que a diario vivimos? Sin duda, las más significativas permanecen en nuestra memoria, vivas, cual retrato, de esos que fueron creados por grandes artistas.

Muchos de los hombres y mujeres que se formaron en estos centros de enseñanza y que hoy día se encuentran insertos en el Sistema Educativo Mexicano (SME), con certeza, sabrán de lo que estoy hablando. Cierto es, que las condiciones que prevalecían en el país en ese entonces, son totalmente diferentes a las que se viven en nuestros días. Sin embargo, seguro estoy, que la esencia del normalismo sigue intacta.

Quienes hemos tenido la oportunidad de laborar en este Subsistema, podremos coincidir, en que la atmósfera que envuelve a las normales – sean estas urbanas, rurales o privadas –, es única e inigualable. El humanismo sigue presente, la pedagogía y didáctica ni se diga, la formas y esquemas organizacionales que desde hace tiempo implementaron grandes maestros, continúan en un medio, escasamente comprendido y, lamentablemente, agredido en los últimos años.

¡Es que en esas escuelas normales se forman guerrilleros! – escuché decir a alguien hace unas semanas. ¡Qué desatinado comentario! – dije para mis adentros.

Como seguramente usted sabe, la educación que reciben los alumnos o alumnas en las normales, está relacionada con la formación de los seres humanos. Por ello, es que se tienen que abordar diferentes momentos históricos de la humanidad. Analizar la educación socialista que tuvo vigencia en México y en el mundo; conocer los diferentes sistemas educativos del orbe para compararlos con el nuestro, comprender la pedagogía de Paulo Freire o las teorías de Piaget, Chomsky o Vygotsky, son cuestiones que propician el análisis y reflexión sobre los distintos problemas por los que atraviesa el ser humano y la educación que el mismo ha creado. ¿Los alumnos son guerrilleros por criticar con fundamento las políticas de un gobierno desde un enfoque freiriano?, ¿son delincuentes los estudiantes por analizar la educación desde un enfoque marxista o leninista?, ¿son ladrones estos alumnos por el simple hecho de pensar, analizar y criticar tal o cual cosa?

Creo, si no me equivoco, que la incomprensión sobre este Subsistema, ha propiciado expresiones como la que líneas atrás refería. Ciertamente, y debemos reconocerlo, hay cuestiones que deben mejorarse en estas escuelas pero, ¿cómo hacerlo si la mayoría de las autoridades educativas desconocen el medio? La complicidad, en muchos de los asuntos que tienen sumidas en el abandono a las normales, ha sido entre dos actores que hoy, más que nunca, se jactan de entenderlas y apoyarlas: la SEP y el SNTE. ¿Será que estas instituciones formadoras de maestros representan un botín político para el Secretario de Educación o del Sindicato en turno dado que impide o fortalece sus aspiraciones político-personales?

Tengo claro que todos perseguimos un propósito, sea de vida o profesional – aunque el segundo se encuentra implícito en el primero –, pero, reitero, hoy más que nunca se tiene que hacer algo para mejorar las condiciones de estas escuelas, sobre todo, de los alumnos que ahí se forman.

Triste ha sido, es y será, la desaparición de los 43 estudiantes normalistas que cursaban alguno de los semestres en la Escuela Normal “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Gro. A dos años de este terrible suceso, nada se sabe de ellos. Investigaciones han ido y venido, encargados del caso, como el ex procurador Murillo Karam, han pasado sin pena ni gloria… y nada, absolutamente nada se sabe de ellos.

En los últimos días, las autoridades judiciales hablan de la utilización de nueva tecnología para localizar otras fosas clandestinas en Iguala, Gro. La idea, es dar con el paradero de los estudiantes pero, triste y desafortunadamente, volvemos y volveremos a lo mismo: nulos resultados y unos padres desesperados.

Por cierto… ¿y qué ha pasado con los paterfamilias de estos jóvenes desparecidos? Siguen buscando a sus hijos. A ellos, como padre de familia, los comprendo. Ya me imagino lo que yo haría si pasara por lo mismo.

En resumidas cuentas, desconozco si la verdad sobre este caso llegará a saberse algún día. De lo que estoy seguro, es que este miope gobierno, encabezado por Peña Nieto, pasará a la historia como el más inhumano, insensible y torpe de todos los que lo han antecedido, rebasando desde luego, a Díaz Ordaz y los lamentables hechos que conocemos.

Termino estas ideas con un profundo dolor en el alma. No sé si usted las comparta, pero en mí, sigue abierta la herida.

No obstante esta pesadumbre, ya sea en éste u otros medios, seguiré pugnando porque se haga justicia y se esclarezcan los hechos.

Sin duda, los mexicanos lo merecemos. Los padres de familia de los 43 estudiantes de Ayotzinapa necesitan saberlo.

Y yo… me quedo pensando en los grandes hombres, como mí padre, que se formaron en estas escuelas mexicanas, cuya labor, cuéstele lo que cueste a Nuño, son por excelencia, formadoras de maestros.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/los-43-herida-abierta/

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Movilidad académica normalista y… ¿los docentes?

Por: Abelardo Carro Nava

En días pasados, con enorme beneplácito recibimos quienes tenemos o tuvimos la oportunidad de laborar en alguna de las más de 200 escuelas normales públicas del país, la noticia de que estudiantes normalistas viajarían a diversos países de América Latina pero también, de Europa, caso concreto, Francia. Esto, derivado de las gestiones y/o acuerdos que la Secretaría de Educación Pública (SEP) a través de la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE), logró establecer con las autoridades educativas de esos países.

Al respecto, no tengo mucho que decir, más que mi reconocimiento por esta iniciativa y por el apoyo que las autoridades de la DGESPE y el que en algunas entidades federativas han brindado para que los estudiantes de estas escuelas, salgan a enriquecer sus conocimientos, intercambiando experiencias que reditúen en mejores y mayores aprendizajes para beneficio de su carrera profesional pero, también, de los niños y adolescentes que más adelante atenderán en alguna de las aulas que integran el Sistema Educativo Mexicano (SEM).

Si bien es cierto que parte de las obligaciones de las autoridades federales y locales de la SEP, es la de gestionar este tipo de acuerdos, también es cierto, y debo reconocerlo, que sin su debido seguimiento no se hubiera logrado tal propósito; de ahí que tenga que aplaudir, el trabajo que ha realizado la Subsecretaría de Educación Superior, con el Dr. Salvador Jara, y lo que el Dr. Mario Chávez, al frente de la DGESPE, ha capitalizado. Estoy seguro que a estos países, se dirigen jóvenes entusiastas que pondrán en alto el nombre de nuestro México querido.

Ahora bien, y si usted me lo permite, quisiera hablar un poco del otro lado de la moneda. Ciertamente el logro que he mencionado merece ocupar las primeras líneas y los encabezados de los periódicos u otros medios de comunicación; sin embargo, considero que sigue habiendo varias asignaturas pendientes que deben ser atendidas con el mismo ahínco con el que se difundió esta formidable noticia. Y es que mire usted, el normalismo mexicano, después de su impresionante auge que tuvo después de la creación de la SEP por Vasconcelos, al momento en que cierro estas líneas, sigue y tal parece, seguirá en el olvido.

No, no crea que pretendo desestimar y contradecir el argumento que he planteado al inicio de estas ideas. Y mucho menos, aminorar el logro de los estudiantes de las escuelas normales que en próximos saldrán a esos países. De ninguna manera. Por el contrario, y espero que así se entienda, reconocer ambas caras de la moneda es, desde mi perspectiva, un ejercicio que debemos realizar cotidianamente para valorar los logros y fortalecer aquellos aspectos que deben ser fortalecidos. Autocrítica le llaman, sobre todo, con argumentos.

Mencionaba que este Subsistema ha quedado en el olvido, porque de no ser por los hechos ocurridos en Ayotzinapa – con la desaparición de los 43 normalistas – y por los resultados que ha arrojado la evaluación para el ingreso al servicio profesional docente o la evaluación del desempeño a cientos de profesores, muy pocos, pero muy pocos, conocían o conocíamos sobre el normalismo mexicano.

Si no me equivoco, el momento educativo – más no el político – por el que está atravesando la educación en nuestro país, requiere de una profunda transformación del Subsistema de educación normal. Una transformación pero en serio.

Está más que visto, que la formación de los millones de niños y jóvenes requiere de maestros y maestras mejor preparados, y es en las escuelas normales, donde puede lograrse esos objetivos. ¿Por qué no hacer una profunda y sustancial revisión de sus reglamentos y estructuras organizacionales que las rigen?, ¿por qué no pensar y repensar, además de revisar, el plan de estudios que ofrecen las licenciaturas en educación preescolar, primaria, secundaria, educación física, especial y demás, para que haya una adecuada vinculación con la educación básica?, ¿por qué no involucrar al personal directivo, docente y no docente en la reorganización de estas escuelas? Si la intención, como lo mencionaron las autoridades en el evento en el que se presentaron a los jóvenes normalistas que saldrían a otros países, es contar con mejores estudiantes y maestros, ¿por qué no entrarle al toro por los cuernos?

Ciertamente el clima político limita esta parte de transformación a la que me refiero, pero, ¿no es este el propósito que persigue el nuevo modelo educativo?

En días pasados, tuve la oportunidad de conocer lo que se trabajó en los foros regionales sobre la presentación del Modelo Educativo 2016, específicamente, en el rubro de la educación superior en México. Como era de esperarse, se plantea la posibilidad de encontrar un punto de coincidencia entre la formación universitaria-tecnológica y las escuelas normales, para darle sentido a lo que dicho modelo contempla, a fin de que con esta acción, se fortalezca el ingreso al servicio profesional docente. Menuda y compleja situación es ésta. Tareas a los asistentes les fueron encomendadas pero, desde mi punto de vista, no le auguro buenos resultados, sobre todo, porque son ámbitos diferentes o muy diferentes para el desarrollo humano.

Muchos hemos hablado sobre ello. Las escuelas normales son, por excelencia, formadoras de maestros. Las universidades, importantísimas para el desarrollo y crecimiento humano. ¿Pueden corresponderse? Indudablemente pero, a fuerza de ser sincero, en este sexenio o lo que resta de éste, no podrá lograrse, aunque como sabemos y conocemos, es muy probable que éste sea impuesto.

Ojalá no sea así, y que cual sueño guajiro, de esos que alimentan el alma, se fortalezca el Subsistema normalista en México. Las escuelas normales rurales lo requieren, las urbanas también. Dejemos pues, de pensar y desear y pasemos a los hechos, como el atinado viaje que varios de estos alumnos realizarán a otros países.

Por cierto, con mucha seguridad se estará preguntando, y qué pasó con el tema de los maestros que se incluye en el título de estas ideas. La propuesta que le tengo no es nada descabellada: ¿por qué no pensar en una movilidad docente a nivel nacional? Es decir, que algunos maestros de las escuelas normales realicen estadías en otras con el mismo propósito que persigue la movilidad estudiantil. ¿No cree que se fortalecerán sus conocimientos a través del intercambio de experiencias? Si tanto nos preocupa la formación de estudiantes, ¿por qué no buscar un mecanismo de movilidad asegurando las formas de contratación y promoción de los profesores?

Finalmente, y no por ello menos importante, deseo extenderle una merecida felicitación a la alumna de la Escuela Normal Preescolar “Profra. Francisca Madera Martínez”, Jessica Ingrid Roldán Ramírez, quien en próximos días viajará a Francia. Desde este espacio, le deseo todo el éxito posible en esta oportunidad. Tlaxcala manda una digna representante la Facultad de Montpellier.

Enhorabuena.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/movilidad-academica-normalista-y-los-docentes/

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El docente, entre la tensión y la incomprensión

Por: Abelardo Carro Nava

“No apruebo en absoluto que uno trate de engañarse alimentándose de falas imaginaciones. Debido a lo cual, viendo que es cosa más perfecta conocer la verdad, aun cuando resulte en contra nuestra, que ignorarla, confieso que más vale ser menos feliz y tener más conocimiento” (Pierre Bourdieu).

maestra-alumnoLa idea con la que decidí iniciar estas líneas que, pretendo, inviten a la reflexión; la retomé del libro “Aprendices de maestros, la construcción de sí”, cuyos autores, María de la Luz Jiménez Lozano y Felipe de Jesús Perales Mejía, publicaron hace unos años con la intención de abordar un tema que me parece harto pertinente retomar en estos momentos en los que el escenario educativo se encuentra en un serio conflicto del que, parece ser, poco a poco va encontrando una salida en el terreno político. Y es que mire usted, si bien es cierto que la docencia como tal está permeada por distintas dimensiones que la hacen compleja y poco comprensible para quienes no se encuentran en ella, también es cierto que quienes tenemos la fortuna de conocer un poco sobre el medio educativo, los maestros, tenemos cierta claridad en cuanto a las fortalezas y debilidades existentes en el ejercicio de nuestra labor cotidiana.

Nadie, absolutamente nadie que osé llamarse maestro, puede ignorar y desconocer los grandes problemas que enfrenta la educación en México. Vaya, tal vez estoy exagerando un poco y visualizo una “problemática” a partir de mis referentes contextuales; sin embargo, el diario trajín que vive o vivimos a diario los docentes en un aula de preescolar, primaria, secundaria, bachillerato o normal, me otorgan la razón en ello.

¿Cuántos no hemos padecido en el salón de clases los problemas económicos por los que atraviesa buena parte de la sociedad mexicana?, ¿cuántos no hemos escuchado expresar a un alumno que sus padres perdieron el empleo o que no les alcanza para comprar algunos de los útiles que son indispensables para su aprendizaje?, ¿cuántos no hemos conocido de algún estudiante que fue asaltado cuando se dirigía a su escuela?, ¿cuántos no hemos visto que se duerme algún chico en el aula porque tuvo que trabajar en la noche dado que tiene que ayudar en con economía de la casa?, ¿cuántos no hemos dialogado sobre los graves problemas familiares que padecen los niños que acuden a nuestras instituciones a formarse?

Y, si esto no fuera suficiente, ¿cuántos docentes no se sienten estrangulados por las interminables “tareas” administrativas que el director, supervisor, jefe de zona o sector, y una larga lista de etcéteras más, se suman a esa tensión que a diario se genera en su labor? Hasta hace unos años, el maestro tenía una tarea en específico que, por más compleja que ésta pudiera parecer, le significaba satisfacción y gratitud: la enseñanza. Ciertamente las cosas han cambiado y, como parece obvio, la labor se ha transformado; sin embargo, las exigencias de una institución que fue pensada por Vasconcelos para cumplir con ciertos propósitos, aunado a la demanda social creciente en y para la formación de los estudiantes, han propiciado esa asfixia que hoy prevalece en el magisterio.MAESTROS DE MAESTROS.DOS

La disyuntiva es grande. El maestro se encuentra en medio de los problemas nacionales y las exigencias locales y, para redondear el asunto, tiene que generar aprendizajes en sus alumnos conforme a una curricula que la ha sido impuesta, además de atender, los parámetros de una evaluación que por más que se diga lo contrario, fue, es y será punitiva en tanto el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) no goce de autonomía.

Que cosas tiene la vida; el docente que debe conocer al dedillo cada una de las materias que enseña, dominando desde luego las disciplinas; actualmente es prisionero de la burocracia aberrante que impera en el Sistema Educativo Mexicano (SEM). De la manifestación de ideas y formas de expresión en cuanto a la aceptación y/o rechazo de lo que se ha conocido como “Reforma Educativa”, mejor ni hablamos, ese es un tema que para el Secretario Nuño no es trascendental, no importa, su razón, es la que cuenta y punto. ¿Para qué pedir que los alumnos sean críticos, reflexivos y analíticos si el maestro, su maestro, no puede serlo?

Ahí tenemos los “foros” de consulta del nuevo Modelo Educativo. Una falacia que pretende legitimar lo establecido por los “genios” que construyeron dicho modelo. Si esto no fuera cierto, por qué no revisar las convocatorias estatales que pretenden obtener “propuestas” de los miles de maestros de México. Tres minutos para exponer ideas que lleven a fortalecer el documento, simple y llanamente, es una tomada de pelo.

Conocer no es pecado, al menos así lo entiendo; pero en estos días, tal parece que leer un poco más de la cuenta, criticar un modelo que no modela, manifestar ciertas ideas – con argumentos – contrarias a lo que piensa el Secretario, expresar lo que haya que expresar, importa un bledo.

Es claro que alguien trata engañarnos con falsas imaginaciones pero, en mi caso, prefiero ser menos feliz, y buscar la verdad estudiando lo que haya que estudiar, que quedarme cruzado de brazos esperando a que alguien se le ocurra descubrir el hilo negro, me refiero, a quien despacha en la calle de República de Argentina en la Ciudad de México.

De por ahí:

El lunes pasado Aurelio Nuño se presentó en programa de televisión cuyo conductor Arath de la Torre, le invitó unos taquitos al pastor para que acompañaran la charla. Si ésta no es una forma de posicionar su imagen con miras al 2018, entonces no sé qué cosa puede ser. Ojalá, que así como tiene el tiempo de visitar estos programas, acuda a las escuelas de las zonas rurales e indígenas, a conocer de viva voz los problemas que enfrentan y cómo lo están solucionando los maestros. Salir en la televisión está bien y debe ser bonito, atender los problemas, es enfrentar una realidad que, lamentablemente, no se difunden a través de un aparato televisivo.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-docente-entre-la-tension-y-la-incomprension/

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La LSPD y su ineficacia: los gobernadores

Por: Abelardo Carro Nava

En estos días, en los que la arena política se encuentra más que caldeada por los sucesos en lo que se ha visto envuelto el Presidente de México, el escenario educativo no podía quedarse atrás, resultado, como parece obvio, de la desmedida insistencia de un Secretario de Educación que busca posicionarse, a toda costa, en la carrera por la Presidencia de la República, no obstante que varios políticos le llevan la delantera.

Con su fiel aliado, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Aurelio Nuño, ha emprendido una férrea lucha para hacer creer a propios y extraños, que el nuevo Modelo Educativo y las exigencias que plantea la misma evaluación, serán los elementos que vendrán a mejorar la vida de millones y millones de seres humanos que habitan mi México querido.

Falsa idea es ésta, y no me refiero precisamente a que la evaluación y el modelo propuesto – con todas sus inconsistencias e imperfecciones – sean los que permitan mejorar las condiciones de vida de las personas. No, el asunto no va por ahí. Me refiero a la falta de eficacia que ha encontrado lo que a través del Pacto por México, conocimos como “Reforma Educativa”, mal llamada por cierto, y que fue aprobada por los legisladores de la mayoría de los partidos políticos, consumándose tal hecho, en lo que conocemos como Ley General del Servicio Profesional Docente. Me explico.

En esta Ley, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 11 de septiembre de 2013, en su Título primero, Capítulo I, Artículo 1, párrafo tercero, se lee: “El marco normativo aplicable en las entidades federativas se ajustará a las previsiones de esta Ley. Los servicios de Educación Básica y Media Superior que, en su caso, impartan los ayuntamientos se sujetarán a la presente Ley. Las autoridades educativas locales deberán realizar las acciones necesarias con los ayuntamientos. En el mismo apartado pero en el Artículo 4, sobre las definiciones que incluye el documento, en la fracción IV se menciona que por Autoridad Educativa Local se entenderá: “Al ejecutivo de cada uno de los estados de la Federación y del Distrito Federal, así como a las entidades que, en su caso, establezcan para la prestación del servicio público”. Y si esto no fuera suficiente, en el Capítulo II de dicha ley, sobre la Distribución de Competencias, artículo 8, se refieren las acciones que les corresponden a las Autoridades Educativas Locales; de hecho, en todas sus fracciones se específica, las competencias que habrán de poner en marcha para lograr los propósitos normativos y educaciones en sus respectivas localidades.

Como podemos darnos cuenta, a los gobiernos de los estados, en el papel, les fue conferida una gran responsabilidad en la aplicación de la normal como tal; sin embargo, la realidad ha sido otra, porque si algo carece precisamente estos aspectos normativos, es de su aplicación y/o funcionamiento. Como es de pensarse, éste, más que ser un problema de naturaleza educativa, tienen que ver con un asunto eminentemente político dados los costos que de su ejecución pueden desprenderse. El asunto, vaya, es claro, ni los gobernadores quieren asumir el compromiso de aplicarla, ni el Secretario de Educación pretende echarse un round con éstos.

¿Por qué amedrentar y estigmatizar a los docentes cuando hemos hablado hasta el cansancio que el gran problema educativo no radica del todo en ellos? Desde mi punto de vista, es una salida fácil y simplista culpar al magisterio de los problemas sin que haya un serio y fuerte llamado de atención a quienes integran la Confederación Nacional de Gobernadores (Conago), por ejemplo.nuño-computo-yucatan

Ahí es en donde me gustaría – y créame que a muchos nos gustaría –, que el Secretario Nuño apretara las tuercas y se pusiera rudo como lo hace con el magisterio ¿Por qué no exigirles a los mandatarios locales que cumplan y brinden los cursos gratuitos, idóneos, pertinentes y congruentes con los niveles de desempeño que se desea alcanzar para la formación continua, actualización de conocimientos y desarrollo profesional del personal docente y personal con funciones de dirección o de supervisión que se encuentren en servicio? (LSPD: 6). La respuesta es simple, no desea hacerlo y, si lo ha hecho, éstos no le han hecho caso. Peor aún, ¿por qué no exigirles a los gobernadores cumplan y brinden las tutorías que corresponden a cada uno de los profesores que no obtuvieron un resultado satisfactorio en la evaluación de su desempeño? Sería bueno que en este sentido, explicara qué pasa con estos aspectos en cada una de las entidades, pero también, que revisara cada una de los presupuestos, porque bien a bien, no se sabe a dónde va a parar el dinero que se destina para cada caso en específico.

Ciertamente la tarea educativa es inmensa. Mover al Sistema Educativo Mexicano, va más allá de un ataque frontal contra el magisterio. Varios investigadores, intelectuales, académicos, profesores y colegas de la pluma y las letras, lo hemos afirmado y constatado. ¿Será que en la calle de República de Argentina de la Ciudad de México no hay personas con la capacidad suficiente para tomar las riendas de una educación tan necesaria en un país tan vapuleado como el nuestro?

Me gustaría ver, ese choque con los gobernadores. Con seguridad, los costos políticos serían altos o altísimos pero… ¿acaso no es la educación una prioridad en el gobierno de Peña Nieto?

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-lspd-y-su-ineficacia-los-gobernadores/

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