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Cambiar de Secretaria no significa un cambio educativo

Por: Abelardo Carro Nava

«El Sistema Educativo Mexicano está permeado por problemas estructurales que, si bien es cierto, su origen se remonta a las pésimas decisiones que anteriores gobiernos han tomado, también es cierto que las políticas que en estos 4 años se han implementado, poco o nada han colaborado para aminorarlos.»

El pasado 1 de septiembre, la periodista Denise Maerker, presentó en su noticiero nocturno, una realidad que viven quienes asisten a cientos de escuelas públicas en nuestro país; se trató de la Escuela Secundaria Francisco Ruiz Massieu ubicada en la comunidad Caridad, de San Marcos, en el estado de Guerrero. El reportaje, como tal, muestra a unos estudiantes tomando clases al aire libre, mientras otros, ocupan un salón de clases porque, desafortunadamente, además de no contar con espacios suficientes donde se desarrolle en las mejores condiciones el proceso de enseñanza y de aprendizaje en cada uno de los grados, carecen de pizarrones, escritorios, computadoras, material didáctico, pero también, sanitarios o luz eléctrica.

Esta, repito, es una realidad que muy pocas veces se escucha en los discursos y logros que, con bombo y platillo, se anuncian desde Palacio Nacional o desde la Secretaría de Educación Pública (SEP). Y es que, por ejemplo, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en su reporte Información Estratégica para el Regreso a Clases en México 2021, 89 mil escuelas de educación básica carecen de drenaje, 39 mil 558 no tienen red de agua potable, 9 mil 989 no cuentan con energía eléctrica. Insisto, una realidad que ahí está, pero que pocas veces se señala y, si se hace, es con el propósito de culpar a gobiernos pasados lo cual, de alguna forma puede ser cierto, pero, transcurridos 4 años de gobierno lopezobradorista, ¿sigue sin ser atendido un tema tan importante para la formación de niñas, niños y adolescentes?

Ahora bien, también, hace unos días, la periodista Azucena Uresti, a través del programa de noticias que conduce por la noche, dio a conocer otra de esas realidades que ahí están, pero que tampoco se incluyen en esos discursos y logros presidenciales o secretariales; en Tuzantla, Michoacán, más de 100 escuelas públicas y particulares (87 primarias, 4 secundarias y 20 telesecundarias), no iniciaron el ciclo escolar 2022-2023 por una sencilla razón: el miedo que trae consigo el clima de violencia e inseguridad que han generado grupos de criminales en esa entidad federativa, como en otras.

Asunto que no es menor pues, si revisamos la percepción de inseguridad de los mexicanos que, en enero de este año dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2022), ésta aumentó, del 64% registrada en septiembre paso al 65.8% en diciembre, de 2021. Esto puede significar que ese último porcentaje de la población, haya percibido que el lugar en que reside es inseguro pues, durante ese mismo periodo, los datos que ofrece este instituto obtenidos a través de la aplicación de una encuesta nacional de seguridad pública urbana, reflejaron que los habitantes consultados, vieron o escucharon conductas delictivas o antisociales alrededor de su vivienda como: consumo de alcohol en las calles (61.7%), robos o asaltos (55.7%), vandalismo en las viviendas o negocios (42.7%), venta o consumo de drogas (40.5%), disparos frecuentes con armas (39.6%), bandas violentas o pandillerismo (27.15), entre otros. Culpar o responsabilizar al pasado, ¿cobra sentido después de 4 años de gobierno en los que tal inseguridad no se ha sido atendida para que dichos índices disminuyan paulatinamente? Tal vez, ello explica, el por qué ahora las escuelas de algunos estados como Baja California, Zacatecas, Puebla o Morelos, hayan optado por enseñar en sus respectivos espacios educativos, ciertos protocolos para actuar en una situación de violencia cuando ocurra, por ejemplo, una balacera cerca de su escuela.

Lo anterior, son dos claros ejemplos de una realidad que es latente en nuestro país, como también lo es, el que la SEP en los últimos años se haya visto como un trampolín político para ocupar un cargo público de posible mayor envergadura, o bien, una candidatura para una gubernatura en cierto estado de la República Mexicana. Cambiar de Secretario o Secretaria, no significa un cambio educativo ipso facto.

Como se sabe, el Sistema Educativo Mexicano está permeado por problemas estructurales que, si bien es cierto, su origen se remonta a las pésimas decisiones que anteriores gobiernos han tomado, también es cierto que las políticas que en estos 4 años se han implementado, poco o nada han colaborado para aminorarlos. Es obvio, tales problemáticas rebasan, por mucho, lo que podría denominar como “buenas intenciones”; por ejemplo, uno de los programas estrella de este gobierno, en materia educativa, como el de la Escuela es Nuestra, no ha logrado atender las demandas y necesidades acumuladas de los planteles escolares que, como en el caso de la secundaria arriba expuesto, son el común en el territorio mexicano. Tampoco lo ha sido el otorgamiento de becas a los estudiantes puesto que, a decir de los datos contenidos en el Cuarto Informe de Gobierno, más de 520 mil alumnos no se inscribieron en el ciclo escolar 2021-2022; de hecho, la pérdida más significativa en este rubro, ocurrió en educación básica debido a que, en educación inicial y primaria, ya no se registraron 438 mil estudiantes.

Y bueno, si de formación profesional docente hablamos, habría que consultar y contrastar los datos que recientemente dio a conocer el Instituto Mexicano para la Competitividad A. C. (IMCO), donde se señala que el Programa de Desarrollo Profesional Docente va en picada pues, en 2016, fueron asignados 3 mil 539 millones de pesos, pero en 2022, solo se destinaron 249 millones, lo que representa que el gobierno federal solo destinó 38 centavos por docente para capacitaciones. Si, se leyó bien: 38 centavos por docente. ¿De qué manera se pueden mejorar los procesos educativos si un tema tan importante no es apoyado con suficientes recursos? En fin.

En los últimos días, he visto con atención, que varios colegas, investigadores, académicos o profesores, nos hemos concentrado en analizar la puesta en marcha del plan de estudios 2022, a implementarse en 2023, justo a un año de que termine este gobierno; la discusiones se han centrado en su contenido, estructura, enfoque, entre otros aspectos, pero también, en el “piloteo” que en el mes de octubre de este año comenzará a realizarse en pocas, muy pocas escuelas de nuestro país; sin embargo, pienso, que más allá de estos temas que son relevantes, existen otros tantos que, de manera cotidiana y recurrente, viven y padecen las maestras y maestros mexicanos. ¿Valdría la pena echarles una mirada? Yo creo que sí, porque sin ser pesimista, advierto que la recién nombrada Secretaria de Educación, poco podrá hacer en el ámbito educativo pues los problemas ahí están y se siguen acumulando, por ejemplo, los derivados del desastre que es la Unidad del Sistema de la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM) donde, por cierto, se sigue aplicando a raja tabla una política neoliberal, la más neoliberal de todas, que cada mañana se critica hasta el hartazgo desde el pulpito presidencial y secretarial.

Al tiempo.

Fuente: https://profelandia.com/cambiar-de-secretaria-no-significa-un-cambio-educativo/

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Crónica del Plan de Estudios para la Educación Normal 2022. ¿Qué sigue?

Por: Abelardo Carro Nava

 

«Desde mi perspectiva, algo es claro, las escuelas normales tienen un rol fundamental en la formación de las futuras maestras y maestros y, por tanto, esa formación, a través de los planes de estudio, debe ir más allá de lo que una política sexenal…»

Derivado de la aprobación de la reforma a la reforma educativa en 2019, se expidió el Decreto por el que se reformaron, adicionaron y derogaron diversas disposiciones de los artículos 3º., 31 y 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia educativa. En el artículo Décimo Primero Transitorio, de este ordenamiento, párrafo 3, se señaló: Para dar cumplimiento a lo establecido en el párrafo noveno en el artículo 3º., el Ejecutivo Federal, en un plazo no mayor a 180 días contados a partir de la entrada en vigor de las presentes disposiciones, definirá una Estrategia Nacional de Mejora de las Escuelas Normales, la cual establecerá acciones para su fortalecimiento (DOF, 2019).

Con esta disposición, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Subsecretaría de Educación Superior, mediante la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGESPE, hoy Dirección General de Educación Superior para el Magisterio, DGESUM), con fecha 20 de marzo de 2019, lanzaron una Convocatoria para que las comunidades normalistas de todas las instituciones de educación superior que ofrecían las licenciaturas para la formación inicial de docentes de educación básica, pudieran participar en el Congreso Nacional para el Fortalecimiento y Transformación de las Escuelas Normales Públicas (CNFTENP).

Como se sabe, dicho Congreso tendría lugar en la Ciudad de México los días 6 y 7 mayo, sin embargo, derivado de la discusión legislativa que llevó a la aprobación de la reforma educativa de 2019, se efectuó en el Estado de México los días 16 y 17 mayo de ese mismo año. Con este propósito, en dicha Convocatoria se estableció un mecanismo de participación en diferentes momentos; el primero tenía como propósito, el diálogo en todas las escuelas normales sobre 5 ejes (1. El docente que queremos formar para la transformación del país, 2. La escuela normal, proyección hacia el futuro, 3. Desarrollo profesional de formadores, 4. Autonomía para las escuelas normales: ¿qué tipo de autonomía necesitamos?, 5. Ruta curricular: ¿qué hacer y hacia dónde ir?); el segundo, la continuidad de ese diálogo en la entidad federativa en donde se ubicaban esas normales; y, en el tercero, ese diálogo nacional en la sede del Congreso referida. En este sentido es importante señalar que, de la primera y segunda etapa, surgieron Delegados Nacionales (profesores y estudiantes de la comunidad normalista) que llevaron al CNFTENP los planteamientos de sus instituciones, pero también, del estado que representaban. No fue menor la asistencia de más de 250 Delegados de todo el país al Estado de México.

Fueron dos días de intenso diálogo, discusión y planteamiento de propuestas de los normalistas; un tema sumamente importante, después de que por años el normalismo mexicano estuvo en el olvido y abandono; las demandas y necesidades desbordaron la participación activa de todos los asistentes.

Cada mesa de trabajo, conformada a partir de los ejes señalados, contenía poco más de 200 propuestas (a veces hasta más) emanadas de los diferentes rincones del país. El reto para integrar un documento que, a través del consenso, recogiera los planteamientos de los involucrados en cada mesa, fue enorme, pero no imposible. No obstante, dada la relevancia y envergadura del proyecto que se debería conformar para cumplir con lo mandato en el decreto citado, hubo la necesidad de demandar la declaratoria de un Congreso Permanente; es decir, que los trabajos no se clausuraran para que, en los días y semanas subsecuentes, se continuaran con el propósito de elaborar una propuesta que atendiera las demandas de la comunidad normalista. Por ello, a petición expresa de los Delegados Nacionales presentes, el 16 de mayo dicho Congreso no cerró los trabajos, y la autoridad competente, declaró la permanencia del CNFTENP.

De este momento, siguieron tres más donde el diálogo, discusión y planteamiento de propuestas se incorporaron y procesaron para ser contempladas en el documento rector que habría que entregarse. Los estados de San Luis Potosí, Baja California Sur y Puebla fueron sede de los trabajos y, de éstos, se desprendieron resolutivos que, en su oportunidad, fueron colocados en la página de la DGESPE para conocimiento de la comunidad y del público en general.

Al respecto es importante mencionar que, en la última etapa celebrada en las instalaciones del Benemérito Instituto Normal del Estado de Puebla, dichas propuestas se entregaron a la DGESPE para que, a través de esta dependencia, se presentara a las instancias correspondientes para cumplir con lo mandatado en la ley; no sin antes, hacer un fuerte reclamo por la drástica reducción del presupuesto a la educación normal por parte del gobierno lopezobradorista que, como se sabe, derivado de presión que de diversos sectores provenía (incluido el normalista), realizó un ajuste presupuestal que, debe decirse, fue insuficiente. Sin embargo, días más tarde, fue publicada la Estrategia Nacional de Mejora de las Escuelas Normales (ENMEN, 2019). Documento que puede ser consultado en el enlace que más adelante comparto.

Llegó la pandemia en 2020 y, como sucedió en todo el terreno educativo, pareciera ser que los procesos educativos entraron en un impasse; era obvio, todos nos enfrentamos a un escenario para el cual no estuvimos del todo preparados. Algunas de las líneas de la ENMEN contempladas en los ejes rectores ya señalados, y que dieron pauta a ese diálogo en las distintas etapas del Congreso referido, comenzaron a operar con cierta lentitud. Repito, era obvio, el proceso de adaptación no fue sencillo, para nadie. Esperemos que, en días subsecuentes, se pueda hacer una valoración de la puesta en marcha de esas líneas y, para ello, sería bastante pertinente que la DGESUM convocara a los Delegados Nacionales para este propósito.

Transcurridos unos meses, de nueva cuenta la SEP y la SES, mediante la DGESUM y el Consejo Nacional de Autoridades Educativas de Educación Normal (CONAEN) – consejo que se constituyó en el camino –, en agosto de 2021, lanzaron una nueva Convocatoria para que, en la Ciudad de Saltillo, Coahuila, se actualizara y relanzara el proceso iniciado en 2019 con el CNFTENP y para que se diseñara la estrategia nacional de rediseño de los planes de estudios con la finalidad de definir que se entendería por: a) marco curricular común de los planes de estudio, b) flexibilidad curricular y c) autonomía curricular. Aunado a lo anterior, dicha Convocatoria planteaba la necesidad de acordar un esquema de co-diseño (diseño colaborativo) basado en: 1. Comités de gestión académica por escuela normal o plan de estudios, 2. Comisión nacional de co-diseño por plan de estudio, 3. Comisión nacional de co-diseño del marco curricular común, 4. Equipo de especialistas en diseño curricular como apoyo al proceso de co-diseño, 5. Fijar una ruta crítica de trabajo de 2021 a 2024.

Convocatoria que, como puede verse en el eje rector 5. Planteamiento de la ruta curricular contemplado en la ENMEN, tuvo como base las propuestas, acuerdos y consensos que los Delegados Nacionales tomaron en 2019. En este sentido no debe soslayarse, que varios de los Delegados que participaron en 2019 ya no asistieron a los trabajos celebrados de manera presencial y virtual en Saltillo; las razones de su inasistencia fueron diversas pues, algunos de éstos, desafortunadamente perdieron la batalla ante la COVID-19, otros tomaron la decisión de no participar, unos más ya no fueron considerados por parte de sus autoridades educativas locales, y otros más, ya no fueron electos en los procesos democráticos de elección al interior de sus propias escuelas y estados. En cualesquiera de los casos, pienso que merecen un reconocimiento por haber iniciado y haber sido parte de un proceso, por así decirlo, inédito. Más adelante explicaré por qué afirmo esto.

Dicho lo anterior, a partir de septiembre de 2021, los trabajos para rediseñar los planes de estudio comenzaron, a tambor batiente, en las 18 licenciaturas en: 1. Educación inicial, 2. Educación preescolar, 3. Educación preescolar intercultural, plurilingüe y comunitaria, 4. Educación primaria, 5. Educación primaria intercultural, plurilingüe y comunitaria, 6. Inclusión educativa, 7. Educación física, 8. En enseñanza y aprendizaje de la química, 9. En enseñanza y aprendizaje de las matemáticas, 10. En enseñanza y aprendizaje de la geografía, 11. En enseñanza y aprendizaje de la física, 12. Enseñanza y aprendizaje del inglés, 13. En enseñanza y aprendizaje de la historia, 14. Enseñanza y aprendizaje del español, 15. Enseñanza y aprendizaje de biología, 16. Educación especial, 17. Enseñanza y aprendizaje de la formación ética y ciudadana, 18. En enseñanza y aprendizaje en telesecundaria.

Un Seminario Internacional sobre Teoría Curricular con la participación de especialistas e investigadores mexicanos y extranjeros, pero también, un Taller de Co-diseño por parte de la Universidad Campesina Indígena en Red, fueron algunas de las actividades preparatorias que durante semanas se desarrollaron para que, con la conformación de equipos de co-diseño en las escuelas normales del país, previa designación de Representantes institucionales o estatales de dichos equipos, se iniciara el diálogo para el rediseño de los planes de estudio próximos a implementarse en México.

Como era de esperarse, las sesiones virtuales en las que participaron las maestras y maestros de las escuelas normales fueron intensas; muchas de ellas programadas a contra turno por las actividades que éstos realizaban en las normales, o bien, durante todo el día. Iniciaban a las once de la mañana y varias de éstas culminaban a las diez de la noche.

El reto no era insignificante, habría que tomar acuerdos y consensos con relación al Perfil General de la Educación Normal, pero también, los relacionados a cada una de las 18 licenciaturas mencionadas, con sus respectivos Trayectos Formativos y Mallas Curriculares. Desde luego, el tema de transitar de un esquema basado en competencias hacia otro enfoque no fue un asunto sencillo. Las propuestas comenzaron a darse al interior de las instituciones formadoras de docentes, entre el profesorado que las integra, para que en plenaria nacional fueran expuestas. El consenso logrado culminó en el establecimiento de un currículo basado en Capacidades con Dominios de saber y Desempeños docentes y tres Fases, la de Inmersión, la de Profundización y la de Despliegue; obviamente, tomando en consideración las leyes y disposiciones reglamentarias que surgieron de la reforma al artículo 3º constitucional en 2019, así como los principios señalados en la Nueva Escuela Mexicana. Por ello, en el Perfil General de Egreso se pueden observar 6 rasgos y 12 dominios del saber (saber, saber hacer y saber ser), mientras que, en cada licenciatura, se observarán una variación por los desempeños contemplados en cada una de éstas.

Para este ejercicio, como ya se ha dicho, fue necesario el diálogo y el consenso entre todos los participantes. Las divergencias, naturales en este proceso fueron una constante, pero también, las coincidencias; aspectos que, de alguna forma, permitieron la toma de decisiones con relación a las distintas mallas curriculares, previo análisis de los enfoques por licenciatura, para la concreción de los Cursos que habrían de integrar dichas mallas pues, derivado de los acuerdos tomados en Saltillo, las maestras y maestros de las distintas licenciaturas, tendrían la posibilidad de diseñar el cincuenta por ciento de los cursos nacionales y el cincuenta por ciento de los cursos estatales e institucionales derivado de la demanda por contar con mayor flexibilidad y autonomía curricular propuesta desde 2019, por los Delegados Nacionales.

Por ello, con los acuerdos tomados, se inició con el proceso de elaboración de los Descriptores de cada uno de los cursos propuestos. Un asunto que implicó la conformación de equipos de co-diseño por curso, es decir, se fueron conformando pequeñas células de trabajo integradas por profesores normalistas. La formación y preparación académica, la trayectoria profesional, la experiencia en el abordaje de los cursos en planes anteriores al que se estaba diseñando, entre otras cuestiones, favorecieron la integración de esos equipos para el cumplimiento de la tarea que, por propia voluntad, habían adquirido.

Con todos estos referentes, comenzó el co-diseño de los Cursos en cada una de las 18 licenciaturas. De nueva cuenta el trabajo fue intenso y desgastante, pero sumamente enriquecedor pues, los mismos profesores y profesoras de las escuelas normales, construyeron los cursos de un plan de estudios que, como puede verse en cada uno de éstos, llevan su nombre y escuela normal en la que se encuentran adscritos.

La revisión de estos cursos en cuanto a su pertinencia, enfoque, propósito, contenidos, sugerencias didácticas, evaluación y bibliografía, fue un tema que tampoco fue menor, debido a que, en este proceso, de manera colaborativa con los responsables del diseño curricular de la DGESUM, se dialogaron las sugerencias, observaciones y comentarios que surgían para que fueran atendidos por los colectivos docentes.

Todo ello llevó a la presentación del Co-diseño de los Planes y Programas para la Educación Normal 2022, el pasado 22 de agosto, en el Centro Regional de Educación Normal en Tuxpan, Veracruz. Un evento que, independientemente de los símbolos políticos que lo rodearon, mostró en buena parte la esencia de ese normalismo mexicano que, por años, repito, fue abandonado y/o relegado al olvido.

Seguramente habrá que atender y resolver varias cuestiones una vez que los planes de estudio comiencen a implementarse en las normales, con los estudiantes; sin embargo, pienso, que éste ha sido un momento muy importante para ese normalismo que por años había demandado ser partícipe en estos procesos tan valiosos para la formación de los estudiantes. De hecho, en la más reciente jornada de acompañamiento que, a nivel nacional se desarrolló de manera virtual, se escucharon las voces de diferentes maestras y maestros que, con sus aportes, generaron esa inquietud por mejorar los procesos de diseño curricular como el que se está exponiendo en estos momentos.

Desde mi perspectiva, algo es claro, las escuelas normales tienen un rol fundamental en la formación de las futuras maestras y maestros y, por tanto, esa formación, a través de los planes de estudio, debe ir más allá de lo que una política sexenal que, en materia educativa, se implemente en nuestro país.

Los planes de estudio de las 18 licenciaturas ahí están, para ser analizados, reflexionados, criticados, abordados o enriquecidos, en fin, para que sean parte de un proceso de mejora de la educación normal que se brinda en México.

Pienso, a diferencia de otros actores políticos y/o funcionarios públicos que califican de “amargados” a quienes hacen una crítica, que precisamente ésta, como tal, permite avanzar en la consolidación de los proyectos educativos nacionales. Por ello, también pienso, que la DEGESUM, con todo lo que puede ser cuestionada y criticada, favoreció el proceso recién vivido a través de las más de 550 sesiones virtuales para el co-diseño, y las más de 390 reuniones nacionales entre Delegados, Representantes de co-diseño y equipos de co-diseño.

¿Resta mucho por hacer? La respuesta es contundente: Si. Habría que pensar, como ya lo he dicho: a) en el seguimiento y valoración de esa Estrategia Nacional de Mejora de las Escuelas Normales, b) en la exigencia de que, algunos procesos al interior de las instituciones formadoras de docentes cambien, para que todas las comunidades y todos los actores que así lo soliciten y deseen, participen en estos procesos, c) y, desde luego, demandar mayor presupuesto para contar con mejores espacios educativos y formativos, tanto para docentes como para estudiantes.

Referencias:


Fuente de la información: https://profelandia.com

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El acuerdo 14/08/22 del plan de estudios 22 y el neoliberalismo que no se ha ido

Por: Abelardo Carro Nava

«Desde Palacio Nacional, y desde varias áreas de la SEP, se ha criticado hasta el hartazgo el “neoliberalismo” y las repercusiones o consecuencias que éste ha dejado en el ámbito educativo»

Algo anda mal o muy mal en materia educativa en nuestro país, cuando quienes se encuentran al frente de la Secretaría de Educación Pública (SEP) desconocen la manera en que las escuelas operan, particularmente, me refiero, a la aplicación o implementación de los planes de estudios. Imagino debe ser difícil la toma de decisiones para cumplir con los designios que, desde Palacio Nacional, emanan constantemente.

Y es que, como se sabe, antes de que el régimen lopezobradorista tomara las riendas del país, se dijo que el plan de estudios que a última hora impuso el peñanietismo denominado Aprendizajes Clave para la Educación Integral, dejaría de aplicarse en México por su carácter “neoliberal”, motivo por el cual, las maestras y maestros, estarían trabajando tomando como base el Plan de Estudios 2011 que derivó de la Reforma Integral para la Educación Básica. Sin embargo, en los hechos nunca ocurrió así, las escuelas y los colectivos docentes, mantuvieron el esquema que había sido propuesto en el último año del sexenio de Peña Nieto, es decir, se tomó el Plan de Estudios 2018 para planear las actividades, por ejemplo, en los primeros y segundos grados de educación primaria, mientras que en 3º, 4º, 5º y 6º se continuaría trabajando con el del 2011.

Desde diciembre de 2018, fecha en que el presidente tomó posesión de su encargo con Esteban Moctezuma al frente de la SEP, hasta el cierre del ciclo escolar 2021-2022, dicho esquema así se mantuvo, sin embargo, pareciera ser que con la emisión del Acuerdo 14/08/22 por el que se establece el Plan de Estudios para la educación preescolar, primaria y secundaria, las cosas van a “cambiar”. No obstante, tal acuerdo, desde mi perspectiva, genera más incertidumbres que aciertos. Me explico.

En primera instancia, en el referido Acuerdo (14/08/22), se señala (en el apartado de considerandos), que el Artículo 3º de la CPEUM prevé que la educación preescolar, primaria y secundaria, forman parte de la educación básica (DOF, 19/08/22), sin embargo, el texto que se encuentra en ese mismo Artículo pero en la CPEUM, refiere que el Estado garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior; la educación inicial, preescolar, primaria y secundaria, conforman la educación básica; ésta y la media superior son obligatorias (DOF, 15/05/19). ¿Por qué en ninguna parte del Acuerdo 14/08/22 se menciona o alude a la educación inicial y la importancia de ésta que la llevó a ser considerada como una de las fases que se propusieron en el plan de estudios 2022?, ¿a qué se debe tal omisión?, ¿qué explica que no se haya tomado en cuenta para un posible pilotaje? Primera incertidumbre.

En el mismo apartado de considerandos del Acuerdo 14/08/22 se señala que, derivado de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, se dispone que éstos tienen derecho a una educación de calidad que contribuya al conocimiento de sus propios derechos en los términos del artículo 3º, la Ley General de Educación y otras normatividades, mandatando que las autoridades federales, de las entidades federativas, municipales y territoriales de la Cuidad de México, garantizarán la consecución de una educación de calidad (DOF, 19/08/22); entonces, ¿no se suponía que la “calidad” ya no era viable por su carácter neoliberal y, por tanto, se sustituyó el termino por el de “excelencia” en la reforma educativa de 2019?, ¿de qué manera habrán de entender tal contradicción los colectivos docentes cuando desde la federación no se ponen de acuerdo en la definición de un proyecto educativo que, supuestamente, se aleja de lo neoliberal? Segunda incertidumbre.

Ahora bien, por lo que respecta a los artículos señalados en dicho Acuerdo 14/08/22, llama la atención la reiterada ausencia de la educación inicial; de hecho, el artículo Segundo es enfático al especificar: El Plan de Estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria que se establece por el presente Acuerdo es aplicable y obligatorio en los Estados Unidos Mexicanos para todas las escuelas públicas y particulares incorporadas al Sistema Educativo Nacional. La implementación del Plan en todas las escuelas de los referidos niveles educativos se realizará conforme a lo que se señala en el Transitorio Segundo de este instrumento. (19/08/22). Las preguntas sobre la educación inicial cobran de nueva cuenta sentido.

El artículo Segundo, de los transitorios, es claro al señalar que el plan de estudios para la educación preescolar, primaria y secundaria, iniciará con la generación de estudiantes que les corresponda cursar el primer grado de preescolar, el primero de primaria, el primero de secundaria en el ciclo escolar 2023-2024 (19/08/22). Situación que, de alguna forma, ya se había dejado entrever cuando en días pasados se anunció un pilotaje del plan de estudios, así como la puesta en marcha de dicho plan en 2023. Sin embargo, en este mismo transitorio, se especifica que los alumnos que deban cursar, en el ciclo escolar 2023-2024, segundo y tercer grado de preescolar, de segundo a sexto grado de primaria, y segundo y tercer grado de secundaria, concluirán el nivel educativo correspondiente conforme a lo dispuesto en el Acuerdo número 12/10/17 por el que se establece el plan y los programas de estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria: aprendizajes clave para la educación integral (19/08/22). Entonces, ¿se dejará de considerar el plan de estudios 2011 y sí se retomará aquel que duramente fue criticado por su carácter neoliberal?, ¿existen todos los documentos que son necesarios para que, por ejemplo, el profesor pueda planear sus actividades derivado de que, como se sabe, dicho plan de estudios contempla campos de formación académica, áreas de desarrollo personal y social y ámbitos de autonomía curricular?, ¿no se supone que tal esquema de organización escolar y curricular ya había sido eliminado? Tercera gran incertidumbre.

En el artículo Décimo (transitorio), se señala que la emisión y publicación en el Diario Oficial de la Federación de los programas de estudio se realizará en dos etapas: Primera etapa: en el transcurso del ciclo escolar 2022-2023, para la Fase 2: educación preescolar, Fase 3: primero y segundo grado de educación primaria, y Fase 6: primero, segundo y tercer grado de educación secundaria, en el marco del piloteo a que refiere el Cuarto Transitorio que antecede, se obtendrá información y sugerencias por parte de las escuelas y colectivos docentes para, de forma gradual, ajustar y retroalimentar los «Contenidos» y «Procesos de desarrollo de aprendizajes», referidos en el respectivo programa. Asimismo, durante el ciclo escolar 2022-2023 se avanzará en el diseño y ajuste de los programas correspondientes a las Fases 4 y 5Segunda etapa: con la información recopilada y realizados los ajustes se concretarán las propuestas definitivas. La persona Titular de la Secretaría de Educación Pública procederá a la emisión y publicación en el Diario Oficial de la Federación del (los) Acuerdo(s) por el que se establecen los programas de estudio para la educación preescolar, primaria y secundaria para su aplicación en los términos que establece el Segundo Transitorio del presente Acuerdo (19/08/22). De nueva cuenta no aparece lo relacionado con la Fase I que corresponde a la educación inicial que sí aparece en el Anexo del Acuerdo 14/08/22. Entonces, ¿si se considerará la Fase I o solamente quedó como una buena intención en las propuestas del plan de estudios que hasta el momento se han conocido?, ¿por qué la incertidumbre?

Por lo que corresponde al “piloteo” de un plan de estudios no está por demás señalar, que ésta fue una demanda que en diversos momentos fue propuesta por diversos especialistas en la materia, pero también, por las maestras y maestros durante las mesas de “diálogo” que se estuvieron desarrollando a nivel nacional para la construcción de dicho plan de estudios, faltaría conocer la metodología mediante la cual se procesaría toda la información que las escuelas seleccionadas arrojen en diversos momentos sobre este piloteo.

En este sentido, llama la atención que en el sexto transitorio, se refiera la formación (ya no capacitación) y actualización docente, administrativa y de gestión; sin embargo, lo que hasta el momento se ha conocido sobre este asunto, particularmente, en las Guías para la fase intensiva del Consejo Técnico Escolar y Formación Continua del profesorado mexicano, no se asegura una formación que rompa con el carácter instrumentalista-remedial-carencial que, hasta el momento, ha caracterizado la formación de las maestras y maestros.

Finalmente resta señalar, que hasta el momento en que cierro estas líneas siguen sin conocerse los contenidos de los campos formativos y su vínculo con cada fase, es decir, aún no se conocen, oficialmente, los programas analíticos con los que el profesorado tendría que organizar el aprendizaje de sus estudiantes.

Desde Palacio Nacional, y desde varias áreas de la SEP, se ha criticado hasta el hartazgo el “neoliberalismo” y las repercusiones o consecuencias que éste ha dejado en el ámbito educativo; no obstante, como se ha visto, en este proceso “reformista” y de emisión de acuerdos secretariales, dicho “neoliberalismo” está más que presente, no se ha ido y, como pintan las cosas, para el 2028-2029, fecha en saldrá la última generación formada con Aprendizajes Clave para la Educación Integral, es probable que ahí siga. Veremos qué dice el tiempo al que, por cierto, siempre le ha dado la razón al magisterio mexicano, en cuanto que éste, independientemente del gobierno en turno, ha podido con el reto que se le ponga en frente.

¿Hasta cuándo dicho magisterio será visto como un conjunto de profesionales de la educación comprometidos con su quehacer educativo?

Al tiempo.

Referencias:

Fuente de la información: https://profelandia.com/

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Consejo Técnico y Taller de Formación Continua para el ciclo 22-23: mucho ruido, pocas nueces. Segunda parte.

Por: Abelardo Carro Nava

«Sobre el tema de los logros de los aprendizajes, es claro que el sistema educativo nacional, no ha transitado de un sistema regido por el de las calificaciones a uno en el que la evaluación formativa juegue un papel trascendental en la vida de las instituciones educativas»

En mi entrega anterior, expuse algunos de los apartados de la Guía para la Fase Intensiva de Consejo Técnico Escolar y el Taller Intensivo de Formación Continua para Docentes: Plan y Programas de Estudio de la Educación Básica 2022, particularmente, la dirigida a educación primaria, que la Secretaría de Educación Pública (SEP) difundió antes de que culminara oficialmente el ciclo escolar 2021-2022.

También señalé la organización que en ésta se observa, a partir del desarrollo de las sesiones en dos momentos, por así decirlo, simultáneos: en el primero, los colectivos docentes estarían trabajando lo relacionado al Consejo Técnico Escolar (CTE) con la finalidad de reflexionar sobre los elementos a considerar para el diagnóstico integral de la escuela y, en el segundo, algo que la SEP denominó “formación continua” de un Plan de Estudios 2022 que, hasta donde se tiene conocimiento, no está terminado, puesto que en el mes de junio se difundió la tercera versión del documento en referencia, previa emisión de dos más, la de enero y la de mayo de este mismo año; para ello, sobre este último, se pretende que los grupos de maestras y maestros, bajo la modalidad de taller, se acerquen a dicho Plan con la idea de que se compartan experiencias, conocimientos, saberes y trayectorias profesionales, a través del diálogo, para establecer un vínculo de estos elementos con la estructura curricular propuesta, situación que me llevó a pensar en la posibilidad de que finalmente se revertiría el modelo instrumentalista-remedial-carencial que ha predominado hasta nuestros días en el ámbito de la formación continua, sin embargo, no lo supera.

Dicho lo anterior, toca el turno de abordar y analizar algunas de las actividades de las sesiones propuestas. Insisto, tal análisis, corresponde a la Guía dirigida para la educación primaria.

En la sesión 1, se encuentra el encuadre de la sesión, el momento 1 “Nuestro espacio de decisión para que todos aprendan. La escuela que somos y que queremos ser”, y el momento 2 “Nuestro espacio de formación. Mi práctica docente y el vínculo con el currículo”.

Como puede observarse, a diferencia de la Guía del ciclo escolar anterior (2021-2022), el momento 1 parte del abordaje de la equidad, inclusión y participación que garantice trayectorias educativas continuas, completas y de excelencia de los estudiantes, y para ello, se propone la revisión de la forma de organización de la escuela, las interacciones entre los actores educativos, normas de convivencia y participación, trato entre los integrantes de la comunidad escolar, formas de intervención pedagógica, entre otros.

Es clara la idea de focalizar la mirada hacia el interior de la escuela para identificar aquellos aspectos que limiten o posibiliten el aprendizaje de los educandos, así como algunos elementos que involucran la participación de los padres de familia, sin embargo, un tema que no tuvo la relevancia requerida, fue el de aquellos factores que intervienen directamente en el centro escolar y que corresponden al ámbito comunitario, es decir, si usted lee con detenimiento las actividades propuestas, puede ser que la escuela haya desarrollado algunos aspectos relacionados con la equidad, inclusión o participación, sin embargo, sabemos bien que una vez que los alumnos abandonan el plantel, temas como la exclusión, discriminación, inequidad, entre otros siguen presentes o son manifiestos. Como escuela y comunidad escolar, ¿qué hacer ante el gran desafío que ello implica?, ¿qué políticas públicas, más allá de lo que se encuentra en las leyes y en los protocolos, se han establecido para aminorar tales cuestiones?, ¿hasta dónde puede actuar la institución y los colectivos en un tema o temas de singular importancia? En suma, me parece que la técnica del semáforo sugerida es pertinente, pero limitada, en cuanto a la falta de reconocimiento de otros factores externos que inciden en el plantel escolar.

Por lo que toca al momento 2 cuyo propósito es “conectar con la práctica docente”, tal y como lo había expresado en mi entrega anterior, si la idea era colocar al centro al docente en el marco de las reformas educativas sexenales, cambios curriculares derivados de éstas, cambios en la práctica docente, entre otros, esto no se logró con alguna de las actividades sugeridas, en su lugar se tendría que haber colocado otra u otras, con un sentido pedagógico más amplio y profundo en lugar de un momento de relajación mediante el cual pudieran surgir las emociones de los docentes; ¿por qué en el audio propuesto la maestra o el maestro tendría que irse despidiendo de esa maestra o maestro que fue y permitirse recuperar y reconocer eso que ha ido construyendo a lo largo de su trayectoria? En fin, llama la atención la escasa atención que se le dio al próximo cambio curricular con esta actividad, justamente cuando a un año de gobierno lopezobradorista, se implementará en nuestro país.

De la Sesión 2, momento 1 “Nuestro espacio de decisión para que todos aprendan. El diagnóstico integral de la escuela”, momento 2 “Nuestro espacio de formación. Acercamiento a la autonomía curricular y la autonomía profesional” se puede decir, por lo que respecta al primero de ellos, que se observa una franca continuidad de lo que ha venido trabajando en los CTE para la conformación de los PEMC; el que analicen cómo se estructura dicho programa, qué factores inciden para determinar una problemática y para la toma de decisiones, es lo que se ha venido trabajando desde hace varios años. Habría que preguntarse, ¿en qué medida estos programas atienden las problemáticas identificadas?, ¿cuál es el balance al final del ciclo escolar?, ¿qué datos tendría la SEP para seguir proponiendo este esquema de gestión escolar al interior de los planteles?, ¿no habría la imperiosa necesidad de diseñar otro tipo de programa para que, a través de proyectos, bajo la coordinación de las diferentes comisiones escolares pudieran realizarse?

Ahora bien, sobre el tema de los logros de los aprendizajes, es claro que el sistema educativo nacional, no ha transitado de un sistema regido por el de las calificaciones a uno en el que la evaluación formativa juegue un papel trascendental en la vida de las instituciones educativas; se refiere la elaboración de tablas y gráficas de calificaciones, pero no se aborda el tema de la repercusión que ha tenido en los estudiantes la política impuesta por la SEP que denominaré “cero reprobación”. Entonces, ¿es pertinente la elaboración de esas tablas o gráficas cuando la SEP impone ciertas políticas o por qué no podría profundizarse en aquellos elementos que colocan al estudiante con cierto aprendizaje al termino de cada ciclo escolar, ¿cómo los atendemos?

En el momento 2, de nueva cuenta aparece en esta Guía, los momentos de relajación, que dan entrada al tema sobre la autonomía curricular y profesional. Desafortunadamente, nuestro sistema educativo se ha caracterizado por limitar los espacios de autonomía en los centros escolares porque, la estructura vertical y autoritaria, mayormente impide el desarrollo de las actividades propuestas por los colectivos. Es cierto, no en todos los lugares ocurre de esta manera, sin embargo, hay que decirlo, las propuestas que puedan surgir muchas veces son limitadas o prohibidas porque no “encajan” con ciertas políticas educativas impuestas por la federación o en los estados; ¿qué pasaría si el docente, en este ejercicio, percibe que no cuenta con dicha autonomía?, ¿la autoridad educativa modificará su esquema para dar paso a las propuestas pedagógicas y de gestión de los colectivos docentes aunque vayan en contra de las políticas que ha fijado?, ¿realmente con el nuevo plan de estudios se modificarán las mismas estructuras verticales y autoritarias que son tan conocidas como parte del currículum oculto y vivido? En suma, sigo creyendo, que las escuelas podrían contar con el mejor plan de estudios del mundo, pero si las estructuras “oficialistas” no cambian o transforman su actuar, toda iniciativa topará con pared tal y como ha sucedido. Un ejemplo muy sencillo de estas cuestiones: en el estado de Tlaxcala a los docentes de secundaria se les solicita la elaboración de su planeación en un formato único, mismo que se “sube” a una plataforma, ¿realmente es necesario que todos los docentes se ajusten a ese formato?, ¿no tendría mayor relevancia la elección de los contenidos, su propósito, la intención y secuencia didáctica, la forma de evaluación, los materiales y recursos seleccionados, entre otros?

En la sesión 3, momento 1 “Nuestro espacio de decisión para que todos aprendan. Valoración diagnóstica de los aprendizajes”, y en el momento 2 “Nuestro espacio de formación. Ejes articuladores, campos formativos y organización del plan de estudios 2022”, siguiendo la línea de la sesión anterior, en el primero se habla de una valoración diagnóstica que permitiría conocer las condiciones en las que se encuentra los NNA y el grupo escolar; insisto, ¿cuál sería el efecto de la cero reprobación impuesta por la SEP y por qué no se consideró como parte de ese conocimiento para la valoración referida?

Ahora, el tema sobre los expedientes o fichas descriptivas que los docentes pudieron haber elaborado me parece un tanto pertinente porque, indiscutiblemente, los colegiados tendrían que contar con un insumo que detone la valoración del profesorado en razón del grupo que atendieron, así como también, los instrumentos que ayudaron a este propósito y que fueron empleados en un momento determinado; no obstante, llama la atención el que se refiera la aplicación de una prueba para la valoración referida, entonces, ¿se reafirma el sistema de calificaciones aludido en párrafos anteriores y no el de la evaluación propiamente dicha?

Por lo que respecta al momento 2, a partir de un diálogo y de observar un video, se pretende que se conozcan las características generales del plan de estudios 2022 (contenidos, propósitos por campo formativo, campos formativos, ejes articuladores, perfil de egreso), para que se reflexione en torno a los cambios que se observan y se elabore un cartel, sin embargo, preguntas fundamentales como por qué fue necesario este cambio, por qué los principios de la nueva escuela mexicana, por qué este enfoque en el plan de estudios, por qué ejes articuladores, por qué campos formativos, por qué fases, por qué epistemologías del sur, por qué comunidad-territorio, por qué saberes y de qué manera se conciben, entre otras, que generarían precisamente esa reflexión, no se incluyeron, entonces, ¿se reflexiona pero no se reflexiona?, ¿se “forma” al docente para comprender el cambio curricular o solo para aplicar el plan de estudios?

Finalmente, en esta sesión, el tema de las emociones vuelve a surgir mediante el desarrollo de una estrategia denominada lluvia de emociones; ¿lluvia de emociones cuando, de unos años a la fecha, se han cambiado planes de estudio sexenalmente y, por tanto, los docentes se han visto envueltos en una vorágine de reformas curriculares en nombre de la tan anhelada calidad educativa?

En la Sesión 4, momento 1 “Nuestro espacio de decisión para que todos aprendan. Un plan de atención que responda a las necesidades identificadas en la valoración diagnóstica”, y momento 2 “Nuestro espacio de formación. Transitando hacia los campos formativos” se observa, en la primera cuestión, que esta Guía no rompe con el esquema de la propuesta del ciclo anterior; como se recordará, también se habló de un plan de atención para el periodo extraordinario de recuperación de aprendizajes. Al respecto, tal parece que a la SEP sí le consta que no se lograron los aprendizajes, supongo tiene evidencia de ello y, por lo cual, se tiene que recuperar “algo”. ¿No se haría necesario que la SEP hiciera un ejercicio de autocrítica y reflexionara sobre la implementación de políticas como la de reprobación cero? En este sentido, ¿todos los colectivos docentes habrán elaborado un plan de atención y no otra estrategia que les permitiera avanzar en la adquisición de aprendizajes con sus alumnos?, ¿gozarán de autonomía las escuelas para decidir si desarrollan o no dicho plan de atención? Es más, ¿por qué un plan de atención si, como se sabe, muchas veces, resultado del diagnóstico que realiza el docente al inicio del ciclo escolar se proponen y desarrollan una serie de estrategias para “nivelar” a los estudiantes y, como tales, son colocadas en la planeación didáctica?, ¿no representará dicho plan una carga administrativa innecesaria?

En el momento 2, de esta sesión, aparece otra vez la relajación, que lleva a los decentes a elaborar una historieta denominada “Mi vida como estudiante y las asignaturas” para que se comparta entre los asistentes. Después, con la finalidad de que se “rompan” ¿paradigmas?, se propone que se haga un análisis de lo que implica un currículo organizado por asignaturas y otro por campos formativos. De nueva cuenta se cae en la simplicidad y un posible sesgo, ¿por qué no se realizó un análisis de lo que proponía el plan 2011, 2018 y 2022 para que, con base en ello, se iniciara un ejercicio de comprensión de la organización curricular establecida en el plan 2022? Es más, ¿por qué pensar que uno u otro pudiera tener ventajas o desventajas si el que se pretende echar a andar en nuestro país comenzará a operar en 2023? Ahora bien, en el supuesto que se pudiera romper un paradigma, ¿se piensa que los docentes ya tendrían claro transitar de asignaturas a campos formativos y lo que ello implica en cuanto a la planeación, desarrollo y evaluación de los mismos?

Por último, en la sesión 5, se refiere a la organización de la escuela y, de la cual, ya plasmé un análisis en mi entrega anterior. Invito a consultarla.

Desde mi perspectiva, la propuesta de “formación continua” dejó mucho que desear. Dicen que “el que mucho abarca poco aprieta” y, es cierto, porque se intentó que dos temas caminaran a la par sin considerar que cada uno de ellos requiere un tratamiento especial, con una intención pedagógica y didáctica claramente definida y sin “lagunas” que terminen por borrar esa concepción del docente como operador de un plan de estudios. Mucho se esperó de esta formación, pero, al final de cuentas, fue mucho ruido y pocas nueces.

Cierro estas líneas compartiendo un enlace en el que, al parecer, se ha filtrado una nueva versión del plan de estudios 2022:

https://drive.google.com/file/d/1YuOL8BO8TkWzPXJdZTzZeMQBENLc5HTw/view; no es un documento oficial, debo aclararlo, pero este sexenio nos ha acostumbrado que, el “filtrar” ciertos documentos, puede traerles “buenos dividendos”.

Fuente de la información: https://profelandia.com

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Consejo Técnico y Taller de formación continua para el ciclo 22-23: mucho ruido, pocas nueces. Primera parte

Por: Abelardo Carro Nava

«Si se apela a la horizontalidad, ¿por qué los colectivos docentes no conducen el diálogo para no caer en la misma organización en la que el supervisor, director o Asesor Técnico Pedagógico sea el que conduzca dicho ejercicio?»

No había concluido el ciclo escolar 2021-2022, y la Secretaría de Educación Pública (SEP) ya había difundido la Guía para la Fase Intensiva de Consejo Técnico Escolar y el Taller Intensivo de Formación Continua para Docentes: Plan y Programas de Estudio de la Educación Básica 2022. Desde luego que este último llamó mi atención porque, hasta la fecha, se sabe que dicho plan de estudios, que habrá de implementarse a partir del ciclo escolar 2023-2024 no está terminado, es decir, que comenzará en los próximos días una “formación continua” sobre un documento inacabado mismo que, hasta el día en que cierro estas líneas, 3 versiones se han conocido: la de enero, mayo y junio de este año. ¿Se conocerán más versiones y, por tanto, la formación recibida seguirá teniendo sentido? Al tiempo.

La Guía para los Centros de Atención Múltiple, Educación Inicial, Preescolar, Primaria y Secundaria, puede ubicarse en el enlace que abajo comparto; sin embargo, debo hacer notar, que el breve análisis que en estos momentos expongo tiene como referente la destinada para la educación primaria.

En la presentación, además de la bienvenida y de resaltar la importancia de ofrecer el servicio educativo en nuestro país, se refiere que la Subsecretaría de educación básica en el marco de la estrategia Nacional para Promover Trayectorias Educativas Continuas, Completas y de Excelencia (ENTE), a lo largo del ciclo escolar, darán a conocer los recursos y herramientas con la finalidad de apoyar a las comunidades escolares a enfrentar las consecuencias socioemocionales, el bajo logro educativo y el abandono escolar (SEP, 2022). Interesante planteamiento con el que inicia este documento que, desde luego, permite formular algunas preguntas, ¿qué datos tiene la Subsecretaría de Educación Básica o la misma SEP para afirmar que se requiere enfrentar las consecuencias emocionales, el bajo logro educativo y el “abandono” escolar? Si es que se cuenta con esos datos, ¿por qué no se comparten con los colectivos docentes para que amplíen la mirada sobre el reto que estarían por enfrentar y para lo cual se propone que éstos elaboren un plan de atención que permita recuperar y consolidar los aprendizajes?

Enseguida, en la misma Guía se señala que, a lo largo del ciclo escolar, se contará con espacios de formación para aproximarse a los aspectos más relevantes del Plan de estudios. La intención es conocerlo, comprender los cambios propuestos y los contenidos que serán aprendidos y enseñados, la forma de hacerlo y acercarse a ellos, así como el nuevo enfoque de mirar a la escuela y a los distintos actores educativos como una comunidad que trasciende las paredes de la escuela (SEP, 2022a); por tanto, las sesiones se organizan en dos momentos.

El primero con el propósito de propiciar la reflexión sobre los elementos a considerar para el diagnóstico integral de la escuela (resultados del ciclo escolar anterior, respecto del PEMC, a la luz de los criterios de inclusión, equidad y participación que garanticen que NNA tengan trayectorias educativas continuas, completas y de excelencia) (SEP, 2022b). El segundo, bajo la modalidad de taller, se pretende que los colectivos conozcan el Plan de Estudios 2022, puesto que implica una forma de trabajo diferente a la acostumbrada al dar seguimiento a los procesos de gestión escolar; por ello, el encuentro con las experiencias, los conocimientos, los saberes y las trayectorias profesionales de los maestros, como medio para establecer un vínculo con los elementos y la estructura curricular “es fundamental”, por tanto, la metodología apuesta por la resignificación de la práctica, y convierte al diálogo en la herramienta didáctica central que permite involucrarles en el proceso de reflexión colectiva para la transformación educativa (SEP, 2022c).

Hasta aquí, parecería que el planteamiento pretende revertir ese modelo instrumentalista-remedial-carencial que en los últimos años ha caracterizado la “formación continua” que se la ha brindado al profesorado mexicano; sin embargo, como se verá más adelante, aunque en las sesiones se propone dicho diálogo y los momentos reflexivos, se regresa a lo mismo que se ha conocido. Ya expondré algunos argumentos; no obstante, no hay que perder de vista que se sigue considerando un Programa Escolar de Mejora Continua (PEMC) al igual que se ha planteado en los inicios de los ciclos escolares.

Finalmente, en esta Guía, en la Sesión 5, se propone que se ocupe de aquellos asuntos de interés de la escuela, prepararse para recibir a sus NNA, coordinar la instalación del Comité Participativo de Salud Escolar, preparar la jornada de limpieza y los protocolos de seguridad e higiene, conocer e incluir a las y los nuevos integrantes de la plantilla docente y organizar a los grupos, entre otras acciones prioritarias (SEP, 2022d). Curiosamente, sobre este punto, no se hace explícito las políticas, acciones o recursos económicos, que la propia Secretaría ha implementado o implementará para el logro de tales propósitos; en consecuencia, parece ser, que la misma escuela, como ha sucedido antes y durante la pandemia (que aún sigue entre nosotros), habrá de tomar las decisiones, con los recursos que tiene a su alcance.

Ahora bien, por lo que respecta al apartado denominado Orientaciones para el desarrollo del trabajo, se propone una metodología de formación para organizar y desarrollar las diferentes sesiones, por ello, para la aproximación al plan de estudios se sugiere el diálogo, reflexión y reciprocidad colectiva, hecho que implica, un momento de recuperación de las experiencias profesionales, abriendo espacio al reconocimiento de las sensaciones y emociones que se hacen presentes a lo largo de la vida y de las cuales la labor docente no está exenta, pues existirá un antecedente en los saberes y conocimientos con los que cuentan y se estrecharán los vínculos con las diversas temáticas que se aborden al analizar los aspectos clave y los conceptos básicos que permitan reconocer las implicaciones que tienen en la práctica cotidiana. Las actividades conllevan el acercamiento a los contextos y a situaciones reales que viven día a día dentro y fuera del aula y la escuela… esta formación apela a la horizontalidad en un encuentro entre colegas (SEP, 2022e).

Desde luego que este planteamiento de nueva cuenta llama la atención porque, ¿cuándo no se han desarrollado las sesiones del Consejo Técnico a partir del diálogo y la reflexión en los centros escolares? Si se apela a la horizontalidad, ¿por qué los colectivos docentes no conducen el diálogo para no caer en la misma organización en la que el supervisor, director o Asesor Técnico Pedagógico sea el que conduzca dicho ejercicio? Cierto, habrá quién pudiera referir que la Guía no establece que estas figuras educativas sean las que coordinen tal actividad, sin embargo, en los hechos, de sobra se sabe que así se organiza y se desarrolla porque así lo determinan las autoridades educativas. ¿Entonces sí consideramos o no dicha horizontalidad?

Sobre el tema de las sensaciones y emociones, a lo largo de las sesiones se propone una serie de actividades con la finalidad de que el docente se mire y se reconozca en la diversidad y con las fortalezas en colectivo. De ahí que, por ejemplo, en el Momento 2 de la Sesión 1, se sugiera escuchar audios para que el docente se “conecte con su práctica”, identifique las experiencias al escuchar dichos audios, haga un listado de emociones, entre otras cuestiones; seguido de algunas preguntas: ¿cómo me sentí con la actividad realizada?, ¿qué emociones logré identificar?, ¿podré identificar esas emociones en alguna parte de mi cuerpo?, ¿qué momentos de mi práctica logré recordar y cómo me sentí al respecto?, etcétera, con la finalidad de compartir las respuestas, puesto que servirán de referente para la reflexión sobre los cambios que han experimentado a lo largo de su trayectoria profesional.

Dicho lo anterior habría que preguntarse, ¿no existen otras propuestas con un profundo sentido pedagógico que posibiliten el reconocimiento de las trayectorias profesionales de las y los docentes?, ¿no podría terminar de construirse un proyecto educativo, como lo es el plan de estudios referido, con otras propuestas que posibiliten su desarrollo en lo sucesivo? Con esto no minimizo la importancia de las sensaciones y emociones en los seres humanos, desde luego tienen cabida en el ámbito educativo, pero si la idea es que el docente se coloque al centro de las reformas educativas y de los planes y programas de estudio (por ejemplo), pudieron considerarse otras opciones que permitieran llegar a ese propósito, vinculando necesariamente la formación del profesorado en tanto que ésta implica propiciar la comprensión de la construcción del sujeto a partir de la conformación de su individualidad y trayectoria de vida. En fin.

Muchas veces me he preguntado qué espera el docente cuando, por las tradiciones conocidas, se plantea una formación continua para mejorar su práctica profesional; pienso que varias respuestas podemos obtener de ello; sin embargo, me aventuraré a afirmar que lo que quisieran encontrar en esos espacios de diálogo y reflexión, es el sentido de su práctica en torno a la actividad o actividades que está realizando en el aula, escuela y comunidad, pero además, el origen de ese sentido a partir de su individualidad y de su ejercicio como profesionales de la educación, reconociendo su tránsito desde su formación en casa, su incorporación al sistema educativo en los primeros años de vida, del abordaje de planes y programas de estudio con sus maestros, de los libros de texto que pudo haber tenido en sus manos, de los libros que puedo haber leído, de las películas que hubiera visto, de las experiencias obtenidas con familiares, amigos y, por supuesto, con compañeros y profesores, etcétera, y que, por tanto, esa misma formación los ha llevado a encontrar respuestas a los múltiples retos que la docencia encierra.

Si los docentes logran identificarse y reconocerse como sujetos que en su trayectoria de vida han tenido referentes de la docencia y que además los han vivido en carne propia, ¿por qué no invertir el proceso colocando al centro a la maestra y maestro para llevarlo a reconocer que su práctica ha posibilitado la generación de aprendizajes independientemente del plan de estudios?

Referencias:

(2022). Fase intensiva de Consejo Técnico Escolar Ciclo Escolar 2022-2023. Recuperado de:https://educacionbasica.sep.gob.mx/fase-intensiva-de-consejo-tecnico-escolar-ciclo-escolar-2022-2023/
(2022). Guía para la Fase Intensiva de Consejo Técnico Escolar y el Taller Intensivo de Formación Continua para Docentes: Plan y Programas de Estudio de la Educación Básica 2022. Recuperado de: https://educacionbasica.sep.gob.mx/wp-content/uploads/2022/06/Guia-Primaria-Fase-Intensiva-de-CTE-2022-2023.pdf

Fuente de la información e imagen:  https://profelandia.com

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Como en los tiempos de Nuño, ahora en Tabasco

Por: Abelardo Carro Nava

«Atinada, y reiteradamente, el presidente de nuestro país ha señalado que las libertades no se mendigan, se conquistan.»

Ya en tiempos de lo que se ha conocido como la “cuarta transformación de nuestro país”, a mediados de mayo de 2021, maestras y maestros – y algunos reporteros que cubrían la nota – fueron desalojados violentamente por elementos de seguridad pública del estado de Veracruz; entidad gobernada por el morenista Cuitláhuac García quien, como se sabe, conjuntamente con el Secretario de Educación de esa entidad, Zenyazen Escobar García, fueron férreos opositores a la mal llamada reforma educativa que impulsó el gobierno peñanietista.

Tal parece que no fue del agrado de estos funcionarios públicos, que los profesores se manifestaran en la Secretaría de Educación, para demandar una audiencia con el titular de esta Dependencia con la intención de que se reconociera la toma de nota de José Arturo Hernández, como secretario general del Sindicato Democrático de Trabajadores de la Educación.

Un par de días después, el mismo gobernador declaró ante los medios de comunicación, que no habían sido violentados los derechos de los manifestantes y que solo se había aplicado “cierto” protocolo de seguridad por la posible “afectación” a terceros, por lo que en su administración siempre se anteponía el diálogo. Los videos que circularon en las redes sociales, evidenciaron lo contrario.

El mensaje hacia el magisterio había sido enviado con “éxito”: primero te golpeamos y luego te atendemos. Es más, fue curioso observar en las mismas redes sociales, un video en el que dicho Secretario de Educación se encontraba afuera de las instalaciones donde fueron trasladados los profesores detenidos y, con la frase: “siempre estaremos del lado de las maestras y maestros”, éstos fueron liberados.

¿Por qué si, como se dijo, se estaba del lado de los trabajadores de la educación, no se les concedió su demanda inicial que no era otra cosa más que el de una audiencia? De ese lamentable y desafortunado episodio, ¿cuántas manifestaciones se han dado en esta entidad de la República Mexicana?, ¿realmente se ha dado un diálogo “abierto y respetuoso” para la solución de los conflictos laborales y educativos después de este incidente?

Un año después, pero en otras latitudes, de nueva cuenta las redes sociales dieron cuenta de un violento desalojo de trabajadores de la educación muy al estilo del sexenio anterior; tal hecho tuvo lugar en Tabasco, nada más y nada menos, que en la tierra del secretario de gobernación y del propio presidente de la República. Grupos antimotines se dieron el verdadero lujo de golpear a quienes demandaban el pago de las quincenas del mes de junio de este año y, particularmente, el retroactivo que no había sido cubierto en esa entidad cuando en otras ya había sido pagado.

El gobierno del también morenista, Carlos Manuel Merino Campos, en el mismo tenor que su homólogo veracruzano aplicó la misma estrategia de comunicación, pues a través de su Secretario de Gobierno, afirmó que en la entidad tabasqueña se “antepone” el diálogo, no se reprimen las manifestaciones siempre y cuando no haya una “afectación” a terceros; y bueno, sobre el tema de los adeudos, este funcionario aseguró que en las próximas semanas se estarían cubriendo, tanto a maestros federales como estatales.

Otra vez el mensaje se envió con “éxito”: primero te golpeamos y luego de pagamos. Es más, este mismo servidor público, aseguró que ya se había acordado con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Sección 29, las fechas precisas de los pagos correspondientes a los ajustes salariales. Entonces, ¿por qué fue “necesaria” la agresión y detención de 5 trabajadores cuando, al parecer, hay un diálogo “abierto” con la dirigencia sindical de esa entidad? Si hay un “diálogo”, ¿qué es lo que se dialoga y cuál es o son los resultados de ese diálogo?

Ahora bien, independientemente de las disputas por el poder que en cualquier organización se dan como parte de un proceso de renovación, de reestructuración o de transformación, y que desde luego tienden a movilizar a grupos de trabajadores para sus propios fines, algo que es totalmente reprobable, ¿es aceptable el uso de la fuerza pública bajo la “supuesta” afectación a terceros?, ¿y el diálogo? Es más, no estaría nada mal conocer qué se entiende por diálogo porque, cualquier agresión a cualquier ser humano, es totalmente inaceptable en un país de libertades.

Dudo mucho que, si hubiese existido una explicación sensata, fundamentada y argumentada por parte de las autoridades, sobre el por qué en otras entidades del país ya se había cubierto el retroactivo a los trabajadores de la educación y en Tabasco no, el magisterio tabasqueño hubiese salido a las calles a manifestarse. Vaya, hoy día, parece que exigir, demandar o reclamar un atraso en los adeudos significa estar en contra de un sistema, gobierno o régimen; ¿no acaso se protesta para evitar ser reducidos a nada? ¿por qué imponer el silencio por la fuerza a favor de unos cuantos?, ¿cuál fue el papel de la Sección 29 del SNTE con relación a esta justa demanda magisterial?, ¿sirve de algo estar sindicalizado cuando no se vela por los derechos de los trabajadores de la educación?, ¿cuántas movilizaciones veremos en lo sucesivo en ese estado cuando se tiene como antecedente el actuar de un gobierno represor que se dice abierto al diálogo? En fin.

Ahí tenemos a las y los candidatos a dirigir la Sección 29 de esa organización sindical en esa entidad. Una cosa es la campaña, el deseo, la aspiración y el discurso, y otra muy diferente los hechos. Todas y todos, sin excepción alguna ¿publicarán algún pronunciamiento sobre estos lamentables y desafortunados hechos cometidos en contra de los trabajadores a los que aspiran representar?

Ahí tenemos a la Secretaría de Educación Pública, a cargo de una profesora que, como el presidente lo ha dicho, conoce el sistema. Supongo que tan lo conoce, que ni un comunicado emitió para reprobar los hechos donde los trabajadores de la educación, colegas suyos, fueron salvajemente golpeados por elementos de las fuerzas de seguridad.

Se sabe pues, que para la organizaciones sindicales y gubernamentales los derechos de los trabajadores de la educación son parciales; es decir, cuando a ciertos líderes así conviene a sus intereses, el magisterio tiene derechos, pero cuando van en contra de sus políticas de “puertas abiertas” y de “diálogo”, son reprimidos.

Atinada, y reiteradamente, el presidente de nuestro país ha señalado que las libertades no se mendigan, se conquistan. Ojalá y tal expresión haga mella en ciertos líderes y gobiernos provenientes de un movimiento denominado de Regeneración Nacional porque, así como se pintan las cosas, con claridad se observa que el PRI no se ha creado ni se ha destruido, solo se ha transformado en Morena.

Aurelio Nuño, y el Pacto por México, con garrote en mano estarán muy contentos por ello.

Fuente de la información:  https://profelandia.com

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La Secretaria que no cambiaría nada

Por: Abelardo Carro Nava

«Funcionarios públicos han ido y venido en la SEP; de hecho, de 2006 a la fecha, han pisado la oficina de Vasconcelos ocho Secretarios de Educación (incluyendo a Delfina Gómez)»

“No vengo a cambiar nada”, fue una de las primeras declaraciones que expresó la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) al asumir el cargo que le fue conferido por el presidente de la República, y lo está cumpliendo.

Los días, semanas y meses pasan, y la Dependencia que la profesora Delfina Gómez dirige, no deja de ser un archipiélago en el que, cada pequeño territorio, toma decisiones a diestra y siniestra sin que en ello medie la posibilidad de fijar un rumbo y dirección que evidencie una política educativa que vaya en sintonía con eso que se ha llamado “Cuarta Transformación de México”: la evidente falta de revalorización del magisterio, la continuidad de una política de estímulos salariales de corte neoliberal impulsada por el priismo, la desaparición de las escuelas de tiempo completo o cuya “sustitución” es inverosímil, la indefinición de una Nueva Escuela Mexicana que no es nueva sino un vintage educativo, la construcción de un plan de estudios que se pondrá en marcha a un año de que culminé este sexenio, la elaboración de libros de texto sin que el plan de estudio referido no esté concluido, el evidente rezago educativo y abandono escolar que se agravó con la pandemia por la Covid-19, la incomprensible falta de aplicación de recursos para la educación especial, el calvario que padecen los profesores para recibir sus pagos de los Programas Nacional de Inglés y de los Centros de Atención para Personas con Discapacidad, la excesiva y absurda carga administrativa impuesta al magisterio, son algunas de las tantas cuestiones que, desde luego, podrían incrementarse derivado de lo que en cada región o contexto acontece.

Indudablemente, la llegada a la SEP de una profesora que se había desempeñado en un grupo y en una escuela, generó una expectativa importante. De hecho, como se recordará, el mismo presidente así lo señaló cuando anunció su designación, pues ninguna maestra de primaria había ocupado tan honroso cargo público. Pienso, que más allá del símbolo que tal nombramiento pudiera representar, la expectativa creció porque se esperaba que, conocedora de lo que una maestra o maestro “vive” cotidianamente en una escuela y aula, pudiera tomar una serie de decisiones, traducidas en acciones, que priorizaran el quehacer docente, me refiero a la diversidad de actividades, de corte pedagógico y didáctico, que el profesorado mexicano realiza con sus alumnos todos los días, en sus centros escolares.

Sin embargo, esto no ocurrió, no ha ocurrido y, como parece obvio, no ocurrirá; los rumores sobre la salida de la profesora para participar en el proceso electoral rumbo a la gubernatura del Estado de México han crecido en las últimas semanas. Tema que ha llevado a mirar a esta Dependencia, como un trampolín para una posible “designación” o “candidatura”. Desde luego que, cualquier ciudadano que se desempeñe como funcionario público, tiene derecho a participar en los procesos electorales que así considere pertinentes; el tema pues, no pasa por un deseo o una decisión personal, sino más bien, por la aceptación de un cargo público que trae consigo una serie de responsabilidades que, indiscutiblemente, tienen que atenderse porque, en su ejercicio, subyace la responsabilidad con la ideología o régimen en turno, pero también, con lo que implica ser Secretario de Educación en un país tan complejo como el nuestro y en el que, como sabemos, se implementaron una serie de políticas en nombre de la tan llamada y mal lograda “calidad educativa”.

Muchas veces se espera que las autoridades educativas entiendan o comprendan, que el proceso de enseñanza y de aprendizaje no es un asunto sencillo; de alguna forma, tiene su base en el abordaje de contenidos, sin embargo, la labor docente no se limita única y exclusivamente a ello; ojalá así fuera.

Y es que ésta no solo tiene que ver con planificar actividades, contenidos, estrategias didácticas, materiales y recursos didácticos, contemplando una evaluación formativa y sumativa; no, no se trata solo de ingresar a un salón y salir de él como si todo hubiese quedado entendido; vaya, no solo es cumplir con una acción dentro de cuatro paredes. Este ejercicio es amplio, complejo y siempre cambiante, porque en él confluyen un número importante de situaciones o circunstancias individuales, colectivas, contextuales, nacionales y hasta internacionales, pero, además, lo que los estudiantes aprenden en casa, con los amigos, con sus conocidos.

¿Cuántas veces, en el México reciente, no hemos visto a través de los medios de comunicación, un enfrentamiento entre grupos armados cerca de una escuela?, ¿cuántas veces no hemos visto a los profesores y los alumnos acostados en el piso mientras el ruido de las armas retumba en sus oídos?, ¿cómo procesar y explicar este acontecimiento en los alumnos?, ¿de qué manera las políticas educativas que se han implementado en los últimos años abonan al quehacer educativo si tales hechos, desafortunadamente, se vienen incrementado? Desde luego que esta situación es un pequeño ejemplo de aquellas circunstancias que influyen en el proceso referido. El diálogo directo con los estudiantes permite comprender el cúmulo de cuestiones que las maestras y los maestros deben considerar para que, paulatinamente, se logre el propósito formativo. Proceso que, indiscutiblemente, no termina nunca.

Entonces, como tantas veces se ha referido, estamos ante dos realidades distintas: la que reina en las oficinas secretariales y la que las maestras y maestros frente a grupo viven cotidianamente. Funcionarios públicos han ido y venido en la SEP; de hecho, de 2006 a la fecha, han pisado la oficina de Vasconcelos ocho Secretarios de Educación (incluyendo a Delfina Gómez), y esas realidades, durante este tiempo, jamás se han aproximado. Un tema que pareciera ser obvio, pero ¿no podríamos cambiar o, al menos, propiciar un cambio en tal esquema? En fin.

¿Dejará las oficinas de la SEP la profesora Gómez? Con seguridad lo sabremos en los próximos días porque, mientras algunos funcionarios públicos ya se visualizan en plena campaña política para una gubernatura o presidencia del país, el magisterio seguirá trabajando en sus respectivas escuelas y salones de clase, aún y cuando las condiciones, muy similares a las de antaño y que hasta el hartazgo fueron criticadas por los que hoy gobiernan, no sean las mejores.

Ojalá llegara el día en que se pudiera elegir, al igual que se elige a un presidente, senador, diputado o gobernador, a quien pueda y deba dirigir una institución gubernamental tan importante para el desarrollo humano y de un país; por lo pronto, estoy seguro de que tal idea no sucederá y, por tanto, seguiremos viendo desfilar a funcionarios cuya preocupación estará en las próximas elecciones mientras su trabajo sea nulo y sombrío como el de ex candidata Delfina Gómez quien, por cierto, no la tendrá fácil si es que desea participar en la contienda electoral del Estado de México, y con ello no me refiero a un posible adversario que los partidos políticos contrarios al actual régimen puedan colocar en la mesa, en el senador Higinio Martínez tendrá el primero y más duro de ellos.

Al tiempo.

Fuente de la información: https://profelandia.com

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